Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 15

Capítulo 25: El Final

Parte 2

◇   Navi Ru

Navi no quería seguir viniendo aquí, pero la naturaleza del empleo obligaba a ir hasta el fin del mundo si había alguna razón para ello. Navi esbozó una sonrisa lo más amable posible, se limpió desde la frente hasta la coronilla con un pañuelo y sujetó la silla redonda que había junto a la cama y la colocó delante de Ragi para dejarse caer. Si esperaba a que le ofrecieran un asiento en esta habitación, nunca podría sentarse. No había más remedio que asegurarse una silla él mismo.

Haciendo que pareciera un poco deliberado, se pasó el pañuelo por la cabeza una segunda vez y volvió los ojos con resentimiento hacia la ventana. “Se está poniendo malditamente caluroso ahí fuera. Ese viejo de Sataborn debería haber acondicionado este lugar para que fuera un poco más fácil pasar el tiempo aquí. Este tipo de calor hirviente tiene que ser duro para un viejo convaleciente.”

“¿A quién llamas convaleciente?” Espetó Ragi. “Estabas muy malherido, ¿verdad?”

Navi había ayudado a curar la herida de Ragi. En aquel momento, realmente no había parecido momento para estar ayudando con un hechizo curativo, pero había servido para poner al viejo en deuda con él. Incluso si no era suficiente para decir que le debía la vida, si eso evitaba que lo echaran a patadas por la puerta, entonces genial.

La luz del sol era cada vez más intensa a medida que se adentraban en la tarde, mientras que, por el contrario, el interior de esta habitación estaba extrañamente oscuro y húmedo. Cuando Sataborn había estado allí, probablemente nunca había abierto las cortinas, así que estaba algo mejor en comparación con entonces, pero Navi pensó que no le mataría abrir las ventanas, al menos. Pero parecía que Ragi no tenía intención de refrescar la habitación, ya que las cerraduras de la ventana estaban trancadas, el aire estaba cargado y el polvo colgaba de los rayos del sol. Todo en este lugar era lúgubre, viejo mago taciturno incluido.

“¿Qué quieres?” Exigió Ragi. “Sólo quería saber cómo estabas.”

“No hay razón para que me controles.”

“Has estado trabajando aquí todo este tiempo, ¿verdad? Parece que tus invitados que han venido del Departamento de Gestión están teniendo algunos problemas. Dicen que no pueden tener conversaciones importantes, ya que el jefe no está allí, no importa cuando lo visiten.”

“A fin de cuentas ninguno de los invitados es alguien decente.”

“¿Vas a seguir quedándote aquí hasta que salves a 7753? Tienes un gran sentido del deber. Hoy en día, los que triunfan son los que no les importa explotar a las chicas mágicas.”

Incluso mientras hablaba, Navi no dejaba de observar.

Por lo que Navi sabía, Ragi siempre estaba enfadado. Ahora tampoco estaba de buen humor, pero parecía menos enfadado y más mustio. Normalmente era más juvenil —o, por decirlo de otro modo, inmaduro—, pero ahora parecía un anciano.

Las palabras “un anciano” hicieron pensar a Navi, que torció las comisuras de los labios. Las arrugas del rostro de Ragi eran profundas, tenía la barba larga y el cabello blanco, sin una sola mota de color. Era la imagen de un viejo mago, y Navi no había dudado en llamarlo anciano antes, pero no había pensado en él sólo como el anciano que aparentaba ser. Esta comprensión le hizo gracia, de un modo indescriptible.

“Bueno, no he venido hoy sólo para ver cómo estás.” Dijo Navi.

Tal vez no fuera malo que Ragi estuviera inusualmente falto de energía. En su triste estado actual, tal vez al menos escucharía una charla que rechazaría inmediatamente si se sintiera sano y vigoroso, con mucha energía. Si Ragi simplemente lo escuchara, entonces después de eso, las habilidades de Navi harían el trabajo.

Ragi era aún más importante ahora que antes de llegar a la isla. Dado que el engranaje que se había quedado atascado en Francesca había sido absorbido por el campo de fuerza, para poder adquirirlo, necesitaba absolutamente la cooperación de Ragi, ya que era el responsable de los trabajos de salvamento.

