Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 15

Capítulo 11: De Una Crisis A Una Crisis Mayor

Parte 2

◇   7753

Con Tepsekemei comprobando su posición, Mana y 7753 se dirigieron al edificio principal. Tras salir de la maleza, 7753 vio una brillante mancha roja en la mejilla de Mana y pensó con pesar mientras avanzaba: “Ahhh, debería haber mantenido esas hojas puntiagudas lejos de su cara.” Ahora mismo, 7753 tenía la cabeza demasiado ocupada como para dedicar un minuto a pensar en los demás. Ahora se arrepentía de no haber tenido en cuenta tales consideraciones y estaba dándole vueltas al asunto.

No se mostraron precavidas ni se mostraron cautelosas mientras viajaban, sino que hicieron hincapié en la velocidad. “Démonos prisa.” Dijo Mana a 7753 y Tepsekemei antes de apresurarse. Mana tenía que estar pensando en Marguerite. 7753 no se opuso a la decisión de Mana. Se dirigían en dirección opuesta a la que habían tomado Marguerite y los demás. Si de todos modos se topaban con el enemigo, tal vez debían ser frías al respecto y considerarse desafortunadas. Tenían que ser algo frías al respecto, dada la situación. 7753 empezó a recordar los sucesos de Ciudad B y sacudió la cabeza para sacárselos de la cabeza. Realmente estaba pensativa. Y cuando se ponía así, recordaba cosas difíciles y dolorosas del pasado. Precisamente 7753 tenía que ser lúcida. Se dio un puñetazo en la mejilla para que le doliera. Eso pareció darle un poco más de energía.

La zona alrededor del edificio principal estaba bien cuidada, con los árboles y la hierba podados y desherbados y demás, haciéndolo verse como un de jardín. En otras palabras, había una mejor vista aquí que dentro del bosque. Cuando 7753 salió del sendero del bosque, levantando la mano contra la luz del sol, oyó una voz.

“Eh, ¿ustedes también han venido?”

Un hombre de frente ancha, rostro cuadrado y, en general, robusto y corpulento: era Navi Ru. Las saludó con la mano, mientras la manga de su túnica se deslizaba hacia abajo para dejar al descubierto la figura mágica tatuada en su antebrazo. Obviamente, el tatuaje de un mago debía tener un significado mágico. Pero en combinación con su aspecto, parecía menos algo mágico y más el tipo de cosa que se vería en un miembro de una organización criminal.

Guardándose opiniones tan groseras, 7753 le devolvió el saludo.

Por fin habían encontrado a alguien que no era un enemigo. 7753 estaba a punto de correr hacia él cuando alguien extendió un brazo frente a ella. Miró y vio que era el de Mana. Su expresión era rígida. Parecía distinta de cuando estaba a punto de desmayarse en el bosque. También era distinta a cuando había mencionado el nombre de Hana y se había animado.

Conteniendo a 7753, Mana se acercó a Navi muy despacio—7753 estaba confusa, pero la siguió. Mana se detuvo a tres metros de Navi, que estaba de pie a poca distancia de la entrada del edificio principal.

Navi no parecía particularmente suspicaz al respecto, bajando los hombros mientras dejaba escapar un gran suspiro. “Es bueno ver a un aliado aquí en este desastre.”

“¿Dónde están los demás?” Preguntó Mana.

“Clarissa está investigando. Le dije que no lo hiciera, porque es peligroso, pero las chicas mágicas nunca escuchan. Yol y Rareko se están escondiendo juntas en un lugar seguro con el niño. No es que cualquier lugar sea seguro. Pero es comparativamente seguro. Entonces, ¿qué hay de ustedes?”

“Nos encontramos con un enemigo.” Mana hizo una pausa y continuó. “Era una chica mágica que llevaba dos hachas. 7753, Tepsekemei y yo estábamos allí junto con el Señor Shepherdspie y Marguerite, pero nos separamos de ellos cuando el enemigo atacó.”

“¿Fue el que mató a Maiya?” “Eso parece muy probable.”

“Ya veo…” Una comisura de los labios de Navi se curvó ligeramente. Su expresión parecía terriblemente arrepentida. “Diré primero que no las culpo en absoluto, pero me gustaría decir algo, si no les importa.”

