Toaru Majutsu no Index – Genesis Testament (NL)

Volumen 7

Capítulo 3: La siguiente jugada – Juicio_de_Brujas.

Parte 5

Kamijou había perdido el rastro de Aradia después de quitarle los ojos de encima por un momento.

Estaba legítimamente preocupado cuando salió a la hierba verde brillante del jardín. El edificio era tan grande y laberíntico que había decidido que sería más rápido mirar por las ventanas y ver si la veía de esa manera. Eso no era garantía de encontrarla, por supuesto, pero al menos sabría que no estaba visible a través de las ventanas.

Por supuesto, todo esto suponiendo que ella permaneciera en el consulado.

-Oye, humano.

De la nada, alguien lo llamó.

No fue Aradia. Miró hacia atrás para ver al dios de 15 cm dándole una mirada de exasperación y lástima desde el hombro de la diosa bruja, como diciendo que había encontrado al niño que había perdido.

-Ella no va a huir, así que no te preocupes por eso. -dijo el pequeño pero arrogante dios. -El trato era que tú, la biblioteca de grimorios y yo nos turnáramos para cuidarla, ¿recuerdas?

-Hmph.

Aradia estaba de muy mal humor cuando entró al jardín.

Pero aunque se negó a mirar a Kamijou a los ojos, tampoco se fue.

Cuando habló, lo hizo con una voz algo malhumorada.

Ella también jugueteaba inquieta con su cabello plateado.

-Quieres detener a Anna Sprengel antes de que Mut Tebas pueda hacerlo, ¿no? Y sin matarla si es posible.

Kamijou parpadeó.

Y ladeó la cabeza.

-Aradia, ¿te has calmado?

-Ni siquiera sugieras tal cosa. Soy un Trascendente. Soy la diosa de todas las brujas. ¿De verdad crees que mi naturaleza cambiaría tan fácilmente?

Aradia se echó el pelo hacia atrás con una mano y lo miró con frialdad.

Ella y Othinus en su hombro susurraron algo de un lado a otro.

-(¿Estás seguro de que cuenta como un brujo?)

-(¿Por qué te acobardas y lo cuestionas ahora? Sé que preferirías que lo fuera.)

-¿?

Aradia todavía tenía cinta adhesiva impermeable alrededor de sus pies, lo que significaba que no había intentado arrancarla mientras estaba sola.

-No tienes que preocuparte por eso.

Aradia sonaba un poco irritada.

Y ella continuó desde allí.

-La Cábala Constructora de Puentes decidió matar a Anna Sprengel por traidora. Dado que el elemento espiritual de ejecución Shrink Drink ya está completo y Mut Tebas ya ha llegado, sería difícil encontrar una razón para no seguir adelante. Me imagino que piensas que puedes ocultar tu verdadero propósito y apegarte a él para encontrar alguna manera de dejar escapar a ese pequeño demonio en el último segundo, pero eso no es suficiente. La Cábala Constructora de Puentes tiene escondites en todo el mundo y puede viajar libremente entre ellos. Entonces, incluso si ella escapa por ahora, simplemente enviarán más y más Trascendentes hasta que no pueda escapar. Salvarla aquí y ahora no es suficiente para acabar con la amenaza a su vida.

-Entonces, ¿cuántos Trascendentes hay en total?

-Eso no es importante. Lo que importa es que no puedes salvar a Anna Sprengel apresurándote una vez que algo ya ha sucedido. -Aradia guiñó un ojo. -Así que necesitas conseguir lo que quieres antes de que suceda algo. Ese es el método estándar para prevenir daños.

-¿Antes de que pase algo?

-¿Te olvidaste, humano? La Cábala Constructora de Puentes está dirigida por los Trascendentes que se reúnen y hablan sobre las cosas. -dijo Othinus, bajando del brazo de Aradia para alcanzarlo.

Ella tenía razón. Era fácil de olvidar con Alice Anotherbible y todos los demás Trascendentes siendo tan extraordinariamente poderosos, pero la Súcubo de Bolonia había dicho que discutieron qué camino tomar el mundo e hicieron los ajustes correspondientes. Y los otros Trascendentes estaban teniendo problemas porque la lógica infantil de Alice estaba arruinando todo eso.

-Debes controlar la discusión que se lleva a cabo entre los Trascendentes. -afirmó firmemente Aradia.

