Genjitsushugi Yuusha No Oukoku Saikenki

Volumen 17

Capítulo 5: Invitación al Norte

Parte 2

Una noche, mientras disfrutaba de una taza de café del Reino de los Espíritus en la habitación de Yuriga después de terminar el trabajo, abordó el tema.

“Mi hermano solicita una reunión de transmisión contigo, Souma.”

Aunque estábamos casados, en vista de la posición de Yuriga, estábamos posponiendo las relaciones maritales nocturnas hasta más tarde. Dicho esto, sería incómodo mantenerla a distancia. La gente empezaría a entrometerse en ello, así que por consejo de Liscia y de nuestra nueva chambelán Tomoe, yo pasaba tiempo con Yuriga por la noche una vez a la semana.

Aunque, aunque fuera de noche, lo único que hacíamos era tomar té o café, y quizá un poco de alcohol, mientras charlábamos. Era una valiosa oportunidad para conocer su opinión sobre la persona de la que este país debía cuidarse más, Fuuga.

Además, últimamente era difícil encontrar tiempo para hablar así, por lo que me resultaba tan relajante como mis fiestas del té con Juno, que

seguíamos haciendo de vez en cuando.

“Presiento que se avecinan más problemas…” Dije, con una evidente mirada de disgusto.

“Seguro que sí”, respondió Yuriga encogiéndose de hombros, “mi hermano no se pondría en contacto con nosotros si no tuviera algo molesto en lo que obligarte.”

“Eso es sorprendentemente duro.”

“Porque esa es la verdad del asunto… Quiero decir, porque esa es la verdad.”

Yuriga se corrigió. Desde que se convirtió en mi esposa, se ha esforzado por hablar de forma más informal. No quería ser súper formal y que la gente la tratara siempre como una princesa extranjera. Por eso intentaba ser franca

con nosotros, excepto en los actos públicos, donde había que tener en cuenta la jerarquía… Sin embargo, todavía se estaba acostumbrando.

Me habría sentido mal por ella si le hubiera llamado la atención, así que seguí adelante.

“Fuuga destruyó a Zem y se apoderó del Estado Papal Ortodoxo. Lo que significa que… si quiere hablar de algo, es probable que sea del Dominio del Señor Demonio, ¿no?”

“A menos que declare la guerra a este país, estoy seguro de que será eso”, dijo Yuriga, sin dudarlo.

La Alianza Marítima era la única fuerza que quedaba que podía oponerse al Imperio del Gran Tigre de Fuuga ahora; lo que me convertía en el único gobernante que podía enfrentarse a él. Eso significaba que todos en el

continente me veían como la persona con la que Fuuga tendría que luchar finalmente. Había oído que ya había borrachos discutiendo sobre cuál de los dos ganaría. Es bueno que se diviertan, porque yo definitivamente no estaba disfrutando esto…

Ahora que el Imperio del Gran Tigre estaba unido con una sola voluntad, si Fuuga atacaba ahora a nuestra facción, sería difícil hacerle retroceder desplegando tropas de toda la Alianza Marítima como cuando habíamos

salvado al Gran Imperio del Caos. Sin duda, eso aplastaría su moral, pero si pudiera obligar al Reino de Friedonia a someterse, probablemente podría recuperar el territorio que perdiera en otros lugares…

Suspiré entre sorbos de café.

“Bueno, Fuuga querrá ocuparse de la amenaza en su retaguardia antes de iniciar una guerra total con nosotros. Es un tipo bastante precavido, todo sea dicho.”

“Eso es cierto. Si va a haber una pelea, querrá ser capaz de lanzar todo lo que tiene contra ti.”

“Qué molestia. En serio.” “Eh, lo siento…”

“No es tu culpa, Yuriga”, dije, poniendo una mano sobre sus hombros abatidos.

Entonces, al día siguiente, tuve mi reunión de emisión con Fuuga.

“Así que, ahí lo tienes, cuñado. Quiero la cooperación de la Alianza

Marítima para liberar completamente el Dominio del Señor Demonio.” “No puedes decir simplemente ‘ahí lo tienes.’”

Durante la reunión que mantuvimos a través de la transmisión, Fuuga

solicitó que la Alianza Marítima participara en una operación para liberar completamente el Dominio del Señor Demonio.

Me pellizqué las sienes, sintiendo un inminente dolor de cabeza, y dije: “En su apogeo, el Imperio sufrió una gran derrota contra el Dominio del Señor Demonio, a pesar de liderar una fuerza unida de las naciones de la humanidad. Podríamos enfrentarnos a una situación inesperada. Además, su Imperio del Gran Tigre acaba de poner a Zem y al Estado Papal Ortodoxo bajo su control. Si se tropieza aquí, será un golpe fatal para tu país.”

“Yo también lo creo, hermano”, dijo Yuriga, que estaba a mi lado, mostrando una postura contraria a la de su hermano. “Es evidente desde fuera del país. La única razón por la que el Imperio del Gran Tigre funciona como imperio es gracias a ti y al prestigio que tienes. Si fracasaras en tomar el Dominio del Señor Demonio, y eso dañara tu prestigio, el Imperio del

Gran Tigre se desmoronaría.” “¿Es esa tu opinión, Yuriga?”

“Sí. Souma no me obliga a decir esto; es lo que yo mismo pienso.”

“Has aprendido a hablar por ti misma, ¿eh? Supongo que tener un compañero marca la diferencia.”

Fuuga sonrió, complacido de ver el crecimiento de Yuriga después de haber discutido audazmente contra él.

