Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 14

Capítulo 8: Diosa

Parte 3

◇   Pastel Mary

Ren-Ren estaba lo suficientemente cerca como para que Pastel Mary pudiera tocarla si extendía la mano. Su expresión seria mientras discutía algo con Agri y Nephilia era tan digna y hermosa, que bastaba con verla para arrancar un suspiro. Pero más que la distancia física, Pastel Mary sentía la distancia de sus corazones. Aunque sólo había una roca alta entre ellas, más algunos de los fragmentos de la roca que Chelsea había roto cuando se había desbocado, se sentía como si estuviera muy lejos.

Hay un dicho, una especie de teoría romántica, que dice que cuantas más barreras haya para el amor, más arderá. Pastel Mary pensó que seguramente sólo alguien que observara divertido desde una perspectiva ajena podría decir eso. Tanto si se trata de Romeo y Julieta como de El Demonio Dorado de Ozaki, se podía disfrutar como entretenimiento porque se era un espectador sin interés en la situación. Alguien que se encuentre en medio de un desastre romántico nunca pensaría: Más obstáculos realmente hacen que un romance sea más divertido.

Pastel Mary estaba lidiando con una serie de obstáculos en este momento, y no eran en absoluto agradables. Y Dreamy✰Chelsea, que no dejaba de inventar cualquier excusa para pegarse a ella, era la primera de la lista.

No era una mala persona. Tampoco tenía mala voluntad. Simplemente, sin malicia, causaba problemas. Ese tipo de cosas habían ocurrido muchas veces desde que llegó a esta isla.

Ren-Ren le había dicho a Pastel Mary que podría llegar el momento en que pudieran utilizar las habilidades de combate de Dreamy✰Chelsea. Ahora era el ‘momento de mantenerse firmes’, y aunque nunca necesitaran las habilidades de Dreamy✰Chelsea, sería bueno tenerlas. Sobre todo, si Ren-Ren deshacía su magia ahora, seguro que Chelsea se volvería hostil hacia ellas, y querían evitarlo. Ren-Ren, junto con Agri y Nephilia, estaba tratando de resolver los problemas de esta isla. Cuando Ren-Ren le había dicho lo que pensaba hacer, Pastel Mary había decidido cooperar, y había hecho un montón de cosas a petición de Ren-Ren. Había creado ovejas y había llevado fruta gris. Si volvían a Chelsea contra ellas, todo sería en vano. La petición de Ren-Ren se quedaría en nada. Si fracasaban aquí, no resolverían lo que había que resolver.

Había habido tanto alboroto sólo para capturar a Chelsea. Intentar lo mismo de nuevo podría no funcionar. Chelsea aprendería y sería más cautelosa. Entonces sería mejor tenerla como aliada para que no volviera a hacer lo mismo. Y los esfuerzos de Pastel Mary eran importantes para mantener a Chelsea.

Ren-Ren había puesto suavemente su mano sobre el puño cerrado de Mary y le había dicho: “Entiendo que me quieras. Yo también te quiero… Lo entiendes, ¿verdad? Chelsea está loca por ti. Hará todo lo que le digas. Si puedes hacer un buen trabajo controlándola, entonces será muy útil.”

El frío de la mano de Ren-Ren pareció calar en la piel enrojecida de Pastel Mary. Sintiendo que se elevaba al cielo mientras escuchaba a Ren-Ren hablar, Mary se imaginó cuál era su trabajo. Actuaría como si estuviera interesada en Chelsea y le daría órdenes. Ese era el papel que Mary tenía que cumplir. No podía dejar que se descubriera que ella y Ren-Ren estaban enamoradas. En otras palabras, mientras Chelsea estuviera buscando, Mary tenía que mantener su contacto con Ren-Ren al mínimo.

Aunque Ren-Ren estaba allí mismo, Mary no podía acercarse a ella. Era doloroso. Pero ese era el dolor más soportable, comparado con traicionar las expectativas de su amada Ren-Ren. Mary evitó que su cabeza se girara para mirar a Ren-Ren, evitó que sus piernas intentaran caminar hacia Ren-Ren, al menos envió sus ovejas a Ren-Ren, y se acercó a Ren-Ren cuando Chelsea no estaba cerca, acercándose para susurrarle su amor. ¿Era esto lo que se llamaba un triángulo amoroso? Era completamente diferente a lo que había visto en los dramas de la televisión y en las películas.

