Kenja no Deshi wo Nanoru Kenja (NL)

Volumen 7

Capitulo 6: Pegaso

El tornado inspiró aún más asombro de cerca. El vórtice estaba perfectamente controlado; no dejaba ninguna abertura por la que entrar, pero tampoco dañaba nada a su alrededor.

Esto les permitió situarse a veinte metros frente a él, ilesos. El sonido del viento oscuro retumbó como un rugido grave.

Aaron lanzó un profundo suspiro ante el vórtice que lo dominaba. “Sí, esto me parece un no.”

Esta tormenta era lo suficientemente fuerte como para ser calamitosa, y ningún humano —y mucho menos un solo aventurero— podía esperar combatirla.

“Definitivamente no.” Spider rio secamente a su lado. “No se puede correr a través de eso…”

“Un gólem de roca tampoco podría resistirlo.”

Scorpion y Snake no creían que sus poderes pudieran superarlo.

Allí mismo, Spider, la mujer desconocida, Aaron, Scorpion y Snake iniciaron una improvisada reunión de estrategia para averiguar si había alguna forma de que todos pudieran enfrentarse cooperativamente. Detrás de ellos, Mira se llevó un dedo a la barbilla y miró pensativa al tornado mientras escuchaba.

La jaula de viento arreciaba con tal fuerza que impedía toda entrada. Dada la situación, era casi seguro que había sido creada por Quimera Clausen. Y sin duda estaban avanzando en sus planes dentro del Corredor Ilusorio mientras el grupo estaba aquí y charlaba.

Esperar sólo les pondría en desventaja… pero ¿cuál era la alternativa? La discusión no llega a ningún acuerdo.

Supongo que no sería imposible… Mira evaluó la situación y se puso delante del grupo.

“Creo que podría atravesarlo sola.” Anunció, caminando hacia el viento que azotaba. “¿Puedo pedirles que se queden aquí afuera?”

“¡Espera, espera, espera! No pudimos hacer nada ni siquiera con nuestros esfuerzos combinados. Es imposible que puedas…” La protesta de Spider fue interrumpida por Scorpion.

“¡¿En serio?! Una vez dentro, ¡intenta disipar el tornado, si puedes!” Observó a Mira expectante. Todo el poder de los Ocultos no había logrado atravesarlo. Pero Scorpion vio esperanza en Mira.

“Pensaba dar prioridad a frustrar sus planes, pero… Hrmm, no es mala idea.”

Si Quimera Clausen estaba usando algún método para crear este tornado, entonces su fuente debía estar en algún lugar al que Isuzu no pudiera llegar fácilmente, como dentro del propio vórtice. Pero sería inútil que Quimera Clausen lograra su objetivo mientras buscaban.

Tras una pausa, a Mira pareció ocurrírsele una idea. Respondió con seguridad que se lo pensaría.

“Bueno, quiero decir…” Spider comenzó a hablar de nuevo.

“Dada la escala de la tormenta, la fuente debe ser grande. Creo que está dentro de las montañas que rodean la mazmorra y no dentro del vórtice del tornado.”

Esta vez, Snake detuvo la objeción de Spider. Había vislumbrado el poder de Mira de camino hacia aquí, y tenía la sensación de que tal vez la joven invocadora pudiera atravesar la barrera. Sacó un orbe del tamaño de un puño de su bolsa y se lo entregó a Mira, como si le confiara sus esperanzas. “Este es un implemento que sella el poder de los espíritus con energía negativa. Sólo tienes que lanzárselo.”

“Hrmm. ¿Debería usar esto en la fuente?”

Quienquiera que creara este tornado tendría que ser increíblemente poderoso. Sólo un pequeño puñado de magos en todo el mundo —de la misma clase que los Nueve Sabios— podría crear uno de tal tamaño y ferocidad.

Pero había otros que podían crear fenómenos como este: los espíritus. Y puesto que Quimera Clausen estaba implicado, era probable que este tornado fuera el resultado de abusar del poder de los espíritus de formas que iban en contra de todos sus deseos.

“Si puedes, por favor.” Respondió Snake y observó a Mira con ojos suplicantes. Mira aceptó el orbe y apretó la mano de Snake.

“Déjamelo a mí.” Dijo con una sonrisa confiada.

“¿Qué demonios…?” Refunfuñó Spider. Ya le habían interrumpido dos veces; se sentía excluido de su pequeño y cálido círculo de comprensión mutua.

“No puedes comprender realmente el poder de esta joven señorita a menos que lo veas por ti mismo. No te preocupes, amigo.” Aaron palmeó tranquilizadoramente la espalda de Spider.

“Puede que digas eso, pero…” Spider miró consternado a Mira, que iba vestida de pies a cabeza con ropa a la moda de chica mágica.

Spider confiaba en sus habilidades y en las de sus aliados. Sin embargo, ni siquiera combinados pudieron encontrar la forma de atravesar la barrera. ¿Y ahora Mira iba a hacerlo sola? Sabía que debía confiar en el juicio de Scorpion y Snake, pero…

“No descansaré a menos que haya hecho todo lo que pueda. Tendrás que dejarme hacer exactamente eso.” Mira comprendía los sentimientos de Spider, pero su determinación era inquebrantable. Le devolvió la mirada con una sonrisa intrépida.

Spider apartó la mirada, algo sorprendido por su confianza, y finalmente respondió con un suspiro: “Bien. Haz lo que quieras.”