-…

Kamijou no dijo nada, así que continuó.

-Esa es la única forma de evitar que Mut Tebas ejecute a Anna Sprengel con la Bebida de Encogimiento que le prestaron.

-Yo estoy a favor de hablar de las cosas, pero ¿cómo hacemos exactamente que eso suceda?

-Me gustaría saber eso también. -dijo Othinus. -Aradia, tú mismo dijiste que la Cábala Constructora de Puentes tiene bases en todo el mundo y ni siquiera hemos visto cuántos Trascendentes se esconden aquí. No sabemos a quién argumentar nuestro caso o a cuántas personas tenemos que convencer para obtener una mayoría. ¿Cómo controlamos la discusión de esta manera?

-Ambos son idiotas. ¿No dije que eso no es importante? -interrumpió Aradia. -No se trata de cuántos votos obtienes. Las acciones de Alice Anotherbible siempre tienen un significado importante dentro de la cábala.

-Espera, ¿quieres decir…?

-Solo tú puedes hacer esto. -dijo Aradia incluso cuando estaba distraída al ver a Mut Tebas caminando por una ventana del segundo piso.

Esta fue una elección que ni siquiera la Súcubo de Bolonia o Buena Vieja Mary pudieron hacer.

-Pero para estar más seguros, lo más seguro sería convencer a cualquiera aquí que sea capaz de influir en las acciones de Alice. Todavía no hay muchos Trascendentes aquí en el consulado. Y solo uno de ellos sirve como ayudante de Alice: H. T. Trisme-

-¿Hablando de mi? -preguntó tranquilamente el mayordomo joven con un bastón.

No parecía tener ningún problema para caminar, pero eso no era razón suficiente para concluir que el bastón era un objeto espiritual para su magia. Dado que era tan llamativo, podría haber sido un cebo para distraer la atención del objeto espiritual real.

Kamijou se preguntó qué tipo de trabajo hacía un mayordomo en el jardín, pero había una mesa en un rincón decorada con hierba verde y flores de colores. El jardinero no estaría a cargo de mantener eso.

El joven mayordomo sonrió levemente cuando notó lo que estaba mirando Kamijou.

-Estoy de acuerdo en que hace frío aquí durante enero, pero Alice aún prefiere tomar su té afuera. Je je. Suena como algo sacado directamente de un libro para niños, ¿no es así?

-El momento perfecto. -dijo Aradia.

Para entonces, el joven mayordomo ya había sacado una mesa nueva y varias sillas de su capa y había terminado de colocarlas. La diosa bruja se sentó en una de las sillas como si esto fuera normal.

-Kamijou Touma, puedes obtener la cooperación de la Súcubo de Bolonia y Buena Vieja Mary si haces tu pedido de la manera correcta.

El agua potable que no necesitaba hervirse aparentemente era más valiosa que algo como el té. H. T. Trismegistus le dio a Kamijou una botella de agua mineral helada, pero Kamijou estaba haciendo una mueca por lo que Aradia había dicho.

Todavía no podía olvidar lo que había dicho la súcubo de Bolonia en su habitación.

-¿Pero no están completamente listos para matarla ya?

-Entonces debes sacar a Anna Sprengel de sus condiciones.

-Humano, toma a la Súcubo de Bolonia por ejemplo. Ella es una Trascendente que salvará a cualquiera, le guste o no, siempre que haya sido acusado falsamente. No importa cuán engañoso sea el argumento, ella debería retroceder siempre que puedas colocar a Anna en esa categoría.

La explicación de Othinus hizo que Kamijou frunciera el ceño.

Incluso si parecía una exhibicionista alada que caminaba por la ciudad en ropa interior, aun así le había salvado la vida en Shibuya el día 31. Incluso si la súcubo de Bolonia dijera lo contrario, quería creer que había un significado y una conexión más profundos entre ellos.

Aradia exhaló un suspiro de exasperación ante el chico de pelo puntiagudo.

-Deja de pensar en lo que te gusta y lo que no te gusta y comienza a pensar en lo que es correcto e incorrecto. Ni siquiera Buena Vieja Mary salva a todos indiscriminadamente usando sus milagros compuestos. Ella solo te resucitó en Shibuya porque cumpliste con sus condiciones. Averigua por ti mismo cuáles son esas condiciones. Ella no los mantiene ocultos, por lo que ya debería haberlos mencionado.

