Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 15

Capítulo 24: Luz En Medio Del Caos

Parte 2

◇   Tepsekemei

Tepsekemei se había convertido en una tenue bruma que flotaba a su alrededor. Débil como un muerto trepando por el hilo de la araña y efímera como Toshishun luchando en una ilusión, había sido incapaz de intervenir en la realidad en absoluto, incapaz de ver u oír, y se había visto obligada a limitarse a esperar para acumular aunque fuera una pizca de poder.

Pero entonces se presentó una oportunidad. Los pequeños perdigones que llevaba el enemigo se habían desparramado por todas partes.

Tepsekemei se sintió atraída por el delicioso olor. En un estado fantasmal en el que no se podía saber realmente si estaba en este mundo o no, hizo acopio de fuerzas y saltó sobre ellos. La píldora que venía rodando hacia Tepsekemei la golpeó y se fundió en ella. Los nutrientes se filtraron en cada parte de su ser como fruta que le ofrecían cuando estaba hambrienta, y ahora tenía sentido: ya veo. Así que esto es sopa de arroz con batata.

Aunque no había vuelto del todo a la normalidad, había recuperado parte de su poder. Voló suavemente hacia el cielo y, para cuando pudo mirar hacia abajo, había conseguido recuperar la mitad de su forma de chica mágica.

Abajo, amigos y enemigos luchaban confundidos. Al ver a una chica mágica con las gafas puestas, Tepsekemei se alegró de haberse recuperado por fin. Le hacía más feliz alegrarse por alguien que no fuera ella misma.

Tepsekemei disparó balas de aire desde arriba para ayudar a sus amigos. Al igual que aquella vez contra Pukin, había fallado una vez en su técnica especial, metiéndose en una herida para llenarla de aire y reventarla.

Las chicas mágicas eran listas, y Tepsekemei también lo era. No volvería a cometer el mismo error. Siguió disparando balas de aire incansablemente desde lo alto, apuntando a la herida del enemigo.

***

◇   Nephilia

Algo estalló. Las vibraciones le llegaron no sólo en forma de sonido, sino también a través de la piel. Era la diosa. Algo había golpeado a la diosa. Otro estallido. Algo la golpeaba continuamente. La diosa se giró. No le gustaba.

La estaban atacando. Nephilia no podía ver, y no tenía más remedio que juzgar basándose en el sonido y el tacto. Alguien estaba atacando a la diosa y con cierto éxito.

Empezó a pensar en lo que estaba pasando e inmediatamente dio media vuelta. Ahora mismo debía respaldarlos sin pensar en nada. Por alguna razón las esperanzas de Marguerite no habían dado resultado, y el gran plan para derrotar a la diosa se había desmoronado fácilmente. Pero, por supuesto, eso no significaba que estuviera bien rendirse. Al fin y al cabo, Nephilia tenía que hacer una cosa. Su mejor esfuerzo.

Primero, soltó su guadaña. Era demasiado difícil usarla tan cerca, pero si intentaba retroceder para hacerlo más fácil, seguro que esta vez acabaría muerta. Agarró el cuello de la diosa con la mano libre y utilizó el brazo con la muñeca aplastada para darle un codazo. Golpeó con el codo una vez, sintiendo cómo se entumecía al rebotar. Antes de intentar un segundo golpe, golpeó su frente contra ella. También rebotó.

Tuvo la sensación de que ahora dolía más golpearla. El enemigo no se estaba volviendo más fuerte—Nephilia se estaba volviendo más débil. Oh sí, la magia que Ragi había estado lanzando se había deshecho. El ligero fortalecimiento de su cuerpo había desaparecido.

Eso la hizo darse cuenta de que el canto de Ragi se había detenido.

Sólo estaba Yol.

Algo le había pasado a Ragi. Hubo otro estallido de sonido. Venía continuamente.

