Kimi to Boku no Saigo no Senjo, Aruiha Sekai ga Hajimaru Seisen

Volumen 10

Capítulo 1: Mis Cuatro Guardias Y Yo

Parte 2

Paraíso de las Brujas, Soberanía Nebulis.

El palacio que se eleva sobre el estado central se conoce como la Fortaleza Planetaria. En una zona se encuentran los aposentos privados de la princesa.

―…¿Qué demonios pasó?

Alice, en su escritorio, apoyó la barbilla en una mano y miró el pequeño monitor en la otra.

Aliceliese Lou Nebulis IX.

La segunda de las tres hermanas nacidas de la reina, en el Imperio la llaman la Bruja de la Calamidad Helada. Es temida por ser una de las magas astrales más fuertes.

En ese momento, sus ojos estaban hundidos por la profunda preocupación. Su expresión oscura iba acompañada de su voz pesada mientras se dirigía a la pantalla.

Nunca había estado tan abatida, ni siquiera cuando estaba en el campo de batalla. No recibió respuesta.

¿Desde cuándo cesaron las comunicaciones? ¿Desde cuándo dejaron de llegar los mensajes de la persona que debía responderle?

―¿Qué pasa, Rin? Me dijiste que te pondrías en contacto conmigo enseguida.

Después de no escuchar nada más que el silencio de la radio de su asistente, Alice se dio cuenta de que algo andaba mal la noche anterior.

“Determinamos el lugar donde Lady Sisbell fue detenida. Es una instalación que se ha ocultado como un edificio abandonado.

“Entraremos en él”.

La Tercera Princesa Sisbell no era otra que la hermana menor de Alice.

Y Rin, que declaró que iría a rescatar a la chica, no había estado en contacto desde entonces. Alice tenía un mal presentimiento sobre esto.

…¿No lograron salvarla? Rin fue capturada. No, ella no sólo sería capturada…

…También sería torturada.

―¡N-no! ¡Pero Iska estaba con Rin!

El espadachín imperial Iska era el mayor rival de Alice. Ella podía presumir de conocerlo mejor que nadie. Enemigo mortal o no, nunca podría imaginar que él rompiera una promesa que hubiera hecho con ella.

…Rin debió estar con Iska todo el tiempo.

…No es posible que ambos hayan fallado en el rescate de Sisbell.

Alice encontró eso difícil de creer. Pero a menos que ella asumiera que ese era el caso, no podía explicar el abrupto silencio de Rin.

¿Qué debía hacer? ¿Sería mejor que consultara con la reina lo antes posible?

…No. ¡No puedo asumir que Rin no tuvo éxito!

…No puedo entrar en pánico. Aunque informe de esto a la reina, todavía no conozco toda la situación.

Era posible que el dispositivo de comunicación de Rin no funcionase.

Esperaría hasta hoy. Alice se dijo a sí misma eso justo cuando la luz del comunicador se encendió.

―¡¿Eh?! Una llamada ―Agarró el comunicador con las dos manos, inclinándose hacia delante mientras lo apretaba contra su cabeza―. ¡Rin! Eres tú, ¿verdad?

―…

―¿Rin?

―Oh, se conectó. Ha pasado demasiado tiempo, querida hermana.

―…¿Qué?

Alice dudó de sus propios oídos. Esta no era la voz de Rin la que estaba escuchando…

―E-espera un momento. ¿Eres tú, Sisbell?

―Si te preguntas cómo desbloqueé el dispositivo de comunicación de Rin, usé mi poder astral Illumination para ver cuando Rin-

―¡No importa eso! Uh, um…

Esto fue un acontecimiento tan inesperado que se quedó sin palabras.

¿Su hermana menor encarcelada estaba en posesión del dispositivo de comunicación de Rin? Aunque Alice no podía entenderlo, concluyó que Rin e Iska habían rescatado a Sisbell.

―Sisbell, necesito preguntar ―dijo Alice―. ¿Estás bien?

―Me liberaron. Todavía me siento débil después de haber estado atada durante días, pero la medicación para mi fiebre está empezando a hacer efecto.

—…………. Ya veo.

Alice se sintió aliviada. Tenía que informar a la reina de inmediato. Esto no sólo significaba que la hija de la reina se había salvado: el regreso a salvo de Sisbell cambiaría toda la situación de los Lou.

…Podremos desenmascarar todo el plan de los Hydra.

…Ni siquiera Talisman podrá salirse con la suya si tenemos el poder astral de Illumination de Sisbell.

La familia Hydra intentó asesinar a la reina. Eran pocos los que sabían del complot, pero Alice estaba entre ellos. Había estado tratando de lidiar con la falta de pruebas lo mejor que podía, pero con Sisbell sana y salva, su hermana podría usar su poder para recrear una prueba innegable del intento de asesinato de la reina.

