Monogatari (NL)

Volumen 14

Capítulo 12: Muerte Koyomi

Parte 2

“¿Qué hay? Koyomin—buenas-buenas.” Dijo Gaen-san.

Gaen Izuko-san.

Sólo un saludo normal, nada fuera de lo común. Tengo la sensación de que saluda así a la gente sin importar dónde o cuándo se encuentre, ya sea caminando por la calle o en un santuario en la cima de una montaña.

Es dudoso que algo pueda calificarse como un lugar especial o una circunstancia especial para ella—por lo que sé, puede que nada en este mundo sea especial para ella.

Ya que si lo sabes todo, entonces todo es igual, todo es indiferente.

“Ha pasado un tiempo… ¿cuándo nos vimos por última vez? Oh sí, aquella vez en septiembre, ¿no? Jeje, aunque he escuchado una o dos cosas sobre lo que has estado haciendo desde entonces.”

“… Buenos días.”

Hice un rápido movimiento de cabeza.

Bueno, ya habíamos pasado por un par de cosas, pero básicamente, le debía mucho. Al igual que a su kouhai, Oshino.

No.

No se trataba sólo de devolver un favor o algo así. En la medida en que había sido bastante desagradecido—incluso la había traicionado—

, tenía una deuda aún mayor con ella que con Oshino. Aunque no me atrevería a llamarlo culpa, no puedo negar que me sentía incómodo, o avergonzado, a su lado.

Así que al enfrentarme a ella así, sin avisar, no podía mirarla a los ojos.

En cambio, Gaen-san no parecía albergar ningún tipo de mala voluntad y sonreía igual que la última vez que nos vimos, aunque su sonrisa nunca desaparece aunque utilice, abandone y desangre a la gente que la rodea, así que esa parte no me hizo sentir mejor.

Y teniendo en cuenta lo que les ocurrió a Sengoku y Hachikuji— Sengoku Nadeko y Hachikuji Mayoi—, no habría sido una sorpresa que me enfadara con ella… pero una parte de mí sabía que ese enfado habría estado fuera de lugar.

Una parte de mí, pero.

“Parece que has pasado por cosas bastante jodidas, físicamente, quiero decir, Koyomin.”

“No… quiero decir, no fue tan grave.”

“Jeje. Supongo que tienes razón, es decir, teniendo en cuenta todo lo que has hecho, la loca crisis por la que has pasado, tal vez tu situación física actual… tu estado de salud, no sea algo para preocuparse. Supongo que si la situación de alguien es grave…”

Gaen-san miró detrás de ella.

Lo único que había detrás de ella era el flamante edificio del santuario, aunque no era más que una estructura vacía, sin nada que hacer en el departamento de objetos de culto.

En ese sentido, no era tan diferente de aquel cobertizo que hice en clase hace tiempo, aunque los carpinteros que construyeron el santuario podrían sentirse bastante ofendidos por la comparación.

“Es Yozuru.” “…”

“Kagenui Yozuru… mi querida kouhai. La sola idea de que alguien vaya tras ella… es inesperada. Incluso para mí.”

“¿Acaso eso es posible?”

Alguien va tras ella.

No podía dejar pasar esa frase flagrante sin algún tipo de reacción, pero escuchar la palabra “inesperada” salir de la boca de Gaen-san fue mucho más sorprendente.

No, no es sorprendente. Parecía una mentira. “Pensé que lo sabías todo.”

“Vamos, ¿vas a ser sarcástico con una amiga que no has visto en tanto tiempo? Koyomin. Nadie sabe realmente todo. Eso es sólo retórica. Para ser honesta, una pequeña bravata…”

“…”

No pude averiguar sus verdaderas intenciones.

Tampoco pude entender qué pensaba Oshino la mayor parte del tiempo, y tanto Kaiki como Kagenui-san me resultaron un tanto insondables, pero ella se llevó la palma, como correspondía a su senpai.

