Monogatari (NL)

Volumen 13

Capitulo Cuerpo: Muñeca Yotsugi

Parte 15

No hay manera de arreglarlo.

No hay vuelta atrás.

Me pareció extraño que cuando escuché el cruel pronunciamiento de Ononoki-chan, cuando escuché esa respuesta desesperada que me condenaba a mi destino, lo aceptara de buen grado.

Lo acepté.

Sin sobresaltos ni consternación. Su respuesta tocó algo en mí.

Algo muy dentro de mí.

O no, tal vez no del todo; no es que no me sorprendiera en absoluto. Definitivamente no era lo que yo pensaba que iba a decir. Pero fue el tipo de sorpresa que sientes cuando colocas una pieza de un rompecabezas exactamente en el lugar correcto, o cuando abres un diccionario precisamente en la página que estás buscando. Me sorprendió lo “correcto” que me pareció.

“Ya veo…” Asentí con la cabeza.

El más indicado para burlarse de esta respuesta, en toda su galantería de labios duros, no era otro que yo. ¿A quién quieres impresionar? Quise preguntar.

Como cuando alguien es atropellado por un vehículo y dice: Estoy bien.

“Así que ese es el trato, ¿eh? Bueno, ahí está, es lo que es.”

“Esperaba que estuvieras un poco más molesto por ello.” Dijo Kagenui-san, mirándome con duda, desde lo alto de los hombros de Ononoki-chan. “Todavía estamos dentro de la barrera, sabes. ¿No quieres revolcarte en el suelo durante un rato y berrear? ¿Gritar tus frustraciones al cielo? Vamos, fingiré que no he oído ni visto una bendita cosa.”

“No… Bueno.”

Cuando te paras a pensarlo, no se trataba de un simple dedo roto— me habían informado de que abandonaba la raza humana, para no volver jamás. No sólo estaba perdiendo una parte de mí mismo, sino que estaba perdiendo mi propia humanidad, así que no habría que avergonzarse de rodar por el suelo y llorar durante un rato.

Y sin embargo.

No sentí ninguna necesidad de hacerlo.

“Qué puedo decir. Es como: Así que es eso. Supongo que tiene sentido.”

“…”

“Quiero decir que he sido muy imprudente estos últimos seis meses. Fue lo mismo cuando luchábamos entre nosotros… Me convertía en vampiro como si nada, como si estuviera bebiendo una bebida energética o algo así, confiando en el poder de un inmortal para luchar contra las excentricidades. Y la retribución por eso…”

¿Retribución?

Eso es lo que dije, pero de alguna manera no sonó bien.

Por qué, no podría decirlo… o no, sonaba mal porque había una palabra mejor para ello.

No fue una retribución. Fue un precio.

“Tuve que pagar algún tipo de precio.” Sí, un precio.

Había estado tentando a la suerte, y el secreto finalmente salió— esa mañana finalmente salió, finalmente salió a la luz (o, no).

Eso es todo. No es gran cosa.

La verdad es que me sorprendió que hubiera tardado tanto.

Sólo estaba pagando los intereses de todas las facturas que habían vencido recientemente.

Estaba ajustando las cuentas por todas mis travesuras. No—

Este era el último plazo, el pago final.

El año pasado había terminado, incluso según el calendario tradicional, y Araragi Koyomi necesitaba cerrar su año fiscal.

Eso es todo.

“Precio, claro.” Repitió Kagenui-san con desinterés. Su expresión sugería que tal vez quería verme retorciéndome en el suelo para su sádico deleite. “Bueno, qué otra cosa se podía esperar, lanzando todo ese poder a discreción; no hay más remedio que aceptarlo, supongo. No es que esa actitud tan ilustrada tuya sirva de nada. Aun así, creo que todavía no has perdido tu humanidad.”

“¿Qué… quieres decir?”

