Kenja no Deshi wo Nanoru Kenja (NL)

Volumen 7

Capitulo 25: La Armadura

Cualquiera podía pensar que una mujer en el corazón del Cementerio Desgarrado por la Guerra, con su entrada oculta en el recinto de almacenamiento de Comercio Melville, era digna de ser capturada, un miembro de élite de Quimera Clausen. Scorpion y Mira ciertamente lo habían hecho.

Pero Millene no sólo no era un miembro de élite, sino que ni siquiera era miembro de Quimera Clausen.

En ropa interior y atada de pies y manos, respondió a todas las preguntas que se le formularon.

En primer lugar, explicó que era una alquimista en formación.

Cuando le preguntaron qué había estado haciendo en las catacumbas, explicó que su instructor le había pedido que recogiera los materiales necesarios para la alquimia.

Cuando le preguntaron si sabía qué eran esos huesos negros, su aterrorizada respuesta fue simplemente: “¡Mi instructor me dijo que las momias antiguas tienen un maná especial en ellas!”

El abrigo que llevaba era un poderoso equipo espiritual, pero cuando le preguntaron de dónde lo había sacado, dijo que se lo había regalado su instructor. Decían que el abrigo protegería a su portadora cuando detectara algún peligro, pero ella nunca se había encontrado en peligro hasta ahora. En vista del resultado, Millene refunfuñó que no le había servido de nada.

Empezaba a parecer que su instructor era en realidad el sospechoso, así que dirigieron sus pesquisas en esa dirección.

Preguntaron para qué utilizaba el mineral de niebla negra aquella misteriosa persona, y Millene respondió que lo mezclaba con arena y diversos metales. El mineral de niebla negra era un material único que no podía combinarse con otras sustancias sin el poder de la alquimia.

No importaba cuál fuera el material de base, una vez que añadían el mineral, el producto terminado acababa siendo de un negro intenso y se envolvía en su característica niebla negra. Millene añadió que, según su instructor, podía producir potentes armamentos. Su instructor vendía entonces los materiales transformados a Comercio Melville, que pagaba bastante bien.

Siguieron haciendo preguntas más detalladas.

Scorpion le preguntó si sabía quiénes estaban enterrados en el Cementerio Desgarrado por la Guerra.

Millene sólo sabía que eran “gente super, super antigua”, y añadió que era otra de las cosas que le habían enseñado.

Scorpion observó cómo Millene decía que no conocía a los oni. Entonces Scorpion le hizo algunas preguntas que pensó que los miembros de élites sabrían responder y observó atentamente su expresión.

A su juicio, era muy poco probable que Millene fuera un miembro de élite.

De vez en cuando, Mira también lanzaba algunas preguntas. Sus comidas favoritas, dónde se lavaba primero en el baño, si le gustaba alguien, si le gustaba alguien, su talla de sujetador y de bragas… a pesar del claro acoso sexual, Millene respondía a todas las preguntas con sinceridad.

Una vez concluido el interrogatorio en su mayor parte, Mira se llevó un dedo a la barbilla y concluyó: “Es como si no supiera nada de Quimera.”

“Eso parece…” Scorpion estuvo de acuerdo.

“¿Cómo dicen? ¿Qué es eso de ‘Quimera’ que han estado mencionando?” Preguntó Millene, aliviada al saber que ya no le harían nada más. Esta situación se debía a que la habían confundido con una ‘Quimera’, así que naturalmente quería saber qué era eso exactamente.

“Se llaman Quimera Clausen, y…” Con ojos fríos llenos de rabia reprimida, Scorpion contó las fechorías de Quimera Clausen.

***

Al enterarse de qué tipo de organización era Quimera Clausen, Millene también se puso furiosa. “Eso es horrible… ¡Simplemente horrible!

¡¿Por eso he estado haciendo esto?!” Al enterarse de que había estado apoyando sus atroces actos, se quedó sin palabras debido a una mezcla de asco y conmoción.

Contó que un espíritu le había salvado la vida cuando era niña. Agonizaba: ¿cómo podía su maestro crear cosas que hacían daño a seres tan dulces?

Incluso para las suspicaces Mira y Scorpion, parecía que realmente no tenía ni idea y que estaba realmente horrorizada al oír en lo que se había visto envuelta. Pero por otro lado, estaba claro que quien le estaba enseñando alquimia estaba involucrado con Quimera Clausen.

Mira se agachó hasta quedar a la altura de la Millene sentada y le preguntó amablemente: “Puede que tu instructor esté trabajando con Quimera. ¿Podrías decirnos dónde podemos encontrarlos?”

Puede que estén trabajando con Quimera. Millene no pudo soportar la idea y sus hombros empezaron a temblar.

