Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 14

Capítulo 7: Nutrientes, Nutrientes, Nutrientes, Nutrientes Insuficientes

Parte 4

◇   7753

Al ocurrir por tercera vez, el grupo de cinco tuvo una discusión.

“¿Qué está pasando aquí?” Se preguntaba Shepherdspie.

“El corte de esta fruta es exactamente igual al de la anterior.” Señaló Mana.

“¿Alguien está recogiendo fruta gris?”

“Um…” Cortó 7753. “Tal vez el enemigo que nos atacó antes lo está haciendo.”

“Bueno, sea lo que sea, si es un ser mágico, la necesitarán, sí.” Convino Shepherdspie.

“Mei está cansada.”

“También es plausible que alguien aparte del enemigo esté haciendo esto.” Señaló Marguerite.

“Después de todo, todo el mundo necesita la fruta gris.” Aceptó Mana.

“Entonces, ¿no es esa otra razón por la que debemos encontrar a los otros?” Sugirió Shepherdspie.

“Si es alguien con quien podemos reunirnos, entonces sí.”

“Deja de hacer declaraciones implícitas constantemente, Marguerite.” Le recriminó Mana.

“Las probabilidades de que rechacen unirse a nosotros no son tan bajas.”

“Ya lo sé.”

“Oh sí, eso es, ya sabes, um, los cortes son más frescos que la última vez. Entonces, ¿no significa eso que nos estamos acercando? Si nos apuramos un poco, podríamos alcanzar al culpable. Sr. Shepherdspie,

¿sabe si en algún lugar cerca de aquí hay fruta gris?” Preguntó 7753.

“Ya te dije que no lo recuerdo bien.”

“Sí, bueno, pero… Lo siento, por favor, guíe el camino.”

Con Shepherdspie a la cabeza, el grupo se puso en marcha. Al cabo de un rato, Mei giró en el aire, olfateó y murmuró: “Hay muchos olores.” Esta vez como si estuviera contenta, pero sin ninguna expresión en el rostro.

“Ohhh, muchos olores pueden significar mucho crecimiento.” Dijo Shepherdspie.

“Parece que podemos tener esperanza.” Dijo 7753.

Tepsekemei se adelantó de nuevo y el grupo siguió adelante. Cuando Shepherdspie golpeó un mosquito que lo perseguía por la maleza para aplastarlo, Mana lo regañó por hacer un ruido innecesario, mientras que Tepsekemei continuó velozmente hacia adelante como si no hubiera escuchado la pelea detrás de ella, y luego se detuvo bruscamente.

La repentina parada hizo que 7753 diera una patada a Mana en el trasero, y acabó teniendo que disculparse de nuevo.

Marguerite se deslizó suavemente delante de Tepsekemei. “Así que fuiste tú.”

Los llamativos colores de su traje eran muy visibles, incluso en la penumbra del bosque. La chica mágica a la que Miss Marguerite había llamado estaba dejando caer frutas grises en la bolsa de plástico que llevaba en la mano derecha. Se giró lentamente para mirar a Marguerite. Sus ojos estaban desenfocados, como si estuviera mirando a otra parte.

Algo era extraño. 7753 estaba a punto de llevarse la mano a las gafas cuando Dreamy✰Chelsea la miró fijamente, y 7753 apartó la mano de nuevo.

Shepherdspie intentó dar un paso adelante. Marguerite lo bloqueó, pero él gritó de todos modos: “¡Chelsea! ¡Así que aquí era donde estabas!”

“Chelsea es…” Comenzó Chelsea.

“¿Hmm?”

“Chelsea es una maravillosa chica mágica. Eso es lo que pensaba Chelsea.”

“¿De qué estás hablando?”

Marguerite retuvo a Shepherdspie con su mano izquierda mientras colocaba su mano derecha en la empuñadura de su estoque, y 7753 tragó saliva.

Chelsea continuó de forma titubeante, como si ni siquiera estuviera mirando lo que hacía Marguerite. “Pero eso estaba mal… Chelsea tenía que aprender sobre las chicas mágicas de verdad… Chelsea no conocía el amor.”

“Chelsea, ¿qué pasa?” Presionó Shepherdspie. “¿Pasó algo?”

