Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 7

Capítulo 6: El Asesino Hace Cosméticos

Me puse manos a la obra cuando volvimos a la tienda provisional de Natural You. Estaba utilizando una cocina instalada en la oficina, lo que significaba que no disponía del equipo profesional que se encuentra en un taller. Afortunadamente, este cosmético podría hacerse en cualquier cocina.

Los empleados de la sucursal me observaban a distancia. Mi excelente oído me permitía captar todos sus susurros; estaba claro que admiraban a Illig Balor y lo consideraban una leyenda por haber fundado Natural You.

“¿De verdad serás capaz de hacer algo con tan pocas herramientas, Illig?”. preguntó Maha.

“Por supuesto. Este producto no es difícil de crear”, respondí. Coloqué los ingredientes sobre la encimera. Sólo había tres.

El primero fue el aceite de pepitas de uva, derivado de las pepitas de uva extraídas en el proceso de elaboración del vino blanco. Natural You lo vendía como producto. El aceite era suave y perfumado, lo que no sorprende, dado su origen. Era caro por el tiempo y el esfuerzo necesarios para producirlo, pero siguió siendo popular.

El siguiente era un aceite esencial extraído de una planta. Esta sustancia volátil formaba parte de muchos productos de Natural You. Encontré la hierba de la que procedía junto al mar tras una prolongada búsqueda del aroma ideal. El aceite elevaba la calidad de los productos de la empresa, y su fragancia se había asociado a la marca.

La cera de abeja que compré en la iglesia era el ingrediente final. Se recogía de los panales, que las abejas construían con la cera que segregaban de forma natural.

“¿Son todos los ingredientes?” preguntó Maha.

“Sí. Es un producto sencillo, pero de gran calidad y original. Utilizo el aceite de pepitas de uva y el aceite esencial porque son ingredientes clave de Natural You. Esta cera de abeja es de calidad media, pero el hecho de producirse en una iglesia local le da un significado especial”, expliqué.

“Oh, ya veo lo que quieres decir. No puedo imaginar nada mejor para la celebración”.

Maha descubrió por qué usaba la cera de abejas sólo con esa explicación. Era muy lista.

Vertí el aceite de pepitas de uva y la cera de abejas en un cazo y lo metí en agua caliente para que se templara. Una vez derretida la cera, mezclé los ingredientes y añadí el aceite esencial. Ya sólo quedaba verterlo en un recipiente para pintalabios y esperar a que se enfriara. Normalmente, lo dejaría reposar medio día, pero utilicé la magia para quitarle el calor y endurecerlo porque quería hacer una demostración inmediata de esta nueva creación.

“Está hecho”, anuncié.

“¿Qué es? Tiene forma de pintalabios”, preguntó Maha.

“Se llama bálsamo labial. Podría llamarse hidratante para los labios, supongo. Natural You ha lanzado toda una gama de productos para la protección de la piel, pero ninguno para los labios. Vivimos en un clima seco, así que hay más que suficiente necesidad… Noté que tenías los labios un poco agrietados cuando nos besamos antes, y decidí que haría esto cuando vi la cera de abejas”, le dije.

Maha se tocó los labios, avergonzada. No tenía nada de qué avergonzarse. Los labios eran delicados. El viento en climas secos los dañaba con el tiempo, y un trabajo estresante como el de Maha no hacía más que empeorar el deterioro. Hice este bálsamo labial para gente como ella, que luchaba contra unos labios agrietados.

“Cielos, puedes ser tan insensible… Además, tienes que tener cuidado”, susurró Maha.

Estaba preocupada porque hacía poco que me había comprometido con ella como Lugh Tuatha Dé, y yo iba disfrazado de Illig Balor. Maha e Illig siempre habían estado muy unidos, hasta el punto de que la gente sospechaba que eran novios. Ver a Maha flirteando con Illig a pesar de estar prometida a Lugh podría iniciar algunos rumores problemáticos.

“Te preocupas demasiado… De todos modos, prefiero arreglarte los labios que preocuparme por ser insensible y fingir que no me doy cuenta. Déjame aplicarte esto, Maha”.

Puse la mano en la barbilla de Maha para girar su cara hacia la mía y le apliqué mi nuevo bálsamo labial. Todos los empleados empezaron a hablar al verlo. Maha se tocó los labios.

“Son tan suaves. Y no duelen en absoluto”.

“Este artículo es para proteger los labios. También se puede usar en manos ásperas… Es un medicamento además de un cosmético”, dije.

“¿De verdad está bien aplicarse cera de vela en los labios?”.

“La cera de abejas procede del panal, que es comestible. Es completamente segura”.

Por eso utilicé cera de abejas para hacer este bálsamo labial. Los ingredientes tenían que ser seguros porque iban a la boca. La cera de abejas también tenía la ventaja de su alto punto de fusión, lo que significaba que no se derretiría con la temperatura corporal o el calor. Los aceites que añadí para que la cera fuera suave y fácil de aplicar procedían de semillas de uva y hierbas. Si quieres, puedes comerte el bálsamo labial.