Ya fuera natural o artificial, si se trataba de una luz no mágica, una chica mágica sería resistente a ella. Probablemente era justo asumir que la intensa luz de antes había sido mágica. Había afectado gravemente a Nephilia, cegándola por completo.

¿Tenía eso alguna relación con la forma en que algunos árboles se habían marchitado antes del destello? ¿Esa luz no había sido obra de Ragi? ¿Qué estaba tramando Ragi?

Nephilia levantó la cabeza y la bajó. No golpeó con la frente, sino con la nariz. No se contuvo. Fuegos artificiales volaron dentro de sus ojos por el dolor, y su nariz chorreó sangre. Las lágrimas brotaron con ella. Parpadeó dos o tres veces para poder ver borrosamente lo que la rodeaba.

Ella no sabía lo que había sucedido a Yol o Ragi. No estaba claro quién estaba disparando cosas desde el aire, pero tenía que ser Tepsekemei. Siluetas que parecían ovejas, Pastel Mary y 7753 estaban luchando. Y la diosa… antes de que Nephilia pudiera ver, se sobresaltó por el sonido que llegó a sus oídos.

Nephilia no sólo lo había oído antes, sino que incluso lo había cantado. Una especie de miedo la había grabado profundamente en su corazón. Era la canción original de Dreamy✰Chelsea.

La diosa estaba cantando. Su entonación era tan precisa como la de una máquina y su voz tan clara, como si no estuvieran rodeados por el hedor de la sangre y los órganos. Era un canto magistral. Nephilia estaba confundida. No entendía qué significaba aquello. Dreamy✰Chelsea había estado cantando al borde de la muerte. La diosa también debía haberla oído. Pero no había razón para que cantara ahora.

Como para destrozar los pensamientos de Nephilia, la carne de la diosa se calentó.

¡¿Por qué?!

A Nephilia le asaltó una nueva confusión. ¿Era como si un equipo deportivo rindiera más cuando se le anima? ¿Estaba utilizando la canción como un grito de guerra para intentar levantar la moral? ¿O era que, como chica mágica, tenía un vínculo emocional con esta canción?

Simplemente tararear una canción sin ningún apego ni nada no haría brotar la energía de una chica mágica. Para que una chica mágica se animara con una canción, tenía que sentir suficiente emoción para que generara energía.

Era imposible imaginar lo que sentía la diosa, así que Nephilia sólo tenía que imaginarlo: admiración, envidia, rivalidad, celos. Algunos sentimientos fuertes habían pasado entre las dos mientras peleaban, lo que había llevado a que el tema de Chelsea también se volviera especial para la diosa, haciendo que su ánimo se elevara—Nephilia apretó los dientes y golpeó con el codo, golpeando con la frente.

No había manera. Era imposible. Incluso si fuera posible, ¿cuánta fuerza podría ganar con eso? Era un malentendido que todo podía resolverse con sentimientos, una idea en la que solían caer los fans de las viejas chicas mágicas. Se necesitarían más de diez cifras para contar todas las chicas mágicas que habían muerto creyendo en esa idea, incluso sólo contando las que Nephilia conocía.

Aunque la diosa recuperara un poco de poder, no curaría del todo las heridas mayores. Las ovejas balaban como si intentaran ahogar la canción de Chelsea. Nephilia golpeó con la frente y el codo una y otra vez y, con la visión borrosa, alargó la mano hacia el engranaje.

La diosa levantó una pierna y la golpeó contra el suelo. El suelo se sacudió. El cuerpo de Nephilia se elevó en el aire y se aferró a la diosa, decidida a no ser empujada. Oyó un sonido como de corte en el aire. El viento soplaba. Soplaba hacia la cara de la diosa. Ella aspiraba aire con todas sus fuerzas.

