Hazure Skill Kage Ga Usui (NL)

Volumen 4

Capítulo 6: Empezando Con Las Misiones Recolectadas De La A A La Z, Parte II

Parte 2

—Te ha salvado de la muerte, eso está bien hasta ahora. Pero algunas mujeres parecen bonitas por fuera y en realidad están podridas por dentro. Aun así, te rescató, así que no me quejo—. El hombre inclinó su jarra de cerveza hacia arriba y continuó un momento después. —Lo que me ha sorprendido es lo de después. ¿Por qué no se ha largado ahora que estás trabajando de nuevo? ¿Y por qué está esperando a que vuelvas a casa? No tiene sentido.

—Idiota… eso es obvio. Es porque se preocupa por mí —afirmó Bale.

—Oye… ¿te sientes bien? ¿Estás seguro de que no está tratando de engañarte en algo?

—Por supuesto que sí.

—Espera, espera, espera. No le has dicho nada importante, ¿verdad?

—¿Qué idiota haría eso?

—Claro. De ninguna manera le habrías dicho sobre el nuevo trabajo que llegó. Ja, ja, ja — El hombre le dio una palmada en la espalda a Bale.

◆ Roland ◆

Fue en lo profundo de la noche.

Mientras descansaba en la habitación que Leyte me había dado, sentí una presencia familiar y dejé la cama para abrir la puerta. Encontré a Dey allí, con la mano en el pomo de la puerta.

—Oh, Dios. Esperaba colarme y darte tanto amor mientras estabas profundamente dormido. Qué pena.

—Si esperas entrar sin ser detectad a , te recomendaría no usar la entrada principal.

—Pero te darías cuenta enseguida si lo intentara.

—Correcto —dije, y luego dejé entrar a Dey—. ¿Cómo ha ido el seguimiento?

Hoy ha sido nuestra tercera reunión directa.

Estábamos regularmente en contacto a través de las sombras que enviaba para recuperar las cartas que escribía Dey. Los mensajes estaban escritos en un código que sólo conocíamos Dey y yo, por lo que nadie más podía leerlos. Si le ocurría algo a la sombra mientras la carta estaba en tránsito, lo sabría inmediatamente. Eso también me permitiría investigar a quien intentara robar las cartas.

Afortunadamente, nada había salido mal, y Dey se ganó con éxito la confianza de Bale.

Si sólo hubiera querido espiarlo, podría haber hecho que una sombra siguiera a Bale, pero existía la posibilidad de que la Compañía Welger mantuviera barreras mágicas alrededor de sus lugares de operación, lo que mantendría a las sombras fuera. Por eso tuve que pedirle ayuda a Dey.

Antes de la caza de los cazadores furtivos, le había explicado a Dey que dejaría escapar al responsable para poder investigar los turbios negocios de la empresa Welger.

—Por favor, encuéntralo y gánate su confianza.

—Qué hombre tan terrible eres. Sabes lo que siento por ti y me mandas a seducir a otro hombre…

—Nunca dije que fuera una buena persona.

—Por supuesto. Perdona si te he hecho creer que pensaba lo mismo. Fui yo quien te dijo que me gusta lo cruel y despiadado que eres.

Había dejado libre a Bale, el responsable de la caza furtiva de l os lobo s gris es , y Dey le había engañado con éxito.

Como era de esperar de un vampiro, engatusar a un hombre era pan comido para ella.

Supe por informes anteriores que Bale no tenía un alto rango en su organización. Había estado a cargo de una de las muchas unidades de caza furtiva, y ahora que la suya había desaparecido, probablemente sería asignado a otra.

—Las cosas deben ir bien para él desde que volvió a la empresa. Pensé que volvería a la caza furtiva, pero no parece ser el caso.

—¿Cuál es su próximo trabajo? —pregunté.

—Secuestro, creo. Sin embargo, no puedo asegurarlo. Parece que decirle que me gustan los chicos malos funcionó. Pero sólo me refería a usted, maestro Roland. Oh, Dios —dijo Dey—. Están planeando atacar a ex nobles que podrían convertirse en sus oponentes políticos y a los hijos de los ricos. Después del secuestro, podrían manipular a los nobles o pedir un gran rescate…

Asintiendo con la cabeza, comenté: —Así que lo hacen por el dinero y para mantener a raya al nuevo parlamento. E n otras palabras , d os pájaros de un tiro.

