Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 15

Capítulo 16: No Nos Rendiremos

Parte 3

◇   Nephilia

Algunas chicas mágicas locas de ahí fuera fanfarronearían sobre cómo “una chica mágica brilla más cuando está al borde entre la vida y la muerte”. Pero Nephilia sabía que lo que les gustaba a esas tipas era estar al borde entre la vida y la muerte antes de labrarse un nuevo camino al final. Menos de una de cada cien eran auténticas desquiciadas qué dirían con aterradora sinceridad: “Vaya, ha sido divertido” mientras se deslizaban por el borde de la destrucción. (En este caso, “desquiciadas” iba con todos los matices negativos que pudiera tener). Habiendo oído las voces de los muertos innumerables veces, Nephilia podía afirmar este hecho con confianza.

¿Nephilia era normal o desquiciada? Como, afortunadamente, nunca había experimentado la destrucción, aún no sabía qué decir. Pero ahora mismo seguía disfrutando de la cuerda floja entre la vida y la muerte. En parte porque tenía que hacerlo o no podría continuar, y también porque, sorprendentemente, no estaba tan mal.

“… Hey.” La saludó Navi. “Ha pasado un tiempo…”

“¿Estás bien? Ah, no parece que estés bien.” “En realidad… estoy bien… pero… Agri…” “¿Eso es cierto? Suena a mala suerte para ella.”

Nephilia intentaba conscientemente hablar más despacio. Cuando intentaba hablar como chica mágica, siempre se precipitaba y terminaba murmurando. Hablar despacio le ayudaba a expresar claramente sus intenciones, y también convertía su discurso en un instrumento de medida que le indicaba si estaba ansiosa o no.

Navi Ru estaba sonriendo con satisfacción. Quizá la forma en que se sentía Nephilia hacía que pareciera que sonreía. Clarissa se paró medio paso delante de Navi, moviendo las orejas como un gato. Su postura equilibrada se parecía mucho a la de las bestias carnívoras de la sabana. Su sonrisa era muy agresiva, su mirada se centraba en Nephilia pero alerta a toda la zona.

Estaba a quince metros. Si esto se convertía en una pelea, Nephilia, al estar herida, moriría en un instante. Respiró hondo y soltó el aire. Una respiración superficial sólo aumentaría la tensión en su cuerpo y mente.

“Esto es… terrible…” Nephilia se apoyó laboriosamente en su guadaña.

El dedo índice de la mano derecha de Clarissa se movió ligeramente. Viendo a los dos hasta el momento, Nephilia hizo un primer juicio. Por sus reacciones, Clarissa era más propensa a estallar que Navi. Tenía una audacia temible para su aparente edad cuando era humana, pero obviamente tenía menos experiencia que él. Además, al estar en una posición en la que tenía que estar preparada para luchar en cualquier momento, estaría más tensa.

A partir de sus gestos, miradas, expresiones, tono de voz, respiración y todo lo demás, cada elemento, Nephilia leía los sentimientos que intentaban ocultar y sus objetivos. Ella diría que quería evitar ser descartada como inútil, pero también evitar ser eliminada por ser demasiado peligrosa. Se haría pasar por alguien con quien no les pareciera mal relacionarse.

Podía hacerlo. Tenía que hacerlo. Las negociaciones eran el pan de cada día de Nephilia. Al menos, no la habían matado al instante de mostrarse. Había superado la primera etapa. Nephilia inhaló un largo suspiro y lo soltó. No sólo le dolían las articulaciones, sino también el cuello, el pecho y el estómago.

“Tengo… mucha fruta gris… ¿No quieren…?” “Oh-ho, eso sería genial.”

“Entonces, si cooperas…”

El contrato de Navi y Agri para organizar su cooperación había convertido la fortuna de ambos en colateral. Aunque Agri estuviera muerta, si Navi la traicionaba, la magia seguiría activándose. Eso era cierto incluso si la diosa mágica que había matado a Agri era aliada de Navi. Pero los contratos que Nephilia había metido bajo su traje aún no se habían activado, y no se había impuesto ningún castigo a Navi.

Entonces, ¿era Navi una mera víctima? Nephilia no lo creía. Antes de que la diosa mágica se hubiera mostrado, Agri le había divulgado su conjetura —que la diosa estaba alborotando bajo la creencia de que los aliados de Navi estaban siendo atacados— y la reacción de Navi a eso había sido sospechosa. Aunque había dicho que no lo sabía, no había sido la respuesta de alguien que realmente no lo supiera. ¿No era esa exactamente la razón por la que Agri se había hecho una idea equivocada?

