Hell Mode (NL)

Volumen 5

Capítulo 9: Recogiendo Medallas

Cuando Allen vio que el Blood Blast Beetle (BB) / Escarabajo Explosivo Sangriento poseía un medio para curarse a sí mismo, se dio cuenta de que las posibilidades de que los Jugadores Sin Vida lo derrotaran aquí y hoy eran extremadamente escasas, teniendo en cuenta lo difícil que había sido para ellos sólo herirlo. Cuando jugaba a juegos en línea en su vida anterior, había derrotado a muchos jefes autocurativos como éste mediante una cuidadosa colocación y estrategia. Sin embargo, recordaba que un solo error de posicionamiento solía costarle muy caro, y en los casos en los que no tenía forma de interrumpir la capacidad curativa del jefe, el precio de la victoria solía incluir numerosas bajas.

Cuanto más tiempo tardara en decidir si quedarse o marcharse, más peligro correrían sus compañeros y más objetos de recuperación acabarían desperdiciando. Por eso Allen había pedido inmediatamente la retirada. Consideraba que la toma rápida de decisiones era un deber importante del líder de un grupo.

BB tenía alta resistencia y era extremadamente rápido, pero el pájaro B que los jugadores sin vida estaban montando tenía Jet, una habilidad despertada que aumentó su velocidad ya impresionante por varios pliegues. El escarabajo gigante los persiguió durante algún tiempo, pero una vez que estuvieron lo bastante lejos, el monstruo desistió de la persecución, lo que les permitió a todos dar un suspiro colectivo de alivio.

Mientras todos recuperaban el aliento, Allen llamó a otro Pájaro E e hizo que actuara como señuelo llevando a BB a un lugar alejado de otros aventureros. Incluso después de que los Jugadores Sin Vida reanudaran la búsqueda y muerte de los jefes de planta, siguió estudiando al escarabajo rojo a través de los ojos de esa Invocación, ya que sentía especial curiosidad por saber desde qué distancia podía detectar a sus objetivos y cuánto tardaría en teletransportarse tras no establecer contacto con nadie. Gracias a la infamia de este jefe entre los aventureros, nadie lo buscaba activamente, y por lo tanto Allen no tenía preocupaciones de que sus observaciones fueran interrumpidas.

Una hora después de perder a los jugadores sin vida, Hawkins vio desaparecer a BB.

Como era de esperar de una mazmorra de Rango S, lanzándonos algo así de buenas a primeras.

Durante el siguiente medio día, los jugadores sin vida se dedicaron a matar a los demás jefes de planta. Cada uno dejaba caer una piedra mágica y una gran medalla de bronce. El grupo tenía ahora tres medallas en su poder.

Habían pensado que se encontrarían con cofres del tesoro mientras vagaban, pero por alguna razón, no había sido así. Incluso Pájaro E, cuya Habilidad Despertada le permitía explorar hasta cien kilómetros de distancia en una fracción de segundo, no encontró nada. Por supuesto, Visión Lejana no podía ver a través de los obstáculos, así que aún cabía la posibilidad de que todos los cofres estuvieran ocultos en algún lugar.

Este lugar casi parece una zona recién estrenada de un juego, por lo difícil que era luchar contra los jefes de planta y la clara falta de cofres del tesoro. No creo que volvamos nunca más a la Planta 2 para conseguir medallas.

Muchos de los juegos en línea a los que Allen había jugado en su vida anterior lanzaban nuevos mapas o zonas de vez en cuando. Cada vez que esto ocurría, la base de jugadores del juego se disparaba, a veces hasta el punto de que había más jugadores que mafias. Este fenómeno parecía ser exactamente lo que Allen estaba observando en la Planta 2 aquí en la Torre de la Tribulación.

“Muy bien, dejemos atrás esta planta absolutamente asquerosa y pasemos a la siguiente”, dijo Allen enfadado.

“¿Todavía sigues con eso?” Le preguntó Dogora a Allen con una sonrisa burlona.

“Por supuesto. Hacía tiempo que no tenía una experiencia tan terrible.”

“¿Qué quieres decir con ‘hace tiempo’? Es la primera vez que vienes.”

El grupo de Allen se dirigió al cubo que llevaba a la Planta 3, con sus medallas duramente ganadas en la mano.

“Saludos, jugadores sin vida. Soy el Sistema Operativo de Planta S201. ¿Desean viajar a la siguiente planta? ¿O prefieren volver a la planta 1?”

