Kenja no Deshi wo Nanoru Kenja (NL)

Volumen 7

Capitulo 10: Alianza Isuzu

Mira volvió al escenario blanco, como un país de las maravillas invernal decorado con un ataúd llamativamente ensangrentado. Justo cuando reanudaba sus cavilaciones sobre cómo moverlo, oyó dos voces incongruentes detrás de ella.

“¡Oh, es Mira!”

“¡Ahí está, Jefa!”

Mira se giró para ver a Scorpion corriendo con pasos ligeros. Caith Sith se aferraba a su hombro, levantando un cartel que rezaba,

¡REENCUENTRO CONMOVEDOR! APARTE DE… TODO ESTO.

“Ajá, Scorpion. Y Caith Sith… ¿Así que sobreviviste?”

Las palabras de Mira hicieron un agujero en el corazón de Caith Sith. Cayó del hombro de Scorpion al suelo cubierto de ceniza para formar una silueta en forma de gato, su pelaje negro ahora espolvoreado de blanco.

“¡No seas tan dura conmigo, miauma!”

“Ya veo que te has ocupado del tornado.” Mira tomó al gato por el cuello y lo levantó de la ceniza.

Caith Sith se sacudió los escombros y, como si levantara la cabeza decapitada de un enemigo, alzó una pancarta que decía: ¡ENORME ÉXITO! “¡Les ha dado bien, Jefa!” Dijo antes de toser violentamente.

Mira le palmeó la espalda y le dijo: “Gracias. Lo has hecho muy bien.” Luego le despidió.

Caith Sith levantó su cartel, que ahora rezaba: ¡DAME MÁS OPORTUNIDADES DE BRILLAR! Sus ojos estaban expectantes, pero Mira no se dio cuenta; estaba ocupada dando la bienvenida al resto de la pandilla Isuzu. Los solitarios maullidos de Caith Sith resonaron tristemente por la zona.

Mientras los miembros de la Alianza Isuzu examinaban los daños y las cenizas blancas como la nieve que ahora cubrían la Antigua Puerta del Anillo, Scorpion preguntó: “Entonces, Mira, ¿cómo está la situación?”

“Ha sido un día ajetreado.”

Mira les hizo un rápido resumen de lo sucedido: el caballero de Quimera Clausen, la niebla negra devoradora de espíritus, el robo del poder del Rey Espíritu, y la bomba espiritual y la huida.

***

Cuando Mira terminó su relato, Scorpion fue la primera en hablar. “¡Una bomba! ¿Estás bien?”

Era una buena pregunta. Un simple vistazo a sus alrededores cubiertos de ceniza le diría a cualquiera lo poderosa que había sido la explosión. Sería antinatural que alguien saliera ileso de aquella destrucción.

“Estoy bien. Como puedes ver.”

A pesar de las preocupaciones de Scorpion, Mira estaba tan orgullosa y enérgica como siempre. Nunca había cambiado. Scorpion volvió los ojos hacia sus alrededores. Todo lo que quedaba en el suelo quemado eran el llamativo pilar derecho y la escalera rota de la Antigua Puerta del Anillo.

“¿B-B-Bien…?” Murmuró Scorpion, asombrada. El mundo blanco que les rodeaba era bonito a simple vista, pero su blancura era espeluznante; cuanto más tiempo se miraba, más intranquilo se sentía uno.

“Por cierto, ¿son esas las espadas que mencionaste?” Aaron asomó la cabeza por detrás de Escorpión y señaló hacia el hombre de las dos espadas de Quimera, que aún yacían junto al ataúd. Una siniestra niebla negra las envolvía.

“Cierto. Una es una espada de espíritu, y la otra es una espada maldita para destruir espíritus.”

“Destruir espíritus, ¿eh? ¿Así que esos bastardos no se conforman con acosarlos?” Escupió Aaron mientras se ponía en cuclillas ante la espada y miraba a la niebla negra desde unos centímetros de distancia.

“Por cierto. El cofre contiene un cadáver de gólem con un poder similar, pero está cerrado. Me gustaría llevármelo a casa para examinarlo, pero no puedo levantarlo yo sola. ¿Te importaría echarme una mano?” La fuerza física de Mira era… la de un mago. Miraba con envidia los impresionantes bíceps de Aaron.

“Un gólem que destruye espíritus, ¿eh? Qué raro.” Aaron se puso en pie de un salto, agarró el asa del ataúd y tiró hacia arriba. Lo levantó sin dificultad. “Más ligero de lo que parece. Creo que puedo manejar esto sin problemas.”

“¡Bien hecho! ¡Esos músculos no son sólo para aparentar!” Mira palmeó con orgullo el brazo abultado de Aaron.

“Por supuesto que no.” Dijo con una sonrisa mientras se echaba el ataúd al hombro y hacía una pose. Parecía orgulloso de sus muchos años de entrenamiento.

“¿Eh? Esto es sólo una espada.” Scorpion recogió la espada espiritual a los pies de Aaron y la balanceó un poco. Normalmente, las espadas espirituales dejarían señales visibles de su estado en su arco cuando se balancean. Sin embargo, la espada que Scorpion recogió simplemente cortó a través del aire.

“¿Qué?” Mira miró la espada confundida. Había visto las llamas que brotaban de ella.

