Kenja no Deshi wo Nanoru Kenja (NL)

Volumen 7

Capitulo 22: ¿Quieres oírla?

Siguieron avanzando por el oscuro pasadizo hasta que divisaron a lo lejos una luz tenue y vacilante. Había alguien más adelante. Mira apagó la luz y se preparó para la batalla mientras avanzaba.

Pero cuando se acercaron, quedó claro que la luz era sólo una luminaria desatendida. Era bastante deficiente en comparación con la iluminación del espíritu de la luz, poco fiable y espeluznante. Y en lugar de estar colocadas a intervalos regulares, parecían estar colocadas al azar, lo que aumentaba lo espeluznante.

Sin embargo, nadie instalaría y mantendría fuentes de luz inútiles.

Mira y Scorpion siguieron las luces más adentro.

Por el camino, miraron en las escasas habitaciones y buscaron pistas. Pero aunque supuestamente se trataba de un cementerio, no encontraron esqueletos ni ajuares funerarios. Tal vez por eso, no encontraron guardias de seguridad mientras buscaban con cautela más y más profundo.

***

Veinte minutos después de haber entrado en la catacumba del Cementerio Desgarrado por la Guerra, Mira y Scorpion se toparon con una escalera que conducía aún más bajo tierra. Solo había cien metros de profundidad, pero la altura de los escalones era irregular y las pequeñas llamas azules de las paredes parpadeaban misteriosamente.

“No me sorprendería que estas escaleras nos llevaran directamente al inframundo.” Dijo Mira despreocupadamente.

Scorpion se puso las manos sobre sus peludas orejas de gato con cara de preocupación y se acercó. “Mira, cállate…”

Ella estaba bien con la oscuridad pero… pero el ocultismo era un territorio inhóspito.

Descendieron gradualmente hasta llegar a una zona muy abierta. “Ahora llegamos al meollo del misterio.” Murmuró Mira.

Estaba construido como un anfiteatro, con una escalera que conducía al nivel inferior. A izquierda y derecha había escaleras en espiral que rodeaban el espacio abierto central. A lo largo de esas pasarelas había muchas aberturas a pequeñas habitaciones. De un vistazo, quedó claro que ese era el verdadero centro del cementerio.

“Entonces, ¿se supone que todos estos agujeros son tumbas?” Mira observó a su alrededor y suspiró ante el extraordinario lugar de enterramiento. ¿Cuántos cadáveres había dentro?

El anfiteatro se llenó de luz brillante, cortesía de una torre que se alzaba en el centro mismo de la gigantesca sala.

“Parece que ese lugar es realmente especial, ¿eh?” Scorpion contempló la torre, que llegaba hasta el techo. Tenía razón; era obviamente significativa, con innumerables figuras y símbolos grabados en su superficie.

“De acuerdo. Deberíamos buscar pistas.”

El nivel más bajo de la torre tenía una abertura que parecía ser una entrada a su interior. Parecía ser el nexo del Cementerio Desgarrado por la Guerra: seguramente contendría algunas pistas valiosas. Las dos se dirigieron a la torre central. Pero cuando por fin llegaron al claro del fondo y se pararon ante él, Mira se detuvo de repente en seco.

“Hay alguien dentro.”

Algo había activado el escáner biométrico de Mira. Aunque los obstáculos podían interferir en su alcance, no había sentido más respuesta que la de Scorpion en todo el camino. Pero ahora había encontrado a alguien dentro de la torre. Parecía que no se habían movido durante algún tiempo, y parecían estar por encima del dúo.

“Oh, están arriba, ¿eh?” Scorpion concentró sus sentidos y escuchó atentamente. Ya era tarde en la noche, y no había guardias patrullando.

¿Quién podría ser? Las dos se preguntaron si alguien volvía a estar robando artefactos ilegalmente.

Pero si alguien estaba allí, entonces eso debe significar que algo

estaba allí.

“Yo diría que esto merece una investigación.” Declaró Mira. “¡Por supuesto!”

Podrían encontrar una pista valiosa. Reprimieron sus impulsos y entraron cautelosamente en la torre.

El interior también era luminoso, con una escalera de caracol. En cada planta había una sala central con una entrada a la escalera. La disposición significaba que sólo había una forma de subir y otra de bajar, lo que dejaba la posibilidad de que tropezaran con el desconocido sin estar preparados, pero sus agudos sentidos, con suerte, lo evitarían.

Atravesaron de puntillas el segundo y el tercer piso, hasta llegar al cuarto. El desconocido estaba delante.

Mira y Scorpion se pegaron a la pared y echaron un vistazo a la habitación.

En la habitación del cuarto piso había tres ataúdes. Dos de ellos estaban abiertos, mientras que uno seguía cerrado. Había huecos en las paredes donde se habían guardado los ataúdes. Y estaba claro quién los había sacado: dentro había un individuo sospechoso que llevaba una máscara que ocultaba completamente sus rasgos.