No era sólo el tema del triángulo amoroso lo que era diferente.

No importaba que Nephilia se riera burlonamente o que Agri la mirara como si sintiera pena por ella. Ahora mismo para Mary, incluso los altos y escarpados peñascos de su base provisional, que carecían de todo romanticismo, eran como una escapada romántica en la que los amantes podían disfrutar de un fugaz encuentro.

Love Me Ren-Ren tenía el motivo de un ángel y un diablo. Era encantadora como un diablo y también pura como un ángel. Las ovejas que creaba Pastel Mary solían entregarse como ofrendas a los dioses a los que servían los demonios y los ángeles. Pastel Mary era el cordero de sacrificio que se ofrecía a Ren-Ren.

Ah, tantos sentimientos…

Todas las veces que se había enamorado antes parecían ahora menos vívidas. Un amante cuyas pasiones se consumían no era un amante en absoluto. Un niño podría llamar a cualquier cosa amor o romance, pero eso era un malentendido o en sus cabezas. El verdadero amor estaba teñido de pasión asfixiante. Una vez, cuando Mary había oído a la heroína de una serie de televisión pronunciar un discurso exagerado sobre su amor, había pensado: “Oh, eso parece una tontería.” Pero no había sido una exageración. El amor verdadero era tan grande que, por mucho que se dijera, no era suficiente. Mary finalmente había aprendido eso.

Quería tocar los cuernos de Ren-Ren, acariciar sus alas, tocar el hexagrama de su frente, agarrarse a ella y disfrutar juntas de un paseo por el cielo, y como agradecimiento, Mary le dispondría una cama de ovejas, y envueltas por el mullido lecho, las dos enredarían sus dedos mientras…

Justo cuando las alas de la imaginación de Pastel Mary estaban a punto de volar hacia la eternidad, Chelsea regresó y atrajo sus pensamientos a la realidad.

De mala gana, Mary se vio obligada a acompañar a Chelsea.

Mary contuvo el deseo de su corazón de correr hacia Ren-Ren en ese mismo instante, reprimiendo sus afectos con el pensamiento de que hacer tal cosa haría que Ren-Ren la odiara. Eso le dolería tanto como no poder respirar bien. No sería capaz de soportarlo. Tenía que cumplir con las expectativas de Ren-Ren.

Mary miró a Chelsea con mucho cuidado, pero Chelsea bajó la mirada, jugueteando mientras escarbaba en el suelo con los dedos de los pies, y luego se dio la vuelta. “Voy a echar un vistazo por allí.” Luego, sin decir lo que iba a hacer, se marchó enérgicamente.

¡Qué suerte! Gritó Mary con alegría en su corazón. Estaba a punto de ir inmediatamente hacia Ren-Ren, pero se detuvo.

Una oveja tenía su manga en la boca y tiraba de ella.

“¿Eh? ¿Qué? Pero si ahora quiero ir con Ren-Ren.” Le dijo Mary.

La oveja sacudió la cabeza y señaló con el hocico en la dirección en que se había ido Chelsea.

“¿Me estás diciendo que Chelsea está actuando de forma extraña?” La oveja asintió.

“Hmm… me pregunto.”

Pastel Mary era una chica mágica despreocupada con la cabeza en las nubes. Sus ovejas eran criaturas cobardes y cautelosas en comparación. Eran mucho más sensibles a los cambios en la situación que la fácilmente distraída Mary. Se tomó un momento para reflexionar sobre cómo había actuado Chelsea antes. Ahora que lo pensaba, realmente había actuado de forma extraña.

Chelsea encontraría cualquier excusa para perseguir a Mary y seguirla. No habría dejado pasar la oportunidad de hacerlo para poder hacer voluntariamente las rondas. Desde que ella y Mary habían sido contratadas por Shepherdspie, había estado holgazaneando o picoteando todo el tiempo, cediendo constantemente a sus impulsos.

¿Alguna vez había actuado como la clase de trabajadora que se ofrecería para ir a patrullar?

Si tuviera algún otro objetivo… ¿cuál sería? Hmm… ¿cómo jugar, románticamente hablando?

Era sólo una idea al azar, pero podría ser eso.