“No hay forma de revertir el proceso, ni de arreglarlo, pero hay una forma de evitar que tu transformación en vampiro avance.” Kagenui- san incitó a Ononoki-chan, aparentemente diciéndole que siguiera el hilo de la explicación. Como onmyoji y shikigami, realmente parecían tener algún tipo de vínculo psíquico.

“Bien. Entonces, hay un método, Oni no Onii-chan.”

“¿Por un ‘método’ te refieres a una forma de no perder más mi humanidad?”

“Bueno, sí… Sí. Tendremos que llevar a cabo un examen exhaustivo, según las normas, para averiguar hasta qué punto estás vampirizado, Oni no Onii-chan, y cuánto de tu humanidad conservas. Pero de cualquier manera, hay una forma de mantener el status quo actual, sea el que sea.”

“…”

No pregunté de inmediato cuál podría ser este método porque de alguna manera sentí que eso sería codicioso.

Como si fuera algo turbio, como si tratara de incumplir mis préstamos… claro que hablaba como si estuviera en paz con ello, pero en última instancia, dada mi situación, tenía que averiguar cuál era ese método, si es que realmente había uno.

“Entonces, ¿qué es, Ononoki-chan? ¿Cuál es el método?”

“Mmmm… Quizá ‘método’ no era la mejor manera de describirlo, ya que en realidad no implica que hagas nada. En otras palabras…” Continuó Ononoki-chan. “Sólo tienes que dejar de usar tu poder vampírico.”

“…”

“Puedes seguir alimentando a Shinobu Nee-san, por supuesto, seguir usando tu sombra como cargador de batería como has estado haciendo debería estar bien. Si eso es todo, no hay problema. Pero tienes que mantener la calma, y por supuesto tienes que evitar transformarte en un vampiro. Pase lo que pase.”

“Deja de usar mi poder vampírico…” Definitivamente no es lo que se llama un método. Ni siquiera requirió ninguna acción por mi parte. Aunque eso no significaba que fuera a ser fácil.

En todo caso, sonaba como un programa de desintoxicación—

¿sería tan fácil desprenderse de la inmortalidad vampírica, teniendo en cuenta lo útil que había sido?

Y no había duda de que, habiéndome sumergido tan imprudentemente en el mundo de las excentricidades, seguiría relacionándome con ellas, dejándome absorber por su órbita.

Incluso ahora me estaban arrastrando con ellas.

“Suponiendo.” Le espeté a Ononoki-chan una pregunta totalmente innecesaria en aras de la confirmación. “Suponiendo que a partir de ahora siguiera usando el poder de la inmortalidad cada vez que tuviera que lidiar con una excentricidad, ¿qué me pasaría entonces?”

“Sabes lo que pasaría, no me hagas decirlo, no a un amigo. Estarías cada vez más cerca de ser un vampiro. No puedo decir con seguridad cuántas oportunidades más tienes, pero definitivamente tienes menos margen de maniobra de lo que crees, Oni no Onii-chan.”

“No estoy pensando en un margen de maniobra ni en más oportunidades ni nada, eso sería demasiado optimista, pero…”

Pero.

Suponiendo que hubiera algo—cualquier cosa—que tuviera que hacer absolutamente, mientras fuera humano, mientras pudiera mantener mi humanidad, que requiriera el poder de un vampiro.

¿Podría abstenerme de usarlo?

No pude evitar imaginarme un escenario así.

Pero las siguientes palabras de Kagenui-san borraron esas visiones de mi mente. “Mejor no hablar más de ello, mejor no pensar más en ello. Ya te declaré esto antes… y fue una declaración de guerra—si te transformas en una excentricidad inmortal aunque sea una vez más, aunque sea un ápice más, será mi deber profesional matarte. No tendré más remedio que matarte. Incluso ahora estás al borde del vampirismo—podrías llamar a tu estado actual ‘un ser humano algo vampírico’, pero si esa balanza se inclina más… ¿Necesito decir más?”