“Mi jefe te tiene en gran estima.” Dijo Navi.

“Tonterías.”

“Tus logros en esta isla han sido bastante impresionantes. Incluso si hubiéramos tomado a algunos magos que ahora trabajan para nosotros, ¿cuántos de los que hay ahí fuera habrían hecho un trabajo tan bueno como el tuyo? No creo que ninguno lo hubiese podido hacer.”

“Tu adulación hará que mis oídos se pudran.”

“No es adulación, así que no tienes que preocuparte de que se te pudran los oídos. ¿Entonces no podrían reunirse sólo una vez? Vamos, sólo un encuentro no significa que vaya a pasar algo allí mismo. Sólo siéntense juntos. Es suficiente para que ustedes dos tengan un intercambio de opiniones como especialistas. Mira, el jefe es fan tuyo y todo.”

“Tonterías.”

“No lo descartes con esa sola palabra. Creo que se llevarían bien. Tal vez odies el Laboratorio, pero no es un monolito. Cualquier departamento en cualquier lugar va a tener sus propias facciones. Bueno, entiendo tu sensación de que todo esto es una tontería. Pero creo que puedes llevarte bien con mi jefe. Ya que el jefe ha estado en contra del sistema de encarnación.”

Ragi se inclinó ligeramente hacia delante, moviendo los ojos para mirarle. Bajo sus pobladas cejas blancas, sus ojos agudamente brillantes captaron a Navi. Si Navi hubiera tenido un corazón más débil, ese destello en los ojos de Ragi le habría dado ganas de salir corriendo, pero Navi estaba en privado animándose de alegría. Podría haberle atrapado.

“Tú tampoco tienes buena opinión de las encarnaciones, ¿verdad?” Continuó. “Como incluso con el incidente que ocurrió en esta isla, es justo decir que fue causado por la arrogancia de intentar hacer recipientes para gente muy importante como los Tres Sabios. Mi jefe piensa lo mismo.”

“¿Qué te parece?”

“¿A mí? Mi opinión no importa. Si mi jefe dice blanco, entonces un cuervo es blanco.” Mintió Navi suavemente.

Navi no sentía apatía por las encarnaciones. La postura negativa de su jefe hacia las encarnaciones era la razón por la que Navi había conseguido su puesto actual y estaba haciendo el trabajo sucio.

Navi arriesgaría su vida todo lo necesario para ganar puntos. Esa era también la razón por la que había intentado colarse en casa de Yol. Falsificar el testamento para incluirse a sí mismo y a Yol como herederos, hacer que fuera una regla tener dos chicas mágicas asistentes, invitar a Maiya para que fuese eliminada y a Rareko para que reparase el engranaje, y cuadrar todo para que Francesca pudiera operar y causar confusión en la isla, todo había tenido un objetivo en común. Que era que Navi ganara poder y una posición.

Si un mago que no aprobaba las encarnaciones ganaba estatus, entonces intentarían afectar al propio sistema. Y si Navi pudiera colocarse en posición de insertar un comentario o dos, entonces podría evitar que simplemente se deshicieran de la base. Al igual que con Pastel Mary aquí en esta isla, que iba por ahí llevando la piel de Francesca, él daría la orden de intentar separar el material de la base. Devolvería la normalidad a su hermana, la madre de Clarissa, y entonces por fin podría disculparse con la difunta Clarissa.

La muerte de Clarissa era el único motivo de pesar que sería incapaz de solucionar. A causa de la fruta gris, el debilitamiento de los magos y las habilidades de Francesca que no figuraban en el manual

—todos los excesivos tejemanejes de Sataborn—, el plan de Navi no había podido manejarlo todo a la perfección.

Aquel viejo había sido problemático en un sentido distinto al de Ragi; era un excéntrico sin remedio. Resultaba desolador sólo pensar que no muriera en un accidente.

Ragi exhaló un suspiro por la nariz, con la barba bamboleándose. Algo debía de molestarle, pues no intentaba apartar la mirada de Navi, limitándose a mirarle sin pestañear. No era como si esto abrumara a Navi, pero no podía decir que se sintiera cómodo.