“¿Qué pasa?”

“¿Era esa chica mágica tan fuerte que incluso tres chicas mágicas no podían luchar contra ella?”

“… Si me preguntas basándote en lo que yo misma vi, entonces la verdad honesta es que ni siquiera podría decir lo que ella hizo. Marguerite y una parte de Tepsekemei alejaron al enemigo, pero Tepsekemei dijo que esa parte ya ha sido destruida—”

“Mei murió.” Ofreció Tepsekemei. “… Eso dice ella.”

“Vaya, bueno… esto no es bueno.” Las dos comisuras de los labios de Navi se doblaron, y su expresión se ensombreció claramente. Esa mirada hizo que 7753 sintiera como si le estuvieran echando en cara su propia inutilidad. Era vergonzoso quedarse allí de pie, pero no podía ir a esconderse.

“¿Crees que podrías vencerla si tuvieras cinco o seis chicas mágicas?” Preguntó Navi.

“No sabría decirlo.”

La mirada de Navi pasó de Mana a 7753, que se dio cuenta de que se preguntaba si había conseguido medir la fuerza del enemigo. Se apresuró a negar con la cabeza. Si hubiera tenido sus gafas, 7753 podría haber medido con precisión la fuerza del enemigo, pero ahora no las tenía.

La mirada de Navi abandonó a 7753, y miró ligeramente hacia arriba, hacia Tepsekemei.

“Si hubiera muchas, quizá ganaríamos. Tal vez perderíamos.” Dijo con pesadez.

“Bueno, por supuesto.”

“Si Archfiend Pam estuviera aquí, podríamos ganar.”

“Es lógico.” Navi dejó escapar un profundo suspiro y les dirigió una mirada con una leve sonrisa irónica. 7753 estaba agradecida de que Navi fuera lo bastante llevadero como para no dedicar a la respuesta de Tepsekemei más que una sonrisa ligeramente incómoda.

“Vaya.” Dijo Navi. “Si la situación se pudiera juzgar fácilmente, nadie habría huido, ¿eh? De todos modos, entiendo que es una oponente muy fuerte. Aunque eso no era lo que quería oír. De todos modos, supongo que deberíamos reunir a todos. Reunámonos con Clarissa, para empezar. Acaba de decir que vendría si pudiera, pero es de las que acaban apareciendo cuando hay una reunión.”

Navi dio un paso hacia ellas, intentando acercarse, y Mana levantó una mano. Navi se detuvo. 7753 se preguntó qué hacía Mana. Entonces comprendió que la señal de la mano significaba que no se acercara y se mordió el labio. Estuvo a punto de decir “¿Qué haces?” en voz alta, pero logró contener la lengua.

Navi no se enfadó; en realidad parecía curioso, ladeando la cabeza. “¿Qué pasa?”

“También nos encontramos con Dreamy✰Chelsea…” Dijo Mana. “Pero parecía que estaba siendo controlada por alguien.”

“¿Qué demonios?”

“De alguna manera nos las arreglamos para salir de esa situación, pero ella estaba siendo abiertamente hostil. Ah, sí, y no hemos confirmado qué tipo de magia usa el enemigo.”

“Bueno, si esperabas a que la usara, entonces habrías estado en peligro. Tiene sentido.”

“Puede ser una magia que puede torcer la mente o controlar a la gente.”

“No lo he visto, así que no sé… Espera, ¿estás diciendo que me están controlando?”

“Es una posibilidad. Después de todo, Dreamy✰Chelsea estaba siendo controlada.”

Navi se rascó la cabeza, perdida. Como 7753 había estado entre los atacados, había visto al enemigo. Ella también había visto las hachas cambiando de color. Y ella sabía que después de eso, habían explotado, y la mitad de Tepsekemei había sido arrasada. Entonces, ¿no sería típico asumir que había sido la magia del enemigo? No parecía muy correcto saltar por encima de tales explicaciones y afirmar que no habían visto la magia del enemigo. Era cierto que Chelsea había estado actuando de forma extraña, pero 7753 pensó que eso era otra cuestión.