“…”

Había podido comprender mi situación actual gracias a que Gaen- san había enviado rápidamente a Kagenui-san y a Ononoki-chan a reunirse conmigo, pero aunque eso era una expresión de la amabilidad y la buena voluntad de Gaen-san, también era su forma de hacer entender la situación.

Ese es el tipo de persona que es.

Envió a Kagenui-san sabiendo que la onmyoji no sólo era conocedora de todas las cosas relacionadas a las excentricidades inmortales, sino que también estaba desmesuradamente obsesionada con destruirlas.

La dura realidad era que Gaen-san había enviado a Kagenui-san bajo el supuesto de que si mi transformación en vampiro excedía los límites de lo que Kagenui-san consideraba que podía dejar pasar, me exterminaría allí mismo. Naturalmente, quería creer que Gaen-san consideraba que eso era improbable, pero…

“Para que lo sepas, te he dejado ir a ti y a ex Heart-Under-Blade porque Oshino-kun me pidió que te certificase como inofensivo, pero tal como están las cosas, estás justo en la línea. Un paso más, joven, o incluso si un día se me ocurre la idea, es probable que te elimine.”

“…”

Si se le ocurriese la idea, eh…

“Una vez más debería estar bien, haré una excepción sólo por esta vez—si empiezas a pensar así, volviendo a la transformación ocasional, estarás en mi punto de mira. O, no. No, no, no. Actuaré en el momento en que juzgue que no tienes el autocontrol adecuado. Aunque si eres propenso a salirte de la línea tarde o temprano, creo que lo apropiado sería ocuparse del asunto aquí y ahora.”

“Hazlo y te mataré en el acto, especialista.”

Shinobu rompió entonces su largo silencio; en contraste con la actitud algo indiferente de Kagenui-san y la inexpresividad de Ononoki-chan, rebosaba de una emoción temible.

La animosidad se derrama por los lados de las palabras que soltó.

“Si mi amo y señor muriera, o fuera asesinado, entonces sería liberada de mi esclavitud, y con todo mi poder devuelto, yo también me convertiría en vuestro objetivo.”

“Así que lo harías. Sí, lo harías. Y entonces tú y yo llegaríamos a las manos, supongo, ya que tu inofensiva certificación quedaría revocada en ese momento.”

Kagenui-san devolvió la mirada asesina de Shinobu sin un ápice de miedo; de hecho, sonreía. Aunque habían estado enfrentadas durante las vacaciones de verano, nunca se habían enfrentado entre sí, y no se sabía cuál de las dos ganaría esa batalla.

El enfrentamiento se prolongó durante un rato, la tensión era tan densa que no podía ni hablar, pero finalmente Ononoki-chan la disipó con una pregunta razonable: “¿No nos estamos adelantando un poco, Nee-san? ¿Shinobu Nee-san? ¿Qué sentido tiene emocionarnos ahora?”

Hablar en esa situación, interponer esa pregunta distante aunque razonable, tuvo que ser la influencia de Kaiki, y sentí un sentimiento de gratitud a regañadientes hacia él.

Si empezaran a pelearse en este momento, no tendría ninguna forma de detenerlas sin usar mi poder vampírico.

Aunque probablemente no sería capaz de detenerlas incluso entonces…

“Lo siento, Oni no Onii-chan. Como puedes ver, Onee-chan es sorprendentemente irascible, rápida en sacar conclusiones, y rápida en cansarse de hablar a largo plazo. Así que, aunque sea mayor, no puedes esperar que te tome bajo su tutela. Es decir, espero que nunca te tome bajo su tutela. Y es por eso que tengo que pedirte un favor, Oni no Onii-chan. Como amigo… quiero que me prometas aquí y ahora que nunca, jamás, volverás a usar tu poder vampírico; quiero que jures que, sin importar las dificultades que enfrentes, actuarás sin recurrir al poder de la inmortalidad. Que vivirás el resto de tu vida como un ser humano.”

Quiero que jures. Vivir una vida humana, resumió plácidamente Ononoki-chan.

