Dungeon Busters (NL)

Volumen 4

Capítulo 1: Ezoe Kazuhiko Ha Cambiado

Parte 3

“Tú eres Rita la vendedora ambulante, ¿verdad?”

“¡Claro que sí! Muchas gracias por su patrocinio la última vez. ¡Y gracias por la comida!”

Rita nos saludó mientras dejaba su plato vacío. Nadie se había dado cuenta de que se había acercado a nosotros . Una Rango S es realmente algo más.

Nunca podríamos esperar vencerla en una pelea. Sin embargo, las negociaciones eran otra historia. Yo nunca he luchado en batallas perdidas, y cuando se trataba de ingenio, tenía la ventaja.

“No recuerdo haberte ofrecido comida”, dije. “Eres un comerciante,

¿verdad? Deberías saber que las cosas hay que comprarlas.” “¿Eh?”

La cara de Rita se arrugó por un segundo. Sonreí y me senté frente a ella.

“Déjame adivinar. Te atrajo el olor y no pudiste evitar probar un bocado”, dije. “Nuestra comida es bastante buena, después de todo. Pero estoy seguro de que sabes que, para nosotros, aventureros atrapados en una mazmorra durante días, la comida es nuestro único disfrute. Tú nos has robado eso.

¿Cómo pretendes compensarlo?”

La vendedora ambulante entrecerró los ojos.

“Hmm… Ya veo… Ahora estás tratando de extorsionarme”..

Me reí, tratando de calmarla. “Por supuesto que no, por supuesto que no. Jamás tendría la audacia de intentar eso con un Rango S, como tú. Es que… Como dijiste que eras una vendedora ambulante, supuse que sabías pagar correctamente lo que habías comido. Alguien que toma las cosas por la fuerza no debería ser llamado vendedor ambulante, sino ladrón. ¿No estás de acuerdo?”

Rita apoyó la barbilla en su mano, pareciendo pensar mucho en la situación.

Je, je, je… No subestimes a un hombre con más de veinte años de experiencia en los negocios. ¿Cuántas veces crees que he negociado con la gente?

“Para ser sincero, sólo hay una cosa que me gustaría saber”, admití. “No voy a preguntar por tus otros clientes. Es sobre el sistema de mazmorras. Si me contestas, consideraré que estamos a mano. ¿Qué me dices?”

“Depende de tu pregunta. No puedo decirte lo que no sé.”

“Está bien. Si no sabes la respuesta, puedes decírmela. Quiero saber más sobre la habilidad Gacha. Hasta ahora, sólo pensaba en ella como una habilidad que nos permitía intercambiar las cartas que obteníamos al matar monstruos, pero esto me plantea algunas preguntas. ¿Por qué los 108 Pilares no conocen esta habilidad? ¿Por qué es una habilidad compartida? No puedo evitar pensar que la habilidad Gacha debe tener un valor más allá del simple intercambio de cartas. Así que dime. ¿Qué es exactamente la habilidad Gacha?”

“¿Hmm? ¿Por qué crees que voy a saber algo al respecto?”, preguntó Rita.

“Como eres una vendedora ambulante, el Gacha es una especie de rival comercial para ti. Si yo estuviera en tu lugar, lo habría investigado lo antes posible y habría estudiado lo que puede y no puede hacer… Me habría preguntado por qué una habilidad que no había existido en ninguno de los mundos anteriores en los que había estado había aparecido de repente también en este mundo. Si no sabes nada de tu rival, no puedes hacer que tu propio negocio destaque en comparación, ¿verdad?”

En cuanto terminé de hablar, Rita desvió la mirada y las comisuras de sus labios se volvieron hacia arriba. Era un comportamiento humano natural. La gente solía adoptar este manierismo cuando pensaba en algo y llegaba a una conclusión repentina. Guardé silencio y esperé su reacción.

“Me temo que esta información vale algo más que una comida. Soy una vendedora ambulante. No quiero menospreciar…”

“Eso es natural, igual que es natural que el comprador intente conseguir el menor precio posible. Si no quieres vender, espero que puedas devolver lo que nos has quitado.”

