Hell Mode (NL)

Volumen 5

Capítulo 13: El Poder de un Espíritu

Hoy, los Jugadores Sin Vida iban a pisar la Planta 4 por primera vez. Al acercarse al Templo de Yanpany, el guardia miró sin decir palabra a Sophie y a la salamandra roja que llevaba en brazos.

“Oh, venga, por favor, cálmese”, arrulló Sophie.

“Au, au.”

De vez en cuando, movía las manos y se inquietaba un poco.

Realmente es como un bebé. Y el guardia sigue mirando.

La primera vez que Sophie intentó entrar con Salamandra en brazos, el guardia la detuvo, preguntándole qué era y si intentaba introducir un monstruo en el templo. Era el mismo guardia que las había detenido la primera vez aquí debido a los jóvenes que parecían. Hacía bien su trabajo al tener cuidado con a quién dejaba entrar en el templo.

Incluso cuando Sophie le explicó que se trataba de un espíritu, siguió mirándola con desconfianza y se negó a ceder.

Al ver esto, Volmaar dio un paso adelante y acercó tanto su cara a la del guardia que parecía que iban a besarse, gruñendo: “¿Debemos tomar esto como una indicación del rechazo del Imperio de Baukis a los espíritus?” Como asistente personal de Sophie, la princesa que todos los elfos esperaban que sucediera al trono, su posición era bastante alta en Rohzenheim.

Sin embargo, la guardia se mantuvo firme.

Aquel día, al ser informada de lo sucedido, la reina de Rohzenheim envió a Baukis una carta a través de los canales oficiales en la que pedía un trato adecuado para los espíritus. Además, dijo que plantearía la cuestión del trato a los espíritus en la próxima cumbre de la Alianza de los Cinco Continentes.

Gracias a esto, la guardia no dio más problemas a los Jugadores Sin Vida sobre Salamandra. Dado que todo esto era con el propósito de luchar finalmente contra el Señor Demonio, Allen no estaba por encima de confiar en un poco de intimidación política.

Después de pagar las medallas necesarias al Sistema Operativo de Planta, el grupo llegó a la Planta 4.

“¿Es aquí?” Allen se arrodilló. “Interesante, el suelo realmente tiene la textura de una hoja.”

“Incluso se siente un poco suave”, dijo Cecil con unos pisotones firmes.

El suelo de la Planta 4 era verde con líneas que parecían venas de hoja. Los Jugadores dieron unos pasos y lo encontraron algo elástico bajo sus pies. Sin embargo, no mostraba signos de desgarro por mucha fuerza que ejercieran, lo que indicaba que, aunque se tratara de una hoja, era muy gruesa.

Todo esto concuerda con lo que dijo Helmios. Bien, Hawkins, sal. Dame una vista desde el cielo.

Como el grupo de Helmios, Sacred, operaba principalmente en el Piso 4, había tenido mucha información para compartir con Allen. Ahora Allen envió un Pájaro E para confirmar parte de la información por sí mismo.

Desde lo alto, Allen pudo ver que su grupo estaba parado sobre un enorme loto. La vista más amplia ofrecida por la Vista Lejana reveló que este piso era como un mar expansivo con almohadillas de loto salpicando su superficie. Aventureros y monstruos se encontraban haciendo lo que fuera encima de estas almohadillas.

Esto confirma que la Planta 4 es realmente un bioma oceánico.

Allen anunció al grupo: “Es tal y como lo describió el señor Helmios. Aunque no hace mucha diferencia para nosotros si es arena o agua, ya que estaremos montados en nuestros Griffs de todos modos.”

“Eso es cierto, supongo.” Cecil asintió. “¿Deberíamos comprobar también si ese cubo dice lo que nos dijo el señor Helmios?” Debido a que Allen seguía llamando “cubos” a los sistemas de operación de las mazmorras, el resto de su grupo también había tomado la costumbre de referirse a ellos como tales.

“Por supuesto. Vámonos.”

Los jugadores se acercaron al cubo cercano para preguntar por las condiciones para pasar a la siguiente planta.

“Saludos, jugadores sin vida. Soy el Sistema Operativo de Planta S401. ¿Desean viajar a la siguiente planta? ¿O prefieren volver a la planta 1?”

“Siguiente planta, por favor.”

“Planta 5 será. Por favor, presenten cinco variaciones de la medalla de bronce, cinco variaciones de la medalla de hierro y cinco variaciones de la medalla de mithril.”

Así que esto es de lo que Helmios estaba hablando.