“…”

“Después de todo, soy un shikigami. Si Onee-chan me lo ordenara, no tendría más remedio que luchar, aunque fuera contra ti, Oni no Onii- chan; tengo mis sentimientos personales, pero hasta ahí. Así es como me hicieron.”

“Ononoki-chan…”

“Ya has tenido una buena dosis de inmortalidad, ¿no es suficiente? Créeme, como cadáver, la inmortalidad no es todo lo que parece… incluso si nos excluyes de la ecuación. Tal y como están las cosas, estás al borde, pero sigues siendo humano… o puedes pasar por humano, al menos.”

Pasa por humano.

Qué elección de palabras.

Viniendo de una muñeca que sólo pasaba por humana.

“No hay reflejo, la curación se acelera ligeramente… si sólo se trata de eso, deberías ser capaz de lograrlo. Piensa en tu novia antes ingrávida, o en tu amiga con el brazo de mono—por ahora, puedes volver a estudiar para los exámenes. A ver, me imagino que si no sales en los espejos tampoco saldrás en las fotos, pero… ya te hiciste la foto para la solicitud, ¿no?”

“Sí.”

Aquella en la que salgo con el cabello largo.

“Entonces estás bien, todo está bien.” Dijo Ononoki-chan.

No podía entender en qué se basaba para decir que todo estaba bien… Además, si entraba en la universidad tendría que hacerme una foto para el carné de estudiante, pero daba igual, era algo bonito que decir.

Una bonita promesa—que ella no podría cumplir.

“Creo que entiendo la idea, Ononoki-chan… Kagenui-san. Lo entiendo. Juro que nunca más tomaré prestado, usaré o explotaré el poder de un vampiro para enfrentarme a una excentricidad; si tengo que enfrentarme a una excentricidad en el futuro, lo haré como un ser humano, usando el ingenio humano en lugar del poder vampírico. ¿Te parece bien?”

“Sí, eso está bien.” Respondió Kagenui-san. “Si puedes hacer eso por mí, creo que me ahorrarás muchos problemas profesionales. Y te salvará la vida, y la de ex Heart-Under-Blade.”

“Es un voto muy ligero.” Murmuró Ononoki-chan en voz baja, justo cuando Kagenui-san y yo conseguimos llegar a un entendimiento.

Qué cosa más desagradable.

Algo que diría una persona desagradable.

Por otra parte, ¿se lo ha tomado a la ligera? Tal vez sí. No estaba seguro de que fuera a mantener esa promesa si se diera el caso.

Al final, no importan los votos que haya hecho; si, por ejemplo, Senjougahara o Hanekawa estuvieran a punto de morir ante mis ojos y pudiera evitarlo transformándome en vampiro, estoy seguro de que no habría dudas. No pensaría en el coste de mi acción, simplemente me perdería en ella.

Ese es el tipo de persona que es Araragi Koyomi.

Seguía sintiéndome así después de todo lo que había aprendido, y lamentado, y sabiendo muy bien cómo ese molesto rasgo de mi carácter invitaba a cualquier número de crisis en el pasado—ni siquiera la muerte me curaría de mi imprudencia, ni me haría destrozar menos cosas.

Ni siquiera el hecho de no morir me curaría.

Dicho esto, sin embargo, mi acuerdo con Kagenui-san no era sólo un recurso para escapar de sus amenazas de violencia.

Aunque albergara dudas sobre mí mismo en mi corazón, no tengo los nervios de acero que se necesitan para engañar a un oponente tan feroz.

Mis nervios son probablemente más bien de hojalata oxidada.

Lo que significaba que tenía que idear una forma de lidiar con las excentricidades que no implicara transformarse en un vampiro; incluso si no estábamos hablando de excentricidades, tenía que averiguar cómo evitar que situaciones como la hipotética muerte de Senjougahara o Hanekawa surgieran en primer lugar.

Sí, la prevención.