Sabía algunas cosas y callaba lo que no se le había preguntado. Cuando había rechazado la posibilidad de que Navi fuera una pura víctima, esto también le había parecido probable. Además, la diosa mágica no estaba afiliada al campamento de Navi. A lo sumo, Nephilia supuso que conocía algún método para tratar con ella.

Agri había muerto porque había malinterpretado la relación entre la chica mágica que estaba fuera de control y Navi. Nephilia no era tan fría como para verlo como un error o culpa de Agri, y tampoco pensaba que no era culpa de Navi porque no había mentido. Era difícil decir que Nephilia era una persona muy leal, pero incluso ella le odiaba lo suficiente como para pensar, me gustaría darle un puñetazo, pisarle la cara sonriente y molerlo a palos. Navi Ru y Clarissa eran desagradables, pero no eran desagradables del tipo que valía la pena para Nephilia. Eran diferentes de Agri.

Pero no podía decirles que los odiaba. El viento soplaba y el penetrante olor a quemado se extendía por el aire. Nephilia levantó la vista y exhaló un suspiro. “El fuego… fuerte.”

“Eso es un problema. ¿Qué idiota empezó eso?” Preguntó Navi.

Nephilia no tenía ninguna obligación de decirle: “Fue mi idiota.” Mirando las orejas de Clarissa, vio que habían dejado de moverse. Era justo suponer que ella ya sabía dónde se escondía Ren-Ren. Sin embargo, valía la pena tenerla escondida y vigilándolos. Estar obligada a proteger a Navi evitaba que Clarissa estuviera tranquila y facilitaba ver sus reacciones.

“Como… dije… antes… ¿no necesitan… fruta gris?”

“Sí, las queremos.” Como siempre, la actitud de Navi fue coherente. No vacilaba. Pero ahora buscaba zanjar las cosas con ese único comentario. No quería una conversación interminable con Nephilia. Navi no estaba tan tranquilo como él pretendía estar. Estaría bien que se irritara un poco. Pero Nephilia no podía enfatizar desde su lado que él estaba en tantos problemas como ella. No había ninguna razón por la que ella tuviera que estar absolutamente encima. Dependiendo de su estado de ánimo, ella podría ser asesinada. Lo haría más   fácil   si   pensaran   en   ella   como   una   chica   mágica   que   se extralimitaba para tratar de ser igual.

“El contrato es… todavía válido… deberíamos… cooperar…”

Se había enterado de la fortuna de Navi Ru cuando hicieron el contrato. Era una buena suma. Agri había dicho bromeando: “Si me traicionas, entonces es todo mío, ¿eh?”

Pero Nephilia pensó que, si fuera necesario, este hombre incluso tiraría por la borda su “justa suma” de fortuna. La historia de Nephilia como chica mágica no era corta, y había visto a unas cuantas personas así: magos y chicas mágicas. Algunos se habían embriagado de abnegación, y otros habían tenido deseos personales difíciles de comprender. Navi era uno de esos tipos, aunque no del todo. Por lo que había visto de sus acciones y comportamiento en esta isla, su objetivo no parecía tener nada que ver con el dinero. Agri podría haber asumido que ella y Navi compartían los mismos valores, operando dentro de un marco de ganancias y pérdidas, pero eso no estaba ni cerca de la verdad. Navi sólo quería que los demás lo vieran como alguien materialista. No trataba simplemente de quedar mal: era malintencionado, y estaba dando a la gente una idea equivocada de su carácter para tratar de sacarles las castañas del fuego.

Por eso Nephilia le hacía suponer que seguía confiando en el contrato. Porque eso hacía las cosas más fáciles de controlar para Navi Ru. Incluso si Navi no pensaba mucho en su fortuna, ella usaría el contrato como un escudo.

“El fuego… es fuerte.”

“Sí, nos acabamos de enterar.” “Peligroso…”

“Por supuesto.”

“Chelsea… y Mary… trabajando juntas…”

Clarissa parpadeó. Chelsea y Mary ya habían escapado del control de Ren-Ren, pero no había necesidad de decírselo. En realidad debía ocultar que sólo eran ella y Ren-Ren. Era mejor tener tantas cartas como fuera posible.

“Ningún… contacto… con otros… supervivientes…”

El rostro de Clarissa parecía ligeramente rígido. No había ningún cambio en Navi, pero cuando se trataba de él, había que suponer que simplemente no mostraba sus emociones.

“Si no eres… una chica mágica… fuego… muy… peligroso…” “Sin embargo, no hay que subestimar a los magos.”

Clarissa parpadeó dos veces. La frase de Navi había subido un poco de tono al final.