“¡Hermano!” Yuriga continuó, quizás sintiendo que no la estaba tomando en serio, pero Fuuga levantó una mano para detenerla.

“Entiendo lo que queréis decir. Pero ese prestigio no es algo que pueda mantener durante mucho tiempo. Ahora mismo, el mundo está equilibrado entre mi país y tu facción. Estamos en una situación en la que podría tener un reinado estable, estoy seguro. Pero la paz hace que los sueños y las

ambiciones de la gente se pudran. Si no actuamos mientras la humanidad es capaz de unirse contra el Dominio del Señor del Demonio, estaremos perdiendo la oportunidad. Sólo podemos enfrentarnos al Dominio del Señor Demonio ahora , mientras la humanidad anhela liberarse de su amenaza.”

Podía entender su punto de vista. Estaba de acuerdo en que, si íbamos a enfrentarnos al Dominio del Señor Demonio, ahora era el único momento para hacerlo. Pero los riesgos de fracaso eran tan altos… Cuando un gobernante consideraba que su país podía perder la estabilidad en la batalla o de otra manera — estabilidad por la que tanta gente había trabajado — normalmente dudaba más. De acuerdo, tal vez ser capaz de dejar de lado

ese tipo de normalidad era uno de los requisitos para convertirse en un gran hombre.

“Nos dirigiremos al punto más septentrional del continente por tierra.

Quiero que tu Alianza Marítima utilice las flotas de las que estás tan orgulloso para dirigirse allí directamente y organizar un desembarco. Los atraparemos en una pinza desde el norte y el sur.”

“No sabemos cuán profundo es el dominio del Señor Demonios.”

“Eso es parte de la razón por la que estamos enviando gente. No podemos quedarnos de brazos cruzados para siempre porque no lo sabemos.”

“Hay rumores de un señor demonio o un dios demonio también.”

“Sólo rumores. Pero si hay uno, me gustaría tener una oportunidad con él.” Fuuga respondió con una sonrisa.

Había una inocencia viciosa en la sonrisa de Fuuga. El hombre es

ciertamente… puro, supongo . Puro en su idiotez. Puro en su grandeza. Puro en su humanidad.

“Obviamente, aunque te niegues, intentaremos liberar el Dominio del Señor Demonio con nuestro propio poder.”

Urgh… Ese sería el peor resultado . La razón por la que la fuerza unida del Imperio había fracasado se debía a que habían comenzado una guerra sin saber mucho sobre los demonios. Habían enviado una fuerza que pensaba que estaban allí para matar monstruos, como si estuvieran sacrificando animales peligrosos. Las fuerzas no distinguían entre lo que era un monstruo o un demonio, y acabaron en guerra con los demonios. Gracias a la habilidad de Tomoe y a su experiencia pasada, sabíamos que era posible comunicarse con los demonios.

Si dejaba el manejo del Dominio del Señor Demonio enteramente en manos de Fuuga, atacaría incluso a los demonios con los que pudiéramos negociar, y cuando se defendieran, podría repetirse lo de la última vez. Si Fuuga perdiera, su país se dividiría o caería en pedazos, dejando que los países que no pudieran manejar los ataques de los monstruos perecieran. Eso crearía nuevos refugiados, presionando a los países del sur. Volveríamos a estar en la misma situación que el primer año después de ser convocado.

Si iba a detenerlo, no podía dejar las cosas totalmente en manos de Fuuga. “¿Cuándo… piensas enviar tropas?”

“¡¿Lord Souma?!” Yuriga gritó conmocionado.

Tenía una expresión en la cara como si hubiera mordido algo desagradable. Sin embargo, a Fuuga no le importó eso.

Me dijo: “El plan es empezar en el undécimo mes de este año. El Dominio del Señor Demonio es una región desértica en el extremo norte. Si no queremos que nuestros hombres perezcan en el calor, será mejor que lo hagamos después del otoño. Las noches serán frías, pero no inmanejables.”

No iba a ocurrir inmediatamente, teníamos más de medio año de plazo.

“Entonces no hagas nada imprudente hasta entonces. Quiero reunir información sobre el Dominio del Señor Demonios también. Sería una locura comenzar una guerra sin un plan. Puede que haya registros de batallas pasadas en el Castillo Valois del Reino de Euphoria.”

“Hmm… Tienes razón. Tal vez ordene una búsqueda a través de los antiguos territorios imperiales en mi reino también.”

“Escucha. Evita cualquier acción precipitada hasta el día en que enviemos nuestras tropas, Fuuga.”

“Bien… Me alegro de trabajar contigo.”

La transmisión se cortó. Me llevé una mano a la frente mientras miraba al techo.

“¡Oh, Dios!”

“Souma…” Yuriga me tiró de la manga de la camisa, con un tono compasivo, pero también manso porque se sentía culpable por las exigencias egoístas de su hermano.

Le di una palmadita en el hombro, tratando de ser tranquilizador, y luego me di una palmada en las mejillas para ponerme en marcha.

“No hay tiempo. Tengo que hacer lo que pueda. También necesitaré la

ayuda de los demás países de la Alianza Marítima. En particular, necesitaré que Hakuya investigue lo sucedido en el momento en que las fuerzas unidas de la humanidad perdieron ante el Dominio del Señor Demonio… No tenemos tiempo que perder, Yuriga.”

“¡Está bien!”

Yuriga y yo salimos de la habitación de la joya, con nuestra determinación reafirmada.