La prevención era la clave—considerar la situación desde todos los ángulos y prevenirla. Fue precisamente mi incapacidad para hacer esto lo que me llevó hasta acá, pero podía utilizar mi fracaso, mi no reflejo en los espejos, como alimento para la reflexión, una receta para la autorreflexión. Al menos era yo, y no otra persona, la que se había quemado.

Bueno.

Ononoki-chan tenía toda la razón en que, en comparación con la antigua afección de Senjougahara y el brazo de Kanbaru, no tener un reflejo era más bien un truco de fiesta.

Así que relájate.

Quiero decir, debería estar agradecido de que fuera un vampiro.

¿Y si hubiera sido una gorgona? Eso habría sido terrible. Entonces me habría convertido en piedra al mirarme en el espejo.

“¿Por qué forzarte a ser tan positivo?” Murmuró Kagenui-san. “Ese optimismo sólo se convertirá en cenizas en tu boca. Cuando te despiertes mañana, creo que te encontrarás en el infierno.”

“Qué cosas más desagradables dicen… las dos, nada más que cosas desagradables. ¿Eso es lo que llaman consentimiento informado? Y no se preocupen, mis hermanitas se encargan de despertarme todas las mañanas, así que no tendré tiempo de deprimirme por ello… Bueno, Kagenui-san, Ononoki-chan. Gracias por toda su ayuda.”

“Y a ti, muchísimas gracias… no, ¡espera un segundo!” Kagenui- san no era tan juguetona como para lanzar de repente una broma como esa, así que debió resbalar por un segundo. “Todavía estoy en medio la examinación de tu cuerpo, es algo que necesita hacerse a fondo.”

“¿Es así?”

“Por supuesto. Puede que sigas siendo más humano que inhumano, pero ¿estás dispuesto a morir sólo porque comiste un poco de ajo por accidente? Creo que el sol no te reducirá a cenizas en esta época del año, pero no puedo estar segura de los días más inclementes del verano. Piensa en el futuro, si quieres ir de vacaciones a alguna isla tropical en tu vejez, tu bonita piel bronceada podría arder en llamas.”

“¿El índice de rayos ultravioleta afecta a la sensibilidad de un vampiro al sol?”

Es la primera vez que oigo hablar de ello.

El calentamiento global iba a acabar con los vampiros de una vez por todas…

“Averiguar lo que puedes hacer y lo que no, lo que está bien y lo que no, dónde está el límite y dónde las líneas de falta, eso hará que el resto de tu vida sea mucho más fácil. Pero ese es sólo mi consejo, mi trabajo como especialista ha terminado aquí por el momento.”

“Ya veo…” Sonaba fatal.

Es decir, ya estaba harto sólo de pensar en ello—no tenía tanta fuerza de voluntad como Senjougahara. Para vivir una vida así, la cooperación de un compañero… de Shinobu sería indispensable.

Necesitaba que alguien me abofeteara cada vez que metía la pata.

Parecía que la experiencia de Senjougahara sería instructiva, pero cuando miré a mi compañera Shinobu, tenía los brazos cruzados, y si no parecía disgustada, tampoco parecía convencida.

“Um… Shinobu.” “Qué.”

Oh, oh.

No intenta ocultar sus sentimientos.

Ni hacía ningún esfuerzo por mantener las apariencias.

Por otra parte, era difícil saber lo que estaba sintiendo en primer lugar… aunque fuese lo que fuese, definitivamente no era bueno.

“Probablemente esto también será un inconveniente para ti, así que… pido perdón.”

“No es algo por lo que debáis pedir perdón. Me he cansado de decíroslo, mi amo, pero compartimos un destino común, nuestras suertes están echadas juntas—el hecho de que estemos unidos como lo estamos es en sí mismo un dispositivo argumental milagrosamente conveniente, y sólo por eso es justo que se pague algún precio como habéis dicho.”

No es un impedimento ni un inconveniente para mí—sostuvo Shinobu, repentinamente desafiante, pero tenía toda la razón.