La espada en manos de Scorpion era claramente un artículo fino de excelente artesanía. Estaba segura de que era la misma espada que había visto antes. Pero ahora que miraba más de cerca, las partículas de poder espiritual habían desaparecido totalmente de la espada.

“Efectivamente, ahora parece cualquier otra espada. ¿Qué ha pasado?” Murmuró Mira confundida. Entonces sus ojos se volvieron hacia la niebla negra que tenía a sus pies. Era la espada con la niebla devoradora de espíritus.

La espada espiritual y la espada empañada habían permanecido juntas hasta ahora. ¿Podría ser que la niebla negra se hubiera comido todo el poder espiritual de la espada? Ahora que Mira lo pensaba, recordaba cómo había luchado aquel hombre. Siempre que usaba la espada neblinosa, la devolvía directamente a su vaina. Debía de saber que afectaría al resto de su equipo.

“Tal vez sea por esta cosa.” Mira pateó con rabia la espada neblinosa. Spider saltó fuera de su camino, como si tratara de evitar un objeto contaminado.

Spider fulminó con la mirada a Mira, que respondió: “Lo siento, lo siento.” Aunque en realidad, no parecía muy arrepentida en absoluto.

Aaron siguió la espada empañada con la mirada, miró de nuevo a la antigua espada espiritual y murmuró decepcionado: “Entonces, ¿se comió el poder de la espada espiritual?”

Yin o yang, usaría cualquier objeto que pudiera. Diablos, en lo que a Aaron se refería, sería una forma de justicia usarlo contra Quimera Clausen.

“Hmm, ¿te importa si la sostengo?” Entonces, aparentemente dándose cuenta de algo, Aaron dejó el ataúd en el suelo y pidió la espada a Scorpion. Profundas arrugas aparecieron en su frente mientras recorría la espada con la mirada.

“¿Qué pasa, Aaron?” Scorpion observó cómo desmontaba la antigua espada espiritual en empuñadura, guarda y hoja. “¡Vaya!

¡Genial!”

Aaron le puso la empuñadura y la guarda en las manos mientras examinaba la base de la hoja.

“Esto es… Ya veo.” Murmuró Aaron con un deje de sorpresa complacida.

Se dio la vuelta con una mirada de comprensión y mostró la espada al grupo. La espada que había servido de base para la hoja espiritual era un objeto único en su especie. A diferencia de las espadas fabricadas en serie, era evidente que se trataba de un encargo especial hecho con esmero por las manos de un artesano.

Este tipo de espadas a medida podían venderse por decenas de veces el precio de las fabricadas en serie. No eran fáciles de conseguir. Dependiendo del arma, hasta la empuñadura y la guarda podían ser obra del artesano. Las espadas más famosas contaban a menudo con docenas de artesanos trabajando en una sola arma. La mayoría de las espadas únicas llevaban el nombre del artesano grabado en la base de la hoja.

Y había un herrero que sobresalía por encima de los demás.

Aaron había descubierto exactamente eso en la hoja de esta espada.

El nombre del artesano grabado en esta hoja era Gregor.

“Dicen que nadie puede hacer espadas demoníacas elementales como este tipo. Y he oído que estos días está trabajando en un estudio en Sentopoli. No hay manera de que podamos llamar a eso una coincidencia, ¿verdad?”

El hombre Skyfolk en la Ciudadela de las Escamas había afirmado que la sede de Quimera Clausen estaba en Sentopoli. La espada que blandía su miembro de élite era también una espada fabricada en Sentopoli. Definitivamente algo estaba pasando allí.

“Si una élite de Quimera Clausen tenía esa espada, entonces…

¿significa eso que Gregor se la dio?” Preguntó Scorpion.

El problema era la posición de ese herrero. ¿Trabajaba con Quimera Clausen o simplemente le había vendido la espada? Si trabajaba con ellos, las armas de Quimera Clausen serían las de un maestro artesano y estarían imbuidas del poder de los espíritus. En otras palabras, su cuartel general podría estar lleno de guerreros tan poderosos como aquel contra el que había luchado Mira.

“Creo que lo más rápido sería preguntarle al propio hombre.” Respondió Aaron, mirando la espada con envidia. “Dicen que Gregor forja espadas a la medida del usuario, y que sólo trabaja para sus amigos más cercanos.”

No era fácil ganarse el reconocimiento y una espada de Gregor. Muchos guerreros soñaban con conseguir una espada con su nombre.

“Ya veo… Entonces, este Gregor podría ser un amigo íntimo del hombre con el que acabo de luchar.” Tras mirar de nuevo la firma de la espada, Mira volvió los ojos al cielo, como si siguiera el rastro del hombre de Quimera Clausen que había volado por los aires con la bomba.

Si la espada a medida que Aaron tenía en las manos había sido fabricada para el hombre con el que acababa de luchar, eso significaba que, si rastreaban la espada hasta su fabricante, podrían obtener información privilegiada sobre una élite de Quimera Clausen.

“Presiento una misión inminente…” Murmuró Mira para sus adentros.

El hombre de Quimera Clausen podría haber escapado, pero habían conseguido una pista vital. Tal vez incluso sería suficiente para sacar a Quimera Clausen de las sombras. De hecho, esa era la esperanza de todos.

Así, la misión actual de la Alianza Isuzu terminó con éxito