Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

Volumen 4

Capitulo 1: ¿Aniquilar A La Humanidad Es Sólo Un Pasatiempo Para Ti?

La habilidad de la Muerte Instantánea en sí misma no era un gran problema, pensó Haruto Ootori. No era diferente a que Yogiri simplemente fuera lo suficientemente fuerte para matarlo fácilmente. Había mucha gente en este mundo que podía matar a Haruto sin sudar. Así que aunque tal poder era ciertamente una amenaza, no era su principal preocupación.

El mayor problema era la capacidad de Yogiri para detectar la intención de matar. Ese era el verdadero obstáculo, y tenía que ser resuelto si iban a eliminarlo. Pero el término “intención de matar” era demasiado vago por sí mismo. Si trataban de desafiarlo sin tener una idea clara de cómo funcionaba su poder, sólo conseguirían que los mataran. Primero, necesitaban saber precisamente lo que él percibía como “intención de matar”. Sin eso, no podían ni siquiera empezar a formular un plan.

A la luz de las circunstancias, la mayoría de la gente se vería obligada a rendirse, pero como Consultor, Haruto poseía la habilidad de Resolución de Problemas. Era una habilidad que le permitía descubrir la información necesaria para resolver cualquier problema que enfrentara.

Más tarde una noche, Haruto estaba en el bosque a poca distancia de la ciudad. Ahora que estaba fuera de la zona donde se aplicaba la habilidad del rey de atenuar habilidades, podía usar sus poderes al máximo. Vestido con un traje de negocios, la ropa que mejor realzaba los rasgos de su clase, sostuvo una de las antorchas que él y los demás habían estado usando en el Inframundo. Estas antorchas, que absorbían el maná del entorno para alimentar su propia luz, eran bastante comunes en la capital.

Encontrando un claro adecuado, pegó la antorcha en un árbol cercano.

“Umm, ¿realmente crees que es una buena idea que vengamos hasta aquí? Nos dijeron que nos quedáramos con nuestros equipos.”

Al lado de Haruto estaba Yui Ootani, con su traje de animadora. Como los grupos estaban divididos por género, no había manera de que Haruto y Yui pudieran ser asignados al mismo equipo.

“No es como si no nos permitieran pasar tiempo juntos, ¿verdad? Así que si no te importa, está bien.”

“Supongo…” respondió ella, con la cara roja.

Haruto era consciente de lo popular que era entre las chicas de la clase, así que se había convertido en un experto en darle un buen uso a eso. Sólo le interesaban las habilidades que ofrecía su clase, pero si ella quería algo más después de eso, no le importaba complacerla.

“Entonces, ¿puedo pedirte tu apoyo?”

“Está bien, haré lo que pueda.”

Yui comenzó a bailar. Aunque era algo extraño ver a una animadora solitaria bailando en medio del bosque por la noche, mejoró los efectos de sus habilidades, así que era necesario. Incluso sola, sin música, era capaz de bailar sin ningún tipo de vergüenza.

Cuando su rutina finalmente llegó a su fin, se limpió el sudor de su cara. Haruto aplaudió, genuinamente impresionado por la actuación.

“Gracias”. Siempre lo he pensado, pero eres bastante buena”, la elogió.

“Oh… ¿en serio? ¿Lo crees?”

“Muy bien, espera un momento, por favor.”

A diferencia de la habilidad de Yui, la Resolución de Problemas de Haruto no requería ningún movimiento llamativo. Todo lo que tenía que hacer era empujar sus gafas ligeramente hacia arriba con el dedo. Tan ridículo como era, seguir las acciones requeridas de la habilidad mejoraba sus efectos, así que no había espacio para ser tímido al respecto.

La visión de Haruto se volvió repentinamente blanca. A través del sistema subyacente que alimentaba al Don, pudo acceder a un archivo de información registrada sobre el mundo en el que se encontraban. La cantidad de detalles que contenía era inconmensurable. Con una reserva tan vasta de conocimiento disponible, tratar de encontrar algo en particular era casi imposible. Pero ahí fue donde brilló su habilidad para resolver problemas, ya que le permitió filtrar los datos que tenía delante.

Lo que necesitaba era una historia de las acciones de Yogiri Takatou. ¿Qué había hecho desde que llegó a este mundo? Incluso con ese filtro, la cantidad de información era demasiada para sacarla toda de una vez, así que tendría que reducir su búsqueda un poco más. Buscó situaciones en las que parecía que Yogiri había usado su habilidad para detectar la intención de matar. Luego se puso a descomprimir la información extraída, transformándola en una forma que fuera realmente inteligible. Como lo hizo, las muchas veces en las que Yogiri había usado su habilidad jugaron como imágenes en movimiento frente a él.