Pero pronto levantó la cabeza, vio a Mira a los ojos con determinación y habló: “Tiene una gran mansión en las afueras del noreste de la ciudad. Tiene un jardín enorme con muchos tipos de plantas. Creo que lo reconocerás fácilmente.”

Millene se ofreció a hacer todo lo que estuviera en su mano para ayudar. Scorpion le pidió hasta la última información que tuviera, añadiendo que la mantendría cautiva hasta que se confirmara dicha información.

Si ella era consciente o no, era cierto que había sido asistente de un co-conspirador de Quimera Clausen. Además, Scorpion aún no podía afirmar con certeza que no estuviera mintiendo. Por excelentes que fuesen sus capacidades de observación, no confiaría plenamente en ellas, salvo en las peores circunstancias.

Millene lo comprendió. Aceptó su suerte sin oponer resistencia.

***

Tras consultar un mapa, Mira y Scorpion dejaron a Millene con Snake y partieron hacia la mansión. Ya era bien entrada la noche, pero no sabían dónde podía estar la seguridad del enemigo, así que saltaron de tejado en tejado bajo la ocultación de Wasranvel mientras se dirigían hacia las afueras de la ciudad.

Scorpion ya podía correr por paredes y techos, y Mira utilizaba sus poderes de Sabio para correr por el aire, así que ambas eran veloces. Wasranvel tampoco se quedaba atrás; utilizaba todo su poder como espíritu avanzado para seguirles el ritmo sin vacilar.

A diferencia de las concurridas calles, las afueras de la ciudad estaban envueltas en una tranquila oscuridad. Las estrellas, invisibles desde el ajetreado centro de la ciudad, resaltaban ahora brillantes, aunque el extenso distrito residencial que había delante estaba iluminado por tenues farolas. Un ojo perspicaz vería que, a diferencia de las luces espirituales del centro, estas luces eran objetos mágicos bastante normales.

A veces se oía el gorjeo de pequeños animales. Otros animales parecían responder a sus llamadas.

Casi no había tráfico de peatones, salvo algún que otro borracho con la cara roja que volvía a casa dando tumbos.

“Ahí está.” Declaró Mira.

Más allá del tranquilo barrio residencial, en una zona aún más silenciosa, había un lujoso jardín de árboles y flores enclavado en la oscuridad. En el centro del mismo, erguida entre sus alrededores, estaba la mansión que Millene había descrito. Tenía razón; había sido muy fácil encontrarla.

Una arboleda se extendía por la propiedad, que estaba rodeada por un muro de piedra. Mira y los demás siguieron el muro y utilizaron la habilidad de Wasranvel para abrir la puerta principal sin ser oídos y entrar en la propiedad.

Subieron por el largo acceso a la mansión. Cuando llegaron, encontraron guardias de seguridad apostados alrededor. Nadie se percató del grupo cuando se detuvieron ante la puerta principal.

Mira y Scorpion se giraron y observaron con calma la seguridad a su alrededor. Algo no encajaba; la gente de aquí no parecía estar atenta a los intrusos.

“Qué raro. Están todos mirando la mansión, ¿eh?” Dijo Scorpion.

“Claro… A este paso serías libre de robar todos los materiales alquímicos del jardín.” Añadió Mira.

Había cinco guardias de seguridad apostados aquí, pero ninguno de ellos prestaba atención a su entorno; todos miraban hacia la mansión.

Mira no había sentido ninguna otra presencia desde la puerta. Todos los guardias de la mansión estaban presentes. Mira tenía razón; las plantas eran muy fáciles de robar.

Sin embargo, los guardias no parecían holgazanear. Estaban observando algo.

“Bueno, estaremos bien mientras estemos ocultos.” “Sí. ¡Démonos prisa!”

Mira y Scorpion se volvieron hacia la mansión. A pesar del gran tamaño del jardín, la mansión en sí no era grande. Sin embargo, era claramente demasiado grande para una persona normal. Suponiendo que había conseguido esta propiedad para dar prioridad al espacio destinado al cultivo de materiales para la alquimia, era fácil adivinar que el propietario era un hombre poderoso.

Mira utilizó al máximo la ocultación total y abrió de golpe la puerta principal. No estaba cerrada con llave… aunque tal vez no fuera necesario, dada la seguridad. Entraron sin dificultad e iniciaron una pausada búsqueda del hombre.

No había luz en la mansión, por lo que el pequeño vestíbulo estaba completamente a oscuras. Por desgracia, ahora no era el momento de encender una luz.

“Ni siquiera puedo ver mis pies…” Se quejó Mira.