Navi sostuvo su sonrisa e inclinó la cabeza. “¿Pasa algo?” “Dime lo que realmente piensas.”

“¿Qué pienso realmente? Hey, soy un libro abierto.”

Cuanto más grande era la mentira, más fácilmente salía de su boca. Lo que realmente pensaba nunca saldría de su boca. Hablar mal de quien no debía o presentar quejas patéticas no beneficiaría en nada a Navi, así que debía guardarse en la cabeza lo que realmente pensaba. Clarissa había sido su única cómplice, la única persona con la que podía compartir sus verdaderos sentimientos, y se había ido. Ahora él era el único que escuchaba esos pensamientos.

Incluso si se arrojara a la misericordia de Ragi, diciendo: “Es para salvar a mi hermana, ha sido utilizada como material para una encarnación, por favor, sálvala”, ¿qué sentido tendría eso? Navi hacía tiempo que había sobrepasado la línea en la que se le perdonaría con una triste historia. Cualesquiera que fuesen sus razones, un villano era un villano, así que debía dedicarse a su villanía con orgullo.

Navi volvió a mirar a Ragi. Realmente parecía diferente de lo habitual. Normalmente, Ragi nunca intentaría preguntar lo que Navi estaba pensando realmente. No tenía tanto interés en él.

La barba de Ragi se hinchó de nuevo y volvió a la normalidad. Había una insatisfacción tácita en su suspiro. “Así que no me lo dirás.”

“Te digo que siempre digo lo que pienso.”

Si decía lo que realmente pensaba, de su boca sólo saldrían quejas.

No podía dejar que Ragi escuchara eso.

Clarissa se había ido. Había perdido la vida, nunca más volvería a sentir el abrazo de su madre. Navi había jodido las cosas, y se podría decir que había puesto la carreta delante de los bueyes al matar a su sobrina por el bien de su hermana, pero no se podía retractar de lo hecho. Decidió que no había más remedio que seguir adelante, arrastrarse ante su hermana cuando volviera a la normalidad y pedirle perdón por lo de Clarissa. No había vuelta atrás.

Navi no dijo lo que sentía, sino que puso una sonrisa como si no estuviera pensando nada, y Ragi le devolvió la mirada con ojos oscuros. El anciano y el hombre de mediana edad se miraron a los ojos como un chico y una chica en la pubertad. Ragi fue el primero en apartar la mirada.

Ragi suspiró como si estuviera sacando aire de los pulmones, murmuró las pocas palabras de un hechizo e hizo un signo con los dedos. En el espacio donde antes no había nada entre Navi y Ragi flotó un círculo negro del tamaño de la palma de la mano, que giró lentamente hacia la derecha a medida que iba creciendo, hasta alcanzar un tercio de la altura de Navi, donde se detuvo.

Al instante, apareció un juego de té: una taza antigua en la que salía vapor del té negro que contenía, un platillo a juego y un cuenco con galletas.

Ragi indicó el juego con la palma de la mano derecha y volvió a mirar a Navi con sus ojos oscuros. “Si insistes en no decir lo que piensas, entonces está bien.”

“Te estoy diciendo lo que pienso, ¿vale? ¿Entonces puedo tener algo de esto?”

Ragi cerró los ojos y asintió. Haciendo un gesto con la palma de la mano hacia el juego de té, espetó “Por favor, come” de un modo que chocaba con la cortesía de sus palabras. Ragi puso cara de asombro, y las palabras que salieron de su boca sonaron como una declaración de rendición. Tal vez fuera realmente una declaración de rendición.

Una declaración de rendición era justo lo que Navi quería. Pero él no podía permitir que Ragi fuese el viejo que parecía. Todavía había muchas cosas que Ragi tenía que hacer por él. Mientras mentalmente armaba planes para consolarlo de alguna manera más tarde, Navi tomó la taza de té en su mano con un “Gracias” y entrecerró un ojo.

Recogiendo el platillo, se llevó la taza a la cara. Había una pequeña cuchilla clavada en el interior del asa, de menos de media uña del dedo meñique de largo, y se clavaba en la mano de Navi. A pesar de haber sido herido por la hoja, no sangraba. Esta hoja era un trozo de punta de flecha.