Hasta ahora, los cubos de las mazmorras nunca habían mostrado ningún tipo de discernimiento respecto a los grabados del reverso de las medallas al recibirlas. Sin embargo, para pasar a la planta 5 se necesitaban cinco medallas con representaciones únicas. Era tal y como había dicho Helmios.

“¿Entonces no podemos llevar cinco medallas iguales?” Preguntó Allen para aclarar otro detalle.

“Así es. El requisito para viajar a la Planta 5 es llevar cinco medallas con diferentes representaciones en ellas.”

“¿Y cuántos jefes de planta hay en las plantas segunda a cuarta?”

“Hay cinco en cada planta.”

Cecil se cruzó de brazos y suspiró. “El señor Helmios tenía razón. Tendremos que matar a los jefes de rango S para llegar a la planta 5.”

Los cinco jefes de cada planta que mencionaba el cubo incluían a BB en la Planta 2 y a Scarlet en la Planta 3. Este requisito era la razón por la que Helmios había renunciado a intentar llegar a la Planta 5. Si se esforzaban al máximo, su grupo podría llegar a matar a uno de los jefes de planta de rango S. Sin embargo, para ello tendría que esquivar a todos los jefes de planta. Sin embargo, para ello tendrían que estar muy cerca de sufrir bajas.

“Muy bien, ya hemos confirmado las condiciones para llegar a la siguiente planta. Es hora de ver cómo es la planta 4 por nosotros mismos.”

Allen necesitaba más información sobre esta planta para decidir si quedarse aquí o volver a la Planta 3. Y así salió el Pájaro B, llevando a todo el grupo muy por encima de las almohadillas de loto.

“Parece que los enanos se las arreglan bien en este piso”, comentó Cecil. “Los gólems son realmente increíbles.”

“Bueno, los enanos siempre han conseguido repeler al Ejército del Señor Demonio en mar abierto”, señaló Allen.

Abajo, los gólems en forma de barcos — una visión con la que los jugadores ya se habían familiarizado en la planta 3 — estaban separando el agua con la misma facilidad con la que habían separado las dunas de arena. La visión de una flota entera de ellos enfrentándose a las fuerzas del Ejército del Señor Demonio cada año era probablemente una escena digna de contemplar.

En ese momento, Meruru volaba en su propio Pájaro B por delante del resto del grupo. Desde que se unió al grupo, había cabalgado con Allen y llevaba un gran escudo para proteger a los de atrás. Sin embargo, ahora que tenía su gólem de hierro, cabalgaba sola, como Krena y Dogora. Su gólem era lo suficientemente grande como para servir de escudo, así que trabajaba en tándem con la vanguardia para añadir más variedad a sus tácticas de batalla.

Para sorpresa de nadie, Cecil se había limitado a decir: “Bueno, si Meruru no está sentada aquí”, antes de reclamar su lugar detrás de Allen como si fuera algo natural. Aunque la retaguardia estaba formada por ella, Keel, Sophie y Volmaar, no era ideal que cabalgara con Keel, ya que el grupo perdería tanto a su mago como a su sanador si algo le sucedía a su montura, y no había forma de que Sophie y Volmaar cabalgaran por separado. Quedarse con Allen en medio de la formación también le daba a Cecil la mayor libertad en términos de coordinar sus ataques con otros miembros del grupo.

El Pájaro E que estaba explorando divisó tres monstruos que parecían un cruce entre tritones y dragones descansando encima de una hoja flotante.

“¡Hay monstruos por aquí!” Allen gritó lo suficientemente alto como para que todo su grupo lo oyera.

Helmios también dijo que esta planta tenía muchos monstruos acuáticos, y que casi todo en esta planta era de Rango A.

Mientras los tres miembros de la vanguardia se dirigían hacia los monstruos, Meruru alzó su disco mágico y gritó: “¡Tam-Tam, ven!” Su gólem no tardó en saltar del círculo mágico gigante que había aparecido sobre la almohadilla de loto y la absorbió cuando estuvo lo bastante cerca con su montura.

Por supuesto, los monstruos no se quedaron de brazos cruzados. Se percataron de la aparición del gólem e inmediatamente se abalanzaron sobre él. A su vez, la figura de veinte metros de altura extendió su largo brazo para sujetar a uno de los monstruos.

