Chitose Kun Wa Ramune (NL)

Volumen 5

Capítulo 3: Líneas De Corte Más Allá De Las Olas

Parte 10

Aunque pudieran parecer insípidos, eran apropiados para un descanso del campo de estudio. No habría sido práctico preparar una olla de arroz con curry.

“Eh, eh, Saku, ¿sabes hacer fuego?” Yuuko se acercó a mí mientras me ponía delante de la estufa.

“Ya hay encendedores. Mientras sigas el proceso normal, deberías poder encender un fuego.”

Quité la red y coloqué cuatro mecheros en el centro de la estufa, y a continuación dispuse el carbón a su alrededor.

Yuuko me miraba con curiosidad. “¿No sería mejor poner las brasas directamente encima de los encendedores para que prendieran fuego?”

“Es mejor crear un camino para que pase el aire. Eso también me lo han dicho otras personas.”

Mientras decía eso, utilicé el encendedor para encender los mecheros.

“¡Wow, increíble!”

“No es gran cosa, sólo encender un fuego.”

La reacción exagerada de Yuuko me hizo reír y utilicé las pinzas para apilar más brasas sobre el fuego. Pronto se oyó el crepitar seco del fuego. El siguiente paso era dejar que el fuego ardiera por sí solo, creo.

“¡Chicos, han llegado las bebidas!” Anunció Yua al volver, llevando botellas de plástico con té y refrescos.

Dispuso vasos de papel en la mesa en función del número de personas, preguntó a cada uno su bebida preferida y empezó a servir bebidas para todos.

Una vez que me aseguré de que todo el mundo tenía sus bebidas, declaré: “Muy bien, a disfrutar nuestra última noche…”

“¡SALUD!” El grupo levanta sus copas y las choca.

Me bebí el refresco de un trago. Tal vez se debiera a haber pasado medio día jugando en el mar, pero sentía todo el cuerpo salado.

Había bebido mucha agua, pero seguía sintiendo la garganta seca. Yua tomó la botella de plástico con una sonrisa: “¿Te sirvo otra?” “Por favor, hazlo.”

El vaso de papel emitía un sonido efervescente al llenarse poco a poco de refresco.

“Llénalo hasta el borde (tsuru-tsuru-ippai), por favor.” “Está bien, está bien.”

Por cierto, “tsuru-tsuru-ippai” en el dialecto de Fukui, se refería a verter una bebida hasta que alcanzaba el punto en que se creaba tensión superficial, pero no hasta el punto de rebosar. Es similar a decir “llenarlo completamente (naminami-ippai)” o “apenas llenarlo (Girigiri-ippai)” pero con un poco más de espacio de sobra. Para describir una bebida que rebosaba por encima del borde de la taza, era más adecuado utilizar el término “tsuru-tsuru-ippai”.

Cabe señalar que es bastante difícil conseguir ese nivel de vertido con bebidas gaseosas.

“¡Eh, eh, Saku! Parece que el carbón está casi listo.” Me llamó Yuuko mientras yo sorbía mi refresco con cautela, intentando no derramar nada.

Al volver al fuego, me di cuenta de que la pila de carbón se había hundido ligeramente. La parte del carbón que estaba en contacto con el fuego se había vuelto blanca y en algunas zonas se veían brasas rojas. Utilicé las pinzas para distribuir el carbón uniformemente.

Me invadió una sensación de satisfacción y pensé: “Este tipo de cosas le hacen cosquillas a un hombre.”

Había una hoguera y leña cerca, me anoté que lo intentaría más tarde.

Tras ajustar bien la parrilla, Yua se quedó de pie, con las pinzas en la mano, rebosante de emoción.

“Muy bien, vamos a cocinarlos en orden, empezando por la lengua de vaca.” Exclamó.

No pude evitar reírme al oír su afirmación.

No me sorprendió en absoluto que Yua fuera la que se encargara del yakiniku y la olla caliente. Yuuko y Haru eran conocidas por ser las que disfrutaban comiendo, mientras que Nanase tenía un don para la sincronización y se ofrecía a turnarse para asar la carne.

Es asombroso todo lo que se puede deducir con sólo observar sus personalidades típicas, reflexioné.

El chisporroteo de la carne en la parrilla llenaba el ambiente.

Mientras Yua asaba la carne una a una, dijo: “He preparado un poco de sal de cebolla verde y la he puesto sobre la mesa. Puedes usarla para realzar el sabor de la lengua de vaca mientras comes.”

Nanase se quedó estupefacta y preguntó: “¿Eh? ¿Cuándo lo hiciste?”

“Misaki-sensei tenía un cuchillo de cocina y algunos condimentos básicos, así que los tomé prestados. Todo lo que hice fue mezclar cebollas verdes picadas con sal, aceite de sésamo, zumo de limón y caldo de pollo.”