No…

Ella era un poco, diferente, de alguna manera.

Gaen-san era ilegible de una manera diferente a la de Oshino y el resto—la suya no era en absoluto el mismo tipo de ilegibilidad.

Aunque no pueda expresarlo claramente con palabras, todos sus kouhais tenían algo en común—Oshino Meme, Kaiki Deishu, Kagenui Yozuru.

No sabía en qué estaban pensando. Y así, no pude leerlos.

Pero… con Gaen-san, no era sólo que no supiera lo que pensaba, sino que no quería saberlo.

Y así, no pude leerla. Era incapaz de leerla.

No quería leerla—aunque no digo que “no quería leerla” porque su mente estuviera llena de una malicia abominable o algo así.

En este sentido, prefiero no leer la mente de Kaiki, ya que el interior de la cabeza de Gaen-san es demasiado enrevesado y extraño, y si intentara leerlo, mi propio cerebro estallaría.

Por eso.

No quería leer las verdaderas intenciones de Gaen Izuko—como medio de autoprotección, por así decirlo, del mismo modo que nadie elegiría recibir un golpe de un boxeador de peso pesado si no tuviera que hacerlo.

Pero… esta era quizás una situación en la que sí tenía que hacerlo. Viniendo aquí así.

Venir personalmente a verme, ya que si venía a verme, había algo por lo que necesitaba verme, como mínimo.

Sea como fuere, Gaen-san me estaba esperando, dando por hecho que vendría al santuario sin tener en cuenta que era el día de mi examen, casi como si compartiéramos un calendario de Google o algo así… Me habría sentido mucho más tranquilo si me hubiera dicho “no hay nada que no sepa”, como siempre, en lugar de informarme a estas alturas de que “hay algunas cosas que no sé”.

De hecho… me asustó.

En lugar de saber que había algo en marcha en nuestro pequeño remanso que ni siquiera Gaen-san comprendía, preferiría creer que esa parte era sólo retórica, una pequeña y malvada broma entre amigos… o simple humildad.

Por favor, déjame creerlo.

“No me mires así. Esa no es forma de mirar a una amiga, Koyomin—cuando digo inesperado, bueno, cuando tiras un dado con 1 en cinco caras y sale 6, eso es inesperado, ¿no? Sabes perfectamente que es estadísticamente posible que salga 6… pero una cosa que sí sé es que es difícil que ocurran cosas estadísticamente improbables.”

“…”

“Nunca hubiera esperado que hubiera alguien que tomara medidas contra Kagenui Yozuru, la violencia personificada, que es exactamente la razón por la que la envié aquí para hacer frente a la situación anormal que ocurre en tu cuerpo.”

“Alguien que tomaría medidas contra ella, es una frase que no me gusta, tengo que decirlo.”

En respuesta a esta duda que planteé nervioso y (a mi manera) de forma cautelosa, Gaen-san ladeó la cabeza con un teatral ¿hm?

“¿Qué quieres decir, Koyomin?”

“No, eh… estoy muy agradecido y todo por el hecho de que hayas enviado a Kagenui-san por mi nombre.”

Sí.

Agradecido hasta el punto de que debería haberle dado las gracias en cuanto la vi—aunque, dado que la persona en cuestión, Kagenui- san, está desaparecida, tal vez debería haberle pedido disculpas.

La culpa de que la kouhai de Gaen-san actualmente estuviese

M.I.A. podría recaer ciertamente sobre mis pies. Al menos, si no fuera por mí, dudo que Kagenui-san hubiera vuelto a esta ciudad.

Pero en este momento, más que disculpas o gratitud. Tenía preguntas.

“Jajaja, dame un respiro, Koyomin. Dicen que un seto de por medio mantiene verde la amistad, pero vamos, tú y yo podemos prescindir de las formalidades. ¿Qué quieres decir?” Gaen-san bailó alrededor de mis palabras y repitió su pregunta, totalmente centrada en el tema que nos ocupaba. Sin embargo, parecía más un protocolo que el arte de la conversación.