No había forma de que Rita pudiera devolver la comida que ya había comido. Parecía no tener palabras, así que le ofrecí una salida.

“Bueno, al menos puedo ofrecerte una comida siempre que esté cerca. Después de todo, quiero seguir haciendo negocios contigo. ¿Qué te parece?”

“Hmm… Supongo que no tengo otra opción. Vamos con eso”, dijo, con una expresión agria que no reflejaba del todo su aprobación, antes de sacar un papel.

Rita sacó un papel — un contrato, un objeto de mazmorra. El hecho de que sacara uno como si fuera algo natural me recordó una vez más que era una verdadera comerciante. En cuanto lo firmé, se duplicó automáticamente.

“¡Ni, hi, hi, hi! El trato está hecho, así que vamos a charlar. Querías oír hablar de la habilidad Gacha, ¿verdad?”, preguntó frotándose las manos.

Al final, parecía bastante contenta con nuestro contrato.

***

“Tengo que decir que yo tampoco había oído hablar de esta habilidad Gacha hasta que llegué a este mundo. Es una habilidad muy interesante, pero de hecho es mi rival de turno, así que la investigué todo lo posible.”

Sacó un manojo de pergaminos de su Bolsa Mágica y, tras lamerse el dedo, los revisó. Sentía mucha curiosidad por el contenido de cada pergamino, suponiendo que en esas páginas debía haber todo tipo de información valiosa. Una vez que me convierta en Rango S, ¿tendré la oportunidad de robárselos?

“No te hagas ideas raras, ¿de acuerdo? La próxima vez que intentes algo, puede que te mate de verdad.”

Inmediatamente desvié la mirada. Lo que necesitaba ahora mismo era información sobre la Gacha.

Rita no dijo nada más y volvió a centrar su atención en los papeles que tenía en la mano.

“Muy bien, entonces…”, comenzó. “Lo primero que puedo decirte sobre la habilidad Gacha es que parece ser compartida por todas las personas de este mundo. La forma más común de referirse a ella no es en realidad ‘Gacha’ sino ‘Slot’. También puede aparecer como ‘dd’ o incluso dejarse en blanco.”

“Ya sé que la ventana de estado utiliza diferentes idiomas según el país.

¿Qué más?”

“La tasa de extracción del gacha depende de la calidad de las cartas utilizadas. Si usas cartas de rango F, recibirás casi sólo cartas comunes, pero si lanzas el gacha con cartas de rango E o rango D, es más probable que aparezcan cartas mejores.”

Todo esto ya era de dominio público. Incluso teníamos datos estadísticos bastante detallados. Teniendo en cuenta el número de monstruos de rango F, habíamos comprobado los porcentajes de extracción por separado de cada monstruo, uno por uno. Esto no era lo que yo quería saber, pero mantuve la boca cerrada y seguí escuchando la explicación de Rita.

“Hay cuatro tipos diferentes de gacha: Gacha de arma, Gacha de equipo, Gacha de objeto y Gacha de personaje. De ellos, sólo uno funciona de forma diferente a los demás.”

“Eso sería el Gacha de personajes”, dije. “Apenas lo he usado.”

Lo había probado para ver si el Gacha de Personajes me daba uno de los 108 Pilares, pero sólo había conseguido cartas de monstruos. Tras concluir que no era muy útil, no lo había tocado en los últimos meses.

“Nada en el sistema de mazmorras es inútil. Hay una buena razón para que exista el Gacha de Personajes, pero parece que pasa por encima de la mayoría de la gente.”

“Así que dime. ¿Cuál es esa razón?”

Quería saber a qué se refería con “la mayoría de la gente”, pero entender el Gacha de Personajes era lo primero.

Rita se rió. “¿Has invocado alguna vez a un monstruo después de recoger su carta en una mazmorra y has intentado entrenarlo?” Respondió a mi pregunta con una pregunta.

“Bueno… Hemos entrenado monstruos de rango F y de rango E hasta el rango B”, admití. “¿Y qué hay de eso?”