“Toma mi mano. Puedo ver bien en la oscuridad, así que te guiaré.” Scorpion extendió la mano, sin inmutarse por la oscuridad total.

“¿Ah, sí? Gracias.” Mira aceptó amablemente y extendió la mano, agarrando lo primero que su mano encontró.

“¡Ack! ¡Mira! ¡Esa es mi cola!” En la impenetrable oscuridad, la espalda de Scorpion se enderezó de golpe mientras aullaba de incomodidad.

Con una disculpa, Mira la soltó… por ahora. Mira entrecerró los ojos con picardía.

Pronto Scorpion se calmó y se centró en registrar la mansión.

Recorrió la habitación con la mirada en busca de trampas.

Mira utilizó el pretexto de buscar la mano de Scorpion para tocar un poco más su cuerpo tonificado. Su mano se desplazó gradualmente hacia arriba, pero justo cuando fijó su vista en el bíceps de Scorpion…

“¡Estoy aquí, Mira! Aquí.” Scorpion agarró la mano de Mira, poniendo fin a sus andanzas. La invocadora tendría que conformarse con lo que había logrado hasta el momento.

***

En la mansión no había ni trampas ni sirvientes. Mira utilizó su escáner biométrico y sólo obtuvo una respuesta, la de una persona en el segundo piso. Debía de ser el instructor del que hablaba Millene.

El vestíbulo estaba oscuro y silencioso, casi como si nunca hubiera habido luz. Scorpion guio a Mira hasta la escalera.

En la parte superior, los pasillos se extendían en ambas direcciones. Las ventanas a lo largo de las largas paredes dejaban entrar algo de luz nocturna, la suficiente para que Mira pudiera ver vagos contornos. La tenue iluminación daba la sensación de que algo acechaba en las sombras, incluso más espeluznante de lo que habría sido la oscuridad total.

“Mira, ve eso.” Scorpion clavó los ojos en el pasillo y apretó con fuerza la mano de Mira, acercándola inconscientemente.

“¿Qué? ¿Has encontrado algo?” Mira se acercó obedientemente y observó por el pasillo. Sus ojos se estaban adaptando a la oscuridad, pero era tan tenue que aún no podía ver mucho. Ahora que Scorpion lo mencionaba… parecía haber algo más adelante. ¿Qué era? Curiosa, Mira dio un paso adelante, pero se detuvo de inmediato. Scorpion agarró la mano de Mira y se negó a moverse.

Mira se giró. “¿Podría ser… que tengas miedo?”

Tras un incómodo silencio, Escorpión respondió: “¡No!” Sacó pecho en señal de desafío, con la cola erizada. Luego, empujó a Mira hacia delante.

Mira y Scorpion avanzaron por el pasillo opuesto a la habitación de la que Mira había obtenido la respuesta biométrica. Ni siquiera se oían sus pasos, gracias a Wasranvel. Sólo la tenue luz de las estrellas iluminaba su camino.

Normalmente, ves a la gente poniendo chucherías caras por todos lados. Me sorprende su moderación.

La idea que Mira tenía de las mansiones de los ricos incluía alfombras, jarrones y jarras chillonas. Su ausencia aquí distraía un poco. Para ser sincera, el lugar no parecía habitado en absoluto. ¿La persona que vive aquí es realmente humana? Se preguntó Mira.

Pero esa sensación se desvaneció cuando llegaron al final del pasillo.

Scorpion salió de detrás de Mira, repentinamente valiente de nuevo, y dijo con orgullo mientras contemplaba el objeto de dos metros de altura: “¡Sin trampas!”

Era una armadura fina, tan brillantemente pulida que reflejaba la luz de las estrellas. Desde lejos, casi parecía un humano, sobre todo para alguien que pudiera ver en la oscuridad.

Visiblemente aliviada, Scorpion se dio la vuelta y volvió a guiar a Mira hacia adelante. Esta vez, se dirigieron hacia el objetivo.

Las armaduras son otro elemento básico, ¿verdad? Qué bonita decoración, pensó Mira mientras se giraba y volvía a ver la armadura. Pero cuando ver hacia delante, algo le pareció mal.

El pasillo que había más adelante era uniforme en un sentido: no tenía ningún tipo de mobiliario. Parecía muy propio de una persona rica tener una armadura en su casa… pero ¿no era extraño que fuera lo único que había en ella? Sobre todo porque la habían empujado al final de un pasillo.

Por otra parte, esta era la casa de otra persona. ¿Quién sabía? Tal vez el hombre era un minimalista.

Mientras Scorpion tiraba de ella hacia delante, la invocadora vio hacia atrás. La armadura que había detrás de ellos parecía aún más espeluznante ahora que antes de que la vieran de cerca.