“Llévenos a la Planta 3, por favor”.

“Planta 3 entonces. Por favor, presente tres medallas de bronce.”

“Aquí tiene.” Allen extendió tres medallas de bronce con representaciones de un pollo, un lagarto y un tercer monstruo. Resultó que las medallas tenían grabados de los jefes de planta que las habían dejado caer.

“Tres medallas de bronce recibidas. Procediendo a enviarlos a la Planta 3.”

Al momento siguiente, el suelo bajo los pies de Allen cambió de tierra a arena.

¿Oh? ¿Esta es la Planta 3? Hmm, no veo ninguna característica prominente cerca. Espera, el suelo aquí es arena. ¿Significa eso que esta planta es un desierto? ¿La visibilidad en este piso es buena como en el anterior?

“Parece que hay muchos enanos en este piso”, observó Allen en voz alta. “Dame un segundo para hacerme una idea del terreno.”

“Por favor y gracias.” Debido a la influencia de Allen, Cecil también había llegado a priorizar la recopilación de información. Ella y el resto de los Jugadores Sin Vida comprobaron sus alrededores mientras Allen enviaba un Pájaro E al cielo.

Desde el aire, Allen confirmó que habían sido teletransportados a una plaza abierta de aproximadamente un kilómetro de diámetro, similar a la de la Planta 2. Más allá de la plaza había un extenso desierto de arena interrumpido aquí y allá por afloramientos rocosos lo bastante grandes como para ser pequeñas montañas.

Varias figuras deambulaban por la arena. Tenían un aspecto vagamente humanoide, pero sus cabezas no estaban sostenidas por cuellos, sino que parecían enterradas en la parte superior de sus torsos. De sus hombros brotaban brazos casi tan largos como para rozar el suelo, y algo cristalino estaba incrustado en sus abdómenes.

¡Espera, son gólems! Y hay muchos. Se ven un poco diferentes de lo que había imaginado, pero eso no es nada nuevo. Así que todos esos cristales contienen un enano que los pilota, ¿verdad?

Los golems de este mundo no tenían casi nada de la vibración mecánica que me vino a la mente cuando Allen oyó “golem”. Al fin y al cabo, no eran tanto robots como marionetas. Sus cuerpos desprendían un brillo metálico y no parecían tan angulosos. Y aunque Allen había oído que medían cien metros de altura, casi todos los gólems de aquí sólo medían unos diez metros.

Ya veo que esta planta es totalmente adecuada para los pilotos de gólems.

La planta 2 tenía un gran bosque y extensas praderas, ambos entornos perfectos para los beastkin con su excepcional destreza física, que les permitía moverse rápido y maniobrar con destreza. Tal vez incluso poseían habilidades que les ayudaban a encontrar cofres del tesoro donde el grupo de Allen había fracasado.

Lo que me recuerda que aún no nos hemos vuelto a encontrar con Uru y su grupo.

Uru había prometido pagarle a Allen, pero Allen no estaba particularmente interesado en perseguir esta deuda. No quería nada de los aventureros que se limitaban principalmente a la Planta 2, y dudaba mucho que conocieran alguna información que pudiera ser útil para despejar la mazmorra. Si les exigía medallas de bronce, con esas medallas cotizando a cien oros cada una en el mercado, no se sabía cuántas estarían dispuestos a entregar. Sinceramente, Allen pensaba que era poco probable que volviera a encontrarse con ellos, sobre todo porque no estaba lo bastante interesado en su recompensa como para ir a buscarlos.

Allen estaba en medio de estos pensamientos cuando de repente se dio cuenta de algo. “Ohhh, así que esto es a lo que se refería el almirante Garara.”

“¿Qué paso, Allen?”

“Oh, oye, Cecil. Resulta que este desierto es realmente ventajoso para los enanos.”

Una vez que todo su grupo estuvo reunido a su alrededor, Allen señaló hacia lo que había estado mirando: una batalla entre un gólem y un monstruo parecido a un escorpión. Mientras el gólem se defendía de los ataques del monstruo con su gruesa armadura, el resto de los compañeros del piloto habían rodeado al escorpión y lo atacaban desde todos los ángulos.

“Al parecer, en este desierto hay monstruos que se esconden en la arena para tender emboscadas a la gente. Así que el trabajo del gólem es recibir el primer ataque y proteger al resto del grupo.” Gracias a que son tan resistentes, los gólems son geniales para desencadenar ataques sorpresa.