-…

-Parece que hay algunos otros Trascendentes peligrosos en el consulado, pero realmente solo necesitas uno más. Con la ayuda de H. T. Trismegistus, tendrías un control decente sobre todo lo que rodea a Alice. Si tiene a la mayoría de los que están en el consulado y a la propia Alice de su lado, el resto de los miembros de la camarilla de todo el mundo deberían elegir seguir su camino. Mut Tebas no puede actuar sola porque es una Trascendente que solo mata de acuerdo con sus reglas. Para bien o para mal, solo actúa de acuerdo con las decisiones de la organización. Todos temen a Alice. Ella técnicamente solo tiene un voto, pero ese voto determina cómo vota la mayoría de los demás.

-Umm, tengo la sensación de que me estás arrastrando hacia algo complicado. -dijo H. T. Trismegistus. -Especialmente cuando sigues mencionando a Alice.

-No le causaremos ningún problema a tu amada Alice.

El joven mayordomo inclinó la cabeza, tomó un sorbo de su botella de agua y sacó una libreta de su bolsillo.

El grupo de Kamijou explicó todo desde el principio.

El ángulo de inclinación de la cabeza de H. T. Trismegistus creció a medida que continuaba la explicación.

-¿Así que deseas retractarte de la orden de ejecutar a Anna Sprengel con la Bebida de Encogimiento?

-En pocas palabras, sí.

-¿Pero por qué, Aradia? Dejando a un lado los problemas propios de la cábala, todos sabemos que la villana causa desastres globales donde quiera que vaya. Incluso ha interferido con Alice. ¿Por qué trabajarías tan duro para que ella encajara en tus condiciones?

Aradia solo se encogió de hombros.

H. T. Trismegistus no estaba siendo insensible. Anna ya había hecho suficiente. Lo más probable es que los 6 o 7 mil millones de habitantes de la Tierra no cuestionaran esta decisión.

Así que solo Kamijou puede responder esa pregunta.

-No necesito una razón ahora. Puedo pensar en uno más tarde.

-…

-Fue lo mismo en las peleas contra Accelerator, Fiamma de la Derecha, la Diosa mágica Othinus, Kamisato Kakeru, Aleister, Coronzon e incluso yo mismo. Si no tengo una razón para salvarlos, la encuentro al conocerlos mejor mientras luchamos.

Ciudad Academia nunca perdonaría a Anna Sprengel por lo que le hizo.

Y los muchos Trascendentes de la Cábala Constructora de Puentes estaban construyendo un método práctico para matar a Anna.

Kamijou tampoco estaba interesado en perdonar a Anna. ¿Qué le había hecho a St. Germain, Los Ángeles y Ciudad Academia? Si tenía la intención de causar tragedias aún peores en el futuro, tenía que detenerla incluso si eso significaba noquearla con el puño.

Pero, ¿era la sangre y la muerte el único final posible?

¿Era esa realmente la conclusión que Kamijou Touma había buscado todo este tiempo?

-Ya veo, ya veo, ya veo. Así que este es el Kamijou Touma al que Alice se ha apegado tanto.

El joven mayordomo suspiró con profunda exasperación.

-No actúes como si ya lo entendieras. -dijo Othinus en su hombro, furioso por alguna razón.

Aradia también vio a Kamijou de nuevo con una expresión ilegible.

-Hey, H. T. Trismegistus. -dijo Aradia.

-¿Qué deseas?

-Me gustaría comenzar confirmando que estamos en la misma página aquí. Todo con Anna Sprengel estaba fuera de nuestros planes. Tanto los cambios en la configuración de Alice como Kamijou Touma, sin darse cuenta, se convirtió en el controlador de Alice. ¿Estás de acuerdo conmigo hasta ahora?

-Lo hago.

