Chitose Kun Wa Ramune (NL)

Volumen 5

Capítulo 3: Líneas De Corte Más Allá De Las Olas

Parte 1

El mar azul celeste estaba bañado por el ardiente sol de verano y brillaba como el polvo de estrellas. La línea del horizonte, que parecía una regla, enmarcaba nítidamente la mitad del paisaje mientras el cielo se llenaba de gordas nubes cumulonimbos.

Eran las once de la mañana, unos días después de los fuegos artificiales. Subimos a un gran autobús turístico y nos dirigimos al hotel donde se celebraba el campamento de estudios de verano.

Alguien debió de abrir la ventanilla, el cálido aroma del mar se coló en el autobús bien refrigerado.

Todos los asientos estaban llenos de emoción.

También podía oír a algunas personas durmiendo, seguramente porque no habían dormido lo suficiente la noche anterior.

Tras pasar por Tojinbo, llegamos a nuestro destino: “Hotel Vacacional Echizen Kaigan.”

Con vistas al Mar de Japón, el hotel tenía vistas al océano desde todas las habitaciones, aguas termales, una piscina e incluso un camping en sus amplios terrenos.

Estaba convenientemente situado junto al Parque Natural del Mar y a un corto trayecto en vehículo de la playa, lo que atraía a muchos visitantes de dentro y fuera de la prefectura durante esta temporada.

En cuanto a las normas detalladas del campo de estudios, se distribuyó un folleto con antelación.

No había muchas reglas específicas que hubiera que obedecer siempre que se siguiera la etiqueta muy básica del hotel, como despertarse, apagar las luces y los horarios de las comidas. Todos deben llevar uniforme sólo el primer día y el último, cuando se despide al grupo. Durante la estancia, se nos permitía quedarnos con nuestros uniformes o cambiarnos a ropa informal.

La orientación del campamento era principalmente: “Grupo de estudio independiente en el que los alumnos podían hacer preguntas a los profesores.”

Como resultado, el programa de diversión cobró más protagonismo, con el autobús yendo y viniendo a una playa cercana el tercer día y una barbacoa nocturna para todos los participantes.

Por cierto, la asignación de habitaciones se dejaba básicamente en manos de los estudiantes.

Salvo circunstancias especiales, el número mínimo de estudiantes era de dos y el máximo de cinco. Naturalmente, los alumnos y las alumnas no podían compartir habitación.

Por lo tanto, yo estaba en un grupo de cuatro con Kazuki, Kaito y Kenta. En cuanto a las chicas, Yuuko, Yua, Nanase y Haru estaban en el mismo grupo.

Como representante, fui con Kurasen por la llave de la habitación.

Pero, ¿realmente este hombre iba a enseñar a los alumnos en pantalones cortos, camisa hawaiana y chanclas de playa?

Kurasen habló perezosamente. “Escucha, Chitose. Cuando quieras hacer una fiesta al azar, asegúrate de pedirme a mí, tu profesor, que…”

“A pesar de estar fuera de la escuela, es consciente de que debe actuar de forma más adecuada diciendo las cosas de manera más indirecta. Sin embargo, la gente te mirará con más respeto si también eres consciente de que la escuela es un espacio público.”

“Además, ten cuidado con la arena cuando luches como Bruce Lee en la playa…”

“Es imposible reformular esa frase, dame la llave.”

Oh, en serio, ¿cada vez tenemos que hacer esta mierda?

Fui a ver a mis amigos después de que por fin me dieran la llave. Kaito sostenía una bolsa de plástico grande y angulosa en la mano.

Probablemente, la fiambrera se la había dado la asesora del club femenino de baloncesto, Misaki-sensei. El desayuno y la cena se servían principalmente en el bufé del hotel, con la excepción de la barbacoa del tercer día. Si lo solicitabas con antelación, te podían preparar una caja bento para el almuerzo.

“Lo siento, tardamos tanto por culpa de Kurasen. Estaremos en la habitación 301.”

Yuuko, que estaba cerca, gritó. “¡Estamos en la habitación 309!” “Huh, entonces estamos en el mismo piso.”

“Más tarde iré a ver tu habitación~.”

“Todas las habitaciones deberían ser iguales.”

Como la habitación de estilo occidental sólo tenía dos camas, se asignaban grupos de dos a esa habitación, mientras que los grupos de tres o más se asignaban a la habitación de estilo japonés.

