Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 13

Capítulo 96: El concurso.

Parte 3

“¿Qué? Entonces por eso decidieron hacerlo…”. Después de escuchar una explicación de Reina y Marcela, Mile finalmente se calmó. “Pero que yo tenga que elegir basándome sólo en quiénes son más fuertes…”, dijo, con un poco de pena.

Marcela sonrió. “Sé que será difícil. Te conozco así de

bien, Adele”.

“¡P-Por supuesto que yo también conozco eso de ella!”, agregó rápido Reina, alarmas sonando en su cabeza cuando vio la sonrisa que Mile le dirigió a Marcela.

Por supuesto, realmente era Wonder Trio quien entendía mejor a Mile.

Ella había conocido a Trio por un año y dos meses. Tenían habitaciones individuales en los dormitorios, así que no dormían juntas. Por otro lado, ella llevaba conociendo a Pacto Carmesí desde el inicio de la Escuela de Preparación, casi dos años. Pasaban todo el tiempo juntas, tanto en sus dormitorios en la escuela como en las posadas en las que se quedaban… sin embargo, de alguna manera sentían que las otras eran más cercanas a Mile.

Pero entonces…

“Um, Miss Marcela, si no te importa, llámame ‘Mile’ y

no ‘Adele’…”.

“¿Eh…?”. Las miembros de Trio se desconcertaron de inmediato por esta solicitud. De hecho, en lo que a ellas respectaba, Adele era Adele. Entonces, la llamaban no por ese seudónimo que ella había asumido, sino por su verdadero nombre, aquel que conocían y al que estaban acostumbradas. Esto era una señal, un símbolo de sus antiguos lazos y una prueba de que eran diferentes a Pacto Carmesí. Y ahora, se les negaba el uso de ese nombre. Fue un gran shock para ellas.

“He abandonado ese nombre y ahora me llamo ‘Mile’. Así que, por favor, guarden ese nombre para cuando seamos solo las cuatro, cuando no haya nadie más cerca”.

“Ah…”.

En efecto, Adele, o más bien, Mile, estaba actualmente huyendo de su país de origen. Su padre y madrastra, quienes podrían haber tenido planes para su vida, ya habían sido ejecutados. Esto significaba que ya no había ninguna razón para que ella siguiera huyendo por miedo, pero aun así, deseaba continuar su vida como cazadora, y sabiendo que la familia real tenía sus ojos puestos en ella, seguir en el anonimato seguía siendo una prioridad. Si la encontraban fácilmente, la presionarían para que cumpliera con sus deberes como la vizcondesa Ascham, un deber no solo hacia la gente de sus tierras como su señora feudal, sino también hacia su país como noble. Ir diciendo su nombre real frente a otros no era algo válido si lo que quería era seguir siendo anónima.

En realidad, era poco probable que las noticias sobre los escándalos de una familia noble llegaran hasta otro país, y aún menos probable que enviaran soldados o espías para operar abiertamente en otro país solo para rastrearla. Del mismo modo, resultaba impensable que la corona estuviera dispuesta a difundir el hecho de que habían sido lo suficientemente débiles como para dejar que “la noble que sirve como avatar de la Diosa” se les escapara de las manos, o incluso el hecho de que ella existiera. Todo esto hacía muy poco probable que noticias sobre Adele se hubieran difundido hasta este punto.

Probablemente había bastante información flotando pero, aun así, no sería suficiente para que alguien pudiera rastrear a Mile hasta la hija noble llamada Adele. Incluso en la academia, se había presentado como nada más que una plebeya.

En cualquier caso, no sería gran cosa que alguien en otro país escuchara el nombre de Adele algunas veces. Incluso si las noticias del escándalo de su familia hubieran cruzado la frontera, los únicos nombres que alguien conocería serían los de la propia familia Ascham y tal vez el de su padre. El nombre de su hija seguramente se perdería en la transmisión de los chismes. Por lo tanto, incluso si a Mile se le llamara por el nombre de Adele, no habría nadie que pudiera unir las piezas.

