Chitose Kun Wa Ramune (NL)

Volumen 5

Capítulo 3: Líneas De Corte Más Allá De Las Olas

Parte 11

Mientras paseaba por el camping con el estómago un poco lleno, me topé con una visión inesperada: dos figuras familiares sentadas alrededor de una hoguera.

“Oh, Chitose, también ven a sentarte.”

Kurasen me llamó, invitándome a unirme a ellos, y junto a él estaba Asu-nee, que me saludó con un pequeño y algo torpe gesto de la mano.

Tomé asiento junto a Asu-nee y Kurasen dejó escapar un suspiro de satisfacción mientras bebía un trago de cerveza.

“Ahh, una hoguera en verano, y encima con cerveza. Así la vida es buena.” Exclamó.

“¿Es realmente apropiado beber delante de los alumnos?”

“Esta es una tradición anual. Incluso Misaki-sensei está bebiendo.”

“Cuando lo pones así, me hace pensar que la diferencia entre las personas es sólo una cuestión de perspectiva.”

Kurasen preguntó entonces: “¿Hasta dónde has llegado?”

““¡KURASEN!”” Exclamamos Asu-nee y yo al unísono, sorprendidos por su atrevida afirmación. En la sociedad actual, un comentario así podría acarrear problemas legales.

Kurasen, sin embargo, pareció no inmutarse y continuó: “¿Qué, quieren decirme que un chico y una chica de secundaria se han quedado a dormir juntos y no ha pasado nada?”

“Hey, viejo, si no dejas el tema, te voy a dejar en Tojinbo.” “Nishi también está preocupado.”

La expresión de Asu-nee cambió. “¡Espera! ¿De qué hablaron tú y papá?”

“Para que lo sepas, yo era el que estaba siendo arrastrado a la conversación. Estaba todo borracho, diciendo: Hey Kura, ¿crees que esos dos se van a casar o algo así?”

“Eso es… demasiado embarazoso.”

A mí también me resulta bastante incómodo.

“Por eso le dije. Cuando vaya a Tokio, se olvidará del hombre que dejó en el campo. Pronto volverá a casa con un novio que hable japonés estándar, no un dialecto.”

Opté por permanecer en silencio, no queriendo participar en su provocación.

La leña crepitaba en el fondo mientras Kurasen seguía mirándome con una sonrisa socarrona y cómplice.

“—No lo olvidaré.” Asu-nee dijo con firmeza. “No olvidaré el pueblo donde nací y crecí, y tampoco lo olvidaré a él.”

“Vaya, por eso son así los adictos a su juventud.” Kurasen se rio. “Lo mismo pasa con el profesor que adora a su hija.”

Asu-nee mostró una expresión de desconcierto.

“Nishi dijo algo así: Mi Asuka no es el tipo de mujer que se iría con sólo un poco de afecto. Aunque Chitose-kun puede ser un poco imprudente, en estos días es un hombre con mucha columna vertebral.”

““¡——!””

Recordé mi reciente conversación con Kotone-san. Debe de ser lo que llaman un sesgo parental.

Me pregunto si, en caso de mantener una relación con Asu-nee, Nishino-san se alegraría mucho o sentiría una sensación de pérdida y tristeza.

Pero, de nuevo, supongo que hubo padres que sintieron felicidad y tristeza al mismo tiempo.

Cuando vi a Nishino-san y Kotone-san interactuar con Asu-nee y Yuuko, parecían una familia tan unida y cariñosa, y no pude evitar desear que pudieran seguir riendo y siendo felices juntos.

Quizá, inconscientemente, anhelaba el calor de una familia. Kurasen abrió su encendedor y encendió un cigarrillo Lucky Strike.

“… Sólo recuerda que siempre hay una manera de torcer las cosas. Tenlo en cuenta, porque no solo tú te verás afectado por las consecuencias.”

““¿Torces las cosas…?”” Preguntamos los dos al unísono.

