Monogatari (NL)

Volumen 13

Capitulo Cuerpo: Muñeca Yotsugi

Parte 3

Tsukihi-chan se sorprendió por la frase de Karen-chan. Me retracto.

Cuando Karen-chan soltó su bomba, arrastró a su hermana pequeña con ella, una posición realmente desafortunada para Tsukihi-chan.

“Hmm… pero creo que esto podría funcionar. Próximo episodio: Los Tres Araragi.”

“Te lo dijimos, Onii-chan, el anime ha terminado. Y eso significa que no hay más avances del próximo episodio.”

“Tampoco hay más vídeos promocionales.” Implacable.

Tampoco hay más PV, ¿eh?

“Maldita sea… Parece que volvemos a la casilla de salida. Empezando desde cero, con lo esencial.”

La parte “con lo esencial” podría hacer feliz a Kanbaru, pero teníamos que adoptar esa mentalidad.

Volver a empezar desde cero.

Si lo diéramos todo, tal vez volveríamos a adornar sus pantallas. “En ese caso, Karen-chan, dame la hora.”

“Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis… ¿hnh?”

Por un momento pareció que estaba de acuerdo con mi alusión al rakugo, pero los alumnos de escuela media de hoy en día no conocen el original lo suficiente, y se quedó a medio camino.

Una vez más, Tsukihi-chan se vio obligada a pasar.

Después de todo, la configuración de las dos mujeres no tenía ninguna posibilidad.

Renuncié a intentar obtener una respuesta de ellas y miré los relojes que había en mi habitación. Sí, en plural. Hay cuatro, aunque ninguno con función de despertador.

Solía tener un despertador, hasta que Karen-chan lo atravesó con su puño de justicia y me hizo ver que, maldita sea, el acero puede ceder tan fácilmente como el periódico.

Dijo con devoción: “Es nuestro deber sacar a nuestro Nii-chan de la cama, ¡ninguna máquina nos quitará eso!”

Era un rasgo de carácter extraño para una hermana pequeña. Mi hermana pequeña es una ludita.

Despertarme todas las mañanas a la misma hora significa tener que levantarme aún más temprano, lo que no fue fácil. ¿Por qué lo asumes como si fuera tu misión en la vida?

Veamos… Bien.

Estoy seguro de que esto ha estado sucediendo desde la escuela media.

Me despiertan así desde que empecé la secundaria… pero ¿por qué? ¿Por qué me despiertan?

¿Es para recuperar algún tipo de vínculo familiar perdido? Si es así,

¿cuándo se perdió?

Con esa pregunta largamente formulada en el fondo de mi mente, confirmé, recién levantado, que eran las seis. Confirmé que la aguja grande y la pequeña formaban un ángulo de 180 grados.

No podía ser de noche, así que se deducía que eran las seis de la mañana, y como no había estado en criosueño, la fecha de hoy era…

“¿El trece de febrero?” Dije en voz alta.

La mía es una habitación con cuatro relojes pero sin calendario.

Lo sé, lo sé, cómo podría llamarme Koyomi y no tener mi tocayo en mi habitación, pero no dejo que mi nombre dicte mi estilo de vida.

Después de todo, ¿qué hay en un nombre?

“El día antes de San Valentín. Eh, hermanas mías, ¿han terminado de comprar todo el chocolate que me van a regalar?”

“Aaagh.” Tsukihi-chan soltó un grito de disgusto en respuesta a mi encantadora ocurrencia. Me miró como si fuera un jarrón de flores muertas. “Qué Onii-chan más decepcionante… Exigir descaradamente chocolate a tus hermanas pequeñas es demasiado decepcionante.

¿Acaso eres humano? ¿Eres la última etapa de la humanidad?”

“¿De qué demonios estás hablando? Sólo es un poco decepcionante.”

“Por fin has llegado al límite de lo decepcionante que puedes ser. Eso es algo que nunca debería decirse. Pobre Onii-chan. Todo lo de tener novia también debe ser una mentira. Senjougahara-san es una extra que contrataste por mil yenes la hora.”

