Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

Cuando Ryouko se despertó por la mañana, vio a Carol escondida detrás de la planta en la esquina de su habitación. Ryouko no quería creer que su compañera de clase pudiera siquiera considerar eso como “esconderse”, pero dada la forma en que intentaba encogerse y contener la respiración, era difícil llamarlo de otra manera.

“¿Te has fijado en mí?” Carol finalmente se rindió al darse cuenta de que Ryouko la estaba mirando directamente. “Esperaba sorprenderte mientras aún dormías”.

“Estoy segura de que no es lo que habías planeado, pero no te preocupes, estoy muy sorprendida”.

“Supongo que no era bueno. Tengo una habilidad para esconderme, así que pensé que podría hacerlo funcionar”.

“Aunque te hiciera totalmente invisible, te delataría tu traje rojo brillante”.

Carol llevaba su vívido uniforme ninja. Llevar la ropa adecuada a la clase a la que uno pertenece potenciaba sus habilidades, pero en su caso la combinación no era precisamente compatible.

“Entonces, ¿necesitas algo?” preguntó Ryouko.

“¿Te has dado cuenta de que Takatou se ha ido?”

“¿Ah, sí?”

“Él y Tomochika se fueron anoche. Risley está haciendo un berrinche por ello”.

“Así que nos dejó atrás”.

“Bueno, no es que tuviera ninguna razón para llevarnos con él, pero su forma de cortarnos así sigue siendo algo divertida”.

“¿Y ahora qué?” Mientras Ryouko preguntaba eso, se dio cuenta de que era algo que realmente no tenía nada que ver con Carol. Ryouko la había aceptado completamente como compañera de camino, pero ni siquiera habían sido amigas antes; sólo dos chicas que casualmente estaban en la misma clase.

“Voy a seguirlos. ¿Y tú?”

“¿Por qué? ¿Qué sentido tiene vigilarlo ahora?” No tenían forma de contactar con su casa ni de volver. No había ninguna razón para continuar con su misión de observarlo.

“¿Por qué? Quiero decir, porque no quiero morir”.

Para ser justos, permanecer al lado de Yogiri era el lugar más seguro en el que podían estar. Este mundo estaba repleto de peligros. Incluso si intentaban esconderse y vivir una vida tranquila, no se sabía cuándo un ser poderoso como un Sabio entraría y acabaría con todo.

“Esos dos están buscando un camino a casa”, mencionó Ryouko.

“Sí, pero sospecho que no nos llevaría de vuelta con él”.

“No, creo que estaríamos bien en ese frente. Si nos quedáramos con ellos, Dannoura no dejaría que nos abandonara”.

“Bueno, yo también esperaba eso”.

“¿No crees que si consiguen volver, sería más seguro para nosotros quedarnos en este mundo?” Preguntó Ryouko.

“Esa es una extraña manera de pensar en las cosas”, respondió Carol.

Pero Ryouko no pudo evitar sentir que Carol estaba subestimando al ser que era Yogiri Takatou. Era cierto que este mundo estaba lleno de peligros, pero ¿no era Yogiri mucho más aterrador que todo eso?

“Bueno, en cualquier caso no hay razón para que nos quedemos aquí”.

Estaban en su ubicación actual estrictamente porque habían estado siguiendo a Yogiri. Si él se había ido, no había razón para que vivieran con los semidemonios. No estaban especialmente seguros allí, después de todo. De hecho, podría decirse que corrían aún más peligro. No tenían idea de cuánto tiempo podrían ocultar el hecho de que los semidemonios habían hecho un hogar allí.

“Oye, enséñame esa cosa otra vez”, le indicó Carol, señalando el teléfono inteligente sobre la almohada de Ryouko. Aunque la batería casi se había agotado, ella había podido recargarlo tomando prestado el cargador improvisado de Yogiri. El dispositivo había sido diseñado para recargar consolas de juegos portátiles, pero poseía un cable intercambiable para permitir una variedad de usos.

“Parece que se dirigen al este”, indicó Ryouko a su amiga, comprobando la herramienta de su teléfono diseñada para monitorizar a Yogiri. Podía decir en qué dirección se encontraba y proporcionaba información sobre el estado de sus sellos.

“Con tu teléfono inteligente, podemos tener una idea general de la dirección en la que debemos ir, así que probablemente deberíamos ser capaces de alcanzarlo. ¿Por qué no vamos juntas?” sugirió Carol.

“Supongo. De cualquier manera, quedarse aquí no tiene mucho sentido”.

Tal vez al hacer un movimiento propio, se daría cuenta de lo que quería hacer en última instancia. Ryouko decidió adoptar una perspectiva más optimista.

◇ ◇ ◇

“¡Euphemia! ¡Yogiri se ha ido!” gritó Risley, irrumpiendo en la oficina de Eufemia.

“Sí, he oído que la alcalde le ha preparado un carruaje, así que me imagino que han decidido salir”, respondió la vampiresa, levantando la mirada de los documentos que tenía sobre su mesa.

“Si tomaron un carruaje, eso significa que no van a volver, ¿verdad?”

“Eso es posible, pero realmente no tenemos derecho o razón para mantenerlo aquí”.