El primero, con Hanakawa: Yogiri había notado el intento de usar un ataque de hechizo a pesar de que el hechizo no tenía ningún conjuro. Hanakawa había recogido mana en su mano derecha, esperando una apertura para disparar. Era un hechizo bastante débil, pero para alguien que no estaba reforzado por el Don, era más que suficiente para ser fatal.

Luego, el Dominador, Yuuki Tachibana: en el momento en que ordenó a sus esclavos que dañaran a Yogiri, murió. Parecía que incluso pedir a alguien más que le hiciera daño se contaba como intención de matar directamente, pero si ese fuera el caso, uno habría esperado que Sion muriera en el momento en que le pidiera lo mismo a Haruto. ¿O ella y Haruto simplemente morirían juntos en el momento en que él tomara la decisión de dañar a Yogiri? Ciertamente no podía descartar esa posibilidad, pero sentía que las posibilidades de que fuera así eran bastante bajas.

La clase Dominator tenía una mecánica especial asociada a ella. Había una conexión entre el Dominador y sus esclavos por el paso del maná, y los esclavos eran absolutamente obedientes. Como tal, podían ser considerados como extensiones del propio Dominador. En el momento en que Yuuki murió, había un gran número de insectos esclavos reunidos alrededor de Yogiri, listos para atacar. Era básicamente lo mismo que el propio Yuuki haciendo el movimiento. En ese escenario, el simple hecho de matar a los insectos no habría resuelto el problema. Al eliminar al Dominador, Yogiri estaba eliminando la fuente de la intención de matar.

El caso del Dios Oscuro en la torre era similar. El miasma del mal que había saturado el área era potencialmente dañino para Yogiri. Ese miasma era algo que el Dios Oscuro naturalmente desprendía, así que la única forma de detenerlo en su origen era matar a la propia criatura.

También había casos en los que había matado a bandidos y bandoleros sin siquiera verlos, pero eso era probable porque le habían estado apuntando con arcos y magia. A juzgar por esos ejemplos, pensar en matarlo no era suficiente para que se considerara “intención de matar”. Tenía que haber algún tipo de acción concreta asociada a ello. Yogiri parecía percibir cualquier acción o fenómeno que pudiera matarlo, y simplemente eliminaba lo que fuera necesario para eliminar la amenaza.

Al llegar a esa conclusión, Haruto llegó al límite de su poder, y su conciencia fue devuelta a la realidad.

“Haruto, ¿estás bien?” preguntó Yui, con una expresión de preocupación. Había permanecido conectado al archivo durante todo el tiempo que pudo, por lo que debió parecer que estaba sufriendo bastante, especialmente porque en algún momento se había caído al suelo.

“Sí, me he excedido un poco, pero estoy bien”, respondió, poniéndose de pie. “Parece que tendremos que experimentar”.

Si no tenía cuidado, podría morir mientras aún estaban en la fase de pruebas. Pero con la información que tenía en ese momento, no podía entender todo el panorama. Necesitaba determinar exactamente cuáles eran las reglas de la capacidad de Yogiri para percibir la intención de matar.

◇ ◇ ◇

Hanakawa estaba en shock. El Dios Oscuro que se suponía que estaba sellado en el nivel inferior del Inframundo estaba ahora frente a él, sonriendo felizmente cerca de la entrada.

“Uhh… ¿Quizás podrías permitir que mi humilde yo haga una pregunta?”

“Adelante”, respondió Mana. Su comportamiento directo y honesto no mostraba nada del aura intimidatoria que uno esperaría de un “Dios Oscuro”. Aunque ciertamente tenía una belleza que podría llamarse divina, si se deja eso de lado, parecía una adolescente normal, aunque más madura.

“Umm, estabas encerrada, ¿no es así?”

“Así es. Mi hermano me encerró aquí. No sé por qué, lo cual ha sido algo doloroso, pero es de mi hermano de quien estamos hablando. Si él me hizo esto, debe haber sido porque yo hice algo malo.”

“¿Y aún así eres capaz de acercarte tanto a la superficie?”

“Bueno, mi hermano es muy amable, así que nunca me sujetaría tan fuerte. Su atadura era bastante floja, así que no era difícil salir de debajo de ella.”

“¿Es eso cierto?” Hanakawa le susurró a Lute.

“No. Mi maestro definitivamente puso toda su fuerza en encerrarla bajo tierra”, respondió Lute con una mueca.

Quizás se quedó deslumbrada por el recuerdo de su hermano, ya que Mana no parecía oír lo que decían.

