Genjitsushugi Yuusha No Oukoku Saikenki

Volumen 17

Capítulo 6: Investigación

Parte 1

Algunos días después, llamé a cierta persona a la oficina de asuntos gubernamentales…

Liscia y yo trabajamos juntos durante un rato hasta que llamaron a la puerta de forma vacilante.

“Disculpe”, llegó la voz de una mujer, que entonces entró. “¿Me ha llamado, Sir Souma?”

De pie al otro lado de mi escritorio, inclinando ligeramente la cabeza, estaba la hermana mayor de Ichiha, Sami Chima, que ahora era la

bibliotecaria de la biblioteca del castillo. Sin embargo, sus funciones como bibliotecaria eran algo que le había encomendado temporalmente para

aliviar el dolor de las heridas emocionales dejadas por las luchas políticas de la Unión de Naciones del Este. No era formalmente una de mis vasallas ni nada parecido.

Dejé la pluma y me volví hacia Liscia, diciendo: “Vamos a tomar un descanso. Pídele a Serina que prepare el té.”

“De acuerdo.”

“Sígame, Madame Sami, tomaremos asiento por aquí.”

Me dirigí a los sofás con Liscia y Sami. Un rato después, nuestras doncellas Serina y Carla llegaron con todo lo necesario para preparar el té. Les pedí que lo hicieran y, tras una pausa, me puse manos a la obra.

“Te llame aquí hoy porque tengo que pedirte un favor, Sami.” “¿Hm? ¿Un favor?”

Me miró sin comprender, inclinando la cabeza hacia un lado.

Asentí con la cabeza. “Se trata de algo que había discutido con Hakuya recientemente…”.

***

El otro día, le conté a Hakuya lo que había sucedido durante mi encuentro con Fuuga.

Ahora que está casado con Jeanne, es Hakuya Euphoria ahora, y también mi cuñado debido a mi propio matrimonio con María…

Mientras pensaba en eso, Hakuya frunció el ceño, diciendo: “Ha hecho otra petición problemática…”

“Sí. Pero probablemente sería más peligroso para nosotros si dejamos que Fuuga vaya solo al Dominio del Señor Demonio.”

“Después de todo, podría provocar una guerra total con los demonios.” Hakuya y yo ya estábamos en la misma página sobre los riesgos aquí.

“Por eso quiero reunir toda la información posible sobre los demonios de aquí al undécimo mes. Estoy pensando que desenterrar los registros de los oficiales que dirigieron las fuerzas unidas en el antiguo Gran Imperio del Caos sería perfecto para ello. Y el mejor posicionado para hacerlo es…”

“El Reino de la Euphoria, ¿sí? Estoy de acuerdo. Haré una sugerencia a

Madame Jeanne y haré que comience una investigación formal al respecto.”

“Gracias… Espera, ¿estás casado y sigues llamando a tu mujer Madame Jeanne?”

“Hacemos una distinción entre el ámbito público y el privado”, dijo Hakuya con despreocupación.

Podía ver que estaba disfrutando de la vida de recién casado en su tiempo “privado”. Me habría encantado oírlo todo, pero Hakuya debió percibir la burla que se avecinaba y abrió la boca primero.

“Para facilitar las cosas, tengo una petición para usted, mi señor.” “¿Hm? ¿De qué se trata?”

“Por mucho que nos encantaría investigar por usted, muchos de nuestro personal aquí en el Reino de Euphoria están ocupados con el traslado a los nuevos sistemas a raíz de la reorganización del país. En resumen, no tenemos suficiente gente que podamos asignar a la investigación.”

“Oh, sí. Lo entiendo.”

El Reino de Friedonia estaba en una situación similar, después de todo…

“Como tal, me gustaría que enviaran gente para encargarse de la investigación”, dijo Hayuka.

“Entiendo…”

Poder intercambiar personas y suministros de un lado a otro era una de las ventajas de que el Reino de Friedonia y el Reino de Euphoria pasaran a operar como una sola nación. Enviar a Excel allí para dirigir su flota era parte de esto.

“Entonces, ¿a quién quieres?” Pregunté.

“A Sir Ichiha, dado que es un experto en monstruos… es lo que me gustaría decir, pero dudo que sea posible.”

“Tienes toda la razón en que no lo es. Sería demasiado para este país perder tanto a su primer ministro como a su suplente.”

“Entonces, por favor, danos a la hermana mayor del Sir Ichiha, Madame Sami.”

“¿Sami? ¿Sami Chima?” Pregunté, sólo para asegurarme de que tenía a la persona correcta. Hakuya asintió.

“Sí. La ayudé a organizar la biblioteca antes, así que la recuerdo. Tiene un alto grado de habilidad cuando se trata de organizar y clasificar materiales.

Seguramente proviene de su interés académico por la ciencia y las matemáticas. Hay quien puede pensar que un bibliotecario tiene que estar formado en literatura, pero para clasificar y organizar hay que tener habilidades en ciencias y matemáticas.”

“Ooh… Eso tiene sentido.”

Yo me había especializado en literatura e historia, pero no se me había dado muy bien utilizar programas informáticos para clasificar la información.

Había oído que la arqueología — donde habían sistematizado formas de clasificar las innumerables fichas, fragmentos de cerámica y gres que trataban — estaba mucho más cerca de ser una ciencia que la gente que estudiaba documentos históricos.

“No creo que pueda haber una persona mejor para ayudarnos en esta investigación.”

Como Hakuya lo dijo de forma tan definitiva, estaba convencido de que tenía razón.

***

“Así que, ahí lo tienes. ¿Crees que podrías ayudarnos?”

Le expliqué a Sami lo que había sucedido hasta entonces y le pedí su ayuda. Aunque no fuera mi vasalla, tenía su custodia, lo que significaba que podía obligarla a hacerlo, pero no quería ser tan pesado cuando aún se estaba recuperando emocionalmente.

Liscia, que estaba a mi lado, añadió: “Obviamente, puedes negarte si no quieres hacerlo. Si tener a Ichiha cerca te ayuda a sentirte en paz, podemos entender que no quieras ir a otro país.”

“No… Está bien”, dijo Sami antes de asentir en silencio. “Ya tiene una prometida. No me gustaría que se sintiera demasiado limitada por su cuñada.”

“No digas eso”, respondió Liscia. “A Tomoe e Ichiha no les molestas en absoluto.”

Sami negó con la cabeza. “Pero a mí me molesta. Creo que… es hora de que me enfrente al futuro.”

“Madame Sami…”

“Así que me encargaré de esta tarea”, dijo Sami, mirándome directamente a los ojos.

Era como si dijera que había terminado de agachar la cabeza y dejar que el pasado la atara.

“¿Te parece bien?” Pregunté.

“Sí. A mí también me interesa la gran biblioteca del castillo de Valois.” “Ah, ja, ja. Suenas como Hakuya.”

Tal vez la gran biblioteca del castillo de Valois era la tierra santa de los bibliófilos. Si a Sami le gustaba la gran biblioteca de allí, tal vez se instalaría en Valois incluso después de terminar su tarea allí. Ella no estaba oficialmente vinculada a nuestro país, así que… si ocurría, no estaba en posición de quejarme. Tendría que alegrarme que hubiera encontrado algo nuevo por lo que vivir.

“Bien entonces, Madame Sami. Cuento con usted para reunir información sobre el Dominio del Señor Demonio… Intenta no distraerte tanto con la gran biblioteca que descuides la investigación, ¿de acuerdo?”

“Sí. Tendré cuidado de no hacerlo.”

Intercambié un firme apretón de manos con Sami.