Eiyuu Ou (NL)

Cyrene disparó una ráfaga de calor a la risa Mimosa, vaporizando la parte superior de su cuerpo mientras sus piernas caían al suelo. Un final rápido y brutal.

“¿Por qué? ¡¿Por qué iba a hacer todo eso, solo para que la mataran ?! ” Rafinha gritó con lágrimas en los ojos.

“La lógica no importa para los rencores tan profundos”.

“¡Pero Cyrene ni siquiera fue la que lastimó a su hijo!”

“Mimosa probablemente consideró que ninguno de los montañeses estaba exento de culpa”.

“¡Eso es demasiado trágico!”

“Puede que tengas razón, pero no podemos concentrarnos en eso ahora mismo. ¡Detengamos a Cyrene! Yo me ocuparé de ella. ¡Ve a enfrentarte a las otras bestias mágicas! “

“Está bien”, dijo Rafinha, apagándose antes de afirmar, “pero por favor sálvala de alguna manera. ¡Por favor!”

“Lo intentaré. Vamos.”

Inglis y Rafinha saltaron del tejado al patio.

“¡Todos, salgan de aquí!” Gritó Inglis, lanzándose frente a Cyrene. “¡Nos ocuparemos de esto!”

Rafinha lanzó flechas de luz a las bestias mágicas mientras gritaba. “¡Incluso si eres un caballero, huye!”

Inglis confiaba en que alguien también había alimentado a las ratas del castillo con un poco de polvo de prisma. No quedaban muchos en este punto; Rafinha podría manejarlos por su cuenta.

“¡Graaaaah!”

Cyrene dejó escapar un grito de tristeza mientras giraba el puño hacia Inglis. Inglis se quedó quieto, esperando el ataque. Si esquivo, ¿quién sabe dónde impactará el rayo? ¡Es mejor reducir el daño colateral bloqueándolo!

“¡Haaaaaaaaah!” Inglis activó Aether Shell y una luz fría la inundó.

Cyrene respondió con otro rayo de calor.

“¡Por favor deje de!” Inglis levantó la mano para protegerse del ataque. Cuando se encontró con su mano, se giró y salió disparada hacia el cielo. Sin ningún poder especial, el dolor habría sido insoportable. Afortunadamente, pudo envolverse en éter y desviar los rayos. Dos veces, luego una tercera vez, Cyrene disparó a Inglis, pero cada rayo giró alrededor de la chica antes de desaparecer en el cielo estrellado.

“¡Graaaaah!”

Luego, Cyrene apuntó una andanada dirigida no a Inglis, sino a los árboles y edificios detrás de ella, con la intención de enterrarla entre los escombros.

“¡Oh, no, no lo haces!” Antes de que la viga pudiera golpear, Inglis se arrojó frente a ella. ¡Cyrene! Si puedes oírme, ¡detente! “

Cyrene respondió con una amplia ráfaga de fuego.

“¡Ngh! ¡Haaaaaaaaah! ” Mientras una incontable masa de rayos se esparcía, Inglis bloqueó todos y cada uno de ellos en una exhibición que se parecía menos a un combate y más a una danza hermosa pero intensa, como el ensueño de una diosa a la luz de la luna.

Los caballeros estaban tan fascinados que, en lugar de huir, se detuvieron a mirar.

“¡I-Increíble! ¡Ella es alucinante!”

“Es como si hubiera docenas de ella…”

“Q…Qué hermoso. ¿Estoy soñando?”

Inglis miró a los caballeros y negó con la cabeza. “¡No te quedes boquiabierto! ¡Sal de aquí!”

Inglis volvió a concentrarse en Cyrene cuando una lanza dorada atravesó el hombro de la bestia. Corriendo hacia ellos había una hermosa mujer de cabello carmesí, la amenaza hieral Sistia.

Sistia saltó del suelo y volvió a golpear.

“¡Graaaaah!”

Cyrene rugió de agonía cuando la lanza dio en el blanco. Sangre púrpura brotó de la herida.

“¡Caer muerto!” Gritó Sistia.