“No llames extra a Senjougahara. El dinero no motiva a esa mujer.” Protesté, pero pensándolo bien, está bastante obsesionada con el dinero. Mil yenes por hora definitivamente la pondrían en movimiento. Como un rayo. Tsukihi-chan, que claramente lo sabía, esbozó una sonrisa triunfal. Como si dijera: Dices ser su novio pero no sabes una mierda de ella.

Bueno.

Tal vez no sepa nada.

Tal vez sea un profundo ignorante.

Sin embargo, aunque deje eso de lado, desde que presenté a mis hermanas a Senjougahara, se han comportado como uña y carne, especialmente Tsukihi-chan, que realmente encaja con su personalidad.

Dadas las circunstancias, el chocolate que aparentemente no habían comprado para mí podría estar preparado y esperando con Senjougahara.

“Interesante… Así que el plan es centrarse más en las cosas yuri,

¿eh? Eso demuestra cierta perspicacia comercial.”

“¿De qué estás hablando, Onii-chan? ¿Yuri? ¿Es el nombre de alguien? Además, si se trata de la perspicacia del negocio, pivotar hacia el BL sería una mejor idea.”

Tsukihi-chan estaba preparando algún plan diabólico. Como corresponde a los cerebros de las Fire Sisters. Tal vez incluso lo cocine en exceso.

“Vamos, Nii-chan.” Se burló Karen-chan. “No es momento para que te preocupes por el día de San Valentín. ¿Lo es? ¿Lo es? ¿Te gusta eso?”

Empezó a pisotearme. Yo seguía en mi sexy postura de gato—o continuaba con mi rutina de calistenia matutina—, así que ella me machacaba el talón en la espalda mientras hablaba.

“Sólo falta un mes para tus exámenes de ingreso a la universidad. Te das cuenta de eso, ¿verdad? ¿Te das cuenta de que si no te das cuenta, estarías mejor muerto? Yo misma te mataré.”

“¿Qué? ¿No tienes derecho a hablarme así, y menos a matarme?”

Aunque dicho esto, faltaba exactamente un mes para el trece de marzo, el día en que Araragi Koyomi se enfrentaría por fin a sus exámenes de acceso a la universidad.

Afortunadamente, el examen nacional no me eliminó de entrada; teniendo en cuenta lo que ocurría en aquel momento, fue un resultado casi milagroso. Aunque prefiero pensar que fue el resultado de mi duro trabajo. En cualquier caso, el resultado estuvo muy cerca, y cuando di un paso atrás, lamentablemente me pareció que había subido el listón…

“Por Dios, por eso nunca serás más que basura.” Dijo Karen-chan, cruzando los brazos.

Tremenda frase la que escogió—se ve a menudo en el manga y otras cosas, pero rara vez se oye a la gente en la vida real llamar basura a otra persona viva y que respira.

“Ni siquiera puedes ver lo que tienes que hacer. No puedes ver ni siquiera un mes más adelante, todo lo que puedes ver es el mañana, lo que te está mirando a la cara. Tienes los ojos cerrados, apretados, no tienes perspectivas de futuro. ¿Piensas vivir así? Estás en un estado tan lamentable, que probablemente no podrías ni siquiera salir adelante. E incluso si consigues entrar en la universidad, ¿qué pasará entonces? Sólo pensar en ello me mata. Es todo un logro que te sometas a mí de esta manera, embajador de buena voluntad.”

“Embajador de buena voluntad…”

Creo que podría ser la única persona en la tierra que ha sido maltratada de esa manera en particular. Los dos éramos de tercer año, a pesar de la diferencia entre la escuela media y la secundaria, pero Karen-chan, que estaba en un sistema de escaleras mecánicas y no necesitaba estudiar nada para entrar en una escuela secundaria, se divertía mucho mirándome por encima del hombro.

Ya lo hacía, puramente en términos de altura (¡e increíblemente, la chica seguía creciendo! No sólo era más alta que yo, sino que iba a ser más alta que todo el mundo), ¿pero también me miraba por encima del hombro metafóricamente?