Cada vez que el escorpión intentaba atacar a los aventureros de alrededor, el gólem utilizaba su voluminoso cuerpo y sus largos brazos para interferir. Incluso había un beastkin disparando flechas desde lo alto del hombro del gólem. Su altura le protegía de los ataques y le proporcionaba una posición privilegiada. Era matar dos pájaros de un tiro.

El almirante sabía que así eran las cosas en la planta 3.

“Meruru, haremos todo lo posible y te encontraremos al menos cinco pizarras.”

“¡Gracias!”

No diré esto en voz alta ya que Meruru está aquí, pero tantas cosas en Baukis son enormes estafas. ¿Como, en serio, tres mil de oro por una pizarra Grado Hierro? ¡¿Estás bromeando?!

Un piloto de gólem tenía que introducir pizarras en su disco mágico para invocar a su gólem. Cada disco mágico tenía diez cavidades, pero llenar sólo cinco de ellas con pizarras que representaran la cabeza, el torso, el brazo izquierdo, el brazo derecho y las piernas era lo mínimo para completar un gólem. Por regla general, estas pizarras sólo se podían conseguir en la mazmorra. El templo las vendía, pero a mil monedas de oro por una pizarra de bronce y a tres mil por una de hierro. Para comprar un juego básico de pizarras de hierro se necesitaban quince mil monedas de oro. Además, los aventureros podían vender las pizarras que no necesitaran al templo, que compraba todas las pizarras de bronce por cien oros y todas las de hierro por trescientos. Esto significaba que, independientemente de la pieza o el grado, el templo vendía las pizarras por diez veces más de lo que pagaban por ellas.

“¡Oh, miren! Hay un golem a toda velocidad por la arena”. Allen señaló ahora hacia un gólem en forma de barco con algunas aventuras a bordo que se abría paso velozmente por las arenas.

Los ojos de Meruru brillaron de sorpresa y emoción. “¡Qué genial!”

Así que ese es el efecto de una de las pizarras de movimiento.

Allen había oído hablar de algunas pizarras especiales a Meruru de antemano.

Tipos de Pizarras de Gólem

• Las cinco pizarras básicas que son absolutamente necesarias para invocar un gólem: cabeza, torso, brazo izquierdo, brazo derecho y piernas.
• Hay pizarras de movimiento que transforman a los gólems en formas adecuadas para desplazarse por tierra, mar, aire o bajo el agua.
• Hay pizarras especiales que confieren a los gólems propiedades únicas, como la capacidad de atacar o defenderse en pleno movimiento o transformación.

Meruru había mencionado una pizarra especial que cautivó especialmente la imaginación de Allen.

Cueste lo que cueste, tenemos que encontrar la pizarra que convierta su gólem en una maldita casa.

Supuestamente, una casa golem era perfecta para pasar la noche y era tan resistente como una fortaleza.

“¡Ahora las cosas empiezan a ponerse emocionantes! ¡Vamos a comprobar cuántas medallas necesitamos para llegar al siguiente piso y luego por él!” Allen se alejó con paso ligero.

Hm, ¿deberíamos centrarnos en reunir las cinco pizarras básicas y luego dirigirnos directamente a la siguiente planta? Me pregunto qué planta será la más eficiente para que todos suban de nivel. Ah, claro, también tenemos que recoger piedras mágicas. Hay tanto que hacer que no puedo evitar emocionarme. ¡¿Dygragni es un dios?! Cierto, aún no es un dios.

A los jugadores aún les quedaban muchos ascensos de clase, así que tenían que hacer todo lo posible para subir de nivel mientras reunían pizarras de gólem. Y para poder seguir solicitando piedras mágicas de rango D en el Gremio de Aventureros, también tenían que ganar al menos mil monedas de oro cada cinco días. Sólo de pensar en la cantidad de cosas que había que hacer, Allen se ponía a cien. Parecía que esta Torre de la Tribulación tenía mucho valor de repetición.

Allen dio gracias a Dygragni en su interior mientras guiaba a sus amigos en busca del cubo. Lo encontraron rápidamente, ya que, al igual que en la Planta 2, estaba dentro de la misma plaza a la que habían llegado. Sin embargo, antes de revisar la Planta 3, Allen quería confirmar las condiciones para llegar a la Planta 4.