“B-bueno, eso es cierto, pero…”

Risley pareció desinflarse. Euphemia estaba, por supuesto, en lo cierto. Yogiri y Tomochika habían ayudado a Theodisia en la torre y luego habían ayudado a los medio a conseguir un hogar. Ya fuera por amabilidad o simplemente por seguir sus caprichos, no había razón para que la pareja se quedara con los semidemonios para siempre. Tenían sus propios objetivos.

“Ya le pediste tu favor, ¿verdad?”

“Sí, pero no prometió nada”.

La forma original de Risely, la sabia Lain, tenía una hermana gemela llamada Seyla. La última petición de Lain había sido que Yogiri matara a su hermana. A Risely no le importaban mucho ni Lain ni su hermana, ya que nunca había conocido a ninguna de ellas. Ella y Lain eran personas completamente diferentes. ¿Por qué querría Lain la muerte de su hermana menor? No tenía forma de saberlo.

“Takatou estaba bastante sorprendido, ¿no?”

“Sí, puso una cara como si pensara que estaba loca. Su mayor problema era que ni siquiera sabía por qué Lain quería que la mataran”.

Al parecer, Seyla había adquirido la inmortalidad de una forma diferente a la de Lain. No era de extrañar que la antigua sabia hubiera querido la ayuda de Yogiri para matarla, pero no había información sobre por qué la quería muerta en primer lugar.

“Bueno, eso es natural. No puedes pedirle que mate a alguien así”.

“Todo lo que dijo Lain es que lo sabría cuando la viera. Me pregunto cuál es su estado”.

“Es posible que sólo fuera un plan para guiarte hacia adelante estimulando tu curiosidad”.

Lain no había tratado de forzar a su clon a hacer nada, así que estaba en el poder de Risley ignorar la petición. Pero con su arraigado afecto por Yogiri, había querido conocerlo a pesar de todo, y ya que se había encontrado con él de todos modos, había utilizado la transmisión de la última petición de Lain como excusa para hablar con él. Probablemente era tal y como Lain había planeado.

“¿Les diste la piedra filosofal?”

“Sí. No hay mucho que pueda hacer con ella yo misma”. Para un Sabio, podría haber sido útil, pero Risley no era un Sabio, y no poseía poderes propios. Una Piedra Filosofal no tenía sentido para ella. “Dijo que si se encontraba con Seyla, lo pensaría”.

Risely no sabía exactamente dónde estaba la hermana de Lain, pero le había dicho a Yogiri que, por lo que sabía, estaba con el Sabio Van. Por otra parte, no tenían ni idea de dónde estaba Van, así que no era una información especialmente útil. Dicho esto, Yogiri ya estaba buscando a los Sabios, así que existía la posibilidad de que se encontrara con ella por su cuenta en algún momento. Esa era su única esperanza.

“Entonces, ¿no has completado con éxito tu objetivo?” preguntó Eufemia.

“Sí, pero… pero… ¡pero no me gusta!”

“¿Es así? Ya te rechazó, así que no creo que presionarlo más sea una buena idea”.

“Quizás debería haber intentado un acercamiento más gradual después de todo”.

“No he visto a Takatou mostrar interés por nadie más que por Dannoura, así que sospecho que, hicieras lo que hicieras, habría producido los mismos resultados”.

“¿De verdad?”

“Sí. Estoy bastante segura de mi propia apariencia y atraigo más que mi cuota de miradas de todo tipo de hombres, pero nunca recibí eso de Takatou”. A pesar de las palabras de Euphemia, no daba una impresión de arrogancia. Ella simplemente estaba diciendo lo que ella sentía era la verdad.

“Si ni siquiera tú pudiste captar su atención, ¡¿qué se supone que debo hacer?!”

“Al final, creo que esos sentimientos románticos provienen de pasar tiempo juntos”. Así que ríndete, quiso decir Euphemia. Pero no fue así como lo tomó Risley.

“¡Entonces esa es la respuesta!”

“No sé lo que quieres decir. ¿Estás planeando seguir a Takatou de nuevo?”

“¡Sí! ¡No hay nada más que quiera hacer!” Para Risley, que se había despertado de repente tal y como estaba, sin recuerdos, sus sentimientos por Yogiri eran una parte insustituible de ella.

“Entendido. Entonces, por favor, permíteme ir contigo”.

“¿Eh? ¿No estás a cargo de la ciudad?”

“La mayoría de los asuntos administrativos ya los maneja el consejo de la ciudad. Estoy segura de que Theo será más que capaz de actuar como representante de los semidemonios”.

“¿Estás segura?”

“Por supuesto. ¿De verdad crees que serías capaz de rastrear a esos dos tú sola?”

“Supongo que es cierto. He estado confiando en ti todo el tiempo, ¿no?”

“Antes de ser una semidemonio, soy tu leal servidor”.

Puede que el sentimiento fuera una compulsión impuesta a Eufemia cuando se había convertido en vampiro por primera vez, pero los sentimientos de Risley hacia Yogiri no eran tan diferentes. Eran simplemente las emociones que sentían, así que independientemente de los motivos, Risley pensó que estaba bien.

“¡Entonces vamos!”

Y así partieron al encuentro de Yogiri una vez más.