Esconderse temporalmente para llamar la atención de Mary, para que se diera cuenta de lo valiosa que era Chelsea como chica mágica. Era una estratagema preocupantemente superficial, pero ahora que lo pensaba, Chelsea nunca había dejado de ser considerada desde que se conocieron.

Y siempre que Chelsea hacía algo irreflexivo, provocaba un desastre. Acababas con un incendio, o un derrumbe, o un muro cayendo —Mary se rascó la parte superior de los brazos—. Mary también era culpable de causar problemas a su empleador, Shepherdspie, pero lo hacía mejor que Chelsea. Las meteduras de pata de Mary eran lo suficientemente leves como para que la perdonaran si se disculpaba. Por eso había decidido que se disculparía después. Lo que estaba haciendo ahora también ayudaría a Shepherdspie, al final. Los actos de Chelsea eran irreprochables.

Si Chelsea causara alguna situación escandalosa aquí, también causaría problemas a Ren-Ren.

Con una mirada a Ren-Ren que hablaba con Agri y Nephilia, Pastel Mary sofocó su renuencia a separarse y apartó de nuevo la mirada para volverse hacia el bosque, donde Chelsea se había perdido de vista. La espesa maleza que le llegaba hasta la cintura en los límites del bosque crujía, a pesar de que no había viento.

Mary ordenó a sus ovejas que se mantuvieran en el lugar mientras daba un paso cauteloso tras otro de puntillas para no hacer ruido al acercarse. Pudo oír un sonido como el de un objeto mecánico. Miró hacia la maleza. Chelsea estaba tumbada boca abajo, jugueteando con algo.

“… ¿Chelsea?”

Chelsea emitió un sonido como si se le hubiera atascado un mochi en la parte posterior de la garganta y estuvo a punto de dejar caer la cosa que tenía en las manos, haciendo malabares con ella un par de veces. Ese objeto era algo que Mary también había visto antes.

“Chelsea, esas gafas…” Dijo Mary.

Chelsea se levantó y le dedicó a Mary una sonrisa a todas luces fingida. Las gafas que llevaba en la mano derecha eran las que había llevado aquella chica mágica 5 o 7 u 8 o algo así.

“¿Por qué tienes eso?” Preguntó Mary.

“Oh, veras, um…” Tartamudeó Chelsea. “Oh sí, lo son, ya sabes.

Son un regalo. Se las robé al enemigo para ti.”

“No lo entiendo, pero gracias.” Pastel Mary ofreció el mínimo de gratitud mientras aceptaba las gafas.

Ver a Chelsea tan feliz era irritante por alguna razón. Quería que Chelsea se pusiera en su lugar, teniendo que fingir que estaba contenta aunque no lo estuviera.

El corazón de Pastel Mary ya estaba lejos de Chelsea y se dirigía a Ren-Ren. En cuanto a las gafas mágicas, no sabía cómo las usaría, pero tal vez un mago como Agri podría investigarlas. Y si eran útiles, seguro que eso complacería a Ren-Ren, que reconocería los esfuerzos de Mary.

Ella fingió sorpresa. “¿Eh? ¿Se ha movido algo al otro lado de esa roca?”

“¿Eh? ¿En serio? Iré a ver.” Chelsea salió volando.

Mary aprovechó esa oportunidad para hacer una señal a una oveja y, todavía de cara a Chelsea, le entregó las gafas. No era necesario decirles a quién debían entregar las gafas. Todas las ovejas de Mary adoraban a Ren-Ren. Lo entenderían, aunque no les dijera a quién entregar las gafas.

En el momento en que Chelsea se alejó, Mary fingió estirarse mientras observaba a Ren-Ren, que estaba al otro lado de las rocas. Ren-Ren recogió las gafas, con aspecto serio mientras discutía con Nephilia y Agri. No tenía sólo una sonrisa adorable. Su expresión seria también era digna y fría. Pastel Mary volvió a enamorarse de Ren-Ren mientras llenaba su medidor de Ren-Ren para satisfacerse.

“Parece que no había nada allí.”

Cuando le hablaron de repente, Mary se sacudió para ver a Chelsea mirándola fijamente. Estaba tan cerca que prácticamente podía sentir su aliento. Demasiado cerca. Y había vuelto demasiado rápido. Mary había planeado que Chelsea se tomara un poco más de tiempo para volver, mientras Mary se alejaba de Ren-Ren, pero eso ya estaba fuera de lugar.