—Sí. Evidentemente, estaban cazando furtivamente para recaudar fondos suficientes para oponerse al gobierno. Estoy segur a de que habrá muchos parlamentarios chantajeados y corruptos en el futuro.

—Cuanto más se arraiguen en la economía, más difícil será eliminarlos —comenté.

Afortunadamente, el cáncer aún no había avanzado mucho.

—Todavía no han recurrido al asesinato, pero puede que no sea así durante mucho tiempo —explicó Dey.

—Generalmente, se mata a la gente para que no pueda hablar —respondí.

—Además, parece que nadie de los que tienen esos nombres que me has dicho -Amy, Emilie, Serine, Jance o Guzel- se asocia con Bale.

—Ya veo. Muy bien.

La característica que definía a mi maestra era que era una mujer hermosa. Tenía una edad indeterminada y no tenía ni idea de cómo se llamaba, pero era poderosa. Sin embargo, eso solo no era suficiente para localizarla.

Incluso su belleza podía ser disimulada.

Tallow la había visto, pero realmente esperaba que ya hubiera dejado Bardenhawk.

—Por cierto, no todo el dinero se destina a la manipulación del Parlamento. Una parte se envía a otra parte, aunque no sé muy bien por qué —declaró Dey.

—¿De verdad? Entonces, por favor, investígalo por mí. Quiero evitar que el cáncer crezca mientras la nación se reconstruye.

Maylee vivía aquí, después de todo.

—Hee-hee. Supongo que los únicos que se desviven por ayudar son los niños pequeños.

Efectivamente, yo también me había metido en los asuntos de Lina.

—No, mi definición de esto es vaga, pero ayudaré a la gente con la que he pasado mucho tiempo y con la que tengo una profunda conexión… Supongo que me preocupo por la gente de mi círculo íntimo.

Dey sonrió mientras me tocaba la nariz.

—Oh, maestro Roland, siempre se le ocurren formas novedosas de expresar las cosas. Puedes decir simplemente que son importantes para ti.

—…Ya veo. Supongo que la gente normal lo diría así. Entonces yo también lo haré.

—Me pregunto si harías algo si me pasara algo…

—Estarás bien. No tendría que intervenir porque serías capaz de ocuparte tú mism a .

—¿De verdad? Realmente no entiendes lo que pasa en el corazón de una chica. Se supone que debes decir que vendrás a rescatarme sin importar el problema que tenga.

Dey fingió estar enfadada mientras me miraba con cara de pocos amigos.

—Lo que quiero decir es que confío en ti lo suficiente como para pensar que serás capaz de ocuparte de las cosas por ti mism a .

Me di cuenta de que mientras me miraba fijamente, los ojos de Dey se habían vuelto febriles.

Cuando me abrazó, yo también la abracé, y el impulso nos llevó a sentarnos en la cama.

—Estoy tan feliz…… —susurró Dey, y me besó—. Ya que estamos aquí hoy, necesito mostrarte realmente lo mucho que me importas…

Dey miró bruscamente por la ventana y se rió. Yo también miré y me encontré con un gato negro que golpeaba el cristal. Tenía el ceño fruncido y los ojos como lunas crecientes.

—Parece que tenemos un felino muy aterrador entre el público, así que supongo que esperaré a otra ocasión.

Dey me besó de nuevo y se fue. Una vez que abrí la ventana, Rila se dirigió al interior.

—De verdad, ahora no puedo bajar la guardia ni un momento… — Resopló con rabia.

—Llegaste en el momento justo —le dije—. Había algo que necesitaba hablar contigo”.

—¿Hmm? ¿Sientes la necesidad de susurrarme cosas dulces? —preguntó, expresándolo como si fuera una broma.

—Podría hacerlo.

—¿De verdad? No me importaría eso…

Rila se movió como si estuviera avergonzada.

—Estoy bromeando.

—¡Silencio! — Se giró y me arañó, lo que esquivé, y luego le dije lo que había estado pensando.