―De todos modos, me alegro de que estés a salvo, Sisbell. Tenemos que sacarte del Imperio en este momento para que puedas volver a la Soberanía. Tienes muchas cosas que hacer.

―Sí, sobre eso.

―¿Qué pasa?

―Me temo que hoy debo ser portadora de buenas y malas noticias para ti, hermana.

―…¿Y qué noticias son esas?

―¿Cuál le gustaría escuchar primero?

Ella pensó un poco. Un vasallo le había hecho una pregunta similar, así que Alice sabía exactamente cómo responder en momentos como éste:

―Cuéntame primero las malas noticias.

―Entonces te diré las buenas noticias.

―Entonces, ¿tenía sentido preguntarme?

―La gran noticia es que me salvé.

―… Eso ya lo sé.

Ella era consciente. Alice había sospechado que era así. Por eso quiso saber primero la otra información.

―¿Cuál es la mala noticia ahora? ¿Que vas a tardar unos días en volver del Imperio? Eso no me importa.

―Rin fue capturada.

—….. ¿Huh?

―Por el Señor. Como quien es el mayor enemigo de la soberanía, ese Señor.

―…………………

Alice se congeló.

Ahora no sólo dudaba de sus oídos. Estaba tan convencida de que era un sueño que se pellizcó la mejilla por reflejo. Le dolió. Esto -indudablemente- era la realidad.

―¡¿Sisbell?! Cuéntamelo todo, empezando por el principio…

―Pero no te preocupes, querida hermana.

Por alguna razón, su hermana respondió en un tono victorioso y alegre.

―¡Porque iré a salvar a Rin!

―¡¿Cómo?!

―Lo haré con mi alegre banda de cuatro guardias.

―¡Eso no ayuda a aclarar la situación! ¿Y por qué alguien como el Señor siquiera…?

―Por favor, informa a la reina.

―¡¿Cómo se supone que voy a explicar esto?! ¡Oh, espera!

Oyó un clic. Se quedó mirando el aparato, del que se había cortado la comunicación por parte de su hermana.

―…No puedo creerlo.

Alice se agarró la cabeza.

***

El Imperio, en plena noche.

En la lejana jurisdicción oriental de Altoria, cierta ciudad dormía tranquilamente.

La mayoría de las habitaciones del hotel de Iska y los demás se habían quedado a oscuras durante la noche.

Y en esa oscuridad…

―… Jejeje.

Sisbell se levantó del sofá, riéndose en voz baja para sí misma. El salón estaba a oscuras.

Con cuidado de no despertar a Nene ni a la Comandante Mismis, que dormían más atrás en la habitación, Sisbell se agachó hasta el suelo mientras se alejaba. Abrió la puerta y se dirigió al pasillo.

―…Es impecable, si lo digo yo. Mi plan de amor nocturno.

Se dirigía a la habitación de al lado. Sí, en la que Iska estaba durmiendo. Agarró la llave que robó por la tarde mientras caminaba por el pasillo.

Ka-chak. La puerta se abrió con un ligero click. Su plan estaba prácticamente realizado ahora que llegó hasta aquí. Todo lo que tenía que hacer era colarse en la habitación en la que dormía Iska.

…Estaba quejándome por la fiebre hasta la tarde.

…Pero en un giro inesperado, ¡usaré la profundidad de la noche para acercarme todavía más a Iska!

Ella necesita un guardaespaldas.

Ahora se dirigían a la capital imperial, y ella no sabía lo que les esperaba, excepto que Lord Yunmelngen formaría parte de ello. Por eso… lo que ella quería -no, requería- era estar todavía más cerca emocionalmente de su guardián.

―¡Eso significa que debemos fortalecer nuestro vínculo, Iska!

Y así, ideó un plan que iba así… Paso 1: Colarse en la cama de Iska, alegando que aún se sentía mal. Paso 2: Acercarse a Iska, alegando que no podía dormir por la ansiedad.

Se acercaría lo suficiente para sentir el calor de su cuerpo junto al de ella y viceversa. Se acomodarían torpemente hasta que acabaran cayendo en un plácido sueño.

―El hecho de que yo, la Tercera Princesa Sisbell, permita que un miembro del sexo opuesto esté tan cerca de mí será una prueba cierta de mi confianza en él. Ya lo verás, Iska.

Hasta se había vestido adecuadamente para la ocasión. Si fingía estar medio dormida y lo rodeaba con los brazos, el fino camisón que eligió le permitiría sentir su calor a través de la tela… o eso imaginaba ella.