Esto fue mucho más allá de acomplejarme y terminó siendo algo placentero. Pisoteado por mi imponente hermana pequeña, que también pisoteaba todo mi enfoque de la vida. Con mi hermana menor mirando por encima del hombro, nada menos…

“Ahora, levántate y ponte a estudiar. Ponte un poco de presión.”

“Definitivamente es el momento de un poco de presión, pero no sé si ponerme en un rincón… Si no tienes cuidado, también podrías quedar retenida. ¿Estás segura de que deberías preocuparte por mí?”

Me retorcí y, en mi nueva postura, agarré el pie que me estaba machacando. No hace falta decir esto, dada su altura, pero los pies de Karen-chan son bastante grandes. Casi demasiado grandes para agarrarlos, incluso con las dos manos.

“¡Ajá! Te voy a hacer cosquillas. ¿Qué tal?”

“Jajaja, no funcionará. He estado entrenando, así que la piel de las plantas de mis pies es bonita y gruesa.”

“¡Ajá! Entonces te voy a lamer. ¿Qué tal?” “¡Hiiiik!”

Para proteger nuestra privacidad como hermanos, no revelaré si conseguí lamerle el pie antes de que pudiera retirarlo, pero en cualquier caso, lo retiró. Se me concedió libertad de acción y me levanté de la cama.

En este punto estaba bien despierto.

Total y completamente.

Soy una persona de voluntad débil que vuelve a dormirse si no tiene cuidado, pero gracias a la interferencia de mis hermanas pequeñas, perdí completamente mi segunda oportunidad para una siesta. Mi amable equipo de despertadores pareció darse cuenta porque Karen- chan asintió satisfecha.

“Nuestro trabajo aquí está hecho.”

Por sus aires se diría que ha realizado una tarea trascendental cuando lo único que ha hecho es despertar a su hermano mayor.

Karen-chan tiene un impresionante poder de autoafirmación.

“Perfecto, entonces, voy a ir a correr. Voy tardar un rato. Asegúrate de tenerme un baño listo al llegar. Uno bien caliente. ¿Quieres venir conmigo, Nii-chan?”

“Sabes que no puedo seguir tu ritmo. Correr significa una carrera de cien metros—y para ti la longitud de un maratón, 42,195 kilómetros. Haz que Kanbaru te acompañe.”

“De hecho, a veces me cruzo con ella a esta hora del día.” “¿Ah, sí?”

Ahora que lo pienso, mi querida kouhai hace dos carreras de diez kilómetros cada mañana, ¿no? No es exactamente un maratón, pero casi la mitad de uno. Así que, estadísticamente, tendría sentido que se cruzara con Karen-chan… Son personas diferentes, así que quizá sea como comparar manzanas y naranjas, pero ¿cuál de ellas gana en el departamento de resistencia?

“Hasta luego, Nii-chan. Estoy segura de que te sentirás terriblemente solo mientras estoy fuera, pero nos vemos de nuevo en la mesa del desayuno. Como no te vea, serás juzgado en ausencia.”

“¿Más o menos a cuento de qué vino eso?” Bueno.

Se me ocurren algunas cosas.

Tendría suerte si terminara vestido como un preso en lugar de terminar torturado.

“¡Adiós, Papá Nii-chan!”

Con esta frase de despedida, que al menos pude ver que era una imitación, aunque el parecido con Lupin Tercero era tan leve que podría haber sido sólo una coincidencia, Karen-chan se fue corriendo. Ya sea trotando, corriendo cien metros o en una maratón, estoy seguro de que es la única persona que se pone a correr mientras está dentro de la casa.

Al fin y al cabo es la chica del jersey, así que ni siquiera necesita cambiarse.

Consideré la posibilidad de acuñar un término, Chersey, pero dudé que se pusiera de moda.