Nombre: Tam-Tam

Piloto: Meruru

Rango: Grado Hierro

HP: 3.000 + 1.800

MP: 3.000 + 1.800

Ataque: 3,000 + 5,800

Resistencia 3,000 + 3,800

Agilidad: 3.000

Inteligencia 3,000

Suerte: 3.000

Los Jugadores habían encontrado una pizarra Gigantificación en la planta 3. Esta pizarra ocupaba dos ranuras, pero duplicaba las estadísticas y el tamaño del gólem. Además, como Meruru había aumentado al máximo sus niveles de habilidad, su gólem tenía ahora la resistencia suficiente para mantener a raya incluso a los monstruos de rango A. Aunque el ataque de Krena y Dogora seguía siendo mayor cuando empuñaban sus armas, Tam-Tam tenía mucha más resistencia que cualquier otro miembro del grupo, por lo que desempeñaba muy bien su papel de tanque. Desgraciadamente, tenía sus desventajas, ya que mantener un gólem gigantiforme costaba el doble de MP.

Mientras el gólem de Meruru mantenía ocupados a los monstruos, Krena y Dogora avanzaron. Cecil y Volmaar les ayudaron con ataques a distancia, eliminando a los monstruos uno tras otro.

“¡Claro que sí, tú eres el último!” Dogora cargó hacia el monstruo restante.

De repente, Sophie gritó, con voz alarmada. “¡¿Eh?! No, por favor.” Perdió el conocimiento en mitad de la frase y se desplomó contra el cuello del Pájaro B que montaba.

“¡Princesa Sophialohneeee!” Volmaar se adelantó para agarrar a su protegida y evitar que se cayera.

Qué acaba de— ¡Ah!

“¡Dogora, esquiva! ¡Viene por detrás!” Allen también gritó alterado.

Sin embargo, era demasiado tarde. Una gigantesca bola de llamas salió disparada desde la parte trasera de la formación del grupo, dirigiéndose directamente hacia el monstruo que Dogora estaba a punto de atacar.

“Huh — ¡YEEEOWCH!”

Era, por supuesto, Salamandra. Se precipitó hacia delante, arrastrando el aire sobrecalentado a su alrededor, y al instante redujo el Pájaro B de Dogora a burbujas de luz. El chico saltó a toda prisa, pero por desgracia no fue lo bastante rápido para evitar quemarse el trasero. El espíritu rozó el brazo de Tam-Tam antes de reducir al último monstruo a cenizas. A continuación, hizo un agujero en el cojín de loto y vaporizó el agua que había debajo, provocando que una gran ráfaga de vapor saliera disparada por el agujero.

Cuando Sophie recobró el conocimiento, empezó a disculparse profusamente con lágrimas en los ojos. “Lo siento mucho. Lo he vuelto a hacer.”

El grupo de Allen miró hacia el agujero que se expandía en el cojín de loto y el agua que se agitaba violentamente. A través de las ondulantes nubes de vapor, echaron breves miradas aquí y allá a lo que realmente parecía el infierno.

***

Afortunadamente, Dogora había conseguido apartarse del ataque de Salamandra, el espíritu de fuego juvenil; su trasero, sin embargo, acabó completamente asado. Al aterrizar sobre la hoja gigante, se retorció de dolor, agarrándose el trasero.

“O-Oye hombre, ¿estás bien?” Keel saltó sobre la hoja y se apresuró a lanzar Magia Curativa sobre las nalgas desnudas de Dogora.

“¡¿Qué demonios te crees?!” replicó Dogora. “¡¿Cuántas veces ha sido esto?! ¡¿Y por qué siempre me toca a mí?!”

“Aquí tienes, ropa interior extra. Este es el último par; si se estropean también, tendremos que ir a comprar más.” Allen sacó un par de boxers y se lo entregó.

Sophie también aterrizó en la hoja y se inclinó profusamente. “¡Lo siento mucho! ¡Lo siento mucho!”

“¿Eh? Oh, no, está bien.” Dogora se dio la vuelta con la cara roja, agachada.

Sophie dijo: “P-Pero…” y estaba a punto de continuar, pero Dogora insistió: “¡En serio, no pasa nada!” mientras subía y bajaba desesperadamente los bóxers para ocultar la mitad inferior de su cuerpo.

Durante este tiempo, Allen comprobó el estado de Sophie en su Grimorio. Su MP había bajado a cero y había perdido la mitad de sus HP. Absolutamente loco.

“Keel, asegúrate de curar a Sophie también, por favor.”

Keel asintió. Una vez que terminó con Dogora, se ocupó de Sophie.

“¡Au, au!”

Salamandra apareció de la superficie del agua que, aunque ya no burbujeaba, seguía desprendiendo vapor. Tras evaporar el exceso de agua de su piel, se deslizó por el aire y llegó al abrazo de Sophie. Incapaz de comprender por su evidente lenguaje corporal que estaba abatida y al borde de las lágrimas, la miró con sus ojos brillantes y movió la cola enérgicamente como si suplicara que la alabaran.

Con la escena de caos de hace un momento aún fresco en su mente, Sophie tuvo que hacer acopio de toda su paciencia para conseguir decir: “Gr-Gracias, Salamandra.”