“¿Lo han hecho? Bueno, eso facilita mi explicación. Estos monstruos nunca superarán el Rango B.”

“¿Qué?”

Perdí la compostura al escuchar las palabras de Rita. De repente, entendí el sentido del Gacha de Personajes.

“Los monstruos de las mazmorras no pueden superar el Rango B. En cuanto a los monstruos que ya son Rango A o Rango S, no podrás materializarlos a menos que los hayas obtenido del Gacha.”

“¡Espera! ¿Significa eso que los monstruos obtenidos mediante la Gacha pueden pasar del Rango F al Rango S?”

“Sí pueden. La forma de entrenarlos es la misma. Si siguen luchando y absorbiendo elementos de mejora, se harán más fuertes. Además, los monstruos obtenidos a través del Gacha de Personajes no están sujetos a ningún límite de tiempo de invocación. Puedes materializarlos cuando quieras y durante el tiempo que desees.”

Sorprendido, me tapé la boca con la mano. ¿Cómo no me había dado cuenta? Joker había lanzado su golpe de estado con unos pocos cientos de monstruos de rango F. Sin embargo, ¿perdería un ejército moderno contra unos pocos cientos de monstruos de rango F? Los monstruos de rango F de la mazmorra de Yokohama se podían matar con una sola bala, y sin embargo, Joker había tenido éxito.

“Joker ya lo sabe, ¿no es así? De alguna manera se las arregló para aprender información sobre el sistema de mazmorras que aún no habíamos descubierto y la utilizó para que su golpe tuviera éxito”, reflexioné.

“Me temo que la respuesta a esa pregunta no está contemplada en los términos de nuestro contrato, así que no haré comentarios. En cualquier caso, no existe el gacha inútil. Una carta de monstruo SR ya es un aliado bastante poderoso. Después de todo, sería un monstruo de rango A.”

Eso era cierto. Podría tirar la Gacha de Personaje once veces si utilizara cien cartas de Rango C. Estadísticamente, debería salir una carta de monstruo SR. En otras palabras, podría conseguir un subordinado de rango

1. Me enfadé conmigo mismo por haber decidido que el Gacha de Personajes no merecía la pena después de haberlo probado sólo un par de veces.

“Gracias”, dije. “No esperaba recibir una información tan valiosa.”

“No hace falta que me des las gracias. Mientras mi cliente esté satisfecho, yo también. De todos modos, ya he terminado de pagar mi deuda, así que me retiro. Ha sido un placer hacer negocios con usted. Adiós.”

Rita desapareció tan repentinamente como había aparecido, y la Zona de Seguridad volvió a quedar en silencio.

“¿Qué debemos hacer, Aniki?”

Todos los presentes comprendieron lo crucial que era la información que Rita nos había dado. Quizá deberíamos volver y discutir qué hacer a partir de ahora… Aunque podríamos hacerlo después de terminar de limpiar la Mazmorra de Shinjuku. No supondría una diferencia tan grande en el tiempo en la superficie.

“No hay necesidad de volver ahora mismo. Vamos a ocuparnos primero de esta mazmorra. Lo que nos dijo la vendedora ambulante es increíblemente importante, pero no tiene nada que ver con nuestro objetivo aquí”, dije.

Terminamos de comer y nos dirigimos a la salida de la Zona de Seguridad.

***

[Venisuela — Caracas — Mazmorra de Rango C]

Los monstruos del interior de la mazmorra que había aparecido en los barrios bajos de Caracas soltaban comida. Sin embargo, era muy probable que se produjeran peleas por la comida si se permitía a la gente bucear dentro de la mazmorra cuando quisiera. Por eso, alguien tenía que gestionar esta mazmorra. Simón Claudio había sido elegido para cumplir esta tarea.

“Los goblins y orcos que alcancen el Rango C deben ser añadidos a la Legión. Nuestro trabajo consiste en controlar a los monstruos de rango D o inferior y recoger toda la comida que podamos. No hay necesidad de luchar o matar a otros para asegurar la comida. Mientras estés aquí, no morirás de hambre. Así que no vuelvan a robar a los demás, ¿de acuerdo?”