-Entonces, si distorsionamos a la Cábala Constructora de Puentes y su definición sobre si debemos o no matar a Anna, ¿no hemos perdido ya contra ella? Si matamos al traidor y eso cambia algo fundamental sobre la naturaleza de la cábala, entonces aceptamos esa pérdida a cambio de nada. Anna Sprengel puede irse a la tumba sacando la lengua y burlándose de nosotros. -Aradia tomó un sorbo de su agua mineral fría. -Siento peligro en el hecho mismo de que estamos haciendo que un Trascendente cree una herramienta para ejecutar Trascendentes. Todo el mundo está demasiado furioso con Anna como para pensarlo racionalmente, pero ¿qué garantía de seguridad tenemos si un tercero roba esa lanza de Bebida de Encogimiento y la dirige hacia nosotros? Si esto sale mal, el fantasma de Anna nos perseguirá para siempre.

-Aradia. Debo pedir algo por el bien de mi amo. -dijo el joven mayordomo. -Estoy aquí para salvar a la mayoría que cree en la fuerza del sentido común. Y estoy aquí para prevenir las tragedias que se producirían si el propio sentido común fuera sacudido. Pero eso no encaja con las condiciones de tu salvación. …Eso significa que no estoy en posición de juzgar si este chico y Anna Sprengel cumplen o no con tus condiciones. Así que por favor piense en esto como una pregunta puramente hipotética.

-Adelante.

-¿Qué harías si uno u otro entre Kamijou Touma y Anna Sprengel ya no cumplieran con esas condiciones? Entonces este peligroso caminar sobre la cuerda floja que sacude el equilibrio de poder de toda la cábala habrá sido en vano.

-Tiene razón. -La diosa de las brujas se rió, respiró hondo y dio su respuesta. -Si eso sucediera, podría actuar por capricho como lo hace Alice.

-¿Es eso así? -dijo H. T. Trismegistus. Se llevó una mano a la delgada barbilla mientras pensaba. -¿Como lo hace Alice, dices? Entonces el sentido común solo puede conducir a una única solución.

Incluso Kamijou podía sentir la tensión drenándose de los hombros y el cuello de la diosa bruja.

Hacer esta sugerencia debe haber sido una experiencia angustiosa incluso para otro Trascendente. Kamijou no podía mantenerse al día con todo ya que era un extraño para la camarilla. Y como extraño, ni siquiera obtuvo un voto en la discusión.

El joven mayordomo golpeó el suelo con su bastón y miró hacia abajo.

Miró debajo de la mesa.

Observó la cinta adhesiva que sellaba los pies de Aradia.

Arrancó una página de su cuaderno y lentamente se levantó de su asiento.

-Trascendente Aradia, puedo prevenir muchos problemas futuros matándote aquí y ahora.

La mesa y las sillas volaron por los aires.

Algo brilló en la mano del joven mayordomo.

Todo sucedió tan rápido que la comprensión y la percepción del niño se retrasaron y se desmoronaron. Al principio, Kamijou lo vio como un látigo de luz increíblemente largo o como una serpiente blanca, pero no era eso.

Era una espada.

¿Cuánto tiempo le tomó a Kamijou darse cuenta de que el destello provenía de la espada que H. T. Trismegistus había sacado de su bastón negro? Y el poderoso barrido de la espada desenvainada cubrió un rango más largo que el bastón.

Así que era demasiado tarde para reaccionar.

Solo podía mirar mientras la sangre brotaba de Aradia y ella se estrellaba contra el suelo.

Con los pies cubiertos, ni siquiera podía defenderse con su magia.

El joven mayordomo lo había comprobado descaradamente antes de sacar su espada de bastón.

Todo fue el resultado de las propias acciones de Kamijou.

-¿¡Aradiaaaaaa!?

-¡Idiota! ¡¡Tienes que alejarte, humano!!

Othinus le gritó algo al oído, pero Kamijou simplemente se quedó parado en el jardín.

¿Pelear? ¿Contra quién? ¿No necesitaba la cooperación de este hombre?

¿Y Aradia?

¿¡Qué tan mala era su condición después de estallar con sangre y colapsar!?

-Deberías haberlo visto venir.

El joven mayordomo en realidad parecía confundido.

Devolvió la espada bellamente brillante a su vaina que se doblaba como un bastón negro.

-Aradia, como cualquier Trascendente que ya haya perdido, contiene el riesgo de perder una y otra y otra vez. ¿Qué gana mi Alice al incluir tal vulnerabilidad en la cábala? Y según lo que me has contado, es obvio que tienes la intención de incluir a Alice en tus planes. Esta vez, no sería casual. Kamijou Touma ha comenzado a considerar manipular las acciones de Alice Anotherbible para sus propios fines. Cualquier Trascendente con sentido común no dejaría que eso continuara.