“Chelsea es una persona diferente a la de ayer. Ahora Chelsea conoce el amor.”

“No lo voy a entender si no me hablas bien.”

“Chelsea en realidad nunca quiso estar sola. Chelsea quería estar siempre juntas. Pero no hay forma de evitarlo. Ninguna de las otras puede seguir el ritmo de Chelsea, así que sería más rápido para ella salir sola.”

“¿Las otras?” Continuó Shepherdspie, indagando en lo que había sucedido.

“Puedes hacerlo, Chelsea. No te rindas, Chelsea. Aunque estés sola, nuestros corazones siempre estarán juntos.”

“¿Qué pasó con Mary? ¿No lo sabes?”

Los grandes ojos de Chelsea se abrieron aún más y su expresión se contorsionó. 7753 dio un paso atrás, cubriendo a Mana detrás de ella.

“¡Hey, no se atrevan! ¡Ustedes tienen que llamar a May-May

‘Pastel Mary’!”

Shepherdspie se tambaleó ante la aguda reprimenda de Chelsea; Mana trató de atraparlo pero no pudo soportar su peso, y 7753 dio vueltas detrás de ella para sostener a los dos. Atrapada entre los dos, Mana gimió dolorosamente.

“Tepsekemei, vigila a nuestro alrededor.” Marguerite dio otro paso adelante. Había sacado su estoque, la hoja reflejando la luz de la luna.

Dreamy✰Chelsea levantó los talones y se elevó en el aire sin más. Se detuvo a medio metro del suelo, ignorando la gravedad para quedarse allí.

Era magia. 7753 no sabría de qué tipo sólo por eso. Chelsea había reaccionado al nombre de Pastel Mary: ¿Pastel Mary controlaba a Chelsea? ¿Qué buscaba? ¿Las ‘otras’ de las que hablaba Chelsea la respaldaban?

7753 se acercó en silencio a sus gafas. Había mucha información que debía conocer. Cuando se las llevó del gorro a los ojos, las apartó violentamente.

Las gafas rodaron lejos de ella, y entonces algo brillante salió a golpearlas más lejos.

7753 siguió las gafas con la mirada, y enseguida volvió a fijarse en Chelsea, con los ojos clavados en ella. Chelsea estaba haciendo una pequeña forma de corazón con sus manos. La forma en que se había movido no parecía otra cosa que el uso de su magia—Marguerite lanzó hojas caídas mientras bajaba su postura, murmurando a 7753: “No te muevas.”

7753 miró hacia la espesura, donde sus gafas habían sido arrojadas, y de nuevo a Chelsea. A estas alturas, no había más remedio que dejar las cosas en manos de Marguerite.

¿Qué… es esto…?

El Chelsea se movía con bastante agilidad. Pero también había cosas sin sentido mezcladas en sus movimientos. No tenía sentido. Imaginando que tenía que haber activado su magia, 7753 se mantuvo en guardia, pero no pasó nada.

Las dos chicas mágicas se enfrentaron sin palabras.

Chelsea dejó que la forma de su corazón se separara y lentamente extendió las palmas abiertas. Levantando los dedos índice y corazón, hizo una bola con el resto de los dedos. Con una sonrisa de oreja a oreja, hizo signos de paz en ambas manos.

Una ráfaga de viento sopló, jugando con las dos chicas mágicas. Pero las dos permanecieron en la misma postura, sin inmutarse siquiera. Chelsea mantenía su doble signo de paz hacia Marguerite, mientras ésta le devolvía la mirada. A 7753 le costaba seguir el ritmo de la acción.

La primera en moverse a continuación fue Chelsea, de nuevo. Desde el doble signo de paz, abrió su mano derecha, la izquierda fluyendo sobre su cara para posar en un signo de paz de lado. Marguerite desplazó su centro de gravedad ligeramente hacia la izquierda.

El viento sopló con más fuerza, agitando las briznas de hierba. La pluma de pavo real que decoraba el sombrero de Marguerite se balanceaba una y otra vez, como un juguete sobre un muelle. Chelsea sonreía beatíficamente como una chica mágica en un anime. Era como si esa misma cara no se hubiera torcido nunca de ira.