7753 se preguntó si debía decir algo, pero tras echar un vistazo a la expresión de Mana, cambió de opinión. Mana parecía una inspectora mirando fijamente a Navi: tajante y sin debilidades. Por lo tanto, 7753 no debía entrometerse.

“Si estás diciendo que alguien me controla…” Dijo Navi. “Ahí me has pillado. Pero si pudieras comprobarlo con las gafas…”

“Las gafas ya no están aquí.” Le dijo Mana. “Chelsea probablemente las robó.”

“Eso no es bueno.”

“Estoy bien, sólo hago una comprobación básica para asegurarme de que no tienes armas ocultas.”

“Ahora eso suena como una molestia. Desde mi punto de vista, tampoco sé si ustedes están siendo controladas.”

“Si nos estuvieran controlando…” Mana miró a 7753 y luego a Tepsekemei antes de volver su mirada a Navi. “Entonces te habríamos matado o capturado.”

Los ojos de Navi se abrieron ligeramente, pero enseguida se entrecerraron con una pequeña sonrisa. “Bueno, supongo que tienes razón. No hay forma de que pueda luchar contra dos chicas mágicas.”

“Llámalo desconfianza, es la naturaleza del Departamento de Inspección.” Dijo Mana, su tono era el epítome de la cortesía superficial e insincera.

Pero Navi no se ofendió, levantando ambas manos. “No puedo luchar contra un policía.”

7753 se acercó al lado de Navi, con más o menos cautela, y Mana inspeccionó su persona con más detenimiento del que había dicho, confirmando que no llevaba armas.

Mana sujetó su sombrero con las manos, se lo puso delante del pecho e hizo una reverencia. “No hay problema. Por favor, perdona mi descortesía.”

“Oh, está bien. Más importante aún, viniste aquí por la misma razón que yo, ¿verdad?”

“¿Qué quieres decir?”

“¿No viniste pensando que aquí podría haber algo útil para salir de esta situación? Estaba buscando justo ese tipo de gran objeto mágico.”

Mana asintió y miró hacia el edificio principal. “Ese es el plan.”

“Déjame decirte que nada saldrá de ello.” Navi se acercó al edificio y golpeó la pared, luego le dio una palmada con la palma de la mano. Ahora parecía mucho más contrariado que cuando Mana había exigido inspeccionar su persona. “Yo también intenté investigar el almacén. No había nada que valiera la pena. Había unas cuantas antigüedades que alcanzarían un buen precio si las llevaras a los lugares adecuados, pero ahora no sirve de nada.”

“Entonces yo también miraré.” “Dije que sólo miré.”

“Nuestras especialidades son diferentes. Podría haber algo que sólo yo notaría.” Mana entró directamente.

Navi se encogió de hombros con cara de “¿Qué haces?” 7753 se inclinó disculpándose. “Lo siento. Todos estamos nerviosos.”

“No es ninguna sorpresa. Estoy seguro de que nadie pensó que las cosas acabarían así.” Siempre fue tan despreocupado.

7753 ordenó a Tepsekemei que vigilara la entrada y se fue tras Mana. Caminaron a paso ligero, doblando muchas esquinas, y luego subieron un tramo de escaleras hasta llegar a una gran puerta al final. La puerta no era tan pesada como parecía, y Mana la abrió despreocupadamente con una mano y entró. 7753 la siguió. La habitación medía tres por seis metros como mucho, con estanterías empotradas por los cuatro costados. Parecía un almacén. Había muchas cosas y ninguna estaba organizada. Apartando papeles y libros, Mana sacó una caja del tamaño de un brazo y abrió la tapa.

“¿Hay algo aquí que pueda ayudarnos?” Preguntó 7753.

“Espera un momento. Un aficionado no debería tocar estas cosas.” Eso significaba que 7753 no podía hacer nada.

Entonces Mana se volvió, tras recordar algo. Apuntó con un dedo al pecho de 7753. “Tampoco puedes fiarte de Navi. Dijo que aquí no había nada, pero no te lo tomes al pie de la letra.”

“¿Eh? ¿Realmente no podemos confiar en él?”

Mana volvió a mirar la caja y señaló el fondo. “¿No parece que había algo aquí?”