“Saludos, jugadores sin vida. Soy el Sistema Operativo de Planta S301. ¿Desean viajar a la siguiente planta? ¿O desean regresar a la Planta 1?”

“¿Eh?” Espera un segundo, ¿hablas en serio?

“¿Qué ocurre?” Krena miró a Allen, captando la sorpresa en su voz.

“Espera. Déjame confirmar algo.”

“De acuerdo.”

Allen se volvió hacia el cubo flotante. “Disculpe. ¿No podemos volver a la Planta 2?”

“Mis disculpas. Sólo puedo enviarlos al siguiente piso o al Piso 1.”

“No puede ser — ¡Esto significa que vamos a necesitar un montón de medallas!” ¿Qué demonios? ¡¿Esta mazmorra de Rango S es un juego de medallas?!

Los otros Jugadores finalmente se dieron cuenta de por qué Allen estaba tan sorprendido. Cada vez que subían un piso, tenían que dar medallas al cubo. Sin embargo, si volvían a la planta 1, tendrían que preparar de nuevo el mismo número de medallas para volver a la última planta a la que habían llegado.

“Bueno, de momento, por favor, dinos qué necesitamos para ir a la siguiente planta.”

“Planta 4 será. Por favor, presente cuatro medallas de bronce y cuatro medallas de hierro.”

Maldita sea, ahora mismo no llevamos ni una sola medalla encima. ¿Así que vamos a necesitar medallas de bronce de nuevo para la Planta 4?

“¡¿Qué pasa con ese requisito?!” Protestó Cecil, recordando cómo el grupo se había pasado medio día entero reuniendo medallas justo el día anterior. “¡¿Significa eso que vamos a necesitar más y más medallas?!”

Los demás miembros del grupo se quedaron boquiabiertos al darse cuenta de que cuanto más alto fuera el piso, mayor sería la cantidad y la calidad de las medallas que necesitarían. Aquí, también, Allen descubrió por qué la mazmorra de Rango S era tan difícil de superar.

Allen asintió pensativo. “Eso parece. Vamos a tener que considerar pasar la noche en la mazmorra, entonces.”

“Eso parece”, convino Sophie, poniéndose una mano en la mejilla con el ceño fruncido.

El grupo se había tomado la molestia de alquilar una casa cerca de la mazmorra, pero al parecer ir a dormir a casa les costaría un número innecesario de medallas. Ahora miraban a los otros aventureros que descansaban en la plaza con nueva comprensión, dándose cuenta de que probablemente estaban allí precisamente por esta característica de la mazmorra. Probablemente había muchos grupos que acampaban varias noches seguidas.

“Bueno, empecemos a reunir medallas mientras nos familiarizamos con este piso.”

Todos saltaron al Pájaro B y despegaron hacia el cielo bajo las miradas atónitas de los demás aventureros.

Hmm, hay bastantes aventureros por todo el desierto, pero no hay demasiada gente. Eso es bueno al menos. El problema es que los únicos monstruos que veo son los que ya están luchando con los aventureros. ¿El resto se esconde bajo la arena? ¿Cómo podemos encontrarlos?

A través de los ojos de Pájaro E, Allen divisó a un grupo de unas docenas de personas acercándose a un pico escarpado del tamaño de una colina.

¿Qué están mirando? ¡Oh! ¡Hay una cueva en la ladera de la montaña! ¿Hay algo dentro?

Los aventureros comenzaron a ponerse en formación frente a la gran entrada de la cueva. Dos golems se adelantaron, ambos con arqueros que llevaban armaduras ligeras sobre los hombros, mientras el resto se quedaba un paso atrás. Allen pudo notar, incluso a través de los ojos de su Invocación, lo preparados que estaban para la lucha que se avecinaba.

Dos beastkin que probablemente eran exploradores entraron lentamente en el agujero. Cuando salieron corriendo, eran perseguidos por una corriente de monstruos escorpión. Justo cuando Allen se preguntaba cómo podían caber tantos escorpiones dentro de una montaña de ese tamaño, salió uno especialmente enorme y comenzó la lucha. Sin embargo, gracias a estar en la formación adecuada, los aventureros lograron mantener la ventaja.

Entiendo, así que hay monstruos escondidos tanto en las cuevas rocosas como bajo la arena. Espera, ¿es lo mismo en la Planta 2? Recuerdo haber visto árboles súper enormes cada pocos kilómetros.