Además, no era en absoluto inusual entre los cazadores que alguien dejara atrás su pasado y comenzara una nueva vida con una nueva identidad. Estas personas simplemente considerarían que es un nuevo nombre, no un seudónimo.

Si alguien comenzara a indagar en el pasado de un cazador, no sería sorprendente ver que al día siguiente apareciera su cadáver en una cuneta. Al igual que en el caso de un ladrón que encuentra un fin prematuro a manos de un vengador del mercader que habían asesinado, nadie consideraría tal acto como un crimen, incluidos los agentes de la ley.

Esto era algo entendido tácitamente por todos los cazadores, un conocimiento común que incluso las personas no relacionadas con la caza conocían y respetaban. Era literalmente una cuestión de vida o muerte, por lo que incluso los niños pequeños eran conscientes de ello, desde huérfanos hasta jóvenes nobles.

Sin embargo, Mile sabía que siempre hay excepciones a la regla, deslices involuntarios e infelices accidentes. Había comerciantes en esta ciudad que podrían dirigirse a Brandel y cazadores que podrían encargarse de protegerlos. Era normal que Mile deseara evitar correr cualquier peligro innecesario.

Aun así, las miembros de Wonder Trio estaban abatidas, con la cabeza baja. No solo se sentían culpables por haber pronunciado el nombre de Adele tantas veces delante de otras personas, también sentían una pérdida al saber que ya no podrían referirse a su antigua amiga con ese nombre en público.

Solo cuando estuvieran solas podrían llamarla Adele como solían hacerlo. Escuchar esto fue demasiado impactante  para  Trio.  Era  como  si  acabaran  de descubrir que el animal al que consideraban su mascota en realidad pertenecía a otro dueño y solo utilizaba su casa como residencia secundaria, cuando su verdadero dueño estaba fuera o necesitaba un cambio de escenario, aunque no es que pensaran en Mile como una mascota ni nada por el estilo…

Viendo lo abatidas que estaban, incluso Pacto Carmesí se abstuvo de frotar su decepción en sus caras.

Observando a Trio en silencio, Mavis, que era particularmente sensible a los momentos incómodos, cambió frenéticamente de tema.

“O-Oigan, ¿qué les parece tomar un baño antes de la cena? ¡Es raro encontrar un baño de verdad en una posada como esta!”.

Trio asintió sin decir una palabra. Por supuesto, estaban contentas de que hubiera un baño, pero no estaban de humor para expresar alegría por algo así.

“¡Mile, muéstrales el camino!”.

Ni siquiera Reina era completamente desalmada, al parecer. Por consideración hacia el desconsolado Wonder Trio, instó a Mile a que las acompañara.

“S-Sí, ¡por supuesto!”.

Y así, Wonder Trio se dirigió al baño junto con Mile.

“Pero que quede claro, no la vamos a entregar…”, dijo Reina suavemente, una vez que las demás se habían ido.

“Bueno, no podemos ser nosotras quienes decidan eso”, dijo Mavis. Ahora que había tenido tiempo para aclarar sus ideas, ella podía tener una visión mucho más justa que en el calor del momento. Como siempre, ella era la conciencia de Pacto Carmesí, la más sensata de las cuatro.

Reina y Pauline parecían infelices con sus palabras. Ellas lo entendían, pero ni Reina, que soñaba con ser de rango A, ni Pauline, que apuntaba a ganar la mayor cantidad de dinero posible, deseaban separarse de Mile. Por supuesto, este asunto no solo se trataba de evaluar los beneficios de tenerla cerca, sino también de considerar los dos años que habían pasado aprendiendo juntas, luchando juntas y apoyándose mutuamente.

Para Mile, Pacto Carmesí era el segundo grupo de amigas queridas que había hecho, pero si le pedias a las otras miembros de Pacto que hablaran sinceramente, podrían admitir que esta era la primera vez que Reina, quien había viajado solo con su padre desde que podía recordar; y Mavis, la joven mimada y protegida de una familia noble; y Pauline, criada como hija de un comerciante mediocre, habían tenido una amiga cercana, una querida amiga y aliada. Habían pasado medio año juntas en esos dormitorios. Luego, habían pasado otro año y medio en la carretera juntas, acampando y hospedándose en posadas.

