Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 13

Capítulo 100: Reflexión Y Una Nueva Solicitud.

Parte 1

“¿Podrías sacar una de esas bolsas de arena?”, preguntó Reina a Mile una mañana después del desayuno, mientras el grupo se preparaba para dirigirse al salón del gremio para revisar las publicaciones del día.

“¿Eh?”, preguntó Mile, confundida. ¿Qué necesitaría Reina hacer con una bolsa de arena aquí, en medio de la posada, justo después de levantarse por la mañana? Mavis y Pauline también tenían signos de interrogación sobre sus cabezas.

La confusión de Mile era una cosa, pero Reina parecía irritada al recibir esta respuesta de Mavis y Pauline.

“Ustedes dos…”, dijo, volviéndose hacia ambas, frunciendo el ceño, “si siguen pensando que tendremos acceso a la magia de almacenamiento de Mile para siempre y por siempre, morirán”.

“¿Qué…?”.

Mavis y Pauline parecían sorprendidas por la afirmación de Reina.

Hablaba con calma, sin su habitual enojo. En cambio, su expresión era de verdadera exasperación y un toque de dolor, y sus palabras fueron pronunciadas y suspiradas en partes iguales. No solo era lo que acababa de decir, sino también cómo lo había dicho, de una manera tan diferente a su yo habitual.

Hasta ahora, Mavis y Pauline habían pensado que era natural que, si Mile estaba con ellas, harían uso de su magia de almacenamiento. Por supuesto, habían experimentado algunas dificultades al cazar sin ella cuando Mile estaba en su excursión de caza de hadas, pero eso no era más que lo que se podría llamar una inconveniencia placentera, algo a lo que un grupo de niños de la ciudad de hoy en día se enfrentaría en un viaje de campamento. Fue suficiente para que pensaran: “Vaya, eso fue difícil”, sin obligarlos a enfrentarse a ninguna privación o peligro real. Incluso en esta última excursión, aunque Mile no había usado su magia de almacenamiento para ellas, todavía estaba a su lado, lo que lo hacía más como una batalla con desventaja o un juego, nada que Reina considerara realmente arriesgado.

Reina había pasado años como una cazadora normal junto a Crimson Lightning y había enfrentado las dificultades de ser una cazadora solitaria después de eso. En cambio, Mavis y Pauline habían estado con Mile desde el comienzo de sus carreras de caza y no conocían otro estilo de vida. Durante todo el tiempo que habían sido cazadoras, la poderosa y conveniente Mile había estado justo a su lado.

Solo Reina y Mile misma parecían darse cuenta de que planificar un futuro en el que esto siempre fuera así era como construir un rascacielos sobre un lecho de arena…

“Mile, ve tú primero”.

“¿Eh? E-Está bien, claro que sí”.

Sintiendo que algo estaba pasando con Reina, Mile bajó apresuradamente al primer piso…

***

“Disculpa por hacerte esperar”.

Después de mucho tiempo, Reina y las demás finalmente bajaron las escaleras. Mavis y Pauline parecían algo desanimadas.

“Mile, dame una cantimplora y bolsas de arena”, dijo

Mavis.

“Yo también, por favor…”, añadió Pauline.

“¿Eh? Ah, claro, enseguida”.

Siguiendo las instrucciones, Mile rápidamente sacó algunas cantimploras, bolsas de arena y mochilas de su almacenamiento. Para Pauline, sacó una mochila, y para Mavis, una bandolera que se podría soltar fácilmente en caso de un ataque sorpresa. Cargó cada una con el peso deseado y guardó el resto en el almacenamiento.

Al llevar bolsas de arena en lugar de su equipaje real, podían protegerse contra la pérdida de suministros. Llevar lo real en sus mochilas podría hacer que se les secara el agua o se les estropearan los alimentos, y si sucedía algo y tenían que abandonar sus mochilas, perderían por completo sus provisiones. Las bolsas de arena habían sido hechas a mano por Mile, así que, aunque había que considerar el costo de los materiales y el trabajo de Mile, aún tenían mucho menos valor que cualquier otra cosa que pudieran llevar. Después de todo, solo eran bolsas de arena.

Reina parecía contenta con este nuevo giro de los acontecimientos. De alguna manera, Mile pudo imaginar qué tipo de conversación habían tenido las tres sin que ella lo supiera. Por lo tanto, no se sentía excluida por sus compañeras y no necesitaba preguntarles de qué habían hablado.

Dejaría este asunto en manos de Reina. Reina había pasado por suficientes dificultades como para poder dirigirlas en esta situación. Mile no se consideraba lo suficientemente conocedora como para guiarlas. Esto era algo que ella, en particular, no podía entender realmente…