“Se ha dejado el cabello largo.” Dijo Tsukihi-chan, viendo partir a Karen-chan, y ahora a solas conmigo en mi habitación. “Súper largo, en realidad. Me sorprendió bastante cuando se cortó la cola de caballo durante el verano. Pero ahora ha vuelto a crecer. Bastante rápido, en realidad. Cuando los niños crecen rápido, supongo que su cabello también crece rápido.”

“Sí, eso parece…”

Decir que se la cortó sonaba como si fuera la cola de una lagartija o algo así, lo que daba un poco de miedo pero no era inexacto, y de cualquier manera, la cola de caballo de Karen-chan se había recuperado lo suficientemente bien. Aunque no fuera exactamente de la misma longitud, era lo suficientemente larga como para ser recogida en una cola corta.

“Aunque no crece tan rápido como el tuyo, chiquilla.” “O el tuyo, chiquillo.” Replicó Tsukihi-chan.

“No me llames chiquillo, chiquilla.”

Era inmaduro por mi parte invocar mi autoridad como hermano mayor, pero en cualquier caso, ahora el cabello de Tsukihi-chan y el mío propio eran extrañamente largos.

Siempre había sido inconstante con su peinado, pero, independientemente de lo que pensara o sintiera, desde hacía un tiempo  dejaba  que  su  cabello  creciera  y  creciera—era  lo suficientemente largo como para llegarle a los tobillos porque lo llevaba liso.

Combinado con su gusto por la ropa tradicional japonesa, parecía una dama ninja que utilizaba su cabello como arma. Kunoichi Tsukihi.

Tsukikage.

En cuanto a mí, al principio me había dejado crecer el cabello para ocultar mi “cuello”, pero aproximadamente un año después de los acontecimientos de aquellas infernales vacaciones de primavera, lo tenía bastante largo aunque no me llegara a los tobillos. Las puntas me llegaban a la mitad de la espalda y probablemente podría hacer una cola de caballo que rivalizara con la de Karen-chan.

Después de posponer el asunto una y otra vez—la próxima vez lo cortaré, lo cortaré mañana, lo cortaré en algún momento así que no es necesario hacerlo hoy—se había vuelto bastante salvaje.

Vaya mentira.

“No me importa, Nii-chan, ¿no crees que deberías cortarte el cabello antes de la época de exámenes? No causará una gran impresión en las entrevistas.”

“¿Qué entrevistas? No hay ninguna para las pruebas de acceso a la universidad. No es un trabajo a tiempo parcial. Aunque supongo que está la impresión que causas en el examinador. Maldita sea, sí, está eso. Ni siquiera me lo estoy dejando crecer porque quiero. De hecho, me gustaría cortármelo, pero así es como salgo en la foto que presenté con mi solicitud, y si me lo corto ahora podrían no reconocerme.” Dije, tocando mi cabello relativamente libre de un peinado de recién levantado. “Me lo cortaré después de los exámenes. Toda la melena.”

“Me da calor sólo con mirarte, aunque sea invierno.”

“Mira quién habla. Lo tuyo no es cabello, es una gabardina… hmm.”

Estiré la mano y sujeté un mechón de cabello sin ninguna razón en particular. Tanto cabello. No es bueno culpar a los demás, pero no sé, que el cabello de Tsukihi-chan sea tan largo debe haber adormecido mis sentidos. Es como esa cosa, esa ilusión óptica en la que pones dos líneas una al lado de la otra y tratas de decir cuál es más larga.

Bien, su cabello era fácilmente el doble de largo…

“Muy bien… supongo que iré a preparar el baño para Karen-chan.” Dije. “Tan temprano en la mañana, puedo hacer el esfuerzo de apartar un poco de mi precioso tiempo, y espolear estos viejos huesos para ir a preparar su baño.”

“Seguro que está agradecida, pero no tan llena de grandeza como tú, Onii-chan.”

“Mientras ha estado templando su cuerpo como si fuera una katana, observo con agudeza que no parece haberse unido a ningún club escolar.”

Araragi Karen es una chica de karate.

Hoy en día se llaman karatecas (¿hoy en día?).