“Bueno, entonces, ¿significa eso que puedes irte cuando quieras? ¿No vas a escapar y destruir a la humanidad o algo así?” Era algo que probablemente no debería haber preguntado, pero por supuesto, Hanakawa lo hizo de todas formas.

“No puedo irme sin el permiso de mi hermano, y no debería interferir con sus hobbies de todas formas, ¿sabes?” Mana dijo como si fuera obvio.

Hanakawa retrocedió unos pasos, seguido por Lute. “Así que eliminar a la humanidad es sólo un ‘hobby’, ¿eh?” susurró. “Uhh, tengo que decir… que siento que esto es definitivamente alguien a quien no deberíamos dejar libre…”

“Es exactamente por eso que la estamos liberando.”

“¿Qué tipo de relación tienes con Lady Mana?”

“En realidad no tenemos una relación directa de la que hablar. Ella no me ve más que como uno de los subordinados de mi amo. Aunque no sería especialmente grosera conmigo, tampoco está particularmente interesada en mí.”

“Si estás dispuesto a venir aquí con una conexión tan débil con ella, debes ser muy atrevido.”

“Por cierto”, intervino Mana, haciendo que dos salten.

“S-Sí, ¿qué es?” Hanakawa tartamudeó.

“Puedo oler a mi hermano en ti. ¿Tendrías algo suyo contigo?”

“Sí, he traído la llave del sello.” Sacando una llave de su bolsillo, Lute se la ofreció respetuosamente.

“¡Oh! ¡Vaya, vaya, vaya! ¡Qué maravilla! Oh, lo siento, me he adelantado un poco. Estoy segura de que mi hermano te ha instruido para que hagas algo con esa llave, o quizás has tomado la decisión por tu cuenta. Muy bien, entonces. ¡Vámonos!”

Mientras decía eso, puso una mano en la pared de la caverna. En un instante, la piedra se deformó y se retorció, abriéndose a un nuevo camino.

“¿Qué es esto?” Preguntó Hanakawa.

“He hecho un camino hacia el nivel más bajo.”

“Bueno, eso no fue tan difícil.”

“La puerta que hay que abrir está en el nivel más bajo, así que, por favor, sigue adelante y haz lo que quieras.”

“¿Realmente tiene sentido ahora? De todos modos, ¿no es ignorar el sello y dejar el nivel más bajo yendo en contra de los deseos de tu hermano en primer lugar?”

“¡¿Qué eres, estúpido?!” Lute se soltó. “¡¿Por qué tienes que hacer preguntas tan estúpidas?!”

“Si intentamos entender el pensamiento de mi hermano, parece perfectamente natural que pretendiera que yo pudiera vagar a voluntad”, respondió Mana. “Si no, ¿qué sentido tenía crear este mundo entero? Debió hacerlo porque se sentía mal por mantenerme confinada a un espacio tan pequeño. Es muy amable, sabes.”

A pesar de las preocupaciones de Lute, Mana no parecía particularmente molesta por la pregunta. Habiendo dado su respuesta, entró en el nuevo corredor que había creado.

“Supongo que esta es mi oportunidad de huir…” Hanakawa murmuró.

“Estoy seguro de que eso es todo lo que has estado pensando todo este tiempo, pero déjalo.” Con el apoyo de Lute, siguió a Mana al interior, y su compañero le siguió a regañadientes.

De repente se encontraron bajo una luz brillante, haciendo que Hanakawa cerrara los ojos instintivamente. A medida que su visión se ajustaba, los volvía a abrir lentamente.

Delante de ellos había un surtido de árboles coloridos y setas gigantes, dispersos en numerosos edificios. Era como una pequeña ciudad. Las flores florecían a lo largo de los lados de los caminos, llenando el aire con una agradable fragancia. La gente con ropas de colores extraños caminaba por las calles, y los comerciantes llamaban para atraer a los clientes a sus puestos. Mirando hacia arriba, podían ver que un sol real brillaba sobre ellos.

“Esto parece el País de las Maravillas. ¿Quiénes son estas personas?”

“Todos son engendros de Lady Mana”, respondió Lute.

“Son todos los hijos de mi hermano y mis adorables hijos”, añadió Mana desde el lado de ellos.

“¿Oh? Niños con tu hermano, ¿eh? Suena bastante inmoral. El amo del señor Lute parece ser un buen tipo. Aunque quizás entre los dioses tales relaciones intrafamiliares no son tan extrañas. Hay historias como esa incluso en la mitología japonesa, después de todo”.

“Eso no es cierto, por cierto”, susurró Lute con voz amarga. “No hay forma de que mi maestro ponga sus manos sobre su hermana. Ella las dio a luz por su cuenta.”

“Esta mujer está realmente loca, ¡¿no es así?!” Hanakawa respondió, algo sorprendido.