“Siempre me han elogiado por ser considerado en ocasiones como ésta, pero es la primera vez que me siento completamente perdido.”

“No es gran cosa. Saku-kun, ¿puedes pasarme tu plato?”

Le pasé mi plato y ella colocó cuidadosamente sobre él una lonja de lengua de vaca perfectamente asada.

Luego llamó a todos los demás en orden, Yuzuki-chan, Yuuko-chan, Haru-chan, Mizushino-kun, Asano-kun, Yamazaki-kun.

Realmente no había forma de que pudiéramos ayudar en esta tarea. “Vamos a sentarnos y relajarnos, Nanase.”

“Sí, eso suena bien.”

Nos acomodamos en las sillas exteriores, sentados una al lado del otro.

Como Yua se había tomado la molestia de preparar la sal de cebolla verde, espolvoreé un poco sobre mi lengua de vaca. Nanase hizo lo mismo.

Ambos dijimos al unísono: “¡Itadakimasu!” antes de dar los primeros bocados.

Mientras saboreaba la lengua de vaca en la boca, la textura de la carne era crujiente, los sabores de la cebolla verde, el limón y el aceite de sésamo se mezclaban perfectamente creando un sabor armonioso.

““¡Delicioso!”” Exclamamos al unísono.

“¿Por qué la carne sabe mucho mejor cuando se asa al carbón?” “También es agradable comer fuera.”

“Hablando de eso.” Dije, volviéndome hacia Nanase. “Es inusual que salgas hoy con Kazuki.”

La sonrisa traviesa de Nanase apareció mientras preguntaba: “¿Te sientes celoso, Chitose?”

Me pilló desprevenido y me quedé sin palabras. Aunque no podía negar que tenía cierto grado de cariño, no era tan simple como los celos.

“Sólo estoy bromeando.” Dijo Nanase con una risita. “No es nada de eso. No somos de los que compiten por quién es el mejor nadador o construyen alegremente castillos de arena. Sólo somos un par de sobras que pasaron el rato juntos.”

“¿De qué hablan cuando están solos?” Pregunté por curiosidad, ya que no podía imaginar de qué hablarían.

“Era la primera vez que charlaba con Mizushino desde hacía tanto tiempo.” Continuó. “Pero la conversación fue bastante corriente. Hablamos de todo, de nuestros estudios, de las actividades del club y de cómo me iba después de aquel incidente.”

Se refería al anterior incidente de acoso que había ocurrido entre la Secundaria Yan y ella. No pude evitar sentirme culpable por poner a Kazuki en un papel desagradable.

“Siempre pensé que Mizushino sólo pondría una fachada chic, pero me sorprendió verle tan apasionado por el fútbol y luciendo una sonrisa infantil. Era bastante entrañable, la verdad.”

La expresión de Nanase se suavizó al hablar, era como si estuviera hablando de un chico del que estaba enamorada.

Cuando observé el perfil de Nanase, una compleja mezcla de emociones se agitó en mi interior. Mi corazón se sintió pesado y oscurecido, como si una sombra se hubiera proyectado sobre él.

Espera, ¿qué fue eso?

… ¿En verdad se trataba de simples celos?

Ese pensamiento me llenó de odio hacia mí mismo.

Cuando ayer escuché las palabras de Kazuki en las termas, sentí remordimientos por no haberme dado cuenta antes, pero nunca esperé tener este tipo de sentimientos ahora que se había revelado la verdad.

¿Soy una persona terrible?

Tal vez había una pizca de orgullo enterrado en lo más profundo de mí.

La idea de que yo era el único que podía hacer sonreír de verdad a Nanase Yuzuki, que podía compartir algo especial con ella y que podía acercarnos el uno al corazón de la otra.

¿Eran esas las razones por las que me sentía así? Le pregunté a mi corazón.

Así que por eso, tú, Kazuki y Kaito—— “¿Chitose…?”

“Lo siento, voy al baño.” Me levanté bruscamente.

Qué chiste. Esto es demasiado feo.

Un dolor sordo y fuerte empezó a extenderse por mi pecho.

* * *

Me salpiqué la cara con agua fría en un intento de despejar la mente.

En el fondo, sabía que ese sentimiento se venía gestando desde hacía tiempo, y que ya llegaría el momento de afrontarlo. Aun así, no era algo que pudiera resolverse fácilmente mientras disfrutaba de una agradable velada con amigos.

Decidí apartar temporalmente las emociones que acababan de aflorar y guardarlas en el bolsillo. Volvería a ellas más tarde, cuando terminara el viaje y regresara a casa, donde podría tomarme el tiempo de revisarlas más a fondo. Al fin y al cabo, aún quedaba más de la mitad de las largas vacaciones de verano.