Se podría pensar que es miembro del club de karate, o de algún otro club de atletismo… Como alguien que nunca había tenido un mínimo interés en lo que hacían mis hermanas pequeñas, apenas me había preguntado ni concebido la cuestión, pero ahora, de repente, me venía a la cabeza.

“Karen-chan no puede unirse a ningún club. Cielos, Onii-chan, realmente no sabes nada, ¿verdad? ¿Verdad?”

Tsukihi-chan tenía una mirada de suficiencia.

Era una persona amable en la medida en que le gustaba contarte cosas que no sabías, pero a pesar de esa salvedad, su actitud era desagradable.

Bueno, ella siempre me ha molestado, y después le daba una paliza, pero primero quería saber por qué Karen-chan no podía unirse a ningún club. ¿Cuál era el problema?

“¿Por qué Karen-chan no puede unirse a ningún club? Es la primera vez que oigo hablar de ello. Eso no es bueno, necesito saber todo sobre mis hermanas. ¿La han puesto en la lista negra? No puede ser porque está demasiado ocupada con las Fire Sisters.”

Si fuera eso, tendría que poner fin a sus actividades de inmediato.

Sería una espléndida excusa.

“No, no. Es una regla en su dojo. Sus estudiantes tienen prohibido participar en clubes. Porque son una escuela orientada al combate.

Porque son una escuela ultra orientada al combate. Porque son una escuela. De ese estilo.”

“¿…? No lo entiendo.” Ladeé la cabeza. “Tú también eres mi hermana pequeña, así que explícalo de una manera que tu hermano mayor pueda entenderlo, tonta. Por favor, sensei.”

“Esa es una actitud horrible… Mi actitud también es horrible, pero la tuya es la peor. Es terriblemente horrible. Irreal. Sólo escucha por una vez, ¿de acuerdo? Si has conseguido un cinturón en un arte marcial o tienes una licencia de boxeo profesional, ¿no dicen que es como si llevaras un arma mortal? Esto es lo mismo.”

“Ah… supongo que sí dicen eso.” Hmmm.

También he oído que es sólo un rumor, pero entendí por qué Karen- chan no podía unirse a ningún club. Básicamente iba en contra de las reglas de su dojo.

Una escuela orientada al combate.

Una escuela ultra orientada al combate.

No tenía nada claro lo que significaba realmente esa expresión tan vaga, pero al haber experimentado personalmente las técnicas de karate de las que disponía nuestra hermana, estaba dispuesto a estar de acuerdo. Si Karen-chan las empleaba en la sociedad en general, todo el equilibrio de poder podía desmoronarse.

Por mi parte, al menos, no quería enfrentarme a una oponente que podía agujerear una revista con la punta de los dedos; los únicos que lo harían serían probablemente aquellos con la misma habilidad, es decir, sus compañeros de dojo.

“Pero ahora que lo mencionas, sí escuché algo sobre eso. Lo olvidé porque me importan una mierda mis hermanitas.”

“¿De verdad? ¿Después de todo lo que hemos vivido?”

“Y ahora recuerdo… que he querido conocer a su sensei. Tengo que atar esos hilos sueltos de la trama. También estoy bastante seguro de que es el último de ellos.”

“Estoy bastante segura de que estás muy equivocado…”

“Pero se siente como un desperdicio, ¿no? Es una especie de vergüenza que la fuerza de Karen-chan, el poder de ese cuerpo, su poderío físico, no se comparta abiertamente y quede enterrado entre las actividades ilegales de las Fire Sisters.”

“Nuestras actividades no son ilegales.” Insistió Tsukihi-chan, pero la ignoré.

No se trataron como delitos sólo porque las dos aún estaban en la escuela media. Las actividades en sí mismas sobrepasaban en gran medida los límites de cualquier cosa que pudiera llamarse legal.

Estaban fuera de los límites.

Por no hablar de que, desde mi punto de vista, lo que exigían no era ni siquiera justicia, pero no había que agotar esa discusión con mis hermanas; aunque agotara mis fuerzas la discusión no lo sería, así que decidí dejarlo estar.