Navi Ru no había estado preparado para un incendio. No había forma de que hubiera sido capaz de predecir que Ren-Ren lo provocaría. Navi estaba actuando como si el incendio no hubiera sido nada, lo que probablemente no era más que una bravata, pero ¿y Yol? Aunque Navi hubiera hecho algo para protegerla de la diosa, no podría escapar así de un incendio. A juzgar por la reacción de Clarissa, la protección que tenía Yol no era perfecta. El deseo de Navi de proteger a Yol era claro en la forma en que había colocado esa restricción en el contrato con la facción de Agri. No tendría sentido incorporar el no interferir con Yol en el contrato como una bravata o para intentar engañarlas. Incluso si planeaba engañarlas más adelante, no tendría sentido si Agri le jugaba una mala pasada antes de eso. Sería un problema para Navi si Yol moría, y aunque ahora no era algo bueno para Yol que su seguridad fuera incierta, era algo maravilloso para Nephilia.

“Deberías… tratar con… ello…” “Mm.”

“Así que… más… cooperación…” “¿Te refieres a apagar el fuego?”

Nephilia negó lentamente con la cabeza. “Sí, pero… derrotemos… a la chica mágica con apariencia… de diosa… después… apaguemos el fuego…”

Dijo claramente “diosa”. No iba a hacer acusaciones como: “¿No la conoces?”, pero hizo explícita su existencia. Nephilia estando tan golpeada como estaba hizo que pareciera innegablemente convincente que se había encontrado con la chica mágica enemiga. Había entrado en contacto con el monstruo, y sólo había resultado malherida. No estaba lastimosamente dolorida por sus heridas, en realidad parecía fuerte, como si sus heridas fueran insignias de honor.

Pero Nephilia se hizo la lastimera y se apoyó en su guadaña. No dijo nada en voz alta, pero se comunicó implícitamente: “Si luchara contra ti, moriría. Pero haré todo lo posible por aguantar con un solo brazo. Así que negociemos.” Ella les dejaría resolverlo. Navi, el mago calvo de mediana edad y aspecto rudo que la clavaba con su mirada viciosa y tenaz, seguramente lo resolvería.

Nephilia no estaba diciendo nada malo. Ser atacado en medio de la extinción de un incendio sólo sería peligroso. Deberían apagar el fuego después de haber lidiado con el mayor peligro.

Ahora la expresión de Navi cambió por primera vez. Se tocó la mandíbula con la mano izquierda y se acarició la barbilla. Su expresión parecía pensativa, con los ojos apuntando a las diversas estelas de humo que colgaban en el cielo. Los ojos de Clarissa no se movieron de Nephilia. Sus pestañas temblaban ligeramente.

“… Claro.” Navi asintió y le dio una palmada en la espalda a Clarissa.

La sonrisa de Clarissa no vaciló mientras extendía las manos y se acercaba a Nephilia con total despreocupación. Navi estaba detrás de ella. Por la forma en que ambos actuaban, Nephilia percibió que su tensión se había relajado. Si hubieran pensado que era matar o morir, Navi nunca se habría acercado junto con Clarissa.

Nephilia también se acercó a ellos, pero seguía dispuesta a morir en cualquier momento mientras extendía la mano derecha. Cuando la palma de Navi pasó por delante de la de Clarissa, Nephilia la estrechó, aliviada por el tacto carnoso y fiable de la palma, y luego se rio en voz baja de sí misma.

***

◇   Dreamy✰Chelsea

Su cuerpo se movió antes de que pudiera siquiera pensar y, mientras saltaba por encima de la aguja del edificio, se preguntó:

¿Dreamy✰Chelsea está consiguiendo actuar con calma ahora mismo? Se sorprendió de estar pensando eso. Dreamy✰Chelsea nunca estaba deprimida y nunca se preocupaba por ningún tipo de problema. Actuaba con determinación y sin pensar, resolviendo las cosas limpiamente. Así era Dreamy✰Chelsea. Así era una chica mágica. Las personas inteligentes deberían manejar las cosas como lo piensan.

Empujando el viento que soplaba en su cara, Chelsea apuntó su estrella hacia abajo.

Pero Chelsea no consideró un fracaso que sólo hubiera estado pensando. Tenía que pensar. Tenía que pensar, incluso si eso significaba ir en contra de los movimientos que originalmente debería haber estado haciendo. Porque no se trataba sólo de ella. El calor de la mano de Mary en su espalda. La cara de Ragi, constantemente enfadada como la cara de un tío suyo. También había otras personas en la isla. Shepherdspie se había ido. Ella apretaba los dientes. No podía evitar pensar que si hubiera pensado un poco más, no sólo en sí misma, sino incluso la mitad en los demás, quizá las cosas habrían acabado de otra manera.