“¡Espera, detente!” Inglis se zambulló, tratando de evitar que la lluvia de estocadas siguiera golpeando a Cyrene, y golpeó a Sistia contra la pared.

“Puaj…?! ¡¿Qué estás haciendo?! ¡Fuera de mi camino! ¡No vine aquí para pelear contigo! ¡Déjame acabar con ella antes de que esto empeore! “

Estás con los Steelbloods, ¿no?

“¿Qué te importa?”

Inglis apretó el puño y apretó los dientes. “Si hubiera tratado contigo entonces… ¡Quizás debería hacerlo ahora!” ella gruñó.

De repente, una voz sonó detrás de Inglis y una mano enguantada la agarró por la muñeca. “No, no habría cambiado nada. Siempre llevamos polvo de prisma con nosotros. Mimosa lo tenía mucho antes de que yo llegara. Esto no fue culpa tuya “.

Inglis giró la cabeza para ver a un hombre.

“Ella se movió por su propia iniciativa después de ver fallar a los caballeros rebeldes”, continuó, “sin importar el costo para ella. Debo admitir que admiro su determinación “.

“¡¿Quien diablos eres tú?!” Gritó Inglis.

Llevaba un atuendo extraño: una máscara negra en su rostro y una capa negra en su cuerpo. Inglis solo tenía su voz y su complexión para seguir, discerniendo que era un hombre de los que estaban solos. Su voz, aunque amortiguada por la máscara, sonaba extrañamente familiar.

“Soy el líder del Frente Steelblood”, anunció. “No necesito un nombre. Llámame como quieras. Estoy aquí para proteger esta tierra “. No necesitaba más presentaciones.

“¿Así que estás protegiendo incluso a los caballeros?” Preguntó Inglis.

“Precisamente. La… remoción… del Highlander fue decisión de Mimosa. Nadie más debería sufrir por ello “.

“¡Y tampoco Cyrene!”

“No hay forma de devolver una bestia mágica a lo que fue. ¿O tenías algún tipo de plan?

“Estoy tratando de resolver eso ahora. Así que mantente fuera de mi camino “.

“¡No estoy aquí para jugar tu juego!” Sistia se abalanzó sobre Cyrene de nuevo.

“¡Esperar!” Inglis los persiguió, solo para que el hombre de la máscara negra se interpusiera entre ellos. “¡Fuera de mi camino!”

Inglis terminó un ataque, cargado con su Capa de éter, para apartarlo de su camino. Sería lo suficientemente poderoso como para noquear incluso una amenaza hieral de un solo golpe.

Pero le cogió el puño.

El sonido metálico de una mano a otra resonó a su alrededor.

“¡¿Qu… ?!”

“¡Ghhh—! ¡Qué golpe tan poderoso! “

Su mano se recuperó, pero eso fue todo. Solo un roce de su palma había absorbido toda la energía que Inglis puso en su puñetazo. Esta era la primera vez que conocía a alguien que podía recibir un puñetazo mejorado con Aether Shell.

Todavía hay mucho en este mundo que no he visto. ¡Incluso gente como él! Fue una realización maravillosa y fascinante. Cada parte de su instinto de guerrera le gritaba que aquí estaba su oponente perfecto. ¡Ahora mismo, sin embargo, necesitaba detener a Sistia! “¡Fuera de mi camino!”

“¡Lo siento, pero no puedo dejar que hagas eso!”

Inglis soltó una feroz ráfaga de golpes, pero el hombre de la máscara negra fue capaz de rechazarla centrándose en su defensa. Sostenerla en un punto muerto fue suficiente para lograr sus objetivos.

Mientras tanto, Sistia se acercó a Cyrene. “Te pillé… ¡¿Guh?” Se vio obligada a evadir antes de que pudiera asestar un golpe con una lluvia de flechas de luz.

“¡No te dejaré! ¡Cyrene es mi amiga! Rafinha había disparado la descarga que obligó a Sistia a contenerse.

“¡Entonces te derribaré primero!” Sistia se volvió hacia Rafinha.

Tres nuevas voces intervinieron.

¡Lady Cyrene!

“Lady Cyrene, ¿estás bien?”

“¿Qué pasó? ¿Te lastimaste?”