“¡Ah, creo que esta vez algo se ha movido detrás de esa roca!” Exclamó Pastel Mary.

“¡Iré a ver!” Chelsea respondió con un chirrido.

Pastel Mary dejó escapar un suspiro de alivio y, cuando volvió a mirar a Ren-Ren, ésta sostenía las gafas mientras discutía algo. Por el momento, había conseguido llevárselas a Ren-Ren. Ahora, para…

“Al final no había nada allí.” Le dijo Chelsea.

“¡Que rápido!” Gritó María Pastel.

“¿Rápido? ¿Qué es?”

“Oh, lo siento, no es nada.”

La intuición de Dreamy✰Chelsea era tan aguda que podía evitar los ataques sin apenas mirar. Aunque Chelsea no fuera totalmente consciente de ello, Mary no podía bajar la guardia. Mary desvió su atención de Ren-Ren y fingió que no oía trozos de su atractiva voz para enfrentarse de nuevo a Chelsea.

Pero la mirada de Chelsea estaba sobre el hombro de Mary: en Ren- Ren. Mary se apoyó en Chelsea, tratando de impedir que lo hiciera, pero Chelsea la ignoró, apartándola mientras gritaba: “¡Ahhh! ¡Las gafas! ¡¿Por qué las tiene?! ¡Se las regalé a May-May!”

Mary se levantó y se aferró al brazo de Chelsea.

Chelsea profirió un grito espantoso, como un gemido o un aullido, mientras agitaba los brazos y Mary se aferraba a ella, pisando el suelo una y otra vez, y pateando rocas, que se hicieron añicos y llovieron como metralla que destruyó otras rocas alrededor o arrancó árboles. Algunas de las balas de roca sobrepasaron con creces las copas de los árboles más altos, volando hacia el cielo lejano y perdiéndose de vista antes de que empezaran a descender de su arco.

“¡No! ¡Tienes una idea equivocada!” Gritó Ren-Ren mientras ponía ambas manos delante de ella. Las gafas colgaban del meñique de su mano derecha. “¡Sólo las estaba sujetando un poco!”

Chelsea se detuvo en su destrucción, jadeando con fuerza mientras miraba fijamente a Ren-Ren. Todavía colgada del brazo de Chelsea, Mary miraba de un lado a otro a las dos chicas mágicas. Si Chelsea iba a cometer más actos de violencia, sería tarea de Mary detenerla.

Ren-Ren miró, y al ver a Agri en el suelo observando cómo iban a ir las cosas, y luego a Nephilia, de pie frente a Agri con su guadaña preparada, dejó escapar un suspiro que sonaba aliviado y continuó. “Como… soy una chica mágica que usa herramientas mágicas… estoy un poco más informada sobre ellas que otros. Pastel Mary me pidió que mirara estas gafas, así que me las dejó por un momento sólo para comprobarlas… eso es todo.”

Utilizar el nombre completo de ‘Pastel Mary’ les hacía parecer más distantes. Mary comprendía que Ren-Ren lo hacía deliberadamente, pero aun así le punzaba el corazón dolorosamente.

Chelsea resopló con desprecio. “Entonces deberías haberlo dicho para empezar.”

“Lo siento.” Se disculpó Ren-Ren. “Eso fue engañoso, ¿no? Tendré cuidado en el futuro.”

“Entonces, ¿está hecho? Um, tu comprobación o lo que sea.”

“Sí, básicamente he terminado. Parece que será difícil para cualquier persona aparte de su dueño, 7753, utilizarlas correctamente. Por desgracia…” Ren-Ren levantó las gafas por encima de su cabeza amablemente y luego inclinó la cabeza para acercarse a Pastel Mary como una sirvienta mientras se las entregaba. Estar cerca en el momento en que se las entregó hizo que el corazón de Pastel Mary revoloteara por un segundo, pero Ren-Ren se apartó inmediatamente, dejándola decepcionada.

Las astillas de madera y el polvo aún colgaban a su alrededor mientras Chelsea sonreía. Sentó a Pastel Mary sobre las rocas destruidas y luego se sentó a su lado mientras empezaba a balbucear sobre chicas mágicas y sobre sí misma.

Pastel Mary miró hacia Ren-Ren. Deseaba poder unirse a la conversación susurrada de Agri y Nephilia, pero no podía dejar a Chelsea, así que, a pesar de sentirse abatida, escuchó su conversación.