Aunque Wonder Trio no había pasado tanto tiempo con ella como Pacto Carmesí, sentían una inversión igual en Mile y su relación.

Al igual que Mile no deseaba separarse ni de Wonder Trio ni de Pacto Carmesí, ellas no tenían ningún deseo de separarse de ella.

Cada una tenía sus propios deseos. Marcela y Wonder Trio.

Mile. Pacto Carmesí.

Pero las cosas que todas deseaban y los caminos que tomarían hacia su propia “verdadera felicidad” no necesariamente eran los mismos.

Todas encontrarían desgracias en los caminos que deseaban seguir. Pero también podrían encontrar fortunas inesperadas y verdadera felicidad incluso al tropezar en caminos que iban en contra de su voluntad. Nadie podía interferir en la vida de los demás u obligarlos a hacer algo que realmente no quisieran hacer. Nadie desearía asumir la responsabilidad de algo así. Sin embargo, si el camino que uno intentaba seguir—que esperaba seguir—entraba en oposición directa con el de otro… ¿era realmente aceptable cortar el camino de otro solo para continuar el propio?

***

“¡Y aquí están los baños!”.

“¡Guau!”, Las voces de Wonder Trio resonaron en admiración.

La última vez que habían pasado por la ciudad solo había sido por unos pocos días, durante los cuales se habían detenido en varias posadas en busca de Mile, y parecía que no habían tenido la oportunidad de quedarse en esta.

“Y aquí está el vestuario… ¡Oh!”. Mientras Mile les mostraba a las chicas el lugar, de repente pareció darse cuenta de algo. “Hmm… probablemente debería enseñarles a todas un poco de magia de limpieza…”.

“¿Magia de limpieza? ¿Qué es eso?”.

“Um, es magia para la higiene personal. Puedes limpiar tu ropa y tu cuerpo. Con ella, nunca tienes que lavarte, o bañarte, o… ¡Ah!”.

Las tres la miraron en un tenso silencio. Luego…

“¡¿¡¿¡¿Por qué no nos enseñaste eso anteesssssss?!?!?!” “¡Wah! ¡¡¡Lo s-siento!!!”.

No importaba cuán cercana fuera su amistad, cuánto confiaran la una en la otra, algunas cosas en este mundo eran imperdonables. Al convertirse en cazadoras, habían tomado la decisión de abandonar su dignidad y vergüenza femenina, pero ahora descubrían que todo esto podría haber sido innecesario… Si tan solo Mile no hubiera olvidado enseñarles este hechizo crucial.

“¡Miss  Monika!  ¡Miss  Aureana!  ¡Comiencen  el tormento de cosquillas!” “¡Sí, señora!”.

¡Ka-chnk! ¡Ka-chnk!

El dúo agarró los brazos de Mile y la sujetó por los hombros. De repente, un recuerdo surgió desde lo más profundo de la mente de Mile. Un recuerdo de cierto juego infernal de penalización…

“P-P-Paren… ¡¡¡Noooooo!!!”

“Hrff, hrff, hrff…”.

Las cuatro estaban agotadas, sin aliento y sudorosas.

“Bueno, supongo que es bueno que estuviéramos a punto de irnos a bañar”, dijo Marcela. De hecho, habría sido un grave error llevar a cabo el castigo de Mile después de un baño, la hora del ataque había sido afortunada.

Sin embargo, Mile no estaba muy contenta. “¡¡¡Exclamó

la agresora!!!”.

Una vez que se recompuso, Mile les explicó a las tres cómo realizar sus hechizos de limpieza especiales. Su magia permitía limpiar el cuerpo y la ropa, pero había algunas distinciones sutiles.

En lo que respecta al cuerpo, había una línea delgada entre lo que se debe y no se debe eliminar. Si se usaba magia para disolver “todo lo que no es parte del cuerpo”, existía la posibilidad de eliminar incluso los microorganismos beneficiosos que se adhieren a la piel, así como los aceites, las membranas sebáceas, la queratina y otros agentes que protegen el cuerpo.