7753 no podía interferir. Shepherdspie se movió y 7753 sintió su movimiento a través de Mana.

7753 había visto innumerables chicas mágicas, incluyendo toneladas de ellas que eran buenas en la lucha.

Pero nunca había visto una postura como ésta.

Pasó un lapso de tiempo tan lento y poco claro como el barro. 7753 no se atrevía a respirar. Chelsea estaba congelada en la pose de paz lateral. Marguerite seguía sin moverse tampoco. Ambas quietas, sin relajar su tensión, mientras pasaba todo ese tiempo. 7753 se dio cuenta. La bolsa de plástico que llevaba Chelsea estaba llena. Tenía que estar llena de fruta gris. En cambio, Marguerite sólo había lamido algunos jugos y chupado algunas pieles. Si el tiempo seguía pasando así, la transformación de Marguerite iba a deshacerse antes.

Era una mala idea esperar. Y si 7753 se dio cuenta de ello, entonces Marguerite también tuvo que haberse dado cuenta, pero no atacó, permaneciendo pacientemente a la espera. A pesar de pensar que tenía que hacer algo, 7753 no podía moverse. Su impaciencia se fue extendiendo poco a poco hasta que incluso le resultó difícil permanecer quieta; sentía la garganta ahogada y le dolía el pecho, cuando de repente se escuchó un sonido electrónico. El corazón de 7753 dio un salto y estuvo a punto de caerse, pero de algún modo se controló.

No se dio cuenta de que era una alarma de un teléfono mágico hasta que escuchó a Chelsea decir: “¡Oh! ¡Esa es mi cita!”

Todavía con su signo de paz lateral hacia arriba, Chelsea se deslizó hacia atrás en el aire hasta desaparecer entre los árboles. Cuando Tepsekemei empezó a volar tras ella, Marguerite gritó: “¡Está bien!

¡No la sigas!” Luego exhaló un suspiro y puso una mano en el ala de su sombrero. Su espada volvió a estar en su funda sin que 7753 se diera cuenta de que la había guardado.

“… Es fuerte.” Pareció murmurar Marguerite a su pesar. Mana frunció el ceño. “¿Podrías haberla vencido?”

“Si fuera alguien a quien pudiera vencer fácilmente, habría terminado las cosas rápidamente en el acto. Eso es probablemente…” Los ojos de Marguerite miraron hacia donde Chelsea había desaparecido. “Ese no es ningún estilo de lucha que yo conozca. También ha repuesto muchos nutrientes de la fruta gris. Probablemente ha sido una chica mágica durante más tiempo que yo, y sus habilidades físicas son superiores. Incluso con el apoyo de Tepsekemei, podría haber acabado protegiendo a dos magos y una chica mágica en la batalla. Me estoy repitiendo, pero si fuera alguien a quien pudiera vencer fácilmente, no la habría dejado escapar. Deberíamos estar satisfechos de haber conseguido incluso unas cuantas frutas grises.”

“Sin embargo, ¿podrías vencerla no fácilmente?”

“Si se me permitiera matarla, podría.” Marguerite miró a Shepherdspie, que sacudió la cabeza con desazón.

“No, no puedo permitir que la mates. La verdad es que parecía rara.

¿Qué fue eso?”

“Parece que está siendo controlada.” “¿Controlada… por quién?”

“La forma en que se exaltó cuando escuchó el nombre de Pastel Mary haría que Pastel Mary fuera la más sospechosa… pero ahora mismo, no puedo asegurarlo.” Marguerite entrecerró los ojos, sus pestañas cayeron ligeramente.

7753 exhaló un gran suspiro antes de que se le ocurriera algo de repente. Se volvió hacia la espesura. No tener las gafas era prácticamente como si le faltara la mitad de su cuerpo, y se sentía ansiosa como si hubiera perdido incluso más que eso. 7753 se agachó y metió la parte superior del cuerpo en la espesura, extendiendo el follaje con ambas manos. No pudo encontrarlas. Mientras se enganchaba a las ramas, se movió entre la maleza hasta que encontró la parte de la banda atrapada en una raíz y tiró de ella hacia arriba.

La banda desgarrada era todo lo que quedaba. Las gafas reales habían desaparecido.