Entonces, ¿por qué estaba tan descontenta? Tal vez para Oshino Shinobu, el antiguo rey inmortal de las excentricidades, el simple hecho de recibir consejos de esta especialista, su enemiga natural la Aplanadora de Excentricidades, era lo suficientemente insoportable. Incluso si no se hubiera parado en su cabeza.

“¿Y asumo que no podemos dejarlo para mañana?”

“No. No, de hecho, con tu nivel vampírico al máximo aquí bajo la luz de la luna, deberíamos ser capaces de calcular el límite con precisión. No es que lo crea probable, pero existe la posibilidad de que si esperamos hasta mañana, te levantes y te evapores con los primeros rayos del sol. Y me imagino que eso no te gustaría mucho, ¿verdad? Si trabajamos durante la noche deberíamos ser capaces de aprender casi todo lo que necesitamos saber.”

“No te preocupes, Oni no Onii-chan. Yo seré quien lleve a cabo la mayor parte del examen… Seré diligente, y caballerosa. Sin ataques furtivos como cuando Onee-chan te rompió los dedos.”

“…”

Ni siquiera había considerado esa última posibilidad, pero ahora que la había sacado a colación, de repente tenía un poco de miedo a un examen completo… ¿Y que Ononoki-chan fuera el examinador me tranquilizaba? Si le daba la vuelta a sus palabras, parecía que estaba anunciando que me rompería los huesos, pero no en un ataque furtivo.

Espera un momento.

¿Tal vez iba a realizar el servicio, es decir, el examen, lamiendo todo mi cuerpo como cuando me chupó el dedo?

Empezaba a tener ganas de hacerlo.

“De qué te ríes, Oni no Onii-chan… Es espeluznante.”

No sé si fue la influencia de Kaiki o si lo hubiera dicho de todos modos, pero un rechazo tan directo fue sorprendentemente hiriente.

Después de todo, odiaba a Kaiki.

“Bueno, estoy deseando empezar… ¿No tienes que llamar a casa ni nada?” Preguntó Kagenui-san.

“No, está bien. Mis padres me dejan bastante a mi aire. Además, mis hermanas pequeñas, difíciles de complacer, están en una fiesta de pijamas esta noche.”

Las había enviado a casa de Kanbaru para protegerlos (a Tsukihi- chan en particular), pero de repente tuve la sensación de haberle hecho un gran favor a Kanbaru Suruga.

Con o sin fiesta de pijamas, Kanbaru siempre duerme desnuda.

Quería creer que no lo haría con mis hermanas pequeñas presentes…

“Hmm, muy bien. Le daré un grito a Gaen-senpai y le diré que no fue nada importante.”

“…”

Cierto, nada importante. Nada en absoluto.

Una actitud perfectamente natural para alguien como Kagenui-san, que se enfrentaba constantemente a excentricidades inmortales, pero también era perfectamente cierto para mí.

Esto era perfectamente ordinario.

En comparación con los meses que Sengoku Nadeko había perdido. Esto no fue nada en absoluto.

“Yotsugi. Teléfono celular.” “Sí, Onee-chan.”

Ononoki-chan sacó un teléfono celular—un teléfono inteligente— de quién sabe dónde, y se lo entregó a Kagenui-san. Ononoki-chan,

¿un teléfono inteligente? Me quedé sorprendido. Aunque de su intercambio deduje que era de Kagenui-san, y que sólo estaba haciendo que su familiar lo llevara.

Como tenía que sortear constantemente terrenos difíciles, Kagenui- san probablemente hizo todo lo posible por viajar lo más ligera posible… Quizá se lo dio todo a Ononoki-chan para que lo llevara, su cartera, su teléfono, todo.