“Alguien que tomaría medidas contra ella, parece que no coincide con mi impresión de Kagenui-san. Estaba pensando que en su caso, tendría que ser más bien alguien que la eliminara.”

“Ajá. Parece que tienes una fe absoluta en la fuerza de Kagenui— viendo que realmente has luchado contra ella, quizá estés en posición de plantear esa duda. La desafiaste imprudentemente durante el verano, así que en ese sentido, ya hubo alguien que actuó contra ella.”

“…”

“Vamos, no puedes haberte olvidado de eso, pero no tengo tanta fe en la fuerza de Kagenui, al menos no tanta como tú. Otra cosa que sé es que siempre hay alguien mejor, o mejor dicho, que no hay absolutos cuando se trata de la fuerza. Aunque sea estadísticamente improbable,

¿sabes?”

Gaen-san me hizo una seña con su mano.

¿Una seña?

Me pregunté cuál era el problema, pero parecía que simplemente no quería tener una conversación con el torii entre nosotros.

Me ceñí a su llamado y pasé por debajo del torii.

¿Había alguien más fuerte y más violento que Kagenui-san, o había una forma de hacer que su fuerza fuera ineficaz? Las palabras de Gaen- san adquirían una implicación diferente en cada caso, pero independientemente de eso…

“¿Dices que no puedes creer que alguien tome medidas contra Kagenui-san dado el riesgo?”

Sí.

Tenía mis dudas al respecto.

¿Qué hace falta para que alguien se enfrente a Kagenui-san? Enfrentarse a la violencia personificada; en mi caso, la vida de mi hermana pequeña había estado en juego.

Eso probablemente entraba dentro de la cláusula de “estadísticamente improbable” de Gaen-san… Pero eso quizá se debiera a una simple falta de prudencia por mi parte, y podría haber optado por una estrategia diferente si hubiera sabido de lo que era capaz Kagenui-san. Sea como fuere, sin Shinobu nunca me habría armado de valor para enfrentarme a la violenta onmyoji.

Y el precio que tuve que pagar por depender así de Shinobu fue la pérdida de mi humanidad—de mi humanidad física, si no mental.

…

Sí. Tal vez lo que debería tratar de averiguar no era la razón por la que alguien había tomado medidas contra Kagenui-san, sino el precio que ese supuesto alguien había pagado por hacerlo.

Alguien.

Gaen-san utilizó esa palabra, que daba tanta especificidad a su referente, como si fuera un hecho—en circunstancias normales, tal vez sería sólo una figura retórica, o una afirmación sin importancia, incluso engañosa, pero como fue Gaen-san la que lo dijo, no lo pensé.

En otras palabras, cualquier esperanza de que Kagenui-san hubiera dejado su sede en el santuario por su propia voluntad quedaba así completamente eliminada.

Alguien—una palabra que se suele utilizar para describir a un ser humano, pero que también se podría utilizar para describir una excentricidad—o incluso algo más.

¿A qué se refería exactamente Gaen-san cuando dijo “alguien”?

“Bueno, como especialista que vive como lo hace, luchando como lo hace, no hay duda de que tiene una manera de provocar la enemistad de la gente. Pero no invoca la justicia por capricho o como una afectación. Puede que la gente le guarde rencor, pero no creo que nadie lo haga sin justificación.”

“…”

Como alguien con no una, sino dos hermanas pequeñas que invocan la justicia por capricho, y como afectación, eso realmente me hizo arder los oídos, o me dio acidez.

“En otras palabras, crees que Kagenui-san no fue la fuente del problema.”

“No es una cuestión de lo que yo piense, Koyomin, es sólo el hecho del asunto—por cierto, ¿cómo está Yotsugi?”

“¿Eh?”