“En fin—” Le dije a Yuuko: “Todo el mundo debería volver a su habitación para comer, reunámonos en el vestíbulo después de cambiarnos de ropa.”

“¡Por supuesto!”

* * *

Por el nombre “Hotel Vacacional”, me esperaba un alojamiento un tanto anticuado, pero una vez que entramos, en realidad era un hotel muy grande.

Subimos en ascensor hasta el tercer piso y nos despedimos de Yuuko y los demás.

El nostálgico aroma de las esteras de tatami llenó las fosas nasales al entrar en la habitación. Era la típica habitación japonesa de hotel o ryokan.

“¡¡¡Uoooooooooooo!!!”

Como   si   Kaito   no   pudiera   contenerse   más,     irrumpió   en   la habitación.

Tiró a un lado su bolsa de Boston y se tumbó en el tatami, rodando el cuerpo mientras gritaba nyojojooooo.

“… Asano, ¿qué estás haciendo?” Kenta, que estaba a su lado, murmuró exasperado.

“Es algo así como un animal salvaje marcando la zona, ignóralo.”

Tras dejar nuestras maletas en un rincón, Kazuki y yo nos sentamos en el porche del fondo de la habitación, que tenía sillas enfrentadas frente a una pequeña mesa.

Kazuki susurró. “Santo cielo, por eso siguen siendo niños.” “Así es, no entienden nada del ocio de los adultos.”

“¿Ves eso, Saku? El mar es tan bonito.”

“Hmm, no está mal. Limpia la fatiga de la vida cotidiana.” “¡Ustedes no son mejores!”

Los tres nos reímos ante el comentario de Kenta. Agarrándome el estómago, volví a hablar.

“¿No crees que sentarte en este lugar te hace sentir sentimental? Si fuera adulto, me sentaría aquí a beber y mirar el mar hasta que se pusiera el sol.”

Kazuki hizo lo mismo.

“Es un pensamiento muy romántico. Da igual que la persona sea hombre o mujer; debe ser alguien que hable desde el corazón.”

Kaito se unió a la conversación como una carpa a una tabla de picar.

“Escucha, Kenta, vamos a pasar cuatro días bajo el mismo techo con Yuuko, Uchi, Yuzuki y Haru, ¡y además llevarán bañador! ¿No te hace ilusión?”

“… Para ser sincero, ¡sí, y mucha!” “¡Bien!”

Mientras los chicos charlaban, me di cuenta de que había estado esperando este día más de lo que pensaba. Sabía que en parte era por las chicas, pero también era mi primer viaje con ellas. Exceptuando los viajes escolares, no estaba seguro de cuántas oportunidades como ésta tendría durante la secundaria.

Por eso iba a aprovecharlo al máximo. Aunque no volviéramos a vernos, no me arrepentiría.

* * *

Tras terminar de comer, nos pusimos ropa informal y nos dirigimos al vestíbulo.

Además de nuestra habitación, había otras tres zonas de estudio disponibles durante el periodo. Una era una gran sala de banquetes, otra era una sala de conferencias de tamaño medio y la tercera eran asientos vacíos en un restaurante que sólo podían utilizarse durante determinadas horas del día.

Al entrar en la sala con suelo de tatami, observé una larga hilera de mesas y sillas bajas. Se decía que esta sala podía albergar hasta cien personas, así que era bastante espaciosa.

La gente ya había empezado a estudiar dentro, y algunos grupos charlaban con sus amigos mientras comían sus fiambreras. Como era de esperar, hacer demasiado ruido no era una buena idea, pero a nadie parecía importarle la charla. Entre ellos, Yuuko y las demás aún no parecían haber llegado.

Mientras buscaba un sitio para sentarme, alguien me tocó el hombro por detrás. Cuando giré la cabeza, un dedo delgado me pinchó en la mejilla.

Este tipo de travesuras clásicas eran cosas de Yuuko o Haru, moví la mirada y—

“Te tengo~.” “¿Eh, Asu-nee?”

La persona que sonreía delante de mí era en realidad ella. No pude ocultar mi pánico debido al repentino acontecimiento.

“¡No sabía que ibas a estar aquí!”

“Yo también estoy sorprendido.”

No debería sorprendernos, ya que era una estudiante que se preparaba para un examen de ingreso. Pero no era un tema de conversación entre los dos, ni se nos había ocurrido en absoluto.