Ese joven mayordomo había dicho que no permitiría que ninguna tragedia causada por el sentido común mismo fuera sacudida.

¿Eran sus intereses incompatibles con los de Aradia mientras ella intentaba manipular los votos y las tendencias a su favor?

No, esto era más profundo que eso.

-No me digas…

-Sí. Soy uno de los llamados Asesinos cuando se trata de ti, Kamijou Touma. Mira el problema con sentido común y no podría ser más obvio que eres la persona más peligrosa del mundo por tu habilidad para controlar a la Tirana Alice.

-…

-Decidí aplazar el juicio hasta que lo hubiera visto por mí mismo. Después de todo, también eras la esperanza de Alice. Así que hasta ayer, simplemente observé. Me sentiría mal si te decapitara por un rumor sin fundamento, después de todo. Pero ahora estás mostrando signos de controlar a Alice para tus propios fines. Y así debes morir, Kamijou Touma. No puedes evitar mi espada.

Aradia no se movía.

Ni siquiera gimió de dolor mientras coloreaba el pasto rojo a su alrededor.

Algo en ella finalmente había comenzado a cambiar.

Kamijou no tenía forma de saber qué lo había causado, pero Aradia claramente había cambiado desde que la vio en Shibuya. Era bastante obvio, incluso él podía decirlo. ¿Sus condiciones? ¿Sus reglas? ¿Qué importaba si alguien no encajaba en uno de los elementos de su lista? ¿¡Qué tenía de malo querer salvar a alguien por capricho!?

Pero H. T. Trismegistus no lo había permitido.

¡Había cortado ese cambio de raíz como si fuera un proceso estándar!

-¿Por qué no yo? -preguntó Kamijou.

-¿Qué pasa contigo?

-Soy el controlador de la Tirana Alice, ¿no? Si ustedes, los Asesinos, me tienen tanto miedo, ¿¡por qué acabaron con Aradia primero!?

-De hecho, eres mi objetivo de máxima prioridad, repugnante controlador ilegítimo.

Mut Tebas no se veía por ninguna parte.

¿No había dicho ella que mataría al joven mayordomo si intentaba algo? ¿Nunca cumplió sus promesas, o solo Index y Othinus cumplieron con sus condiciones?

-Sin embargo, he investigado un poco sobre ese extraño Imagine Breaker que llamas mano derecha. Si bien recibió un apoyo considerable de la Súcubo de Bolonia y Buena Vieja Mary, el hecho es que derrotó a Aradia, un Trascendente. ¿Pensaste que no mostraría la máxima precaución a tu alrededor? El sentido común dice que el método más efectivo es preparar una mina terrestre para hacer tropezar al intruso antes de atacar.

-…

¿Eso fue todo?

¿Había atacado a Aradia, un compañero miembro de la cábala y un compañero asesino, por nada más que eso?

-Además.

El joven mayordomo miró a Aradia mientras sostenía su bastón negro, o la herramienta asesina disfrazada de tal.

Ahora tenía puro desprecio en sus ojos.

-He notado algunos cambios en los otros Trascendentes, no solo en la Tirana Alice. Estás causando que Alice y el mundo que la rodea se derrumben. Diosa de las brujas Aradia, dejó de importarte si Kamijou Touma y Anna cumplían con tus condiciones, ¿no? Te sentiste aliviada cuando encontraste una manera de hacer que se adaptara a tus condiciones, ¿no es así? ¿Quizás querías intentar vivir fuera de tus propias reglas? ¿Decidiste que querías salvarlos incluso si dejaban tus condiciones? Eso es un problema. Los trascendentes deben proporcionar la salvación de manera justa e imparcial.

¿Era que…?

¿Eso era realmente tan malo?

Le había dicho a Kamijou cómo salvar a Anna cuando él no sabía cómo.

¿¡Estaba realmente tan mal sentir tus convicciones sacudidas cuando te dijeron que no dijeras nada mientras alguien moría!?

-Aradia confiaba en ti. Ella debía de hacerlo.

-Sí, soy consciente.

-¡Ella confiaba en ti lo suficiente como para compartir este secreto contigo! ¿¡Y así es como le pagas!?