Por eso estaría tranquila. Tenía que estar tranquila. Incluso si Chelsea actuaba sin pensar, ella estaría bien. Porque Dreamy✰Chelsea era una chica mágica. Pero aunque Chelsea estuviera bien, no todo ni todos lo estarían.

¿Era cierto que Clarissa no había querido matar a Rareko? Si iba a matarla, habría sido mucho más rápido no estrangularla, sino cortarla con las garras. Pero estaba claro que habían estado luchando. Siempre que había un escenario de supervivencia en anime, manga o novelas, era bastante común que los aliados se robaran alimentos unos a otros, incluso cuando no tenía nada que ver con el hilo principal de la historia. No todo el mundo podía ser como Deux Ans de Vacances. El mundo siempre fue El Señor de las Moscas.

Precisamente por eso eran necesarias las chicas mágicas, la lindura de las chicas mágicas.

Chelsea flotó hacia abajo hasta quedar suspendida en el aire. Mientras el dobladillo de su falda caía lentamente, Chelsea contempló la escena que se extendía ante ella. Había tenido un presentimiento. Había pensado que tal vez las cosas acabarían así. Pero no quería que fuera así.

Los trozos del techo caían al suelo. También se oía el tik, tik del líquido rojo que goteaba. Goteaba por todas partes, desde los extremos de las hachas hasta las ramas de los árboles. La diosa mágica sonreía como si estuviera muy contenta. A sus pies había un traje de sirvienta empapado de rojo. La cabeza y el cuello habían desaparecido hasta la mitad del pecho, por lo que no se podía saber quién era, pero el atuendo resultaba familiar.

Chelsea sujetó su estrella decorativa con la mano y la hizo girar como un yoyó, haciéndola rozar el suelo para volver a girar hacia el otro lado, y luego la sujetó con la mano izquierda. Su estrella estaba caliente. Había calor en ella.

La diosa agitó los brazos como un cisne a punto de batir las alas, girando mientras se acercaba a Chelsea. Extendió ambos brazos con las hachas en la mano, hinchó el pecho y miró a Chelsea desde donde estaba arrodillada. Su traje blanco estaba sucio, pero sus movimientos eran lo bastante elegantes como para compensarlo.

“¿La que se te cayó es el hacha de oro?”

Al oír esa pregunta, Chelsea juntó los brazos para dar una vuelta en sentido contrario, mirando a la diosa en una pose con las manos en forma de corazón, con su adorno de estrella intercalado entre ellas. Las dos chicas mágicas mantuvieron sus posturas mientras se miraban con las mejores sonrisas. Cuando el viento sopló, levantando polvo, Chelsea ni siquiera pestañeó.

La diosa había aprendido a moverse de forma cursi. Era una copia puramente superficial, pero no se podía menospreciar. Todo el mundo empezó copiando. Fue la admiración por sus predecesoras, como Miko-chan, Riccabel y Hiyoko-chan, lo que había hecho de Dreamy✰Chelsea lo que era ahora.

Chelsea no podía ganar en una competición de fuerza. Incluso era inferior en velocidad y en el poder de su magia. Y en ternura, el único aspecto en el que había estado ganando, la diosa la estaba alcanzando rápidamente. Chelsea quería huir, pero no le gustaba el tipo de chica mágica en la que se convertiría si huiría ahora. Hizo girar su estrella y la llevó por encima de su cabeza. Al mismo tiempo, llevó la forma de corazón bajo la barbilla y hacia la derecha. La diosa se levantó, cerró los brazos abiertos y los cruzó, superponiendo las hachas. Sólo su rostro asomó entre los brazos y las hachas mientras observaba a Chelsea, aguda y alerta.

“¿O es el hacha de plata?”

Lo que Ragi había dicho era cierto. Las chicas mágicas no estaban hechas para esto. Era exactamente por eso que Chelsea tenía que detener a la diosa. Comparar sus fuerzas parecía motivo de desesperación. Pero ella tenía que ganar. Entonces, ¿qué haría?

Chelsea se mordió ligeramente el labio y se lo humedeció. “Prepárate para ser asombrada por una lindura que nunca has conocido.”

Sólo tenía una opción. Dejó la forma de corazón y cambió a los signos de la paz, luego hizo una pose antes de cruzar los brazos mientras señalaba a la otra chica y gritaba: “¡Déjaselo a Dreamy✰Chelsea!”

Bajo la luz del sol, su estrella brillaba negra. Cuando la diosa saltó, Chelsea saltó por los aires.