7753 se inclinó sobre la espalda de Mana y miró hacia abajo para ver un espacio de unos diez centímetros cuadrados.

“Supongo que estaba así desde el principio.” Dijo 7753.

“Mira a tu alrededor. Hay polvo en la caja. Pero no hay polvo sólo en ese punto.”

7753 se fijó mejor. Ahora que Mana lo había señalado, se había dado cuenta. Era cierto, era como ella había dicho.

“Ya es sospechoso que eligiera separarse de su chica mágica para venir al edificio principal, dada la situación. Es demasiado imprudente para un empleado del Laboratorio, debería estar acostumbrado al peligro.”

7753 había percibido un cambio en el ambiente de Mana cuando vio a Navi delante del edificio principal. Quizá así era Mana cuando trabajaba. No estaba simplemente preparándose, estaba trabajando como empleada del Departamento de Inspección.

“Como mínimo, deberíamos sospechar que es un saqueador.” Continuó Mana.

7753 siguió lo que decía Mana y volvió a considerar todo en orden. Frunció el ceño. “¿Quieres decir qué crees que tal vez Navi aprovechó el alboroto para robar parte de la herencia? ¿Y por eso inspeccionaste su persona? Pero no llevaba nada, ¿verdad?”

“No llevaba nada que se pareciera a la herencia.”

“Entonces, también es posible que alguien que no fuera Navi entrara durante la confusión para robarlo, ¿no? O espera, tal vez ni siquiera fue robado, pero que, um—Sataborn, ¿no? Él tal vez necesitaba algo, así que lo sacó.”

“No.” Mana interrumpió a 7753. “Navi es el más sospechoso.”

“¿Cómo puedes decirlo con seguridad? Tú lo inspeccionaste.” “Sólo tenía unas cuantas frutas grises y un bastón. Tampoco tenía

una bolsa mágica.”

“Entonces, no lo robó, ¿verdad?”

“Le faltaba algo que debería haber tenido antes.”

“¿Qué le faltaba?”

“Antes usaba una alfombra mágica. Cosa que ya no tiene.”

7753 recordó cuando Navi había aparecido. Aquello había dejado huella. Cierto, había tenido una alfombra. O mejor dicho, había estado montado en una.

“Podría habérsela dado a Clarissa.” Sugirió 7753.

“En esta situación, dudo que le diera a una chica mágica que no está con él una herramienta que podría usar para escapar o retirarse.”

“Eso es cierto… ¿pero porque el que no la tenga le hace poco fiable?”

Mana levantó la vista y 7753 siguió su mirada. No había nada especialmente extraño en el techo de piedra color crema. En todo caso, estaba un poco polvoriento.

“¿Hasta dónde crees que llega la barrera en esta isla?” Preguntó Mana.

“¿Quién puede decirlo…? La verdad es que no lo sé.”

“¿No crees que si pusiera el objeto que quiere encima de la alfombra y lo enviara por encima de las nubes, no lo encontrarían?”

7753 aplaudió con un “Ahh”. Entonces sólo tendría que recuperarlo cuando todo hubiera terminado. Como no había habido ningún tipo de catálogo para empezar, nadie se daría cuenta de que habían robado un objeto.

“Me contaron que hace mucho tiempo un ladrón robó joyas con un método parecido.” Explicó Mana. Sacó un recipiente de cerámica rosa pálido de la caja y lo dejó en la estantería más despacio de lo que lo había tomado. Tenía una astilla en el cuello. “Parece que… muchas de estas cosas están rotas.”

“¿Alguien las rompió?” Preguntó 7753.

“No, probablemente se deba simplemente a la edad. Estas son el tipo de antigüedades que encontrarías en un museo. Algunas personas encuentran un significado histórico incluso en un solo fragmento. No deberías reparar esto si no sabes cómo.”

“Así que esto significa que hay un montón de cosas viejas aquí.”

“Aunque me habría gustado encontrar cosas que hicieran uso de nuevas técnicas…” Mana sacó varios objetos de la caja y los alineó con cuidado. Había energía incluso en esos pequeños gestos. No parecía una víctima que se hubiera visto envuelta en un incidente, sino una inspectora que hubiera encontrado a alguien sospechoso. Sin duda, se trataba de Mana.