Nephilia recordó. Antes del destello de luz, la diosa había dejado caer su recipiente de medicinas y había esparcido las pastillas que contenía por todas partes. Con la fuerza que había recuperado de la canción, la diosa había pisado fuerte, aprovechando el impacto para hacer que las pequeñas píldoras se levantaran del suelo y luego aspirarlas con su temible capacidad pulmonar. Pero para cuando Nephilia se dio cuenta de lo que había hecho la diosa, el cuerpo de ésta estaba lleno de tanto calor que sudaba sólo de tocarla.

***

◇   Pastel Mary

No tenía ni idea de lo que estaba pasando. Había una luz potente y sonidos que no entendía muy bien, y también, por alguna razón, podía oír la canción de Dreamy✰Chelsea. Todo estaba tan lejos de su entendimiento… ¿hasta qué punto podía ser incomprensible?

Pero Mary aún tenía que hacer algo, aunque lo que podía hacer ahora era limitado. Rodeó firmemente la cintura de la diosa con ambos brazos y, en lugar de juntar las manos, hizo la forma de un corazón. Estaba imitando a la chica mágica más fuerte que conocía.

No sabía cuánto efecto tendría. Tal vez hacer algo así no tendría sentido para nadie más que para Chelsea. Pero aun así, aunque solo fueran sentimientos, si Pastel Mary podía hacer algo como Dreamy✰Chelsea, entonces seguramente ella también podría tener más poder de lo normal. Ella lo creía.

La temperatura corporal de la diosa subió, y la fuerza con que empujaba a Mary era cada vez mayor. Pero Mary seguía sin ceder. Con una voz que no podría decir que era bonita, sin saber realmente la letra, cantó alto y mal junto con la canción Dreamy✰Chelsea que alguien estaba cantando.

***

◇   Touta Magaoka

Le escocía toda la piel de la cara, el cuello y los brazos. Lo que más le dolía eran los ojos. No le escocían, los sentía húmedos. Quizá el líquido caliente que fluía de los ojos a la barbilla no eran lágrimas.

Aunque no pudiera ver nada, aunque le doliera tanto que no pudiera soportarlo, las piernas de Touta no se detuvieron. En su cabeza, repitió la escena que ya no podía ver. A unos diez metros de distancia, todo el mundo estaba atascado en su lugar empujándose unos a otros. No quedaba más remedio que creer que la situación seguía igual y seguir adelante. Con cuidado de no tropezar con ninguna piedra o agujero, siguió avanzando al mismo paso, deslizando ligeramente los pies.

Si sólo dolía, no podía ser tan malo como lo que había sufrido Marguerite. Haría lo que tuviera que hacer, aunque le doliera. De hecho, había estado luchando cubierta de heridas. A un niño normal se le perdonaría llorar: “Me duele, así que no puedo.” “Es sólo un niño,

¿qué puedes hacer?”, dirían. Pero Marguerite no lloraría. Y Touta, que era alumno de Marguerite, era igual. Aquella vez, en segundo curso, cuando saltó del gimnasio y se dislocó el hombro, le había dolido aún más que esto. Si no era tan malo como eso, podía aguantarse.

Decidió evitar pensar lo más posible en lo que había pasado y en por qué las cosas se habían puesto así. Pensar no le daría ninguna respuesta, y no mejoraría las cosas. Así que entonces debía pensar en lo que debía pensar, y hacer lo que debía hacer. Touta no tenía nada, era sólo un niño, pero también tenía que ser bueno para él tener algo que pudiera hacer.

Aparte del dolor, el hecho de no poder ver le hacía muy difícil incluso caminar. Tenía la sensación de que perdería el equilibrio por la cosa más insignificante, y no sólo eso: a veces casi perdía el equilibrio aunque no hubiera nada en absoluto. Oía el ruido de algo que estallaba, la tierra que temblaba y algún tipo de canción, y aunque estos acontecimientos le hacían tambalearse, sus pies no se detenían y seguía caminando.

El hechizo de Ragi se había detenido en algún momento, y sólo quedaba Yol. Touta estaba preocupado por Ragi, pero al menos, Yol tenía suficiente energía para lanzar un hechizo. Eso era bueno.