¿Cuántas veces hace esto? Creo que el culo de Dogora está llegando a su límite. Pero vaya, cuando Salamandra también le quita HP a Sophie, el poder de su ataque es increíble.

Allen comenzó a analizar lo que acababa de suceder mientras observaba de reojo a Dogora, que se había alejado para cambiarse.

Los espíritus de este mundo gastaban su MP de Usuario Espiritual contratado para usar sus habilidades. En otras palabras, el poder que ejercían dependía de la cantidad de MP que utilizaban. Esto era similar en principio a la Habilidad Extra de Cecil. Lo que era diferente, sin embargo, era que dependía del espíritu decidir cuánto MP usaría.

Esta vez, Salamandra había logrado su impresionante ataque porque había tomado todo el MP de Sophie e incluso la mitad de su HP. Cualquiera que subestimara a un espíritu juvenil podría quemarse — o algo peor.

“Sophie, te lo he dicho muchas veces, pero ser impaciente no ayuda”, reprendió Rohzen con voz suave. “Los espíritus escuchan atentamente las voces de sus usuarios. Salamandra captó la inquietud en tu tono.”

“E-Entendido, Lord Rohzen.”

¡Ya estamos otra vez con los consejos preferenciales de nuestro querido Dios Espíritu!

Aunque el Dios Espíritu Rohzen nunca respondió a ninguna de las preguntas de Allen, había empezado a ofrecer consejos a Sophie de forma proactiva después de que ésta se convirtiera en Usuaria Espiritual.

Desde el comienzo del combate, Sophie había intentado dar órdenes a Salamandra, pero ésta había permanecido pegada a su lado, aparentemente indiferente. Cuando empezó a impacientarse, puso inconscientemente demasiada fuerza en su voz, y el espíritu respondió en consecuencia.

“Si las cosas siguen así, tal vez deberíamos posponer por un tiempo la próxima promoción de Sophie”, reflexionó Allen en voz alta.

“En realidad es una buena idea”, convino Rohzen. “Recuerda, todo esto fue causado por un espíritu juvenil — un espíritu adulto podría matar a Dogora aquí. Ja, ja.”

“Eso sí que sería un problema.” Hmm, así que el siguiente nivel se llama espíritu adulto.

Todos los espíritus nacieron como espíritus nacientes. Luego evolucionan gradualmente en espíritus adultos, grandes espíritus, reyes espirituales y dioses espirituales. Aunque los elfos lo llamaban “el” Dios de los Espíritus, Rohzen era en realidad sólo un dios espiritual entre incontables otros.

La próxima vez que Sophie ascendiera de clase, obtendría la capacidad de materializar espíritus adultos. Sin embargo, si tenía tantos problemas para manejar espíritus juveniles, las cosas podrían ponerse aún más difíciles si tuviera que tratar con espíritus adultos. Esta era una preocupación que Rohzen y Allen compartían.

Gatoluuga había dicho que tardó mucho tiempo en llegar al punto en el que podía comunicarse con sus espíritus sin problemas. Si sus prioridades eran únicamente aumentar las habilidades de Sophie y promover su clase, entonces las consecuencias no importarían. Por cada MP que usaban sus espíritus, ella ganaba la misma cantidad de XP, así que dejar que sus espíritus hicieran lo que les diera la gana estaría en consonancia con sus objetivos. Sin embargo, era un problema mientras sus espíritus siguieran alborotando, porque las consecuencias eran muy reales. Teniendo en cuenta todo esto, todo el mundo estaba de acuerdo en que su promoción de clase debe ser puesto en un segundo plano por ahora.

“¿Sabes qué? Toma, Sophie, el anillo de Helmios. Poder mantener tus espíritus materializados todo el día debería ayudar un poco.” Allen le entregó a Sophie el Anillo de Recuperación de MP que había recibido del Héroe.

“Gr-Gracias, Lord Allen. ¿Está seguro de esto?”

Bueno, no especificó cuánto tiempo podía quedármelo, así que en realidad no planeo devolverlo nunca.

Helmios había renunciado a intentar llegar a la Planta 5. Así que, como pensó que no necesitaría su Anillo de Recuperación de MP en un futuro próximo, se lo había cambiado a Allen por cien Bendiciones del Cielo. Con esa cantidad, su grupo sería capaz de manejar cualquier trampa en la que cayeran, y Allen le había dicho que siempre podía pasar por Rohzenheim para pedir más en caso de que se le acabaran las existencias.