“Lástima que no haya podido matarte, pero al haberte atrapado justo antes de que te convirtieras en una excentricidad inmortal, estoy plenamente satisfecha con mi trabajo del día…” Comentó Kagenui-san mientras tecleaba en su teléfono móvil, tarareando aquí y allá; lo más probable es que estuviera redactando un informe para Gaen-san, pero, a diferencia de Shinobu, Kagenui-san parecía estar muy animada. Me estremecí de horror ante su inquietante decepción por no haber conseguido matarme, pero por lo que pude ver en su expresión, en realidad no estaba tan decepcionada.

¿Atrapar a las personas antes de que se conviertan en excentricidades inmortales—habiendo logrado hacerlo—la hacía realmente tan feliz?

“Hey, Kagenui-san.” “¿Qué puedo hacer por ti?”

“Um… A ver, en realidad también quería preguntarte esto durante el verano, pero… ¿por qué estás tan empeñada en matar excentricidades inmortales?”

“¿Perdón?” Su mano dejó de teclear a mitad del mensaje.

Se lo pregunté sabiendo que podía estar entrando en territorio tabú, pero lo único que hizo fue pedirme que lo repitiera. Como si estuviera tan absorta en la composición de su mensaje que me hubiera escuchado, pero no realmente.

“¿Qué fue eso, joven?”

“Sólo… preguntaba por qué te empeñas en matar excentricidades inmortales… Como campo de especialización de las excentricidades, es bastante específico, ¿no?”

“¿Hm? Tal vez sea así. Pero en realidad no lo contemplo de ese modo. Viendo que la mayoría de las excentricidades, es decir, los monstruos, ya están muertos. ¿No es así, Yotsugi?”

“Claro… aunque la norma es bastante ambigua, Oni no Onii-chan. Dependiendo de cómo se interprete la inmortalidad, incluso se podría decir que Onee-chan es un médico generalista.”

“…” Bueno.

Claro, es justo.

Ya que el que lo dice, su familiar, era un tsukumogami cadáver, una excentricidad inmortal que se podría esperar que fuera un objetivo primordial para Kagenui-san. Debido a esa contradicción, o incluso fracaso, tal vez su área de experiencia era sorprendentemente borrosa.

Intuitiva, por así decirlo.

Y fue Kaiki, de entre todas las personas, quien describió la especialidad de Kagenui-san y Ononoki-chan como “estrecha”; tal vez había hecho el ridículo al tomar lo que dijo al pie de la letra.

Estaba mortificado.

“El hecho es que no soy el único experto que se especializa en excentricidades inmortales, aunque es cierto que sólo hay otro que está tan interesado como yo en matarlas, sin importar el costo.”

“Así que hay alguien más, ¿eh?” De alguna manera eso no me gustó.

Como alguien a quien había tratado de matar—como una excentricidad inmortal que habían intentado desaparecer, con ese feroz fanatismo—sin importar el costo.

“Jeje, ese otro es un poco recluso, sin embargo, así que no te preocupes por eso, joven—incluso se extravió del grupo de Gaen- senpai, ese, un verdadero perro callejero.” Dijo Kagenui-san. “No es necesario tenerlo en cuenta. En cuanto a la razón por la que me especializo en excentricidades inmortales, bueno, es porque por mucho que se les aplaste o se les golpee, nunca se puede ir demasiado lejos… Juraría haberte dicho esto con anterioridad.”

“Sí, definitivamente he escuchado esa parte antes, pero…” Pero no pensé que esa pudiera ser la única razón.

¿Realmente se puso en contra de todas las excentricidades inmortales sólo por esa razón? Parecía una forma de vida demasiado peligrosa…

Era una mujer que luchaba en la calle, ¿quizás eso era razón suficiente?

Como si seleccionara intencionadamente el nivel de dificultad más alto o algo así, aunque aparte de la mayor de mis hermanas pequeñas, sólo he encontrado ese tipo de personajes en el manga shounen.

“¿Qué, joven? ¿Tienes ganas de que te cuente cómo empecé en este camino?”

“No, no, no, no soy tan entrometido… Es que, para ser sincero, me molesta lo mucho que me molesta. Oshino fue el primero de ustedes que conocí, y su área de experiencia apenas parecía llegar a nada… Pero en última instancia supongo que lo mismo ocurre contigo y con Kaiki, y también con Gaen-san.”