Navi colocó la taza de té en el platillo y miró a Ragi. La expresión de Ragi pasó de oscura a completamente melancólica. Su voz era pesada, como si rezumara del fondo de la tierra.

“Utilizar medios ilegales contra lo ilegal perturba el orden. Eso es lo que siempre he creído. Sigo creyéndolo. Pero la ley no puede obligarte. Evitarás cualquier método legítimo. No dejarás que nadie te atrape. Si hay algo que puede atraparte, es la ilegalidad… pero esquivarás la ilegalidad ordinaria.”

Las palabras de Ragi le entraban por un oído y le salían por el otro. No entendía lo que significaban. El funcionamiento de su mente no se volvía hacia ellas.

“Me despreciaste, pero al mismo tiempo también confiaste en mí: que hiciera lo que hiciera, no me ensuciaría las manos con actividades ilegales. Confiabas en que siempre he observado la ley y me he enfadado ante lo ilegal, y creías que, por muy enfadado que estuviera, no me saldría de la ley. Te invitaron a entrar en esta sala sin guardia y sujetaste una taza que te ofrecí. Sin ser consciente de ello, estabas pensando: Ragi Zwe Nento no infringiría la ley, así que no estoy en peligro.”

Navi se rascó el brazo. Le temblaba. No podía estar aquí. No debía estarlo. Tensó las rodillas para prepararse a levantarse.

“Le di instrucciones a Tepsekemei de antemano.” Dijo Ragi. “Diciéndole que se pusiera en contacto con Nephilia tan pronto como llegaras. Ella estará aquí pronto.”

Al oír el nombre de Nephilia, Navi respiró aliviado. Si Nephilia vendría, si podría reunirse con Nephilia, que era su única familia, no tenía prisa por levantarse. Relajó las rodillas y se recostó en la silla.

“Si fuera Nephilia quien te abordara con este plan, no habrías bajado la guardia. No confiarías en alguien que hiciera un contrato contigo. Ella es diferente de un viejo testarudo y anticuado que se ha obstinado en rechazarte.”

En ese momento, sólo escuchaba la voz de Ragi. No intentó seguir el significado en su cabeza. Toda su mente estaba teñida del singular color de Nephilia, y eso le parecía obvio.

“Has perdido. Pero esto no es una victoria para mí. La ley debe ser protegida, pase lo que pase. Mis sentimientos al respecto aún no han cambiado. Decir que vidas que se habrían perdido podrían salvarse es una pobre forma de pretensión de auto engrandecimiento.”

Diciendo sólo eso, Ragi dejó escapar un largo suspiro. Fue como si hasta su alma se desprendiera de él.

***

◇   Nephilia

A la derecha del camino, los altos árboles y plantas crecían densos y frondosos, mientras que a la izquierda, pequeñas hojas nuevas brotaban de las uniones de los árboles que habían sobrevivido al fuego. El fuego que había provocado Ren-Ren había ardido hasta justo esta línea. Mirando hacia arriba, se podía ver la parte superior del edificio principal más allá de los árboles. Habría sido peligroso si el fuego hubiera llegado un poco más lejos.

Nephilia soltó una risita y giró la guadaña que llevaba en la mano derecha, apartando con el dorso de la hoja las lianas que colgaban de la rama de un árbol. Las enredaderas, que habían estado colgando de modo que si seguía caminando podían golpearle la cabeza, fueron arrojadas hacia arriba sobre la rama, y Nephilia pasó por debajo de ellas.

Al usar su magia en la uña de Clarissa, Nephilia había conseguido hacerse una idea general de lo que Navi Ru había estado haciendo, pero aun así le resultaba difícil interferir directamente. Mientras se preguntaba qué hacer, los dos candidatos que surgieron fueron Mana y Ragi Zwe Nento.

Si lo que pretendía era simplemente hacer justicia, debería hablar con Mana, que trabajaba para el Departamento de Inspección, pero Navi parecía desconfiar de Mana. Así que Ragi era la mejor opción. Nephilia llegó a la conclusión de que el viejo mago era perfecto para el trabajo de atrapar a Navi.