Como resultado, Sophie pudo llevar anillos a juego con Allen. Esto la puso de muy buen humor, pero esa era una historia para otro momento. Al mismo tiempo, el humor de Cecil se volvió extremadamente agria, pero esto también era otra historia para otro momento.

“¿Estás bien, Meruru?” preguntó Allen, preocupado por el daño que Tam-Tam había recibido cuando Salamander le rozó el brazo hacía un momento.

“¡Mm-hm! Puedo repararlo yo sola”, respondió Meruru.

Nombre: Meruru

Edad: 14 años

Clase: General Talos

Nivel: 60

HP: 1.677 + 1.800

MP: 2.420 + 1.800

Ataque 782 + 1,800

Resistencia: 1.318 + 1.800

Agilidad: 782

Inteligencia: 2.420

Suerte: 1,503

Habilidades: Talos General {6}, Brazo Volador {6}, Puñetazo Perforador {6}, Espada Láser {6}, Reparación {6}, Aleación {2}, Dominio de la Lanza {3}, Dominio del Escudo {3}

Habilidad Extra: Combinar (Brazo Derecho)

Niveles de habilidad

Puño Cohete: 6

Puño Taladro: 6

Espada láser: 6

Reparación: 6

Cuando Meruru alcanzó el máximo de su habilidad de clase, la última habilidad que recibió fue Reparar. Había dos formas de reparar gólems dañados. Una consistía en sustituir la pizarra de esa parte; las partes de los gólems se manifestaban en función de las pizarras, de modo que si, por ejemplo, el brazo derecho quedaba destruido, el piloto podía poner una nueva pizarra de brazo derecho y el brazo de su gólem quedaría como nuevo. Por supuesto, si volvían a colocar la pizarra del brazo derecho anterior, el brazo que aparecía volvía a ser el roto. La segunda forma era la habilidad Reparar. Esta habilidad permitía a los pilotos de gólems reparar sus gólems gastando MP. Sin embargo, este proceso también llevaba tiempo. La única forma de reparar instantáneamente una pieza era cambiar la pizarra.

Esta vez, los jugadores no tenían prisa, así que Meruru podía arreglárselas con su habilidad.

“¡Espera, veo un cofre del tesoro!” Dogora, que se había desplazado hacia el centro de la hoja para cambiarse, anunció al grupo.

“¡¿En serio?!” Con eso, Keel se puso inmediatamente en marcha.

Allen suspiró con aprensión. Te repito que puede ser un monstruo. Por favor, deja de abrirlos tú mismo.

Cada vez que Keel veía un cofre del tesoro, simplemente no podía soportar no abrirlo. Sin embargo, en estas mazmorras había monstruos que adoptaban la apariencia de cofres del tesoro. De hecho, los jugadores ya se los habían encontrado antes — en concreto, se trataba de monstruos de rango A llamados cofres del abismo. Dogora debió de pensar lo mismo que Allen, ya que él mismo abrió el cofre sin demora.

“¿Qué hace esto?” Dogora cogió el anillo que había dentro del cofre y lo llevó hasta donde estaban Allen y el resto.

Allen se puso el anillo y abrió su grimorio para comprobar su Estado. “Bien, tenemos uno bueno desde el principio. Esto da +3.000 de Inteligencia.”

¡Hurra por los anillos! Muy buena suerte para nuestro primer día. Este es un buen piso. El jefe de rango S aquí es aparentemente muy peligroso, pero sigo pensando que este piso es mejor que el piso 3, al menos en términos de botín y XP.

Hasta ahora, los Jugadores sólo habían encontrado anillos que dieran +1.000 de potenciación. Esta era la primera vez que conseguían uno del siguiente nivel. Y como se podían equipar dos anillos en cada mano, había mucho espacio para mejoras.

“Muy bien. Como se discutió antes, este anillo va a K—”

“De ninguna manera me lo llevo.” Keel hizo una gran “X” con sus brazos y, usando sólo sus ojos, indicó hacia la persona detrás de Allen.

Al darse cuenta de lo que Keel tanto temía, Allen se aclaró la garganta. “Ejem. Este anillo es para Cecil.” Se dio la vuelta y encontró a Cecil allí de pie.

“Aww, ¿estás seguro? ¡Gracias!” Sonrió alegremente mientras aceptaba el anillo.

Bueno, teniendo en cuenta nuestra situación actual, supongo que tiene más sentido dárselo a Cecil primero para aumentar su producción de daño. Con suerte, al final encontraremos suficientes anillos para todos. Y mientras los buscamos, también tendremos que estar atentos al oricalco de esta planta.

Y así, los jugadores sin vida comenzaron su incursión en la planta 4, sin perder de vista la plétora de objetivos que tenían que alcanzar.