Les dio un sermón a los niños mientras luchaban contra los monstruos junto a los goblins. Sus oponentes no eran muy fuertes. Mientras se mantuvieran concentrados, incluso los niños podían derrotarlos fácilmente. Dentro de unos años, estos niños se unirían a la Legión, el ejército del Rey Demonio, en posiciones de liderazgo y gestionarían mazmorras en diferentes áreas.

Mientras Claudio miraba a los niños llenando felizmente sus mejillas de carne asada, recordó las palabras de Joker. “Nuestro enemigo es el propio mundo. Tarde o temprano, este mundo que está lleno de aquellos que sólo pueden robar, violar y matar llegará a un punto muerto. Para romper este ciclo, necesitamos algo más que poder. Necesitamos justicia. Primero, nos desharemos del hambre. Nos aseguraremos de convertir este mundo en uno donde nadie pase hambre. Pero eso no será suficiente. También tenemos que educar a las masas.”

“¿Sabe lo que piensa el jefe, Sr. Claudio? Dice que quiere destruir el mundo, pero al mismo tiempo alimenta a los niños e incluso intenta educarlos. ¿No significa eso que piensa que todavía habrá gente dentro de diez años?”

En cuanto el subordinado que estaba a su lado habló, Claudio le dio un puñetazo en la cara.

“Escucha. No cuestionamos las órdenes del jefe. Nos da comida para comer e incluso dinero para comprar mujeres. Nos ha liberado del dolor de vivir.

¿Quieres hacerte amigo de los bastardos rapaces que se visten bien, viven en casas enormes, comen cocina francesa y se fotografían cubiertos de joyas para mostrar lo bonita que es su vida? Estamos luchando para deshacernos de un mundo de mierda controlado por estos bastardos, que nunca tienen suficiente. No lo olvides.”

Un grupo de goblins cargando bolsas llenas de productos cosechados se acercó. En esta mazmorra, caían diferentes productos, como harina, fruta, carne y mantequilla, según el piso. Todos ellos se recogían y se distribuían libremente entre los habitantes de los barrios bajos. Los goblins y los orcos no necesitaban más alimento que el elemento de mejora.

Esta mazmorra también actuaba como una especie de campo de entrenamiento para los monstruos de Rango D o menos. Cada vez que un monstruo alcanzaba el rango C, se convertía en una carta y se entregaba a Joker.

“El jefe volverá pronto de Maracaibo. Prepara las cartas. Y no vuelvas a decir algo así nunca más. El jefe es amable, pero no tientes tu suerte.”

El subalterno palideció y asintió una vez. Tras reconocerlo, Claudio se dirigió de nuevo a la superficie.

***

[Venisuela — Caracas — Mazmorra de Rango C]

“Como era de esperar de una mazmorra de rango S”, dijo Joker tras dejar escapar un fuerte suspiro. “No es tan fácil de despejar, ¿eh?”

La mazmorra que había aparecido en Maracaibo era de rango S. No tenía zonas de seguridad, y los monstruos que vagaban por sus pisos eran extremadamente fuertes. Joker y sus hombres habían intentado despejarla, pero no habían tenido más remedio que volver a mitad de camino.

Aun así, Joker no mostraba signos de estar desanimado. Estaba encorvado en el sofá con un cigarrillo en la mano, con los pies apoyados en la mesita de café que tenía delante.

“No conseguimos despejarla, pero sacamos muchas cartas de rango C y rango B. Usémoslas para hacer gacha y aumentar nuestro número de cartas de rango A. Probablemente sea el momento de intentar rodar el Gacha de Armas un poco también.”

“¿Volverás después de descansar?” preguntó Claudio, encendiendo el cigarrillo de Joker por él.

Joker dejó escapar una bocanada de humo blanco y negó con la cabeza. “No. Es mejor ir a despejar otra mazmorra para aumentar nuestro suministro de alimentos y que otros se conviertan en buscadores. Tal vez nos dirijamos a Brezil o a Colombia a continuación…”

“La mazmorra más cercana a nosotros está en Colombia. Las de Río de Janeiro y São Paulo están demasiado lejos.”