Sin embargo, antes de que Kurasen pudiera respondernos, Yuuko gritó: “¡Ah, Saku está tomando una cerveza con Kurasen!”

Cuando volví la mirada, vi a los miembros del equipo Chitose acercándose a nosotros.

Kurasen, con una sonrisa en la cara, ofreció: “Eh, ¿también quieren tomar algo, chicos?”

“Ni siquiera he bebido.”

Cuando   el   resto   del   equipo   Chitose   se   unió   a nosotros,  la conversación entre los tres llegó a su fin.

Yuuko se me acercó: “Qué calor hace aquí.” Comentó.

“Eso es porque estamos sentados junto al fuego durante esta temporada.”

“¿Por qué estamos teniendo esta conversación aquí?”

Kurasen abrió una nueva lata de cerveza y replicó: “Hmph, así es el romanticismo de los hombres.”

“¡¡¡Vaya que sí!!!” Los cuatro chicos coincidieron al unísono.

“Pero…” Dijo Nanase: “Cosas como las hogueras son geniales.

Pueden calmar tu humor sólo con verlas.”

“Me gusta el olor.” Añadió Yua. “Pero luego se quedará en nuestra ropa.”

Haru, sosteniendo las pinzas con orgullo, preguntó a Kurasen: “¿Puedo añadir más leña?”

“Claro, adelante, añade todo lo que quieras.” “¡Déjamelo a mí!”

Asu-nee se levantó de repente y se acercó al fuego. “¿Puedo probarlo después, Aomi-san?”

“¡Por supuesto! ¿También te gusta hacer esto, Nishino-senpai?” “¡Sí! ¡He estado esperando esto!”

“¡Muy bien! Señor, traiga más leña.”

“¡Estoy en ello!” Respondí, poniéndome de pie. “Yuuko, ¿también vas a ayudar?”

“¡Por supuesto!”

La leña crepitó y chasqueó, haciendo saltar chispas mientras el fuego bailaba y parpadeaba, iluminando nuestros rostros y proyectando nuestras sombras en el suelo.

* * *

Mientras terminábamos de limpiar el camping, yo, Hiiragi Yuuko, le di un golpecito en el hombro a Saku cuando se dirigía de vuelta al hotel.

“Hey, hey, ¿podemos hablar un rato, los dos solos?”

Se volvió hacia mí con cara de sorpresa: “Claro, está bien… pero si vamos a hablar, ¿por qué no vamos a ver el mar? Creo que hay un mirador cerca.”

“¡Sí! ¡Vayamos!”

Salimos del recinto del hotel y caminamos codo con codo. Mientras lo hacíamos, no pude evitar robar miradas al perfil de

Saku. Me recordaba al día en que me presenté para ser vice representante y a las veces que me había fijado en él.

Mi mirada se detuvo en sus labios, que normalmente mostraban una expresión fría y serena, pero de vez en cuando soltaban una risa infantil. Me sentí atraída por sus dos facetas.

Recuerdo que me dijo que yo era una mujer problemática, como las que empujan a su marido al matrimonio. Al principio, puede que fuera así. No me habría negado si me hubiera pedido mi información de contacto, pero no sentí el impulso de iniciar el contacto. Sin embargo, al final, le pedí su LINE en cuestión de segundos.

Sabía que era demasiado amable para decir que no si le pedía que hiciera algo, así que a veces le pedía que me acompañara a casa. En retrospectiva, debí de ser bastante molesta. Pero a pesar de sus quejas, seguía haciéndolo. Eso me gustaba de él.

Mientras caminábamos, la silueta de un pequeño tejado triangular se hizo visible. Cuando nos acercamos, vimos que había varios bancos dispuestos bajo el refugio, así como algunos al aire libre.

Saku se volvió hacia mí y me preguntó: “¿Dónde quieres sentarte?”

“Ya que estamos aquí, sentémonos a cielo abierto. Elijamos uno lo más cerca posible del mar.”