¿Hm? Eso parece ser equipo espiritual. Su elemento es el fuego, y su efecto es… ¿probablemente la reflexión? Y vuelve a ser yin… Al fijarse en el abrigo de la persona, Mira intuyó de inmediato sus rasgos. Definitivamente podía discernir los efectos del equipo espiritual con sólo mirarlo; esto era claramente el efecto de la bendición del Rey Espíritu.

Pero algo parecía raro. Este lugar estaba lleno de maldiciones oni que impedían entrar a Wasranvel, así que ¿por qué estaba a salvo ese equipo espiritual?

La figura enmascarada refunfuñó con enfado mientras abría de un tirón la tapa del tercer ataúd. Por el agudo soprano de su voz, parecía ser una mujer.

Mira dejó de pensar por un momento y centró su atención en las acciones de la desconocida. Tras abrir el ataúd, la mujer, cuyo corto cabello morado era visible por encima de la máscara, refunfuñó algunas otras quejas y rebuscó en el interior.

Mira observó por un momento antes de retroceder. Hizo una señal de bajar a Scorpion y descendió las escaleras. Desde allí, las dos se escondieron en la habitación del tercer piso y comenzaron una reunión estratégica en voz baja.

“Ella no es un guardia de seguridad, ¿verdad?” Preguntó Scorpion.

“Para nada. El abrigo que lleva es una poderosa pieza de equipo de espíritu yin. Y no está debilitado incluso en medio de esta maldición. Puede ser incluso más fuerte que el que llevaba la élite del otro día.”

La mujer de la cuarta planta no parecía especialmente fuerte a simple vista, pero su equipo gritaba que no era una enemiga normal. Su abrigo emanaba un poder espiritual que parecía igual al del miembro de élite de Quimera Clausen contra el que Mira había luchado tan recientemente.

“Si realmente está tan bien equipada, entonces supongo que no es una subordinada, ¿verdad?”

“Correcto. Y si ella está aquí, tenemos que asumir que está con Quimera Clausen.”

La relación de Quimera Clausen con el Cementerio Desgarrado por la Guerra estaba prácticamente confirmada. Una sospechosa mujer enmascarada estaba realizando un trabajo desconocido en el interior, y tenía un equipo espiritual igual o más fuerte que el de un miembro de élite de Quimera Clausen: todas las pruebas llevaban a una conclusión obvia.

“¿Crees que… esta es nuestra oportunidad de embolsarnos un miembro de élite?” Preguntó Scorpion. Entrecerró los ojos como un cazador, centrando sus sentidos en el piso de arriba. La mujer no se había movido; parecía seguir rebuscando en el mismo ataúd.

“Es la oportunidad ideal, diría yo.”

Era su oportunidad de volver a intentar el trabajo que no habían conseguido antes. Las dos intercambiaron leves sonrisas y luego subieron las escaleras lentamente, dispuestas a investigar más a fondo a la mujer.

***

Cuando regresaron, la mujer enmascarada parecía estar recogiendo algo del interior del ataúd. Mira y Scorpion permanecieron pegadas a la pared, asomando cada una un ojo por el marco de la puerta para examinar cada detalle. Después de observar durante un rato, se retiraron y volvieron a la sala de abajo para reanudar su reunión.

Esta vez, discutieron su ángulo de ataque. Pero seguían desconcertadas; la desconocida no parecía llevar ningún arma encima, lo que hacía imposible discernir su clase. Peor aún, la habilidad de Mira para examinar las estadísticas de los demás sólo funcionaba si podían ver la cara del objetivo, y esta desconocida llevaba una máscara.

El combate contra otros humanos siempre se reducía a la rapidez de ingenio y la aplicación de la estrategia, por lo que Mira y Scorpion estarían en desventaja si no supieran a quién se enfrentarían. Pero el abrigo que llevaba la mujer era tan grueso que era imposible saber qué había debajo, y por su aspecto no podían saber si era una guerrera o una maga.

“No debemos subestimar su equipo. Si tiene alguna espada espiritual que pueda usar a pesar de la maldición… el daño sería enorme en este espacio cerrado.”

Mira recordó la espada de espíritu de llama que había blandido el miembro de élite. Si algo de esa fuerza se desataba aquí, se quedarían sin escapatoria y con un enemigo muy problemático.

Mira explicó a Scorpion la información que había obtenido. Las habilidades del equipo espiritual variaban en función del poder del espíritu. Era importante tenerlo en cuenta tanto para las armas como para las armaduras. Especialmente en el caso de una capa posiblemente reforzada por un espíritu de llama; los ataques a medias no infligirían ningún daño y darían como resultado un contrataque abrasador.

Incluso sin conocer el arma de la enemiga, Mira confiaba en poder derrotarla. Pero tenían que evitar que se pusiera a la defensiva y posiblemente huyera antes de que pudieran capturarla. Una élite capturada no necesariamente aportaría información útil, pero esta situación requería una acción cuidadosa que les permitiera mantener abiertas sus opciones.

Tenían que acabar con esto de un solo golpe decisivo. En el silencio, Mira se devanaba los sesos buscando la mejor manera de lograrlo.

“No sé hasta qué punto el equipo espiritual podría cambiar las cosas, pero no creo que sea muy fuerte.” Dijo Scorpion. A pesar de su frase cuidadosamente sin compromiso, parecía confiada.

