Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 14

Capítulo 8: Diosa

Parte 1

◇   Dreamy✰Chelsea

Dreamy✰Chelsea se puso de puntillas sobre sus estrellas mientras éstas volaban a gran velocidad. Desde que jugaba con las estrellas todos los días desde que era pequeña, nunca perdía el equilibrio, no sólo cuando cambiaba el peso de su cuerpo o su postura, sino incluso cuando hacía el tipo de truco que avergonzaría a un acróbata. Dobló las rodillas y se inclinó hacia delante como si estuviera haciendo un salto de esquí mientras aumentaba la velocidad de las estrellas. Cortando hierbas y rompiendo ramas, atravesó el bosque a toda velocidad, sin mirar siquiera el paisaje que pasaba a su lado. Lo único que Chelsea miraba era la cara sonriente de Pastel Mary en su corazón.

Cuando pensaba en Pastel Mary, se sentía animada. No importaba cuánto estrés la agobiara, mientras Pastel Mary estuviera allí, lo disiparía todo. Alguien que la reconfortaría con sólo pensar en ella existía en la vida real. Chelsea había sido bendecida por la canción de alabanza compuesta por las maravillas del amor: cómo de precioso era enamorarse de otro. Lo estaba experimentando de verdad. Esto nunca había sucedido en sus treinta y cuatro años de vida. A lo largo de la escuela primaria, la escuela media, la escuela secundaria y la universidad, Chelsea nunca había perdido su corazón por un enamoramiento. Cuando Chie estaba en preescolar, su amigo de la infancia le había hablado con entusiasmo de que se casaría con ella. Al parecer, en la escuela media había olvidado toda esa palabrería y había salido descaradamente con otra chica. Al final, los sentimientos románticos cambiaban rápidamente y, comparados con la pasión de Chelsea por las chicas mágicas, eran frágiles y fugaces. Ese incidente había profundizado las convicciones de Chelsea, haciéndole creer que debía priorizar el ser una chica mágica sobre cualquier otra cosa.

Dormida o despierta, pensaba en las chicas mágicas, simulando en su mente sus propias actividades grandiosas mientras aspiraba a ser su chica mágica ideal. El romance era superfluo para ese fin. A lo largo de sus días como estudiante, Chie había permanecido decidida a que, aunque alguien le confesara me gustas o te quiero o te amo o lo que fuera, ella se negaría sin importar quien fuera. Al final no había conseguido ninguna confesión, pero había puesto todo su empeño en las actividades de chica mágica, y la propia Chelsea nunca había imaginado que se enamoraría a estas alturas de la vida.

Estaba la segunda mitad de la segunda temporada de Rikkabell, el episodio de Kotarou de Hiyoko-chan, y luego Miko-chan, cuyo tema principal era la relación entre ella y su amiga de la infancia; Mysterious Ran-Ran había convertido al estudiante transferido en un personaje habitual para reforzar la serie, y había otros animes de chicas mágicas con tramas románticas, pero Chelsea nunca los había disfrutado. Sólo le habían hecho decirse a sí misma: “Las chicas son mucho más atractivas que un aburrido amigo de la infancia o un chico guapo.” Pero al conocer a Pastel Mary, por fin entendió cómo se sentían. Era tan buena como cualquiera de las chicas mágicas del anime que Chelsea siempre había conocido y admirado, incluso las heroínas que más le gustaban; de hecho, en algunos aspectos, Pastel Mary era superior. Era así de atractiva. El lenguaje no podía transmitir lo atractiva que era. No tenía sentido intentarlo. Pastel Mary no podía compararse con nada más, y no podía expresarse con palabras de otra forma que no fuera “Pastel Mary”. Pastel Mary era muy ella misma, y eso era precisamente lo que la hacía tan atractiva.

Pronto podría ver a Pastel Mary. Aunque hubiera sido ella la que se lo pidiera, era muy doloroso trabajar separada de ella. La chica mágica con el estoque, Miss Marguerite, había puesto a Chelsea ansiosa con su intensa presión y la había estresado. Esa no era una buena chica mágica. Era del mismo tipo que la madre de Chelsea: usaría la violencia para callarte al final o implicaría la disminución de tu asignación para silenciar tu opinión; básicamente, era la clase de persona que era buena para resolver las cosas con métodos distintos a la discusión. Para una chica mágica, eso la convertiría en el personaje ‘rival desagradable’ como mucho. No sería justo para Pastel Mary comparar a esa chica con ella. Sí, Pastel Mary era la única chica mágica de verdad en toda la isla. Por eso Chelsea la ayudaba en su objetivo. Originalmente se suponía que estaba recibiendo órdenes de Shepherdspie, su empleador, pero él probablemente la perdonaría si se disculpaba después del hecho. Era un poco blando en ese sentido.

