Genjitsushugi Yuusha No Oukoku Saikenki

Volumen 17

Historias Cortas de Bonificación 17: El Clan C

Un día, estaba en la oficina de asuntos gubernamentales planeando un evento para promover la economía con Roroa.

“Souma, Roroa, ¿tienen un momento?” llegó una voz. “¿Julius?”

“¿Hermano?”

Julius, el hermano mayor de Roroa que se había convertido en mi General Blanco, se dejó caer sobre nosotros.

“¿Qué pasa? ¿Tienes algún problema con los militares o algo así?” preguntó Roroa.

“No, no es nada tan importante.”

“¿Tuviste una pelea con la hermana mayor Tia, entonces? ¿Te abandonó?” “Qué grosera. Nos llevamos muy bien como pareja.”

“Sí, no puedo ver a tu pequeña dama haciendo eso de todos modos.”

“Estoy más preocupado por ti”, dijo Julius. “Rezo para que tu tendencia a salir y decir cosas así no haga que tu marido llegue a odiarte.”

“¿Ah, sí? Si lo que buscas es una pelea, te daré una con descuento.”

Viendo a los dos hermanos bromear, pensé en lo bien que se llevaban ahora. Habían sido adversarios políticos en un momento dado, pero ahora parecían una pareja de hermanos cualquiera.

Sintiéndome un poco excluido, sonreí irónicamente mientras le preguntaba a Julius: “Entonces, Julius, ¿para qué has venido aquí?”

“Oh, claro.” Julius volvió a sus cabales y me miró. “Quería hablarte de mi buen amigo Colbert.”

“¿Hm? ¿Qué es eso del señor Colbert?” preguntó Roroa, ladeando la cabeza.

“Sabes que Colbert se casará con Madam Mio, de la Casa de Carmine, el mismo día que la boda de Souma y Madam Maria, ¿verdad?”

“Sí. Van a participar en el evento de la boda masiva. ¿Y?”

“Eso significa que será un miembro de la Casa Carmine de aquí en

adelante. Su primer nombre es Gatsby, así que eso lo convertiría en Gatsby Carmine.”

“Entiendo… Ya no podremos llamarle Colbert, ¿eh?” Reflexioné.

El nombre completo de Colbert era Gatsby Colbert, y tanto Roroa como yo lo llamábamos Colbert porque nos parecía más fácil de pronunciar. Pero pronto se casaría con la Casa de Carmine, lo que significaría que ya no sería un Colbert.

“Eso es… un poco triste, ¿no?” Murmuró Roroa.

Colbert había sido como un segundo hermano para Roroa. Incluso cuando estaba en malos términos con su verdadero hermano, Colbert había estado con ella como parte del Ministerio de Finanzas.

“Siempre ha sido el Sr. Colbert para mí, así que no poder llamarle así va a hacer que sienta que se ha convertido en una persona totalmente diferente.”

Roroa comenzó a rascarse la mejilla con una sonrisa preocupada.

¿Era como si el apellido de un hermano cambiara de repente después de casarse? Yo era un chico soltero, así que era difícil ponerme en su lugar, pero… podía simpatizar un poco, al menos.

“Así que tuve una idea”, dijo Julius, abordando el tema. “¿Podrías dejar que Colbert mantenga su apellido como segundo nombre? Soy consciente de que el apellido Carmine tiene un significado histórico y político para este país, pero… Por mi parte, me gustaría poder seguir llamándole Colbert.”

“Querido, a mí también me gustaría que lo dejaras”, aceptó Roroa, dirigiendo una mirada expectante hacia mí.

“Entiendo. Gatsby C. Carmine, ¿eh?” Me lo pensé un momento, cruzando los brazos, y luego asentí rápidamente. “Me parece bien. A mí también se me haría raro tener que llamarle Gatsby o Carmine a estas alturas”.

“¿Pero no habrá gente preocupada por cómo llamarlo?” preguntó Julius, pero me limité a encogerme de hombros.

“Eso no es nada nuevo. Pasé de Souma Kazuya a Souma A. Elfrieden, y pronto seré Souma E. Friedonia. ¿Adónde fue a parar mi primer nombre, Kazuya?”

“Eso es culpa tuya por meter la pata al principio, cariño”, dijo Roroa con un tono ligeramente exasperado.

“¿Lo es?”, preguntó Julius.

“Claro que lo es”, respondió ella.

Me aclaré la garganta en voz alta. “Tú tienes el mismo tipo de problema,

¿no? Julius Lastania .”

“Sí, supongo que sí…” Dijo Julius, siendo su turno de encogerse de hombros ahora. “No puedo cambiar mi nombre a Julius A. Lastania ahora. No querría que Tia y mi hijo Tius cargaran con las cargas del apellido

Amidonia.”

“Espera, ¿Hermano? Yo soy el que tiene que soportar esas cargas, ¿sabes?” “Tú me las arrebataste, así que tendrás que responsabilizarte de ello.”

“Ugh… Quiero devolvértelas todas, con intereses.”

Los dos empezaron a discutir de nuevo. Realmente se llevaban mejor ahora…

“De todos modos, Colbert no quiere renunciar a su nombre, y Mio no le exige que lo suelte, ¿verdad? En ese caso, he decidido que lo conserve.”

“¡Sí!”

“Informaré a Colbert y a Madam Mio.”

Y así, nació el nombre Gatsby C. Colbert.