Incluso existía la posibilidad de que pudiera sentir los latidos de su corazón.

…¿Puedes oírlo, Iska? ¿El palpitar de mi corazón?

… Espera, eso podría ser ir demasiado lejos.

Todo el mundo sabía que Sisbell era una especie de bibliófila, e incluso ella lo admitía fácilmente. Era muy consciente, por las novelas románticas que había leído, de que una chica de su edad que se detuviera para encontrarse con alguien del sexo opuesto invitaría a los malentendidos. Ella, por supuesto, no le diría a la reina de sus acciones. Ni siquiera quería que la reina supiera que esto estaba ocurriendo.

―Pero no es así, madre. No estoy haciendo nada cuestionable.

Esto no era un asunto entre un hombre y una mujer, aunque también estaba preparada por si se llegaba a eso. Ella sabía que era posible.

…Iska tiene una cierta edad.

…Pero no es del tipo que me obligaría a nada.

Sisbell se sintió cómoda acercándose a él hasta el punto de colarse en su habitación incluso en plena noche. Simplemente quería sentirse reconfortada y segura. Quería estar más cerca de él y verlo sonrojarse. Eso era suficiente para ella. No tenía intención de sobrepasar más que eso.

―…

Todavía en el pasillo de la habitación del hotel, se detuvo a considerar las cosas por un momento. Ahora que lo pensaba, Iska no era el único presente. El francotirador, Jhin, también estaba aquí. Seguramente estaba profundamente dormido en este momento, al igual que Iska.

―Esto es perfecto.

Una sonrisa traviesa se extendió por su rostro. Su corazón palpitó ligeramente en su pecho mientras daba otro paso por el oscuro pasillo.

―De todos modos, me voy a escabullir a la habitación de Iska. También haré una visita a ese chico carente de encanto, sólo para ver cómo es en sueños. Independientemente de lo apático que se veía por la tarde, estoy segura de que debe ser algo adorable mientras duerme. Ja, ja. Disfrutaré mirando a un joven en la flor de su juventud… ¡Eep!

Tropezó. El pie de Sisbell se enganchó en algo al entrar de puntillas y se estrelló estrepitosamente contra el suelo. Justo cuando Iska y Jhin estaban tan cerca.

¿Con qué había tropezado?

Cuando Sisbell se frotó los ojos, vio el brillo de un fino hilo.

―¡¿Qué?! ―No pudo evitar gritar―. ¡¿Un hilo de acero?! ¡¿Por qué hay un hilo en el suelo?!

―Jejejeje.

―¡¿Yeek?!

Se dio cuenta de que había alguien detrás de ella, pero era demasiado tarde. La agarraron por los hombros, lo que provocó otro grito de ella.

―¡Es imposible…! ―Dijo Sisbell.

―…Lo sabía. Pensé que esto podría ser lo que estabas tramando.

―Comandante, ¿no agradece que hayamos tendido una trampa frente a las habitaciones de Iska y Jhin?

―¡¿Ustedes dos?! ¡Pero si estaban durmiendo!

Sisbell no tenía ni idea de cuándo llegaron. Nene y la Comandante Mismis, que deberían estar profundamente dormidas en la habitación de al lado, estaban de pie detrás de ella. Ambas vestían también una bonita pijama… pero las atrevidas sonrisas de sus rostros eran tan aterradoras que Sisbell se quedó helada de pavor.

―Je-je-je. Así que, señorita Sisbell, ¿a dónde se dirigía? ¿Se ha dado cuenta de que está justo delante de las habitaciones de Iska y Jhin?

Incluso en la oscuridad, Sisbell podía ver el brillo de los ojos de Nene. Por alguna razón, la chica pelirroja sostenía una cuerda en sus manos.

―Robaste la llave de la habitación de mi bolsa esta tarde, ¿no es así?

―Mismis se acercó a ella -la Comandante sostenía un par de esposas-.

―Ahora no puedes huir.

―¿Qué tal si volvemos a nuestra habitación y tenemos una pequeña charla? Creo que esta gatita tan aguerrida necesita una pequeña lección de sentido común.

―¡Esperen! Yo… ¡No es así! ―Agitó frenéticamente sus manos hacia las dos mientras se acercaban a ella―. Yo… simplemente… quería abrazar un poco. No planeaba hacer nada inapropiado…

―Es hora de tu castigo.

―Ahora volvamos, señorita Sisbell.

―¡Noooo! ¡Estaba tan cerca de llegar al jardín de los sueños…!

Ella sólo estuvo a dos metros de sus habitaciones.

Con su objetivo fuera de alcance, Sisbell fue atada y esposada, y luego arrastrada de vuelta a la habitación de al lado.