Rino, Miyumi y Chico, los adorables huérfanos que Cyrene había acogido, estaban clamando por ella.

Inglis sintió que su corazón se aceleraba. ¡¿Aún no han sido evacuados ?!

Los huérfanos reconocieron a Cyrene incluso como una bestia mágica y corrieron hacia ella para ver si estaba bien. Sin embargo, ni siquiera ellos estaban a salvo de la bestia en la que se había convertido.

¡Rino! ¡Miyumi! Chico! ¡Huir!” Rafinha gritó, su voz llena de preocupación.

“¡Maldiciones! ¡Sistia, sálvalos! “

“¡Entiendo!” Sin embargo, tan rápido como era Sistia, no había forma de que pudiera llegar a tiempo.

La mano de Cyrene vaciló, casi como si estuviera tratando de contenerse, pero eso duró solo un momento. Disparó otro rayo, a sí misma.

“¡Ah—!” Inglis jadeó.

Ese movimiento contó toda una historia. En algún lugar, en el fondo, Cyrene seguía siendo Cyrene. Intentar proteger a los huérfanos, incluso si eso significaba quitarse la vida. Ella había dicho que quería proteger a los habitantes de la superficie. Al final, eso era obviamente cierto.

La idea era tan idealista que hasta ahora no estaba seguro de si lo decía en serio. Pero si ella realmente es ese tipo de persona, ¡no puedo dejarla morir aquí!

“¡Aether Pierce!” Inglis disparó un tiro concentrado de éter de su dedo, golpeando la palma de Cyrene y desviando su puntería. El rayo de calor se disparó hacia el cielo.

“¡Mmm! ¡No está mal!” dijo el hombre de la máscara negra, impresionado.

“¡Buen trabajo, Chris!” Rafinha vitoreó. Ella, sin duda, aprovechó la oportunidad que le quedaba de tener un final lo suficientemente feliz.

“¡¿Qué estás haciendo?!” Sistia miró a Inglis con el ceño fruncido. “¡Ella iba a acabar consigo misma! Ahora sabe qué es lo mejor para ella. ¡Déjala hacerlo! “

Incluso ignorando a Sistia, Inglis todavía no tenía un plan. Sin embargo, sabía que si dejaba morir a Cyrene, se arrepentiría. Además, no podía permitir que esa tragedia se desarrollara frente a Rafinha. Tenían planes. ¡Tendrían suficiente dinero para comer todo el camino hasta la capital! ¡Iban a ir a ver al Prismer congelado en Ahlemin! Si Inglis no encontrara la manera de hacer esto bien, ese futuro feliz no sería el mismo.

Como pensó Inglis, tuvo un destello de inspiración: puede que no resuelva todo, ¡pero ayudará!

“¡Tengo una idea! ¡Llama la atención de Cyrene sin las-timarla! ¡Hay algo que quiero probar! Si no funciona, no te detendré, ¿de acuerdo? Inglis llamó a Sistia y al hombre de la máscara negra.

“¿Quién te dio el derecho de darme órdenes?” replicó Sistia.

“Espera, Sistia”, interrumpió, extendiendo un brazo para sujetarla. Se volvió hacia Inglis. “Hmmm… Puedes intentarlo. Pero ya sea que funcione o no, dejará esta ciudad de inmediato. ¿Tenemos un trato? No quiero que interfieras cuando destruyamos el círculo flotante “.

“Está bien”, dijo Inglis. “Sin embargo, es una lástima que no podamos batirnos en duelo”.

“¿Una pena? Preferiría luchar codo a codo contigo. ¡Vamos, Sistia! ¡Llama su atención sin atacar por ahora! “

“¡Sí, señor!”

Parece que Sistia está dispuesta a confiar implícitamente en sus órdenes. Inglis observó cómo la amenaza hieral se movía sin vacilar. Cyrene debería estar a salvo mientras trato de hacer que esto funcione.

¡Chris! ¿Qué estás haciendo? ¿Puedo ayudar?”

“Está bien, Rafinha. Ya has ayudado más que suficiente “.

“¿Qué quieres decir?”

Mire y verá. Voy a detener a Cyrene “.