Pero incluso si les dejo divagar benévolamente sobre la justicia y la importancia de su trabajo y bla, bla, bla, el asunto de las Fire Sisters me puso de mal humor.

“¿No crees que es una pena, Tsukihi-chan? ¿Qué las habilidades de Karen-chan permanezcan ocultas?”

“¿Nya?”

“A esa chica le sale el talento por las orejas, sin duda, aunque no esté a mi nivel. Mira, ¿no crees que se merece estar bajo unos reflectores? No quiero que se vea frenada por su dojo o por las Fire Sisters, ¡debería ir a por las olimpiadas ayyyyy!”

Tsukihi-chan me había pisado.

Y no de una forma bonita, había aplastado la uña de mi dedo pequeño con su tacón. Un golpe quirúrgico, justo en el blanco. “Aplastado” no es excesivo ni exagerado, sino la verdad: me partió la uña del pie, por el amor de Dios.

“¡¿Qué demonios?!”

“¿Eh? Estabas siendo molesto, Onii-chan…” Me miró sin comprender, su repentina emoción parecía haberse enfriado. No se arrepentía ni un poco de su propio comportamiento. “A nadie, ni siquiera a nuestro hermano mayor, se le puede permitir anular el vínculo de las Fire Sisters.”

“¿Qué…? Tú misma estabas considerando disolver las Fire Sisters,

¿no? ¿No dijiste que me invitarías a una fiesta de despedida llena de chicas de escuela media?”

“Escuchar a otra persona decirlo me hace enfadar.” Por lo menos era honesta, esta peligrosa hermanita mía. “¿Las Olimpiadas? Me dan asco. La misma cosa rancia una y otra vez, cada vez.”

“La tradición no es rancia. No llames rancio a un festival que se celebra una vez cada cuatro años. No lo desprecies. ¿Quién te crees que eres?”

“De todos modos, Karen-chan se retirará de las Fire Sisters algún día, pero no necesito que mi hermano mayor me lo diga.” Dijo Tsukihi- chan, esta vez con total tranquilidad. Un hueso duro de roer, qué fastidio. “Pasarán todo tipo de cosas cuando vaya a la secundaria. Todo tipo de cosas. Su entorno cambiará. Todavía no creo que deje el dojo. Está increíblemente embelesada de su sensei, y todo eso.”

“Huh…”

Es divertido.

Escuchar que mi hermana pequeña estaba embelesada de un desconocido del que no sabía nada era algo inquietante. Dejando de lado los hilos sueltos de la trama, tenía que investigar a este sensei. Para mi propia tranquilidad.

“Y apuesto a que tampoco dejarán ir a Karen-chan tan fácilmente.” Predijo Tsukihi-chan. “Su sensei tiene una estimación aún más alta de las habilidades físicas de nuestra hermana que tú.”

“¿Perdón? ¿Una estimación aún más alta? Mentira, este supuesto sensei no sabe nada de la delicada suavidad de la lengua de Karen- chan.”

“Um, probablemente no… ¿Y cómo sabes lo suave que es su lengua?” Tsukihi-chan me fulminó con la mirada. “¿Por qué conoces los encantos de la cavidad oral de Karen?”

“Mrgh.”

Uy, es hora de retirarse. Ella me tenía allí.

En cualquier caso, todo era pura charla, y no me hacía ilusiones de resolver el futuro de Karen-chan en el transcurso de una charla insignificante de una mañana. El mero hecho de saber que Tsukihi- chan seguía dispuesta a disolver las Fire Sisters, que no había olvidado aquella conversación, era más que suficiente para satisfacerme.

No sabía cómo de bien me iba a ir en mis exámenes, o tal vez como de mal, pero en cualquier caso, no había duda de que en poco tiempo mi entorno iba a cambiar aún más que el de Karen-chan.

Pero antes de que eso ocurriera.

De hecho, no estaba totalmente desprovisto de un deseo fraternal de poner a Karen-chan y a Tsukihi-chan en algo parecido al camino correcto, porque sí, ya era hora.

Para que las Fire Sisters se despierten. Para mí.