Por capricho, Allen ordenó al Pájaro E que había dejado en la Planta 2 que se dirigiera hacia el árbol gigante más cercano. Efectivamente, había un gran hueco en el tronco. La Invocación voló hacia otro árbol y también encontró un hueco en su interior. Al parecer, era una característica que compartían todos estos árboles.

Ahh, así que ahí es donde probablemente estén los cofres del tesoro. ¿Y los monstruos también, tal vez? Pero los huecos son más pequeños que las cuevas, así que tal vez sólo contengan cofres del tesoro. ¡De cualquier manera, este es un gran descubrimiento!

“¿Qué ocurre?” preguntó Meruru, encontrando extraño cómo Allen parecía haberse congelado después de hacer que el Pájaro B se cerniera en el aire.

“Creo que acabo de descubrir cómo vencer a este piso.”

Siempre lista para los elogios, Krena exclamó: “¡¿En serio?! Es increíble.”

“Dirijámonos a esa montaña rocosa de allí y pongamos a prueba mi teoría.”

Allen condujo a su grupo a una montaña sin aventureros cerca. Efectivamente, tenía una enorme cueva.

“Aterricemos aquí. Bien, chicos, tengan cuidado. Puede haber monstruos dentro.”

El grupo se puso en posición, con Krena y Dogora a la cabeza. Cuando todos estuvieron listos, Allen envió un Espíritu B al interior. “¿Eh? Aquí no hay nada.”

“Aw, ¿así que estas cuevas también pueden estar vacías?” Cecil sonaba un poco decepcionada.

Contrariamente a las expectativas del grupo, Ellie pronto llegó al otro extremo de la cueva sin encontrar nada. Realmente era una cueva vacía.

“Supongo que puede haber fallos”, se encogió de hombros Allen. “Bueno, probemos en otra montaña.”

Una sola ronda de Vista Lejana permitió divisar más de cien montañas en el desierto. Así que los Jugadores Sin Vida formaron frente a otra montaña y enviaron un Espíritu B al interior. Pero, por desgracia, tampoco encontró nada en ésta.

Otro fallo. Hmm, ahora que sé lo que están haciendo, me doy cuenta de que hay muchos aventureros apuntando a estas montañas como nosotros.

De hecho, había dos formas principales en que los otros aventureros estaban manejando este piso. Una era explorar estas montañas. La otra era vagar, cazando a los monstruos que se esconden bajo la arena. Allen determinó que la segunda manera era muy ineficiente para su grupo, ya que no tenían un golem con ellos, así que guió a los demás a su tercera montaña.

Esta vez, cuando Ellie llegó al final, apareció de repente un círculo mágico hecho de formas geométricas dispuestas como un lenguaje, y monstruos parecidos a escorpiones surgieron de él con espeluznantes gritos de “¡Kishaaa!”

“¡Allá vamos!” gritó Allen, incitando a sus compañeros a prepararse para la batalla.

Los monstruos cargaron fuera de la cueva, por lo que los Jugadores Sin Vida se enfrentaron a ellos como habían planeado previamente, manteniendo la formación.

“¡Rah!” Krena hizo caer su espada sobre la cabeza del primero, estrellándola contra la arena y haciéndola estallar con una salpicadura de fluidos corporales.

<Has derrotado a 1 escorpión de roca. Has ganado 24.000 XP.>

Basándose en la cantidad de XP dada, Allen anunció: “Es un monstruo de Rango B. Gentuza total.” Para los Jugadores Sin Vida, que ya habían matado a millones de monstruos durante su estancia en Rohzenheim, los monstruos de Rango B ni siquiera eran una amenaza.

“Muy bien. ¿Los limpiamos a todos, entonces?”

“Sí, por favor, Cecil. Adelante.”

Los escorpiones fueron cayendo uno a uno en rápida sucesión. Cuando el gigante lanzó sus enormes pinzas hacia delante, Dogora las bloqueó con su escudo con un gruñido. Bajó el centro de gravedad e intentó mantenerse firme, pero acabó siendo empujado hacia atrás, dibujando surcos en la arena con los pies.

“Ése probablemente sea de Rango A. ¡Aguanta, Dogora! Todos los demás, dense prisa y acaben con esas basuras.”

Los monstruos de rango A eran mucho más poderosos que los de rango B. En esta situación, acabar primero con los monstruos más débiles significaba que todo el mundo podría centrar sus ataques en el más grande y que el grupo recibiría menos daño en general.