“Correcto. Cruzar el Amazonas es un dolor también. Muy bien. Vamos a pedir la cooperación de los colombianos amablemente. Si no quieren que masacremos a todos sus ciudadanos, nos entregarán sus mazmorras.

Enviarles una docena de wyverns debería ser más que suficiente para que se rindan.”

“¿No se involucrarán sus fuerzas aéreas?”

“Sus aviones tienen al menos cincuenta años, ¿no? Bueno, estoy interesado en ver cómo se comportan los wyverns contra los aviones de combate. Será una buena manera de estimar la fuerza de la Legión. Ahora que está decidido, me voy a ver al presidente.”

“Jefe, ¿y la comida…?” preguntó Claudio, tratando de detener a Joker, que ya se había puesto de pie.

El hombre que tenía delante se había quedado tan demacrado que parecía terriblemente enfermo. Todos sus hombres comían carne y pan, pero el propio Joker no tocaba la comida muy a menudo.

“Estoy bien con esto”, respondió.

Joker cogió una manzana de una cesta, y la masticó mientras salía de la habitación.

***

[Mazmorra de Shinjuku — Ezoe Kazuhiko]

Tras entrar en la planta 4 de la Mazmorra de Shinjuku, nos encontramos con otro “monstruo del juego””. Este era un extraño toro de más de dos metros de altura con dos, enormes y afilados cuernos que salían de cada lado de su frente. En cuanto nos vio, empezó a patear el suelo, preparándose para embestir.

“Este también es de EF. Se llama Evil Horn, si no recuerdo mal”, dijo Akira.

“Seguro que tienes buena memoria. Akane, ¿también sabes su nombre?” pregunté.

“Sí. Efectivamente, es un Evil Horn. Este monstruo no tiene un punto débil, pero tiende a precipitarse imprudentemente.”

El toro pisó el suelo con rabia y se abalanzó sobre nosotros. Como había dicho Akane, fue bastante imprudente.

Akane lanzó un kunai. Golpeó con maestría la frente del Evil Horn, pero al instante se rompió con un sonido estridente.

“Es un monstruo de rango C, pero como sólo carga en línea recta, es bastante fácil de contrarrestar”, continuó Akane. “Sin embargo, no deberías subestimar su fuerza. Puedes salir herido inesperadamente si intentas detenerlo en su camino.”

“Entendido. Matemos a unos cuantos. Si no nos encontramos con ningún problema en particular, nos dirigiremos al siguiente piso directamente.”

Probamos diferentes ataques contra el cuerno maligno, como atravesarlo con una lanza o usar magia, para determinar cuán fuerte era y qué funcionaba con él. Hacerse más fuerte no sólo consistía en absorber el Elemento de Mejora y en el culturismo. También era importante ganar experiencia luchando contra todo tipo de monstruos y ser capaz de utilizar una amplia gama de tácticas. La experiencia era una fuerza propia que no se notaba a primera vista.

Una vez que cada uno de nosotros terminó de matar unos diez Evil Horn, pasamos a la planta 4.

“Este también es un monstruo de rango C”, empezó Akane. “Se llama—” “No hace falta ni que lo digas”, la corté. “Es un golem, ¿verdad?”

Aunque no jugaba a los videojuegos, los había visto muchas veces en las películas de fantasía. Estos enormes monstruos hechos de varios bloques de piedra eran bastante famosos.

“Los gólems aparecen en bastantes juegos. Son tan famosos que hasta Aniki los conoce.”

“Los he visto en las películas. Siempre me he preguntado cómo consiguen mover sus articulaciones a pesar de estar hechos de piedra sólida. ¿Cómo se pegan todas esas piedras? En realidad, ¿cómo se las arreglan un montón de piedras para moverse en primer lugar? ¿Tienen músculos? ¿Nervios? Es bastante interesante una vez que empiezas a pensar en ello desde un punto de vista médico o biológico, ¿no es así?”