“Tienes razón.”

Saku sonrió y se dirigió hacia el banco sin techo. Su sonrisa siempre conseguía encenderme el corazón, cada vez que la veía.

Cuando nos sentamos en el banco, mi mirada se dirigió hacia el cielo estrellado. La oscuridad era absoluta, sin luces urbanas que se entrometieran en ella, y las estrellas brillaban intensamente, cautivándome con su belleza. Sin embargo, una pequeña punzada de decepción me invadió al ver la luna, una fina media luna, apenas visible en el cielo.

El relajante sonido de las olas llenaba mis oídos. El persistente aroma de la hoguera aún se pegaba a mi ropa.

Ah, una vez que terminara este viaje, una vez que llegara mañana y volviera a casa, tendría que lavarlo todo y dejar atrás los recuerdos de este viaje.

“Entonces.” Dijo Saku mientras miraba al mar. “¿De qué querías hablar?”

Me quedé un momento confusa, pero luego se me dibujó una sonrisa en la cara al comprender.

“Lo siento, lo siento, no quería decir eso. Sólo quería tener una charla contigo así antes de irnos.”

“Ooooh, eso es lo que querías decir.”

Saku se echó hacia atrás y estiró los brazos. La camiseta se le subía, dejando al descubierto su estómago, así que aparté la mirada, sintiendo una punzada de vergüenza. A pesar de ello, una pequeña sonrisa se dibujó en la comisura de mis labios.

¿Lo sabes, Saku?

Quizá más tarde no tuviera ocasión de expresarlo, pero… la verdad era que llevaba todo el día sintiéndome nerviosa.

Había planeado lucir mi bonito bañador, pero al verte sin camiseta, mi mente se quedó completamente en blanco. Tus abdominales eran impresionantemente definidos, tus brazos parecían fuertes y los músculos de tu espalda eran bastante majestuosos.

Cuando me tumbé a tu lado en la tienda, sacando fotos, ¿oíste mi corazón acelerado? La vergüenza era tan grande que no me atrevía a volver a ver esas fotos.

Sería injusto que no estuvieras tan nervioso por mi bañador como yo por el tuyo, ¿verdad? Pero eso era probablemente demasiado esperar.

Saku siguió hablando de forma despreocupada: “El tiempo vuela muy rápido, mañana se acabará.”

“¡Así es! Aún no nos hemos divertido lo suficiente~.”

La verdad es que no fue suficiente. Todavía había tantas cosas que quería discutir contigo, tantas actividades que deseaba que hubiéramos hecho juntos.

“¡Maldición, estaba tratando de completar todo el menú del buffet!” “¿Para qué tanto esfuerzo innecesario?”

“Acabe comiendo lo que me gusta.”

“Uchi decía: Saku-kun, también tienes que comer verdura, ¿sí?” “Sí, lo sé, lo sé…”

Los dos nos reímos.

“Gracias, Yuuko.” Dijo Saku de repente. “¿Eh?”

Me sorprendió su gratitud, sin saber qué había hecho yo para justificarla.

“Gracias por invitarme al campamento. No pensaba asistir. Cuando recibí tu llamada, al principio iba a decir que no.”

“¿Es así?”

Tenía la impresión de que no se decidía a asistir.

“Entonces, ¿has venido porque querías vernos a Uchi y a mí en bañador?” Quería burlarme un poco de él.

Saku sonrió: “Quizás, las dos estaban muy lindas en bañador.

Gracias por el regalo visual.” “¡Bien, bien!”

Ya veo, ya veo, ¡así son las cosas!

Aunque sabía que sólo bromeaba, sus palabras me hicieron feliz.

No por el cumplido sobre mi bañador… no, también me alegré por eso, sino por el hecho de haber tenido cierta influencia sobre él. Saku siempre tomaba decisiones por su cuenta y se lanzaba al ataque, así que era agradable saber que yo desempeñaba un pequeño papel en sus elecciones.