“¡Chicos, en serio! ¡Por favor, dense prisa!” Dogora gimió mientras luchaba por inmovilizar a un oponente diez veces más grande que él.

En ese momento, otro escorpión del mismo tamaño al que se enfrentaba Dogora apareció de la cueva.

“¡Krena, hay otro! Espera, ¿eh?”

“¡KISHAAAAAAA!”

Otro escorpión aún más grande que aquellos salió a continuación, siseando ferozmente. Ahora había dos escorpiones grandes y uno enorme.

“Este probablemente sea un jefe de planta. ¡Aun así, chicos, intenten no usar sus habilidades extra si pueden evitarlo! Oh, pero Dogora, siéntete libre de usar las tuyas cuando quieras.”

“¡Sí, sí! ¡Caramba, gracias!”

El grupo lo había hablado con antelación y habían acordado que, dado que estaban atravesando una mazmorra de rango S, intentarían mantener sus habilidades extra disponibles en la medida de lo posible. Todas las habilidades extra tenían un tiempo de reutilización de un día entero, y al grupo aún le esperaban muchos combates ese mismo día, posiblemente incluso con monstruos de rango S. Sin embargo, Dogora no pareció apreciar la última frase de Allen.

Mientras Krena se apresuraba a lidiar con el segundo escorpión grande, Allen envió una Roca B al jefe del piso. A Krena y Dogora les estaba costando todo lo que tenían simplemente mantener ocupados a sus oponentes; carecían de la fuerza necesaria para acabar con ellos solos sin utilizar sus Habilidades Extra.

Cecil, que había estado repasando sistemáticamente los distintos elementos de su repertorio, anunció al grupo: “Estos escorpiones son débiles a la Magia de Hielo.” Justo en ese momento, un escorpión que había recibido un carámbano en su espalda se enroscó en flagrante agonía.

¿Oh? ¿Tienen un elemento al que son débiles? Es útil saberlo.

“Entendido”, respondió Allen. “Concéntrate en derribar al que Krena está tratando primero, si quieres. Sophie, ¿puedes intentar usar Magia Espiritual elemental de agua? Sólo para ver si son débiles al agua también.”

“Como desee, Lord Allen.”

Cuando te enfrentas a tres oponentes de al menos Rango A en fuerza, tiene sentido eliminarlos estratégicamente uno por uno. Allen ayudó a Dogora a resistir mientras Sophie, Cecil y Volmaar mermaban la salud del escorpión de Krena.

¿Debería conseguir más ranuras de invocación para hacer frente a situaciones como esta?

Allen podía invocar un máximo de setenta invocaciones. De ese número, en realidad sólo podía utilizar diez en ese momento. Guardaba treinta Pez B, que aumentaban su MP, en su grimorio para ganar XP de habilidad. Otros veinte espacios estaban ocupados por los Insecto A y Dragón A que aún quedaban en Rohzenheim y que estaban limpiando los restos del Ejército del Señor Demonio. Alrededor de diez plazas estaban repartidas entre los Espíritus B que facilitaban el intercambio de información a larga distancia y las Bestias B que estaban ocupadas ayudando en el desarrollo de la Aldea Rodin. El Pájaro E con el que estaba explorando y el Pájaro B en el que viajaba el grupo contaban para las pocas plazas restantes.

No, si me contengo ahora, seré más eficiente en el futuro. No caigas en la tentación.

Allen había tomado la decisión consciente de no sacar tantas Invocaciones, con la esperanza de que esto se convirtiera en una oportunidad de crecimiento para sus compañeros. Los jugadores sin vida habían superado numerosas mazmorras durante su estancia en Ciudad Academia y habían mejorado mucho en la lucha mientras participaban en la guerra de Rohzenheim. Su trabajo en equipo era ahora mucho más fluido que antes. Sin embargo, en los campos de batalla no había soluciones únicas, e incluso una forma de luchar que se consideraba la más adecuada podía acabar resultando inútil tras un ascenso de clase. Era una habilidad aprendida ser capaz de adaptar una estrategia que se ajustara mejor a la situación y a las especificaciones de los que luchaban.

Entre lanzamientos de Magia Curativa, Keel le dijo a Allen: “Se está poniendo difícil mantener los HP de todos a tope yo solo.”