Cambió de tema tan repentinamente que me pilló desprevenido, pero como era Gaen-san quien lo hacía, debía ser un protocolo necesario, tenía que serlo.

Le respondí plenamente consciente de que era peligroso seguir el protocolo de alguien cuando no sabías hacia dónde se dirigía… o no podías, al no querer leer su verdadera intención. Evidentemente, Kagenui-san era la principal tutora de Ononoki-chan, pero teniendo en cuenta su origen, Gaen-san también era una de sus tutoras, a grandes rasgos, y los tutores tienen derecho a saber cómo están sus pupilos.

“Ella… lo está haciendo bien. Como es totalmente inexpresiva, no sé realmente cómo se siente sobre este asunto en particular… pero esa chica conoce a Kagenui-san mejor que nadie. Y no parece estar preocupada… por el momento.”

Al considerar que no era necesario proporcionar información detallada sobre su diabólico deseo de comer helado y demás, resumí el informe de situación de Ononoki-chan como tal.

Me imagino que eso es lo que Gaen-san quería saber.

“¿Yotsugi conoce a Kagenui mejor que nadie? Jaja… parece que

no sabes mucho de nada, Koyomin.” “¿Eh?”

“Bueno, mientras no pretendas extrañamente saber todo sobre la excentricidad Yotsugi, entonces todo está bien…”

Y por cierto, como lo sé todo, naturalmente también sé sobre Yotsugi, dijo Gaen-san, sorprendentemente autocomplaciente. Aunque en lo que respecta a Ononoki-chan, tiene mucha razón cuando dice que no sé nada.

Llevamos casi un mes viviendo bajo el mismo techo, pero no sé mucho de esa preadolescente, aparte de que le gustan los helados. Y esa información es casi inútil.

“Por otra parte, teniendo en cuenta cómo progresa tu propia transformación en una excentricidad, no es que no vayas a entender a otra persona por el mero hecho de ser una excentricidad, aunque una visión de comprensión mutua basada únicamente en el hecho de que ambos son excentricidades sería una fantasía.”

“Uh huh… Bueno, Ononoki-chan y Shinobu definitivamente no se ven cara a cara…”

En virtud de lo cual las cosas están actualmente bastante tensas en la habitación de Araragi Koyomi en la residencia de los Araragi—al principio era una pelea constante pero ahora es más como una guerra fría, con Ononoki-chan haciendo lo suyo durante el día y Shinobu permaneciendo de noche, manteniéndose fuera del camino de la otra y viviendo una vida de incomunicación.

Sinceramente, fue estresante, y puedes imaginar lo poco que últimamente estaba avanzando en la preparación de mis exámenes— estaba al límite.

“Por no mencionar el hecho de que Yotsugi es peculiar incluso entre las excentricidades, al ser artificial y todo eso.”

“Artificial…”

“Imagino que incluso estaba totalmente tranquila cuando se enfrentó a Tadatsuru, ¿verdad? Una vez la puse a prueba—la hice luchar contra Kagenui.”

Gaen-san soltó esa bomba como si no fuera nada.

“Me preguntaba si poseía algo parecido a la compasión humana,

¿sabes? En ese momento no me pareció tan improbable que lo hiciera, pero atacó a su ‘Onee-chan’ sin dudarlo un instante.”

“…”

“Sin embargo, el enfrentamiento terminó con la victoria de Kagenui. Fue justo que no le ordenara a Yotsugi que se detuviera, aunque podría haberlo hecho… Oh, pero no te preocupes, Koyomin. No te digo esto de repente porque crea que Ononoki Yotsugi es la causa, el culpable, de la desaparición de Kagenui ni nada por el estilo.”

Esa sospecha apenas se me había pasado por la cabeza, pero Gaen- san la desechó rápidamente—la combinación de despreocupación y cero tolerancia a la acción desperdiciada me recordaba al tipo de problemas de shogi que ponían en el periódico.