-Eso no tiene nada que ver con las condiciones para obtener mi salvación. Es sentido común realmente.

Kamijou apretó los dientes más y más fuerte.

Cuando un Trascendente se ponía así, podía entender tus palabras, pero la comunicación real no era posible.

Kamijou había sentido lo mismo cuando visitó a la Súcubo de Bolonia. Los Trascendentes eligieron a quién salvar como en función de una lista programática de operaciones Y, O y NO^[3]. La Tirana Alice, mientras tanto, extendía una mano con un poder indescriptiblemente grande por capricho cuando veía una tragedia frente a ella. ¿Cuál de esos era más normal?

La diosa de las brujas había decidido su propia definición y condiciones para la salvación.

Al diablo con esto. ¡Todo lo que había hecho fue sentir el deseo de salvar a alguien que no se ajustaba a esas reglas autoimpuestas! ¿¡Fue realmente un crimen tan atroz que merecía ser ejecutado sumariamente por un compañero de confianza!?

-… H. T. Trismegistus.

-Ahora, prepárate para morir.

Un sonido metálico susurró desde el bastón negro.

El joven mayordomo sostuvo la vaina del bastón junto a su cadera, sin intentar ocultar más que había una espada dentro.

Ese Trascendente fue superficialmente cortés pero lleno de intenciones asesinas y mantuvo una leve sonrisa en su rostro.

-Aradia ha caído, Anna será ejecutada en poco tiempo, y el sentido común me lleva a concluir que le estaría haciendo un favor al mundo si te eliminara rápida y seguramente aquí. Por lo tanto, este es el final para ti.

-¡¡Al diablo con eso!! ¿¡Cómo es esto una forma de salvación!?

-Mis acciones solo parecen crueles porque no cumples con mis condiciones. Siempre es así como funciona con nosotros los Trascendentes.

Kamijou había escuchado suficiente.

Una especie de hilo endeble se rompió en su cabeza.

Inmediatamente agarró a Othinus de su hombro y la arrojó a un lado.

-¿¡Humano!?

Su principal prioridad era rescatar a Aradia gravemente herida, por lo que necesitaba a alguien que pudiera traer a Buena Vieja Mary aquí. Y Othinus era lo suficientemente pequeña como para esconderse entre la hierba y las flores si gateaba.

Por supuesto. H. T. Trismegistus no iba a pasar esto por alto. Era posible que pudiera desenvainar su espada y cortarla en confeti incluso antes de que aterrizara.

Pero Kamijou no iba a dejar que hiciera eso.

Trascendente H. T. Trismegistus.

¡No asumas que puedes salirte con la tuya solo porque tienes tanto poder!

-¡¡¡¡Ooooooooooaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!

El tiempo de las palabras había terminado.

El chico apretó su puño derecho tan fuerte como una roca, rugió y cargó hacia el Trascendente.

No iba a dejar que Aradia muriera.

¡Se negó a dejar que esto terminara con su muerte!

¡¡¡Eso era lo único que necesitaba en su corazón ahora mismo!!!

***

Entre líneas 3

Nadie confiaba en la bruja.

Nadie elogió a la bruja.

Nadie sabía quién era realmente la bruja.

El camino hacia el éxito estaba justo frente a ellos, ella se los explicó cuidadosamente una y otra vez, y todos habrían encontrado la felicidad si simplemente hubieran seguido sus instrucciones.

Pero la gente aún falló.

Pero la gente todavía cayó y sufrió sin razón.

¿Por qué sucedieron estas cosas?

…¿Pensaron que había un atajo?

Los hizo tomar una ruta tan larga porque cualquier ruta más corta sería demasiado peligrosa.

… ¿Pensaron que era un callejón sin salida?

Podría parecer así al principio, pero encontrarían un agujero en la pared si seguían adelante.

… ¿Pensaron que el puente de piedra colapsaría debajo de ellos?

Una bruja tan amable nunca les diría que tomaran un camino tan peligroso como ese.

Una y otra vez, nada de lo que hizo fue recompensado.

Pero ella todavía señaló el camino.

No importa cuán horriblemente la trataron.

No importa lo fangosa y sangrienta que terminara.

Sabía que nadie le creería, pero aun así señaló el camino para las personas con problemas que encontró.

Ella simplemente señaló la respuesta justo en frente de ellos.