Chelsea tensó su mano derecha, la apretó con fuerza y luego la miró. Por desgracia, la parte de la banda de las gafas con los simpáticos medidores en forma de corazón debía de haberse roto, pero seguía siendo un tesoro totalmente único, incluso con ese defecto. Mana, Marguerite y 7753 habían centrado su actividad en estas gafas. Ren- Ren, Agri y Nephilia también habían hablado de ellas. Parecía que habían desconfiado de ellas. Todos valoraban las gafas o les tenían miedo.

Chelsea había oído hablar del poder mágico que tenían estas gafas. Podía ver varias cosas mirando a través de ellas. En otras palabras, podía averiguar lo que sentía Pastel Mary por ella.

A Pastel Mary tenía que gustar de ella. Desde que llegaron a la isla, su relación había sido la más larga y profunda. La vez que el suelo se había derrumbado y la vez que el muro se había derrumbado y las ovejas se habían descontrolado, las dos habían trabajado juntas para superar la crisis. No sería de extrañar que se produjera el llamado efecto puente colgante por la ocurrencia de cosas tan peligrosas. Además, Pastel Mary la había visto desnuda. Eso era un acontecimiento vital si eras la heroína de una comedia romántica. En otras palabras, para Mary, Chelsea era la heroína, y no se podía dudar de su afecto.

Sí, no había duda, pero su ansiedad continuaba. Pastel Mary hablaba a veces con otras personas. Aunque Chelsea sabía que sólo hablaban de trabajo y que no significaba nada, no podía dejar de preocuparse. Sabía que estaba pensando demasiado, pero Pastel Mary era demasiado atractiva. Era imposible que otras personas no se enamoraran de ella, y si lo hacían, ya que Pastel Mary se dejaba presionar fácilmente, si por algún error se dejaba llevar por sus afectos… Chelsea no quería un triángulo amoroso así. Mientras Pastel Mary fuera Pastel Mary, la profunda sospecha que acechaba el corazón de Chelsea seguramente nunca desaparecería. Pero —¡pero!— si tenía estas gafas, entonces Chelsea podría asegurarse objetivamente de si los sentimientos eran mutuos y encontrar cualquier rival desagradable para los afectos de Pastel Mary. Podría estar completa y totalmente tranquila.

“Ah…” Un gemido se le escapó. No pudo soportarlo. Quería ver la cara de Pastel Mary. Siempre que pensaba en Pastel Mary, todo se teñía de los colores de Pastel Mary. Chelsea había arrebatado las gafas de las manos de 7753 para evitar que las usara allí. No había pensado en robarlas para sí misma. Pero cuando mientras hacia sus poses con signos de la paz, había visto las gafas tiradas en los arbustos por el rabillo del ojo, y se había dado cuenta de que si las usaba… Y entonces había disparado inmediatamente una estrella para recogerlas para sí misma.

Las estrellas brillaban alrededor de Chelsea. Pasaban ligeramente por el cielo como si reflejaran su entusiasmo, brillando bajo la luz reflejada de la luna mientras ella volaba.

“Ahhh…” Al imaginar que Pastel Mary era feliz, se le escapó otro gemido.

Al abrir bien la boca mientras se movía, algunas gotas de rocío nocturno se le metieron en la boca y se atragantó, pero no dejó que eso la afectara y se limitó a tragar. El aire tibio, la humedad, como si estuviera nadando en la niebla, el olor de la tierra y el fuerte aroma a hierba, todo ello bendecía el futuro de Chelsea y Pastel Mary. Esta era la sensación que se tenía cuando un anime de chicas mágicas iba directo a un final feliz. Una vez que el ambiente se ponía así, una chica mágica siempre salía victoriosa, sin importar las pruebas que le esperaran.

Pastel Mary era todo lo que ocupaba su corazón. La aterradora chica mágica, la fruta gris, todo, el pasado y el presente y el futuro, todo se convirtió en Pastel Mary, y Chelsea estaba tan feliz por ello que dio tres saltos mortales encima de sus estrellas voladoras.