Está aquí porque aceptó mi invitación.

Saku continuó: “Si hubiera sido el único que no participó, me habría arrepentido cuando luego todos me enviaran sus fotos. Me lo he pasado muy bien pasando estos días con todos ustedes.”

Si hubiera sido el verano pasado, nunca se me habría pasado por la cabeza que dijera algo así. Entonces apretaba los dientes y ponía cara de dolor, pero nunca me dirigía la palabra.

En los últimos cuatro meses, Saku ha cambiado mucho. Sería más exacto decir que “el Saku que existía antes de dejar el béisbol ha vuelto”, pero eso tampoco era del todo cierto.

A medida que pasaban las estaciones y entrábamos en nuestro segundo año, me di cuenta de que el cristal que rodeaba a Saku se iba resquebrajando poco a poco. Aunque él derribaba las barreras de mi corazón con facilidad, yo sabía que los muros que rodeaban su propio corazón eran mucho más fuertes.

No entendía por qué, cuando le conocí, parecía disfrutar interpretando el papel de chico malo. ¿Por qué levantaba muros y se distanciaba de Kazuki, Kaito y de mí?

Estás tan lejos que mi mano no puede tocarte. Estás tan lejos que mi voz no te alcanza.

Aunque no podía comprender del todo los complejos pensamientos que Saku parecía tener, daba la impresión de que no deseaba ser visto como la típica “buena persona”. Al principio, yo también tenía mis propias reservas sobre él.

—Pero este tipo de personalidad suya se podía entender con sólo observarlo un poco.

Por eso, incluso sin el incidente de que me nombraran vice representante, me habría enamorado de Saku. Porque cada día, al día siguiente, y el día después, no podía evitar sentirme atraída por él.

Incluso cuando Uchi, Kentacchi, Yuzuki, Nishino-senpai y Haru estaban cerca, yo seguía sintiendo lo mismo por él.

No importaba cuándo, ni las circunstancias, Saku siempre sería mi héroe. Podría haber discrepancias en el momento, pero no podía imaginar un futuro en el que no me hubiera enamorado de él.

“¿Yuuko…?”

Cuando volví a la realidad, me di cuenta de que Saku me estaba mirando atentamente. Oh, no, ¿hice una expresión tonta o me pilló en medio de una risita?

Sería devastador que éste fuera el último recuerdo que tuviera de mí.

Si Saku recordaba este viaje de adulto y se acordaba de mí babeando o riendo de forma extraña, sería lo peor. Quería que me recordara como la más linda.

“Lo siento, lo siento, estaba pensando en el pasado.”

“Lo entiendo. Algunas personas siempre se ponen un poco sentimentales al final de un viaje.”

Tenía razón, sentí una sensación de tristeza cuando el viaje llegaba a su fin. No quería despedirme.

Intentando sacudirme mi sombrío estado de ánimo, esbocé una brillante sonrisa y pregunté: “Hey, ¿hay algo más que quieras contarme?”

“Ya te he dado las gracias, ¿verdad?”

“¡No, no es suficiente! Halágame más, elógiame más~.” “¿No te hago cumplidos a menudo?”

“¡Es mucho más común que me trates de forma superficial!”

A pesar de mis quejas, me sentía feliz cada vez que me trataba así.

Saku sacudió la cabeza con una risita: “Siempre me muestras perspectivas nuevas y desconocidas.”

Llevaba una sonrisa que me encanta. Ah, la verdad es que…

Ojalá pudiéramos quedarnos así para siempre. Ojalá pudiera ser siempre así.

Sin embargo, no soy yo quien lo ha hecho sonreír así.

No fui yo quien rompió el cristal que rodeaba su corazón. No, no es sólo eso.

De alguna manera, yo… no, no es una forma justa de decirlo. Desde ese día, siempre————

Por eso tengo que afrontarlo.

—Enfrentarme a mis propios sentimientos, y a los ajenos.