Ragi había aborrecido la conducta ilegal toda su vida, e incluso cuando sus aliados habían sido cortados por el soborno y la intimidación, incluso cuando fue llevado a una posición de no hacer nada, el viejo mago se había obstinado en dar la espalda a los actos ilegales, por lo que incluso un villano como Navi acabaría confiando inconscientemente en él.

Nephilia le contó a Ragi lo que había vivido en la isla y su hipótesis sobre Navi, y repitió las palabras de Clarissa usando su uña para él. Cuando obtuvo la respuesta que quería, Nephilia alzó un puño en su corazón con un ¡Muy bien! No tuvo que preguntar por qué un viejo mago tan tontamente honesto e intachablemente recto había cambiado de opinión a estas alturas. Obviamente, la información que Nephilia había dado a Clantail durante la confusión —que el incidente había tardado tanto en resolverse porque el jefe del Departamento de Gestión no había ofrecido rápidamente información sobre Keek— tenía algo que ver.

Un anciano soltero vería a un amigo en el que pudiera confiar como un objeto raro y valioso. Perderlo haría vacilar su fe.

El viejo no era desagradable, horrible ni malo, y no había nada digno de elogio en utilizarlo. Nephilia no quería hacerlo. Pero si Navi Ru iba a hacer algo, entonces tenía que golpearlo desde una dirección que él no esperara.

“Esperanza… Agri… satisfecha… pequeña… venganza…”

Nephilia se llevó una mano al bolsillo y frotó las plumas. Al principio no le había ido muy bien, pero ahora era capaz de enlazar una palabra con otra para mantener una conversación. El truco consistía en bajar el volumen de la voz en las partes que no necesitaba.

“No / importa / por / quién / sea, / yo / creo / que es / mejor / no / hacer / cosas / malas.” La voz de Ren-Ren salió de la boca de Nephilia.

“Si es para… vencer… a los malos…” Respondió Nephilia. “Parece que te estás forzando, Nephy.”

Cuando estuviera de muy buen humor, charlaría más con Ren-Ren. Clantail le había transferido el dinero, como había prometido. Si usaba a Navi combinado con ese dinero, seguramente sería capaz de hacer algunas cosas interesantes.

“Estoy… bien…”

Ren-Ren agitó las alas, balanceándose arriba y abajo mientras aleteaba. Aunque su rostro era la viva imagen de la preocupación, últimamente no había dejado de intentar frenar el arriesgado comportamiento de Nephilia. Pensando que tal vez la forma en que volaba estaba un poco equivocada, Nephilia hizo que las plumas se movieran de una manera más relajada.

“Debería / haber / una / forma / mejor.”

“Esta es… la mejor manera… para la familia.”

Cuando Nephilia sacó el tema de la familia, Ren-Ren cerró la boca disculpándose. Era un movimiento injusto, pero Nephilia siempre había sido injusta, así que se disculparía de corazón para ganarse el perdón.

El vaivén de Ren-Ren se extendió a un movimiento de lado a lado, y Ren-Ren rodeó a Nephilia en forma de V. Se cruzó de brazos y piernas y parecía estar pensando qué hacer al respecto.

Nephilia era consciente de que Ren-Ren estaba muerta. Entonces,

¿estaba alucinando con una Ren-Ren preocupada? No podía asegurarlo.

Después del incidente, sus sentimientos hacia Ren-Ren se habían acentuado con el paso del tiempo, y al registrar su cuerpo había encontrado una pequeña herida que parecía haber sido hecha por una punta de flecha. No estaba segura de cuándo había ocurrido, ni de si había sido accidental o deliberadamente, pero se había pasado todo aquel día sonriendo para sí misma, haciendo que el mago de la oficina jurídica con el que se había reunido aquel día por un contrato pensara que era bastante espeluznante.

¿Seguía manteniendo cierto grado de control sobre su corazón porque Ren-Ren ya estaba muerta, porque Nephilia tenía aptitudes para ello, o porque Ren-Ren no había estado usando su magia en serio? Fuera lo que fuese, Ren-Ren seguía siendo el tipo de desagradable favorable, así que el mero hecho de tenerla a su lado permitía a Nephilia reírse ksh-shh. Y además, eran familia pasara lo que pasara, así que era mucho mejor tenerla allí que no tenerla.