Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 13

Capítulo 100: Reflexión Y Una Nueva Solicitud.

Parte 2

“Estamos súper retrasadas…”, murmuró Reina mientras revisaban el tablero de misiones en el salón del gremio. Efectivamente, todas las mejores misiones ya habían sido tomadas por otros cazadores. Tenía sentido, considerando el tiempo que habían pasado en las discusiones de la mañana.

“ ”.

En circunstancias normales, Pauline habría reaccionado a los comentarios de Reina con una pregunta como: “¡¿Y de quién es la culpa?!”, molesta por la idea de perder posibles ganancias. Sin embargo, hoy simplemente se quedó en silencio, al igual que Mavis.

“No podemos hacer mucho al respecto ahora. Hagamos algunas misiones diarias o de recolección hoy…”, propuso Mile, justo cuando una voz familiar las llamó desde la ventana principal de recepción de misiones.

“Oh, Pacto Carmesí, ¿pueden venir aquí un momento?”.

Las cuatro se acercaron al mostrador de recepción, donde la empleada susurró suavemente, con expresión seria: “Tienen una solicitud directa. Por favor, vayan a ver al maestro del gremio”.

“ ”.

Las cuatro se miraron entre sí y luego asintieron.

Esta no era ni mucho menos la primera vez que recibían tal mensaje, de hecho, habían aceptado y rechazado solicitudes directas en el pasado. Incluso su reciente incursión en el Imperio, aunque se presentó como una “misión especial”, aún era efectivamente una solicitud directa de la princesa. Entonces, ¿por qué todos tenían expresiones tan serias en sus rostros?

Una solicitud directa solo significaba que se había ofrecido una misión directamente a cierto grupo, la designación no tenía nada que ver con el contenido de la misión ni con el nivel de dificultad. A veces, los ricos emitían solicitudes frívolas a los grupos más famosos, solo por el prestigio que conllevaba decir que ese grupo había aceptado su solicitud, y otras veces, los comerciantes emitían misiones directamente a los grupos con los que tenían buenas relaciones, si sabían que necesitaban dinero. Por lo tanto, una solicitud directa no significaba mucho en sí misma. Así como había solicitudes directas para misiones particularmente difíciles, también las había para misiones que no eran más que un juego. Aunque era raro que alguien se tomara la molestia de emitir una solicitud de ese tipo para algo como matar goblins o recolectar hierbas…

Además, estaba el hecho de que normalmente una solicitud directa se aceptaba en el mostrador de recepción o al menos se procesaba en una de las salas de reuniones o cabinas separadas. Normalmente, no era algo para ir a ver al maestro del gremio.

“Me pregunto si hay algo extraño en esta misión”, se

preocupó Pauline.

“Si es algo estúpido, simplemente lo rechazamos”,

respondió Reina.

“Bueno, no podemos decidir eso de ninguna manera hasta que escuchemos de qué se trata la misión”, dijo Mavis. “Así que vayamos a ver al maestro del gremio”.

Tenía razón, por supuesto, y así, fueron a verlo…

***

“¿Una misión de escolta?”.

Pacto Carmesí se encontraba en la oficina del maestro del gremio… un lugar con el que los cazadores normales de rango C no estarían tan familiarizados como ellas. Su estatus en este punto era similar al de un estudiante que visitaba con frecuencia la oficina de un director, una distinción reservada para aquellos que eran excepcionalmente prometedores o completos delincuentes.

La misión, les habían informado, era una misión de escolta. Por lo general, no se podía elegir a los guardias en función del tipo de enemigo que se esperaba encontrar, ya que no se sabía si, cuándo y qué tipo de ataque podrían sufrir los viajeros, ya sea de monstruos, bandidos u otra cosa por completo. Dicho esto, la mayoría de los nobles, realeza y ricos comerciantes, si esperaban un ataque de facciones rivales o asesinos extranjeros, llevarían como protección a su guardia personal, soldados o mercenarios, y ciertamente no contratarían a cazadores de rango C o inferiores.

Al menos, no en circunstancias normales.

“… ¿Una misión de escolta hacia una aldea élfica?”

Sí. Parecía que estas no eran circunstancias normales.