Hazure Skill Kage Ga Usui (NL)

◆ Bale ◆

Formalmente, la Compañía Welger era un conjunto de comerciantes, pero tenía un propósito diferente bajo la superficie. Traficaba con drogas ilícitas y cazaba furtivamente monstruos, bestias y plantas, vendiendo a quien quisiera comprar.

—Bueno, eso es prácticamente todo lo que sé.

Bale había revelado a Candey lo que sabía sobre la Compañía Welger. No estaba seguro de si sólo conocía una parte de sus actividades o si eso era todo lo que ocurría. La información que había dado era una muestra de gratitud porque Candey le había salvado la vida. Sin embargo, una vez que Bale recobró el sentido común, se preguntó si debería haber sido tan comunicativo.

—Ohh, realmente. Parece que estás metido en cosas muy peligrosas.

—Esto es un secreto… sólo entre nosotros dos —dijo Bale, nervioso, y Candey se rió.

—Está bien. Mis labios están sellados.

—Bueno, en lo que respecta a la empresa, estoy muerto, así que ahora soy libre.

Intentaba dar a entender que no iba a participar más.

—Bueno, yo digo que soy libre, pero para empezar no estaba haciendo nada tan grande — La cara de Bale se suavizó mientras se burlaba de sí mismo. Candey le dio un golpecito en la nariz con el dedo.

—No digas eso. Estoy seguro de que eres mucho más importante de lo que crees. Podrías aportar toneladas.

—¿Lo crees?

Incapaz de soportar la mirada sincera de Candey, Bale bajó los ojos a sus manos.

Había pasado una semana desde que lo había rescatado. Bale seguía sintiendo dolor de vez en cuando, pero sus heridas se habían curado bien, y empezaba a considerar lo que vendría después.

—Candey.

—¿Qué es?

—No tienes ninguna familia que te ate, ¿verdad? En realidad, vengo de un pueblo en la Tierra Santa de Rubens.

—Vaya, ¿en serio? No he estado en Rubens antes.

—Entonces, ¿por qué no vienes conmigo a mi casa y…?

Aunque fue Bale quien lo sugirió, se sintió sorprendido de que las palabras salieran de su boca.

Candey lo había estado cuidando todo este tiempo y debía estar tomando un descanso de la aventura para hacerlo. Una vez que se recuperara, estaba seguro de que ella se iría.

—Quiero darte las gracias como es debido. Ya que me has salvado la vida, después de todo.

—De acuerdo…

Candey cerró los ojos, evidentemente considerando la oferta.

Bale la observó reflexionar. Pudo ver lo largas que eran sus pestañas. Había algo hermoso en ellas que era diferente de su sonrisa.

—Lo pensaré —respondió ella.

—¿Qué? ¿Realmente? ¿Lo estás considerando?

—Estoy bastante segur a de que eso es lo que acabo de decir.

Se puso una mano en la mejilla y sonrió, como una auténtica diosa.

—Gracias. ¿Cuándo crees que tendrás una respuesta?

—Hmm. Supongo que dependerá de lo mucho que trabajes.

—¿Lo hará s ? ¡Entonces me dedicaré a ello por completo! Una vez que esté bien, yo…

—Sé que tratabas de decir que no te involucrarías en nada peligroso, pero en realidad me gustan los chicos malos… Me encantan despiadados y crueles —intervino Candey, que parecía absorta en sus palabras. Ella suspiró.

—¿Entonces no te importa que cometa delitos?

—No me importaría en absoluto.

—Me alegro de oírlo.

Bale pensó que era un tipo de mujer extraña. Sin embargo, si eso era lo que ella prefería, tal vez lo mejor para él fuera volver a la Compañía Welger.

Después de todo, ganaría mucho más allí que en cualquier otro sitio.

◆

Pasaron tres días más.

Los cuidados de Candey habían dado resultado y, aunque todavía sentía algo de dolor, Bale podía moverse sin impedimentos, así que volvió a su trabajo.

Necesitaba llevar a Candey a su tierra natal, así que su plan era ganar lo suficiente para que pudieran vivir cómodamente.

Desde el incidente de l os lobo s gris es , Bale había estado viviendo con ella en su habitación de la taberna. Se aprovechó de su amabilidad y continuó quedándose allí incluso después de volver al trabajo.

—Bienvenido a casa. ¿Estás cansado?

Tanto si volvía por la tarde como si lo hacía por la noche, Candey estaba allí para recibirle con una sonrisa celestial. A pesar de lo maravillosa que era, Bale no podía evitar preocuparse por su relación, así que intentó pedir consejo a un socio con el que se sintiera cómodo.

—¿Vuelves a casa a una posada y te recibe una hermosa mujer? ¿En serio? ¿Estás presumiendo o algo así? Vete a la mierda.

—No estoy presumiendo. Lo digo en serio.

—Vives con una diosa y te acuestas con ella todo el tiempo. Estoy celoso.

Los dos hombres hablaron abiertamente, probablemente porque habían salido a beber.

—No lo hemos hecho en absoluto. No nos acostamos.

—¿Qué? ¿Es demasiado bonita para ti o algo así? Estás viviendo en una habitación de taberna, ¿verdad? Tiene que haber una sola cama.

—Hay dos —dijo Bale.

—¿Eh? ¿Por qué tienes dos? Ella es una aventurera, ¿verdad? Ella es básicamente una nómada, y tú estás viviendo en la habitación que ella ya estaba alquilando, ¿sí?

—Uh… Así que es una aventurera y no ha echado raíces en ningún sitio… pero tiene una habitación de posada con dos camas…

—No te lo estás inventando, ¿verdad?

—¡No! ¡Juro que no es un delirio!

—Entonces, tal y como yo lo veo, esta perfecta dama tuya tiene a varios tipos como tú bajo su pulgar. Mientras tú estás fuera, esa diosa zorra o lo que sea podría estar tonteando con otros hombres.

—No digas eso. No quiero oírlo.

—Supongo que es posible que el lugar en el que se aloja tenga dos dormitorios. También podría ser que odie los espacios reducidos y pague por uno más grande que tenga una segunda cama.

—La posada parece abarrotada, así que tal vez sea lo segundo —respondió Bale.

—Oye, aguanta los caballos. Hay una cuarta posibilidad. Si es esta, entonces estás en problemas. Mira… ¿No crees que todo esto es muy conveniente? Todo esto que me has estado contando.

—¿Conveniente? ¿En qué sentido?