“Aww, ¿qué pasa?” Bromeó Aaron. “Tienes las orejas rojas.”

“¡Nada!” Spider se puso la capucha sobre la cabeza y miró hacia abajo.

“Hagámoslo.” Mira se acercó al tornado y lanzó un hechizo para ayudarla a cruzar.

[Evocación Resonante: Sílfide]

Un círculo mágico cobró vida bajo sus pies, surgió del suelo y la envolvió antes de dispersarse en forma de viento. No era una de sus invocaciones habituales. Mira sintió el poder de otro cubriendo su cuerpo. Así, tuvo la certeza de que esto le permitiría entrar en el vórtice.

Ah, me siento mucho más ligera. Así es como se siente al usarlo en la vida real.

Ahora actuó con rapidez, corriendo hacia delante y saltando hacia los vientos embravecidos.

***

Scorpion y los demás observaron, asombrados. Vieron verdadera esperanza en ese momento. Si todo iba bien, el tornado desaparecería pronto. Spider salió corriendo para informar a sus camaradas restantes de que debían estar preparados para actuar en cualquier momento.

Aaron, Scorpion y Snake permanecieron donde estaban y contemplaron el imponente muro de viento.

“Vaya, ¿qué demonios fue eso?” Preguntó Aaron con una leve sonrisa.

“No sabría decirte.” Snake permaneció inexpresiva, salvo por un brillo en sus ojos.

Scorpion añadió: “Me pregunto qué pasará cuando Mira se ponga seria de verdad.”

Los tres se estremecieron a la vez.

***

El interior del vórtice estaba gobernado por un viento rugiente y despiadadamente salvaje. Sin embargo, Mira no le prestó atención mientras corría, segura de su magia. La evocación resonante era una técnica que permitía al usuario incorporar temporalmente el poder de un espíritu en sí mismo. Y Mira había aprovechado el poder de un espíritu del viento.

Era una técnica bastante avanzada; normalmente duraba menos de un minuto y consumía grandes cantidades de maná. Incluso Mira sólo podía mantenerla durante dos minutos. Pero mientras lo hacía, podía ignorar cualquier daño infligido por el viento.

Mira atravesó las furiosas paredes de aire con facilidad.

Cuando había avanzado cien metros, el viento se calmó de repente. Unas extensas ruinas aparecieron a la vista: había llegado al centro del vórtice. En una enorme montaña se alzaban imponentes edificios antiguos. Era una obra de artesanía inimaginable, un atisbo de una civilización perdida hacía mucho tiempo y de una técnica escultórica inimaginable.

Verlo de nuevo en persona da una idea de lo increíble que es este lugar.

Mientras recorría el camino en pendiente que conducía a la montaña, Mira se asombró de lo sobrecogedor que era todo aquello. Había visto este lugar muchas veces en el juego, pero ahora que tenía sustancia real, su sobrecogedora presencia era un maremoto que se estrellaba contra su corazón.

Nadie vigilando, ¿eh? Tras examinar las ruinas, llegó a la conclusión de que no había nadie. Tal vez eso era una prueba de lo mucho que confiaban en su barrera.

Observó a su alrededor en busca del origen de la tormenta, por si acaso. Nada le llamó la atención. ¿Quizás estaba escondido en algún lugar de las ruinas? Con esa idea en mente, Mira volvió a buscar.

“Parece que no tengo elección.”

Buscar en toda la montaña sería ridículo. No tenía tiempo para eso.

Así que llamó a la persona perfecta en quien delegar la tarea.

Mira lanzó su magia de invocación y apareció un círculo mágico. Se elevó para revelar a Caith Sith, que estaba sentado con las piernas recogidas debajo de él como una barra de pan. ¡El cartel de su hombro rezaba: ¡PRIMER SOLDADO FELINO! ¡MARCHANDO A LA

VICTORIA! Era una frase tan cursi que hasta era cliché, aunque era un misterio dónde o por qué había aprendido esas cosas.

“¿Quieres darle un golpe a un tipo, miauma?”

Mira le observó con dureza. “Tengo muchas preguntas, pero pueden esperar. Primer soldado, escucha bien. Algo por aquí está creando el tornado que nos rodea. Quiero que te ocupes de ello.”

“¡Déjamelo a mí, Jefa!” Caith Sith sonrió. En algún momento, había convertido el bastón de su cartel en un bastón espada.

“Lánzale esto y ya está.” Mira mantuvo una cara seria y entregó el orbe que había recibido de Snake.

“¡Entendido! ¡Considérelo hecho!” Caith Sith tomó el orbe con destreza en su pata acolchada, lo envolvió en tela y lo ató a un cabestrillo sobre su hombro.

“¡Asegúrate de hacerlo!” Gritó Mira.

“¡Les voy a dar una buena paliza, Jefa!” Gritó Caith Sith emocionado mientras se adentraba en las ruinas. El cartel que llevaba a la espalda mostraba el dibujo de un simpático gato y el texto: ADVERTENCIA: NO PEGAR SIN CUIDADO.

“Será mejor que yo también me vaya.”

Tras despedir a Caith Sith, Mira sonrió irónicamente e invocó a Pegaso. La criatura le acarició el hocico sin decir palabra y ella acarició distraídamente su suave nariz mientras contemplaba la enorme puerta en el centro de las ruinas.

“Ha pasado tiempo, pero espero que todavía estés a la altura.” Dijo Mira mientras montaba a Pegaso. El caballo volador relinchó alegremente, batió las alas y voló hacia la puerta.