“Me gusta. Pero no poder pintarme los labios me mataría… El pintalabios es imprescindible en los actos oficiales”, dice Maha.

“Puedes aplicar pintalabios sobre el bálsamo. También protege la boca del pintalabios”, le informé.

“¿De verdad? Es un salvavidas. Pintarse los labios resecos es doloroso y hace que tarden más en curarse”.

Esta creación se vendería porque encajaba con la especialidad de cuidado de la piel de Natural You.

“El único problema es que las empresas rivales se apresurarán a producir imitaciones, a diferencia de lo que ocurre con la crema hidratante”, dije.

La crema hidratante era imposible de fabricar sin un ingrediente especial extraído de la soja que permitía que el agua y el aceite se mezclaran. Mientras ese elemento permaneciera en secreto, nadie más podría imitar la crema hidratante. Cualquiera que estudiara el bálsamo labial averiguaría inmediatamente cómo fabricarlo. Todo lo que necesitaban saber era que utilizaba aceite para proteger los labios: había muchas formas de crearlo.

“No hay de qué preocuparse. Antes dije que sería difícil alcanzar el mercado del maquillaje porque las otras marcas son demasiado fuertes, pero lo contrario ocurre con el cuidado de la piel. Ese es nuestro dominio, y aplastaremos fácilmente a quienes intenten copiarnos”. Maha no cayó en mi pequeña prueba. Hacía tiempo que me había superado como empresaria. “Hay algo más de lo que aún no has hablado, querido Illig”.

“¿Qué es eso?”

“La razón por la que usaste cera de abejas”. “Ah, sí. Dime por qué crees que lo usé”.

Maha me miró con seriedad, como un estudiante que hace un examen. “Vender algo hecho con recursos comprados a la iglesia nos dará una ventaja insuperable en una ciudad llena de peregrinos de todo el mundo. La gente que compra recuerdos aquí quiere llevarse a casa un pedazo del poder de la Iglesia Alamite. ¿Qué mejor que un objeto directamente relacionado con la iglesia? La cera de abejas por sí sola tiene poca demanda, pero darle un uso práctico introduciéndola en un cosmético hará que las ventas sean explosivas”.

“Así es. No tengo nada más que añadir”.

“Por eso negociaste con el cura. Estabas comprobando si estaba bien vender cera de abejas hecha por una iglesia”.

Esa negociación fue el paso más importante. La Iglesia Alamite habría tomado violentas represalias si yo utilizaba su nombre sin permiso.

“Exactamente. El cura resultó ser un buen hombre, y me permitió utilizar la cera de abejas con la condición de una pequeña donación de nuestras ventas. Eso nos permite vender este bálsamo labial como un cosmético que lleva la bendición de la Iglesia Alamite. Los creyentes los devorarán, y también serán un buen recuerdo”.

“Es el producto perfecto para este evento… Está claro que aún no te he alcanzado, Illig. Se te ocurrió esta idea viciosamente buena y la convertiste en producto tras un día de paseo por la ciudad.”

Maha parecía confundida. Estaba orgullosa de mí, pero decepcionada al descubrir que no me había superado en los negocios.

“Estás sobrestimando la dificultad de lo que hice. El desarrollo de productos no es más que un rompecabezas que hay que resolver juntando las experiencias. Necesitas ingenio e intuición, pero no es eso lo que te pido. Tienes el talento para proteger esta empresa y hacerla crecer. Eso es lo que se espera de ejecutivos como tú”.

El director ejecutivo no tenía que trabajar en el desarrollo de productos. Sólo tenía que contratar a personas con esa habilidad. Sin embargo, el director general es el único capaz de dirigir el barco.

“Lo sé, pero todavía estoy molesto. Muy bien, tengo una declaración. Dentro de un año, voy a hacer un producto de éxito sin tu ayuda. ”

“Competitivo como siempre, por lo que veo”. “¿Qué comerciante no lo es?”

Maha era realmente una chica fuerte e inteligente. Podía estar tranquilo sabiendo que Natural You estaba en sus manos.

“Espero con impaciencia tu nuevo artículo. Pero primero tenemos que prepararnos para el festival. Has dado tu aprobación al bálsamo labial, así que vamos a convertirlo en nuestro producto estrella. Tenemos que producirlo en serie y concretar el envase. Tenemos poco tiempo”.

“Tienes razón. Es una carrera contrarreloj. Contamos con todos vosotros”. Maha se encaró con los empleados, que respondieron enérgicamente y se reunieron a nuestro alrededor.

Se nota que son buenos trabajadores. Maha debió de esforzarse mucho para encontrarlos. Confiaba plenamente en este producto, y no podría haber pedido un personal mejor. Sin duda, este festival sería un éxito.