“Oho. ¿Es así?” Preguntó Mira.

“Sí. Observé su postura, su juego de pies y demás. No parece que esté entrenada.” El juicio de Scorpion se basaba en su vida de experiencia y entrenamiento.

“Fascinante. Entonces, ¿crees que encontraremos un hueco que aprovechar?”

La capacidad de observación de Scorpion era tan avanzada que hasta Mira tuvo que reconocerlo. Se llevó un dedo a la barbilla y empezó a idear una estrategia. Fue entonces cuando Scorpion sacó una bola de su bolsillo.

“Apuesto a que podríamos suprimirla antes de que pueda desplegar su equipo espiritual. De hecho… ¿Te importa si intento algo?” Scorpion curvó los labios en una sonrisa traviesa.

“¿Hm? ¿En qué estás pensando?” Mira observó la bola negra con las cejas fruncidas mientras su compañera jugaba con ella. A simple vista, parecía caca de ciervo… pero desprendía un dulce aroma que sólo sirvió para confundirla aún más.

“Como era de esperar de un país con un mercado completamente libre, aquí venden todo tipo de cosas. Esta es una droga para dormir que hice con algunos materiales raros que encontré en las tiendas de la ciudad. Préndele fuego y empieza a emitir humo. Con sólo olerla, hasta los grandes osos deberían dormirse durante un día entero.” Scorpion hizo hincapié en el deberían, pero hinchó el pecho como hacía siempre Mira. Debía de estar muy segura de ello.

“¿Deberían? ¿No lo has probado?”

“Los materiales son tan raros que no pude hacerme con ellos antes, así que es la primera vez que lo hago. Pero he seguido la receta al pie de la letra, ¡así que creo que funcionará!”

Mira la observó dubitativa, lo que provocó una ligera sacudida en la fachada segura de sí misma de Scorpion… pero su confianza no pareció flaquear mucho.

La fuente de su seguridad residía en la receta. Todos los elementos de la fórmula eran extremadamente eficaces, y se suponía que este medicamento en concreto tenía un largo historial de buenos resultados.

“Muy bien. Si no funciona, podemos simplemente derribarla como habíamos planeado.”

Si la droga funcionaba, su objetivo sería pan comido. Si no lo hacía, volverían al plan A, concluyó Mira. Además, sería una buena oportunidad para observar las técnicas de espionaje de Scorpion.

Había algunos equipos espirituales que aumentaban la resistencia a los efectos de estado, pero dada su nueva y mejorada bendición del Rey Espíritu, Mira había percibido que la mujer en cuestión no llevaba tales objetos. Supuso que el somnífero sería más que efectivo. Y si no lo era, podría usar su Ojo Demoniaco y su abundante maná para someter a la enemiga por la fuerza.

“Pero tenemos otro problema.” Señaló Mira. “Aunque esto salga bien, llevarla de vuelta planteará algunas dificultades. Los guardias de la entrada deben saber que está aquí. Si desaparece ahora, se darán cuenta.”

Un ejecutivo entra, nadie vuelve… Había cuatro guardias apostados en la entrada; sin duda, uno de ellos había visto a esta mujer adentrarse en las ruinas. Si no regresaba, alguien vendría a buscarla. Y si encontraban rastros de una batalla aquí, se darían cuenta de que había sido secuestrada y reforzarían aún más la seguridad. La investigación sobre Comercio Melville estaba en curso. Si provocaban el pánico, su trabajo sería más difícil.

Sin embargo, dejar rastros de lucha no era un problema para Mira y Scorpion, si podían ocuparse de ella antes de que se produjera una lucha.

“¿Deberíamos esperarla afuera?” Sugirió Scorpion. “Probablemente podamos ganar unos días si desaparece después de que se vaya.”

“Cierto. Puede que tengamos la oportunidad de capturarla si sigue sola cuando se vaya. Pero puede hacer las cosas más difíciles…”

Si desaparecía de aquí, los guardias se darían cuenta y darían la alarma mañana a más tardar. Pero si la atrapaban después de salir del recinto de Comercio Melville, nadie de aquí tendría ni idea de que había sido secuestrada. Eso permitiría encubrir la relación del secuestro con las ruinas.

Técnicamente, se trataba de un secuestro. Tendría que hacerse sin que nadie lo viera. La ocultación total ayudaría inmensamente, pero todavía se enfrentaban a Quimera Clausen. Poner demasiada fe en el poder de un espíritu podría ser fácilmente su perdición.

Tras considerar sus opciones, se decidieron. Su situación actual — sin miradas indiscretas, sin ningún lugar por donde escapar y sin nadie que la ayudara— era una oportunidad ideal.

Además, su objetivo parecía ser un miembro de élite de Quimera Clausen que podría tener valiosos conocimientos… una fuente de información que la Alianza Isuzu haría cualquier cosa por conseguir. Tenían que actuar mientras pudieran.

Scorpion se quedó pensativa un momento. Finalmente, dijo: “Tengo una idea. ¿Quieres oírla?”