Y pudo oír a dos de las chicas mágicas cantando. No pensó por qué estaban cantando, sólo oía el sonido, así que se dirigió hacia ellas; eso era suficiente.

Touta no dejó de pensar. Pensar era muy importante. Si dejaba de pensar, seguramente sus piernas cederían al dolor y el miedo. Y tenía que saber cómo había fallado Marguerite, o podría cometer el mismo error. Él realmente no quería hacer eso.

Empezaba a hacerse una vaga idea de lo que Marguerite había estado intentando hacer.

A pesar de que Nephilia había comido fruta gris, Marguerite se había ido con ella sin transformarse.

La diosa también había reaccionado de forma diferente. A pesar de haber aplastado fácilmente la muñeca de Nephilia y de intentar acabar con ella, cuando agarró la muñeca de Marguerite, la había arrojado lejos. Había parecido como si intentara apartar de ella algo que no entendía.

Ahora la diosa estaba realmente golpeada. La espada de Marguerite y muchas otras cosas estaban clavadas en ella, y Touta supuso que la batalla debía de haber sido realmente intensa. Clantail, que aún no había regresado, había acorralado a la diosa junto con Marguerite, y no habían ganado. Pero Touta pensó que eso era extraño. Marguerite estaba aún más golpeada que la diosa, e incluso había vuelto a su forma humana. Pero no la habían matado y había estado siguiendo a la diosa.

¿Por qué no la habían matado como humana?

Sí, la clave era Marguerite. La Miss Marguerite que Touta conocía no cargaría contra el enemigo desesperada, sabiendo que la matarían. Se enfrentaría a la diosa como humana porque tenía algún plan.

Con todo este material en su cabeza, su cerebro estaba trabajando lo suficiente como para hervir mientras forzaba una respuesta.

Tal vez la diosa mágica no podía percibir a los humanos, más exactamente, a los humanos que habían perdido por completo todo poder mágico. Pero 7753 había confirmado que Touta no tenía ningún poder mágico para empezar. Touta debería ser capaz de hacer lo que Marguerite había estado intentando.

Pero otra parte de su interior intentaba pisar el freno.

No era el momento de probar si su idea era realmente correcta. Si se equivocaba, moriría sin motivo. Incluso si estaba en lo cierto, no podía ver, por lo que las posibilidades de que fallara eran altas. Esto era completamente diferente a tener los ojos cerrados. Realmente no entendía lo que estaba pasando. Tenía que concentrarse mucho para caminar y podía caerse en cualquier momento. Incluso si de alguna manera llegaba a su meta, después de eso tocaba la parte difícil. Ya que no podía ver. No tenía más remedio que confiar en los demás, confiar en que alguien que estaba allí le daría instrucciones de una manera que no lo delataría al enemigo.

Además de eso, Touta no había averiguado la razón por la que Marguerite había fracasado. Aunque sus piernas avanzaban, y el sonido se acercaba, y el olor a sangre y oveja se acercaba cada vez más, no había averiguado la razón de su fracaso. A este paso, podría correr la misma suerte que ella, o tal vez correría una suerte aún peor. Pero aun así era mejor que detenerse. Si se detenía, seguramente nunca sería capaz de volver a ponerse en marcha.

Era muy doloroso que sus ojos no pudieran ver, pero quizá fuera algo bueno. No pudo evitar pensar que si hubiera podido ver, habría tenido demasiado miedo como para caminar. Pero tal vez era aún más loco caminar a pesar de no poder ver. Pensó que podría haber perdido la cabeza, pero luego cambió la forma de pensarlo: si era verdad, estaba bien, supuso.

Mordió, destrozó, aplastó y se tragó el miedo de su corazón, poniendo toda la cara de valiente que pudo mientras avanzaba un paso a la vez en dirección al sonido.