“¿De qué hablas? Deberías estar más preocupado por las razones de Yotsugi que por las mías.”

“¿Eh?”

El impulso de mi pregunta se desvió repentinamente y me volví hacia Ononoki-chan, pero ella sólo me miraba, inexpresiva como siempre.

En blanco, vacuamente.

Mirando a un yo ya no totalmente humano. “Kagenui-san, ¿qué quiere decir…?” “¿Hm?”

Al parecer, su teléfono inteligente vibró cuando estaba a punto de seguir con el asunto. Había recibido una llamada mientras aún estaba componiendo ese mensaje a Gaen-san.

Kagenui-san comprobó la pantalla, que yo no podía ver desde mi posición, y frunció el ceño, y luego pulsó el botón para responder a la llamada.

“Hola, habla Kagenui.” Respondió como si no pasara nada.

Bueno, no es que fuera una carrera contra el tiempo en este punto, así que no estaba particularmente preocupado por ser interrumpido.

Sin embargo, lo que sí me preocupó fue que el ánimo eufórico de Kagenui-san se agriara un poco.

Su expresión cambió visiblemente.

“Uh huh… Espera un minuto. Espera. Justo ahora le estaba contando al joven sobre… Eso no puede ser. Senpai, eso es demasiado horrible…”

¿Senpai?

Senpai—sólo hay una persona en el mundo a la que Kagenui-san llama senpai, así que eso significaba que estaba hablando con Gaen- san, Gaen Izuko. En ese caso, su cambio de expresión tenía sentido.

Incluso Kagenui-san tenía problemas con la singular marca de “presunción” de Gaen-san.

Por mi parte, mi primera reacción fue que no se esperaba menos— llamar justo cuando había una pausa en nuestra conversación, de hecho justo cuando Kagenui-san estaba redactando un mensaje para ella—, no se esperaba menos de Gaen-san, y sin embargo…

Algo, de alguna manera, parecía extraño…

“Uh huh… Uh huh. Pero ahora mismo, Tadatsuru… ¿De verdad? Bien. Se lo haré saber a Araragi, es todo lo que podemos hacer ahora mismo, creo. ¿Y estamos bien así? ¿Sólo siguiendo la corriente?”

Mm-hmm, mm-hmm, Kagenui-san asintió dos o tres veces con la cabeza, luego dijo: “Adiós.” Y colgó. Sí que sabía cómo despedirse adecuadamente, pensé.

Francamente, no era momento para esos pensamientos frívolos, pero tenía la mala costumbre de comparar a Kagenui-san, Kaiki, y a Gaen-san, con Oshino.

“Joven. La peor noticia ha llegado en el peor momento.” “¿Eh? Pero, esa llamada era de Gaen-san, ¿no?”

No.

No había duda de ello, pero espera, Kagenui-san no había dicho nada a la otra persona sobre la situación actual, es decir, sobre mi estado.

En otras palabras, no había entregado nada del informe que había estado preparando, que había estado componiendo por escrito, lo que significaba, naturalmente, que la conversación había sido sobre algo que Gaen-san tenía en mente.

¿Y esa conversación se refería a esta “peor noticia”?

En cuyo caso, ¿por qué sería éste el “peor momento”? Para empezar, cada vez que recibes la peor noticia, sea cuando sea, ese momento, ese ahora mismo se convierte automáticamente en el peor momento, ¿no es así?

“Te prestaré a Yotsugi por un tiempo. Ahora date prisa, no hay un momento que perder.”

“Apurarme… ¿a dónde?”

“A la casa de Kanbaru Suruga. A la casa donde vive la hija de Tooe, la hermana de Gaen-senpai—apúrate y ve a buscar a tus hermanitas.” Dijo Kagenui-san con una mirada aguda, su tono cortante. “Aunque puede que ya no estén allí.”