“¡Okey! ¡Buena suerte, Chris! “

“¡Aquí voy!”

Inglis cerró los ojos y se concentró. Tal como lo había hecho antes, comenzó a convertir su éter en maná. Sin embargo, no solo una parte, sino todo. ¡Cada gramo de éter que pudo reunir, se transformó en maná!

“¡Haaaaaaaaah!” Corrientes de maná se evaporaron de ella mientras cargaba su poder. Puede haber parecido un desperdicio, pero tenía más bajo la manga.

Ignorando su repentino agotamiento, Inglis pasó al siguiente paso: controlar ese maná. Las runas eran una forma de controlar el maná en un flujo constante. Incluso los humanos modernos, que no podían sentirlo ni comprender-lo, podían aprovechar ese poder siempre que tuvieran una Runa. Los artefactos tomaron ese flujo y dejaron que sus portadores lucharan como si lanzaran magia, o al menos eso es lo que los antiguos habían llamado tal fuerza. Si Inglis pudiera controlar el flujo de su propio maná, esencialmente podría hacer lo mismo.

A los doce, Inglis había aprendido a convertir su éter en maná. Y estos últimos años, había estado practicando el uso de ese maná. El éter era difícil de controlar, especialmente al equilibrar múltiples manifestaciones. Por ejemplo, no podía usar Aether Strike mientras mantenía Aether Shell. Pero comparado con el éter, el maná era débil y fácil de controlar.

Entonces, tal vez, solo tal vez, podría canalizar el maná que había derramado mientras mantenía el flujo de éter. Los pensamientos sobre el poder momentáneo que sería capaz de hacer realidad habían impulsado sus sesiones de práctica anteriores. Al ver a Rafinha usar su artefacto, había memorizado cuidadosamente dónde fluía el maná y dónde se acumulaba. La Inglis había intentado una y otra vez replicar el proceso por sí misma.

Habían pasado casi dos años desde su primer intento hasta su primer éxito. Los Artefactos de la clase más baja tenían los flujos más simples, y ese éxito finalmente había llegado con uno. Ahora, se estaba acercando a las habilidades de un Artefacto de clase media, no lo suficiente para un efecto poderoso como un Don, pero lo suficiente para manifestar chorros de fuego o fragmentos de hielo.

Inglis abrió los ojos. Su tejido de maná estaba completo. Canalizando lo último de su éter en maná, ¡se soltó!

“¡Congelar!”

Crrrrrack!

Un viento frío barrió el patio cuando comenzó a formarse hielo alrededor de los pies de Cyrene. En un abrir y cerrar de ojos, se apoderó de su ahora gigantesco cuerpo, congelándola por completo en un bloque de hielo.

“Uf, funcionó”. Inglis suspiró aliviado. Mana quemaba mucha más energía, por un efecto mucho menor, que el éter. Crear ese pilar de hielo había requerido casi todas las fuerzas que pudo reunir.

“¡Increíble! ¡Es enorme!” Exclamó Rafinha.

Sistia jadeó. “Eso es tremendo…”

Incluso el hombre de la máscara negra parecía impresionado. “Extraordinario, manejar eso con maná”.

“Uh, Chris… sé que eso la detuvo, pero ¿estará bien?”

“Las bestias de Magicite son resistentes. Cuando el hielo se derrita, probablemente empezará a moverse de nuevo como si no hubiera pasado nada. Así que llevémosla a algún lugar lejano. No podemos dejar que se quede aquí. Una vez que la llevemos donde no pueda hacer ningún daño, podremos… “

“No sé si podemos mover algo tan grande”. Rafinha miró boquiabierta el enorme bloque de hielo. La duda le nubló los ojos.

Inglis suspiró exhausta. “No tenemos exactamente una opción al respecto. Déjame descansar un poco y luego la llevaré.

“¿Estás seguro de que puedes manejarlo? Preferimos que te vayas lo antes posible —intervino el hombre enmascarado.

“Tendrás que esperar. Tratar con él.”

“Qué grosero. No estaba tratando de pincharte, iba a hacerla más fácil de llevar “.

“¿Mmm? ¿Cómo lo harías tú?”