“Ya que ella no haría un movimiento como ese a menos que se le ordenara, a menos que se le indicara.”

“Claro, supongo que tienes razón.”

El hecho de que lo expresara así a propósito, de que dijera que Ononoki-chan no haría ningún movimiento, demostraba que Gaen-san no estaba negando por completo su individualidad, su libre albedrío… pero al recordar cómo había parecido Ononoki-chan cuando se enfrentó, cuando se enfrentó a Tadatsuru… definitivamente Gaen-san parecía estar en algo.

Al igual que Ononoki-chan no tiene expresiones.

No tiene emociones y, por tanto, no tiene compasión. “Entonces, es exactamente por eso que Kagenui fue removida.” “¿Removida?”

Me estaba hartando de reaccionar así a cada palabra de Gaen-san— puede que no sea capaz de leer sus intenciones, pero prefiero mantener la compostura y la dignidad mientras me enfrente a ella.

¿Era imposible sin la seriedad de, por ejemplo, Hanekawa? Aunque resulta difícil imaginar a las dos manteniendo una conversación.

“¿A qué te refieres con removida?”

“Como he dicho, la desaparición de Kagenui no tiene nada que ver con la propia Kagenui, Koyomin—ella era esencialmente ajena a la serie de historias que se desarrollaron en esta ciudad. Estuvo a punto de verse involucrada por culpa de tu hermana pequeña, pero eso se evitó gracias a tus esfuerzos.”

Más declinado que evitado, en realidad, explicó Gaen-san. “Precisamente por eso la envié esta vez… pero supongo que el problema estaba más arraigado de lo que esperaba.”

“Incluso si era más… más profundo de lo que esperabas, estoy seguro de que lo sabías…”

“No te desquites conmigo, Koyomin—no es que yo no esté destrozada, mi adorable kouhai fue tu daño colateral.”

“…”

“Puede que Kagenui haya sido un daño colateral, pero fue Kaiki quien se vio envuelto en ello—realmente me pregunto qué le pasó. Hay un lío de información, y lo sé todo, pero el problema es que probablemente sea todo falso. Sin embargo, es probable que él mismo haya difundido la mayor parte de la información, ya que un kouhai descarriado es la desgracia de un senpai. En cuanto a Oshino—jaja.”

Gaen-san empezó a decir algo sobre él, pero se rio ligeramente. Por lo que a mí respecta, no había nada de lo que reírse, ya fuera que hablara de Oshino, que no hace falta decirlo, o de Kagenui-san, naturalmente, pero incluso de Kaiki.

“¿Hm? No, no, Kaiki tiene lo que se merece, así que no dejes que eso te moleste—aunque dada tu naturaleza, Koyomin, imagino que eso es imposible. Pero de verdad, no dejes que te moleste. Tampoco lo de Oshino—pero en lo que respecta a Kagenui, déjame aclarar algo ahora mismo, por el bien del futuro. Por el bien de tu futuro, Koyomin, y el de esta ciudad.”

“¿Mi… futuro?”

“Mm-hm. Por tu bien, actual y a futuro. Aunque en lo que respecta a la ciudad… no todo depende de ti. La razón por la que se removió a Kagenui.” Dijo Gaen-san. “Fue simplemente porque estorbaba, no a la propia Kagenui Yozuru, sino a su familiar Ononoki Yotsugi. La misma Ononoki Yotsugi que se ha instalado a tu lado, Koyomin. La cuestión es que, para dejar a esa shikigami, a esa tsukumogami, a esa muñequita, sin poder e ineficacia, su ama se encargó de ello. Ononoki Yotsugi, una shikigami que hace exactamente lo que se le indica, que sólo sigue órdenes. Si su ama, la persona que está en la cima de la cadena de mando, se ha ido, entonces esa preadolescente de aspecto elegante no tiene nada que temer…”

Todo se ha resuelto.

Esa expresión tan contundente—me ha dejado perplejo. Me dolió.