Por supuesto, cuando uno tiene prisa o está justo de tiempo, existe la opción de saltarse este delicado equilibrio y simplemente utilizar la magia de lavado para generar burbujas y frotar la ropa y el cuerpo, limpiándolo todo con agua y secándolo…

Tres años antes, Mile les había enseñado a las chicas los secretos de su magia, y durante el año y dos meses siguientes, habían estudiado y perfeccionado estas técnicas junto a ella. Desde entonces, habían practicado aún más por su cuenta, por lo que una simple explicación de Mile fue suficiente para que dominaran ambas técnicas.

“R-Realmente es así de fácil…”.

“T-Todas esas dificultades a lo largo del camino…”. “ ”.

Mile se encogió instintivamente cuando una vez más la miraron con enojo.

“L-Lo siento. ”.

Finalmente, se bañaron. No importaba cuán bien pudieran limpiarse con magia, bañarse era una experiencia completamente diferente. Verter agua tibia sobre sus cabezas y sumergirse en una bañera.  En

efecto, eliminar la suciedad del cuerpo no era la única razón para tomar un baño. También era para relajarse, para curarse, para calentar el cuerpo y el alma. Incluso cuando se trataba de limpiar el cuerpo, nada era mejor que un baño para eliminar la piel muerta y la suciedad de los poros. Tenía un efecto muy diferente a simplemente limpiar con agua o magia, o frotarse con una palangana de agua y una toalla.

“Uf, esto se siente increíble. ”.

Aunque ya se habían limpiado con magia como práctica, por costumbre se mojaron adecuadamente antes de sumergirse en la bañera.

Si bien enjuagarse antes de entrar a la bañera era algo que hacían por costumbre, en realidad también tenía el importante efecto secundario de acostumbrar el cuerpo al calor e intensidad del baño. Era una defensa importante contra sufrir un derrame cerebral o un ataque al corazón al entrar. No importaba cuán jóvenes fueran, era mejor no someter al cuerpo a una tensión innecesaria.

Como Pacto Carmesí estaba actualmente en la ciudad, se había quitado el separador y el baño completo estaba abierto, por lo que las cuatro tenían mucho espacio para relajarse. La última vez que las cuatro se habían bañado juntas fue en las grandes termas públicas de la Academia.

En efecto, habían pasado dos años, al menos para Mile.

De repente, se encontró siendo objeto de varias miradas intensas.

“ ”.

Rápidamente, las otras tres apartaron la mirada de Mile.

“¡¿Qué fue eso?! ¡¿¡¿Por qué esas miradas de lástima?!?!”.

Mile estaba enfurecida, y con razón.

El crecimiento que las otras tres habían experimentado en los últimos dos años era evidente… especialmente en el área del busto. Y en cuanto a Mile…

“…” “……”

“ ”

“¡¡¡Gaaaaah!!!”.

Los gritos de Mile resonaron por todo el baño.

***

“¿Por qué eres la única que salió tan desaliñada?”, Reina preguntó sospechosamente, viendo el comportamiento de Mile cuando las cuatro finalmente regresaron de los baños.

“Reina, bañémonos juntas”.

“¿Eh? Pero acaso no te acabas de bañar con esas chicas. ”.

Miró el rostro de Mile y luego los rostros de Trio, siguiendo sus miradas…

“U-Ustedes, no me digan que. ”.

De repente, ella lo supo todo.

“¡¿¡¿¡¿Solo estás buscando que te haga sentir mejor contigo misma?!?!?! ¡Ni lo sueñes! ¡!¡Soy más grande que tú!!!”.

De repente, estalló una feroz batalla. Trio lucía alarmado, pero Mavis y Pauline, acostumbradas a ello a estas alturas, no parecían inmutarse.

Luego, Mavis dijo suavemente: “Las rivalidades solo surgen entre oponentes del mismo nivel…”.

Era un poco de sabiduría que aparecía con frecuencia en los escritos de Miami Satodele.