“Aniki, probablemente eres la única persona en esta tierra que ve películas de fantasía y se hace estas preguntas…” Dijo Akira, exasperado, mientras corría hacia el golem.

Aunque era de piedra, el gigante era inesperadamente rápido. ¡FWOOSH! Bajó su puño, cortando el aire. Akira desvió el ataque con su brazo izquierdo. La parte superior del cuerpo del gólem se retorció con un crujido mientras las piedras que rodeaban su cintura se rompían por la fuerza con la que Akira desvió su puñetazo.

“Entiendo. Al final, estas cosas están realmente hechas de piedra. Su cuerpo no tiene la elasticidad de la piel humana. Cuando personajes de juegos como estos se materializan en nuestro mundo, estos defectos se hacen aún más evidentes.”

“Kazu-san… No hace falta que los analices tan profundamente…” Se quejó Hisato. “En el pasado me gustaba mucho el DQ, ya sabes…”

No tenía ni idea de qué era el DQ, pero si te parabas a pensar cinco minutos, debería ser obvio que los seres hechos de piedra o los caballeros de acero no tenían viabilidad en el mundo físico.

“Incluso el Sistema de Mazmorras y sus locuras de fantasía no científica no pueden materializar piedras elásticas en nuestro mundo. Si aparece algún tipo de criatura metálica, probablemente estará hecha de metal líquido,

¿no?” Pregunté. “Para ser sinceros, una máquina asesina que viajara en el tiempo sería mucho más realista que éstas.”

“Espera. Tengo la sensación de que también había un monstruo así…”

La premonición de Akira se hizo realidad en la planta 5. Un robot con cuatro extremidades apareció a la vista junto con tumultuosos ruidos mecánicos. Estaba bastante lejos de nosotros, pero de repente activó un chorro y se acercó a gran velocidad, como si estuviera planeando.

“¡Es una máquina de matar! ¡Un monstruo de rango B!” Akane nos advirtió. “¡Urgh!”

La máquina de matar planeó tan rápido que logró rodear el escudo que Masayoshi había colocado.

¡¡¡CLING!!! Bajó el sable que sostenía. Hisato contraatacó, bloqueando la hoja con la suya. Rinko saltó, dio una patada a la pared y se puso detrás del monstruo en un instante. Introdujo su bastón en el hueco entre la cabeza de la máquina y el resto de su cuerpo. Se oyó un ruido extraño, casi como si un circuito eléctrico se hubiera sobrecargado, y la máquina se detuvo antes de convertirse en humo.

“Eso es… un robot, ¿no?” le pregunté a Akira, con el rostro inexpresivo.

“Es un monstruo que aparece en DQ. Aunque no creo que se llame máquina de matar…”

“¡Lo mires como lo mires, es un robot! ¡¿Por qué aparece el Term*nator en un escenario de fantasía?! ¿Quién ha programado una IA capaz de tomar decisiones autónomas? ¡¿Hay una fábrica de semiconductores escondida bajo el castillo del Rey Demonio?!”

Hacía tiempo que la ridiculez de la mazmorra no me hacía perder la cabeza de esta manera.

“Kazuhiko-sama, esto es una mazmorra, después de todo…” Akane me regañó, como siempre hacía.

Ya lo sé. Pero aun así, lo raro es lo raro. ¿De verdad el Sistema de Mazmorras es capaz de una maquinaria tan precisa? Cuando la máquina dejó de moverse, pensé que diría algo así como “Fuente de alimentación alternativa encendida”, y que de repente volvería a moverse.

“En cualquier caso, este robot es realmente interesante”, señalé. “La tecnología utilizada para impulsarlo es mucho más avanzada que la que existe actualmente en nuestro mundo. Vamos a obtener algunas tarjetas de la misma. Si llevamos algunas de ellas a la superficie para desmontarlas, los científicos podrían descubrir nuevas tecnologías y materiales.”

“Kazu-san… ¿No se convertirá en humo al ser desmontado?” Rinko no dudó en derribarme con calma.

Gracias.