Genjitsushugi Yuusha No Oukoku Saikenki

Volumen 17

Historia Adicional 1: La Chica Quisquillosa También Quiere Ser Mimada

Fue un poco después de que Souma y su grupo regresaran del Dominio del Señor Demonio al Reino.

Por aquel entonces, los dos países estaban resolviendo cómo iban a anunciar la completa liberación del Dominio del Señor Demonio como resultado de una operación conjunta entre el Reino de Friedonia y el Imperio del Gran Tigre. Incluso con la calamidad superada, existía la sombra de una nueva batalla en el horizonte, pero el continente estaba en paz por el momento.

Un grupo de cinco amigos de sus días en la Academia Real se reunió por primera vez en mucho tiempo…

“Bien, Ichiha. Di ‘Ahh.’” “A-Ahh.”

Tomoe le ofreció una cucharada de pudín a Ichiha, que la comió con vacilación. Tomoe estaba radiante, e Ichiha no parecía importarle el gesto. Fueron Yuriga, Lucy y Velza los que parecían que iban a vomitar ante esta dulce muestra de afecto. Estaban en el salón de la familia de Lucy disfrutando de un té. Sus caminos se habían separado después de la graduación, por lo que había sido difícil volver a reunir a toda la pandilla desde entonces.

“Mira, Ichiha. Este eclair también está sabroso.”

“No, está claro que es demasiado grande para — ¡mmph!” Ichiha se llenó las mejillas de eclair.

“¡Eh, basta ya, ustedes dos!” gritó Yuriga, incapaz de aguantar más. “¡Hagan eso cuando estén solos! ¡Piensa en cómo me siento yo, teniendo que ver esas tonterías amorosas!”

“Aww. Pero estamos comprometidos, ¿sabes?” dijo Tomoe con una risita, ganándose las sonrisas irónicas de Lucy y Velza.

“Así que tú eres una de esas , Tomie. Te comportas con tanta dulzura como crees que puedes conseguir, ¿es eso? Debes haber tenido mucho estrés durante el tiempo que les llevó estar juntos, ¿no?”

“Fue un largo, largo noviazgo, después de todo. Ichiha, intenta aceptar todo su amor.”

“ Gulp … Ah, ja, ja… De acuerdo.”

Ichiha se tragó su eclair y luego asintió con una risa preocupada. Pero Yuriga no tenía nada de eso.

“¡Eso no significa que puedas hacer estas cosas en cualquier sitio! Ten en cuenta quién está mirando…”

“Oh, Ichiha. Tienes un poco de crema en la mejilla.” “¡Eh, escúchame!”

Tomoe puso las manos sobre la mesa y se inclinó hacia ella, sin prestar

atención a las quejas de Yuriga. Entonces, poniendo una mano en la mejilla opuesta, acercó su cara y…

“Mmm.” (¡Slurp!)

“¡¿Qué?!”

“¡¿Tomoe?!”

Sacó su pequeña lengua y lamió la crema de su mejilla. Lucy y Velza se sonrojaron.

“¡Vaya! Sí que eres atrevido, Tomie.”

“Creo que es encantador… Quizá lo pruebe yo misma con Hal.”

En cuanto a Yuriga, su cerebro pareció detenerse por un momento, luego volvió a la realidad y se enfadó de verdad.

“¡Te he dicho que consideres dónde estás! ¡Mira, tienes a Ichiha congelado!” “Je, je, ¿estás celosa, Yuriga?”

“¡Nadie ha dicho que lo esté!”

“Bueno, si estás celosa, ¿por qué no vas a coquetear con el Hermano Mayor?”

“…!”

Cuando Tomoe dijo eso, Yuriga se imaginó haciendo lo que acababa de presenciar con Souma, y su cara se puso roja de repente.

Tomoe sonrió. “Es tu marido , después de todo. ¿Por qué no dejar que te mime?”

“¡C-Cállate! ¡Eres una pequeña mocosa!”

“¿Pequeña? En realidad, ahora tengo la misma altura que tú.” “¡Cállate! ¡Cállate! ¡Cállate! ¡Me voy a casa!”

Yuriga se levantó de su asiento y se marchó indignado de vuelta al castillo. Ichiha suspiró al ver la sonrisa en la cara de Tomoe al verla marchar.

“Tomoe… ¿Ha sido intencionado?”

“Oye, si no hacía algo, nunca iban a avanzar.” Tomoe se encogió de hombros, sin intentar negarlo. “Es un matrimonio político, y Yuriga está en una posición delicada. Tanto ella como mi Hermano Mayor tienden a contenerse demasiado. Están casados, así que ¿no crees que tener una relación así es un poco… triste? Se supone que mi Hermano Mayor es la persona más cercana a ella, y debería poder dejar que la mime.”

“Oh, por estabas haciéndo encender la llama”, dijo Velza, sonando impresionada.

“Por eso te hicieron su chambelán, ¿eh? Siempre estás pensando en cómo ayudar a la realeza a llevarse bien.” Lucy estuvo de acuerdo.

Tomoe se rió para sí misma. “Bueno, la mitad fue porque quería demostrar lo enamorados que estamos Ichiha y yo.”

¡Qué diablilla!

Los tres se estremecieron ante el potencial oculto de Tomoe.

***

Aquella noche, estaba en la oficina de asuntos gubernamentales, trabajando en unos simples documentos que eran demasiado insignificantes como para molestarse en dejarlos para mañana, cuando llamaron tímidamente a la puerta.

“Pasa”, dije.

Entró Yuriga, que agachaba la cabeza y jugaba con las manos. “¿Qué pasa, Yuriga?”

“Nada… No es gran cosa, realmente no necesito nada, pero…”

Para no tener nada que hacer aquí, no tenía ninguna prisa por irse. Se quedó allí, moviéndose incómodamente. Me pareció extraño, pero cuando volví a mi papeleo…

“P-Perdónema.”

De repente, Yuriga subió a sentarse en mi regazo. Puede que Yuriga no fuera tan pequeña como Naden, pero seguía siendo pequeña, así que cabía perfectamente. Las alas que le salían de la espalda me rozaban los brazos y me hacían muchas cosquillas. ¿Eh? ¿Qué está pasando aquí?

“Um, todavía estoy tratando de hacer algo de trabajo.”

“¿Estoy en el camino…?” Preguntó Yuriga, girando la cabeza para mirarme con los ojos levantados. Era un poco bonito.

“No… Eres ligera, así que no es tan difícil trabajar a tu alrededor.”

“Muy bien… Deja que me quede así un rato, entonces. Eres mi marido, así que está bien, ¿no?”

“Uhh, de acuerdo. Claro.”

Era como un gatito, que te mordisquea cuando quiere algo. ¿Siente la necesidad de ser mimada hoy?

Seguí trabajando en mi escritorio con Yuriga en mi regazo durante un rato.