“Seguro que no es fácil ser el sanador”, respondió Allen, “pero intenta pensar en esto como una práctica.”

Durante la guerra, los Jugadores habían usado Bendiciones del Cielo como si fueran recursos ilimitados, pero ahora intentaban por todos los medios no usar ninguna. En su lugar, utilizaban Semillas de Magia — que restauraban 1.000 PM a todos los miembros del grupo en un radio de cincuenta metros— ya que Allen iba a obtener un gran número de piedras mágicas de rango D. Allen activó algunas periódicamente para asegurarse de que Keel pudiera seguir lanzando su magia curativa sin parar.

En poco tiempo, los dos escorpiones de rango A murieron.

<Has derrotado a 1 escorpión de la muerte. Has ganado 200.000 XP.>

Perdí dos Espejos durante aquello, pero consiguieron dejar bastante daño en el jefe.

“¡Buen trabajo derribando a los dos Rango A, chicos! ¡He debilitado al último por ustedes, así que acabemos con él!”

Todos centraron sus ataques en el enorme escorpión que había aparecido en último lugar. Allen había ordenado a sus Piedra B que usaran Reflejo Total cada vez que el escorpión lanzara un golpe especialmente potente. No era tan inteligente y nunca se dio cuenta de que no debía usar ataques grandes, así que esto había sucedido tres veces. Como resultado, el cuerpo del monstruo tenía grietas por todas partes, y chorreaba fluidos corporales.

“Uh, Allen, este grande no es Rango S, ¿verdad?” Cecil preguntó preocupado.

“No, sólo es de rango A superior”, afirmó Allen. Lo había sabido incluso antes de que comenzara el combate.

Al ver lo seguro que estaba Allen, Cecil decidió tomarle la palabra. “Bueno, parece bastante debilitado. Definitivamente no es rival para el insecto rojo de ayer.”

El escorpión gigante se retorció mientras Krena y Dogora priorizaban atacar donde su armadura ya estaba agrietada. Al mismo tiempo, Sophie, Cecil y Volmaar mantenían un bombardeo desde la distancia, interfiriendo en los intentos del monstruo de usar sus grandes pinzas y su enorme cola de púas contra las dos vanguardias.

Finalmente, el jefe del suelo se desplomó sobre el trozo de arena empapado de su propia sustancia viscosa y dejó de moverse.

<Has derrotado a 1 rey escorpión de la muerte. Has ganado 4.000.000 XP.>

Cuando el jefe se desvaneció en burbujas incandescentes, dejó tras de sí una piedra mágica de rango A y una medalla de hierro con un escorpión grabado. Al igual que en las mazmorras de Ciudad Academia, los monstruos de las mazmorras no soltaban materiales. Cualquiera que quisiera obtener materiales de los monstruos tendría que encontrarlos fuera de una mazmorra.

“La medalla demuestra que realmente era un jefe de planta.” Allen asintió satisfecho.

“¡¿Oh?! Qué bien. ¡Nunca diría que no a doscientas monedas de oro!” replicó Keel, precipitándose desde atrás para ver más de cerca.

Allen recogió la medalla y dijo lentamente: “Así que sólo esto vale doscientas monedas de oro, ¿eh? No me extraña que todo el mundo intente entrar en esta mazmorra.”

Si convirtiera todas las medallas que necesitamos para ir a la Planta 4 desde la Planta 3 a una cantidad monetaria, serían mil doscientas monedas de oro en total.

“Siento que mi sentido del dinero se está torciendo sólo por estar aquí”, suspiró Cecil. “Pero de nuevo, tal vez ya está más allá de ahorrar después de todo el tiempo que he pasado con Allen.”

“¿Vamos a entrar en la cueva?” preguntó Krena.

Allen negó con la cabeza. “No queda nada ahí dentro.” Ya había enviado al Espíritu B dentro una vez más después de que los escorpiones dejaran de salir.

“¡Bien, entonces vayamos a la siguiente!”

A pesar de que acababa de terminar una pelea, Krena ya estaba ansiosa por empezar. Agarró con fuerza su gran espada y apretó el otro puño.

“Ahora vamos por ahí.” Siempre pensando en el futuro, incluso durante la batalla, Allen ya había enviado otro Espíritu B para confirmar su próximo objetivo.

Y así, los Jugadores Sin Vida partieron hacia otra montaña rocosa en busca de más piedras mágicas y medallas.