Tras volver al grupo, Nanase me dijo con expresión preocupada: “Chitose, yo…”

La interrumpí. “Umm… cuando estaba sentado a tu lado hace un momento, de repente pensé en lo guapa que antes estabas en bañador.”

La expresión de Nanase cambió a una de sorpresa, antes de dejar escapar un pequeño suspiro y ofrecer una sonrisa ligeramente provocativa.

Aunque pudo haber sido un torpe intento de cambiar de tema, ella pareció seguirme la corriente. Lo había dicho suponiendo que ella aceptaría mis palabras.

“¿Oh? Mi lanzamiento que te tomó desprevenido y te hizo batear,

¿era tan bueno?”

También levanté las comisuras de los labios y mostré una sonrisa provocativa.

“Bueno, era una bola preparada. Por cierto, cuando digo preparada me refiero a que el lanzador lanzó la bola con menos velocidad y movimiento, buscando un strike fácil.”

“¡Un momento! ¿De qué estás hablando?”

“Nanase, no podías decidirte por lo lindo o lo sexy, así que te decantaste por algo intermedio.”

“… ¿De verdad te das cuenta?”

“Lo mismo puede decirse de Yuuko.” “¿Fuimos completamente predecibles?”

“Nanase, elegiste un sencillo top de traje de baño azul marino con un diseño juguetón que muestra tu sentido del estilo. En lugar de mostrar demasiada piel, ocultaste estratégicamente ciertas zonas para crear un erotismo refinado. Y el estampado de tus bragas de baño y el lazo en la espalda añadieron un elemento simpático. Evitaste el bañador totalmente negro con partes doradas, que habría sido demasiado obvio y sexy.”

“¡Eh, espera un momento!”

“Yuuko optó por un estampado de colores vivos y juguetones que acentuaba su lindura, mientras que el diseño con cordones añadía un toque de imaginación.”

“No hace falta entrar en detalles sobre las horas de deliberación que nos llevó…”

Ambos estallamos en carcajadas, agarrándonos el estómago. “Pero fue un acierto basado en algunas pistas.”

Está bien, ahora podemos volver a la atmósfera original. “Saku-kun, Yuzuki-chan, aquí está vuestra comida~.” ““Llegando~.””

Ambos respondimos al unísono y nos dirigimos hacia la estufa cuando Yua nos llamó.

Yuuko, Haru, Kazuki, Kaito y Kenta también estaban allí cuando Yua repartió raciones de carne, marisco y verduras a cada uno.

“¿No vas a comer?” Pregunté.

“Me tomaré mi tiempo y lo disfrutaré más tarde.” Respondió con una cálida sonrisa.

“Vaya…” No pude evitar reírme, sorprendido por lo típico que era ese comportamiento en ella.

Era una escena familiar, que se repetía cada vez que cocinaba en mi casa. Siempre insistía en que los platos sabían mejor recién preparados, colocándolos cuidadosamente en la mesa uno a uno.

A pesar de saber que era su naturaleza, no podía deshacerme de la sensación de incomodidad mientras me sentaba y disfrutaba de la comida sin ofrecerme a ayudar.

Añadí una pizca de sal de cebolla verde a la lengua de ternera perfectamente cocinada y la doblé por la mitad.

“Aquí tienes, una lengua de ternera asada a la sal.”

Le ofrecí la golosina a Yua, que la aceptó con la avidez de un pájaro recién salido del cascarón.

A continuación, mojé las costillas en la salsa yakiniku. “Toma, costillas de ternera.”

Tras dar un bocado, Yua dijo: “Yo también quiero comer verduras.” “¿Qué tal unos pimientos verdes?”

“¿Puedo comer algo que sea fácil de comer de un bocado?” “¿Qué tal zanahorias?”

“¡Sí, eso suena perfecto!”

Esparcí sal sobre las zanahorias como ella me pidió. “¡Eh, eh, espera!”

Interrumpen varias voces.

Yuuko fue la primera en hablar: “¿A qué viene este ambiente de esposas? ¿No hay sitio para que me meta?”

Haru intervino a continuación: “Realmente la estás alimentando, no sabes lo mucho que…”

En cuanto a Nanase— “…… Haah.”

Ella no dijo nada.

Los otros tres chicos también me miraron con sonrisas socarronas. Qué descaro, teniendo en cuenta que lo único que habían hecho era comer.

Kazuki se me acercó y me dijo: “Eh, Saku, ¿por qué no me das de comer tú también?”

“¡Piérdete! ¡Te tiraré estas setas!”

“¡Saku-kun, Mizushino-kun, no jueguen con la comida!” ““¡Señora, sí, señora!””

Y así seguimos pasando un rato muy animado.