“Sólo mira.” El hombre de la máscara negra se acercó a la columna de hielo que envolvía a Cyrene y la rozó con la mano.

Un humo pálido y azulado comenzó a elevarse desde donde su palma acariciaba el hielo. A medida que se desvanecía en el aire nocturno, comenzó a brillar…

La mandíbula de Inglis se abrió. “¡¿Éter ?!” Esta era la primera vez que se encontraba con otra persona que podía manipular el éter. ¿También era un caballero divino? ¿A pesar de que convertirse en uno requería el patrocinio de un dios?

¿Entonces los dioses todavía tomaron forma mortal y vivieron en esta tierra? Había sentido su presencia muchas veces en su vida pasada, pero no una vez desde que renació. Aparte de Alistia, que había hecho de Inglis su caballero divino y luego le había concedido una segunda vida, también había otros dioses. Pero un caballero divino era mitad humano, mitad dios. Seguramente, si se concentraba, podía sentir su presencia vigilando el mundo, pero no se encontraba ni una pizca de él.

¿Se había permitido al mundo, y a la gente que lo habita, sostenerse sobre sus propios pies? ¿Simplemente habían sido abandonados? Ella no lo sabía, pero la presencia de otro caballero divino sugirió que había más en la historia que debía aprender.

Es más, los flujos de éter a su alrededor eran completamente ajenos a Inglis, incluso elaborados.

“Si muerdo la fuerza de su éter sin cambiar su composición, ella mantendrá su forma”, explicó.

Las columnas ascendentes de humo de éter explotaron. Dentro de la columna de hielo, Cyrene comenzó a transformarse. Tal como había dicho que haría, el pilar comenzó a encogerse, sin distorsionarse.

“¡Oh! ¡Guau! ¡Ella es pequeña ahora! ” Era difícil pasar por alto el alivio en la voz de Rafinha.

Inglis respiró hondo. “¡Increíble!” Era un nivel de control que Inglis no tenía esperanzas de replicar. En lugar de controlar solo su propio éter, el hombre de la máscara negra pudo extender la mano y tejer el de la bestia mágica y el bloque de hielo que lo mantenía en su lugar. Fue menos una amputación y más como cortes delicados aquí y allá, dejando intactas sus formas originales. Algo que sería imposible sin ver y comprender cada uno de los complejos flujos de éter que componen un ser vivo.

Al final, un trozo de hielo que contenía la bestia que era Cyrene, lo suficientemente pequeño como para sostenerlo en la palma de la mano, yacía a los pies de la figura enmascarada. Después de que lo recogió, se lo entregó a Inglis. “Debería ser más fácil de llevar ahora. Y con la mayor parte de su éter esparcido por los vientos, sería casi imposible restaurarla a su forma original. Esto también significa que no podrá seguir adelante con más alborotos “.

“No tomes esto como un agradecimiento, pero estoy impresionado. Es asombroso que hayas podido… “

“Habría sido muy difícil si su éter no se hubiera mantenido en su lugar. Te agradezco por congelarla “.

Inglis frunció el ceño. “Realmente, desearía poder hacer eso”.

“No es una cuestión de poder. La ventaja de poder es toda tuya, mi talento está más en la técnica. No hay forma de que pueda manejar ese tipo de resultados “.

“¡Quiero tener poder y técnica!”

“Jaja. ¡Ciertamente una ambición audaz! Pero vete, antes de que decidas que no vas a negociar con la guerrilla ”.

“¿Pero qué hay de la gente de la mansión? ¿Qué hay de la ciudad?

“No te preocupes. Los protegeremos. Nuestro enemigo es Highland y Highland solo “.

“Entendido.”

“Entonces, hasta que nos volvamos a encontrar”.

“Como enemigos, con suerte”. Inglis dirigió al hombre de la máscara negra una mirada desafiante.

“La belleza de un ángel, ocultando algo más…” Incluso él parecía desconcertado.

“Vamos, Rani.” Inglis hizo un gesto. “Necesitamos sacar a Cyrene de este hielo”.

“¡Si! Luego…!” Rafinha hizo una leve reverencia al hombre enmascarado y siguió apresuradamente a Inglis. No se atrevía a agradecerle al hombre que le había proporcionado a Mimosa el polvo de prisma, pero todavía estaba aliviada de que, incluso después de la transformación de Cyrene, hubieran podido mantenerla con vida.

◆  ◇  ◆

Un corto tiempo después…

Al partir de Nova, Inglis y Rafinha se dirigieron hacia la capital. Casi habían llegado a Ahlemin, donde los aguardaba el Prismer helado.

Gota goteo…

Una llovizna de lluvia le hizo cosquillas en la nariz a Inglis mientras se sentaba en el asiento del conductor. “Oh… está lloviendo”.

No el Prism Flow, solo una lluvia normal. Pero podría cambiar en cualquier momento. Así que lo mejor era detenerse y refugiarse.

“¡Seguro que lo es! ¡Esperemos, Chris! “

“Si. Podemos refugiarnos debajo de ese árbol “. Inglis giró su carro hacia un enorme árbol viejo. “Aunque no es divertido tener que parar cuando estamos tan cerca de Ahlemin”.

“Oh bien. ¡Pero podemos permitirnos tomárnoslo con calma! Todavía queda mucho tiempo hasta que tengamos que estar en la academia “. Rafinha se sentó encorvada en el asiento del conductor. “¿Por qué no nos envolvemos en mantas y esperamos bajo el dosel? No quiero resfriarme “.

Mientras Rafinha hablaba, algo comenzó a retorcerse en el dobladillo de la blusa de Inglis, y un rostro apareció en su escote: la diminuta bestia mágica Cyrene.

Encogido por el hombre de la máscara negra, había vuelto a la vida tan pronto como el hielo se derritió. Era pequeña, adorable, pero seguía siendo una bestia mágica. No podía hablar y seguía siendo agresiva. No obstante, pareció reconocer a Inglis y Rafinha y gradualmente se fue acostumbrando a su presencia. Mientras continuaban sus viajes, esta versión de Cyrene se había convertido en una especie de mascota para ellos.

Los dos habían empezado a llamarla Rin, una versión corta de Cyrene. Y, por desgracia para Inglis, se había decidido por un escondite favorito. Rafinha no proporcionó suficiente refugio tranquilizador, pero Inglis, por otro lado…

“No te retuerzas así, Rin. Hace cosquillas.”

Rin inclinó la cabeza antes de volver a excavar.

¡Retorcerse, retorcerse, retorcerse!

¡Ella cavó aún más lejos que antes!

“¡Eek! ¡Detente, Rin! ¡Vamos, Rani, haz que se detenga! “

“Oh, me encantaría hacerme cargo, pero no puedo molestarla cuando está tan cómoda. ¡Sigue con el buen trabajo, Chris! “

“¡Vamos, ten un poco de simpatía!”

Mientras Rin se calmaba gradualmente, la sonrisa traviesa de Rafinha se desvaneció y suspiró.

“¿Qué pasa, Rani?”

“Hola, Chris. Rin era una muy buena persona cuando era Cyrene, ¿verdad?

“Sí que estaba.”

“¿Pero sus superiores en Highland querían tomar toda la ciudad para ellos?”

“Precisamente. Ella quería detenerlos “.

“¿No dijeron los Steelblood que iban a proteger a Nova?”

“Bueno, dijeron que iban a destruir el círculo flotante”.

“Ya ni siquiera puedo decir lo que está bien o mal. Todo es tan confuso “.

“Parece que esto es parte del crecimiento”.

“¿Así es realmente? ¿No… no estás preocupado por eso?

“Realmente no. No voy a pensarlo demasiado. Si me concentro en volverme más fuerte, ¿de qué debo preocuparme? ¿Y tú, Rani?

“Aha, ja, ja. Eso es exactamente lo que esperaba que dijeras. Sin embargo, eso no es propio de mí “.

“Entonces preocúpate todo lo que quieras. Siempre estaré ahí para ti.” Inglis se acercó y acarició el cabello de Rafinha.

“Mm… Gracias.”

Finalmente, la lluvia pasó e Inglis y Rafinha llegaron a Ahlemin.