“¡Uoooooooooo!”

Kaito, que estaba a mi lado, gritó en voz baja. Era experto en cosas innecesarias.

“Nishino-senpai, ¿te acuerdas de mí? Nos conocimos en la sesión de orientación profesional.”

Asu-nee sonrió y contestó.

“Eres Asano-kun que quiere seguir jugando al baloncesto en la universidad, ¿verdad?”

“¡ALELUYAAAAAAA!” Gritó Kaito de forma exagera al cielo y continuó. “Um, si no te importa, ¿te gustaría estudiar con nosotros?”

Me vino a la mente la escena de los fuegos artificiales, y cuando iba a detenerle…

“Oh, lo siento, estoy aquí con unas amistades.” Señaló un rincón del pasillo.

Había unos cuantos chicos y chicas sentados juntos, y entre ellos estaba Okuno-senpai, que había acudido a la sesión de orientación profesional.

“¡NOOOOOOO!”

Mientras escuchaba el grito bajo, mi corazón se hundió un poco. A pesar de que estaba tratando de detener a Kaito, me decepcioné cuando ella se negó, lo cual fue infantil de mi parte.

Kaito se dio por vencido y se dirigió hacia Kazuki y Kenta. Cuando estaba a punto de seguirle, alguien agarró con fuerza el dobladillo de mi camiseta.

Asu-nee acercó su boca a mi oído.

“Hey, durante estos cuatro días, aunque sea un ratito, ¿podemos estudiar juntos?”

Me quedé estupefacto cuando la miré a la cara: había desviado la mirada, tenía los labios apretados y parecía retorcerse un poco.

“Si no aprovechamos esta oportunidad, no habrá otra ocasión de hacer esto contigo en el futuro.”

Entendí lo que quería decir.

Era la única oportunidad que teníamos de estudiar juntos en un lugar que no se limitara a bibliotecas y restaurantes familiares, sino que fuera un lugar que se sintiera como una parte más del aula, donde pudiéramos empaparnos del ambiente de una escuela.

“Bien, lo prometo.”

Después de decir eso, una sonrisa brillante apareció en su cara y luego salió corriendo.

En ese momento, el grupo de chicas también entró. Yuuko miró de nuevo a Asu-nee y abrió la boca.

“Oh Saku, ¿es Nishino-senpai?”

“Sí, yo tampoco sabía que estaba aquí.”

“¿No está estudiando para un examen de ingreso? ¿Ya se ha decidido por una universidad?”

“Se va a Tokio.” “Tokio… Ya veo.”

Cuando la miré a la cara para ver su reacción, sonreía alegremente como de costumbre.

“¡Muy bien, vamos a estudiar!”

Los hombros de Yuuko parecieron temblar, y me pregunté si me lo estaba imaginando antes de seguirla.

* * *

Después de dos horas de afanarme con los deberes de las vacaciones de verano, me sentía cansado, así que decidí tomarme un descanso.

Compré una lata de café en la máquina expendedora y me senté en una silla del vestíbulo.

Mirando a mi alrededor, era evidente que no había demasiados turistas, ya que la Secundaria Fuji había alquilado muchas de las habitaciones. Pero aún había parejas y familias cargando sus maletas, con pasos ligeros y alegres.

Sentía que las articulaciones de mi cuerpo se ponían rígidas, razón por la que me estiré.

Como cabía esperar de la mejor escuela preparatoria de la prefectura, la sala se volvió tan silenciosa como una biblioteca en cuanto los alumnos empezaron a concentrarse en sus estudios.

En medio del silencio de la sala, sólo podía distinguir los débiles arañazos de los portaminas al escribir, el pasar de las páginas de los libros de consulta y los ocasionales diálogos en voz baja entre los que estaban cerca de mí.

Estudiar de esta manera puede ser realmente productivo.

Sobre todo, la presencia de un profesor experimentado en cada una de las materias fue muy beneficiosa. Se vio a muchos estudiantes de tercer año agarrando el libro rojo^[24] y buscando la orientación de un profesor.

Era divertido ver la larga fila de estudiantes agolpándose alrededor de Kurasen, que vestía pantalones cortos y camisa hawaiana. Sin embargo, estaba claro que era un gran profesor, y pude empatizar con los alumnos por querer aprender de él.

Mientras pensaba en eso, alguien me llamó. “Hey.”

Levanté la vista y allí estaba Okuno-senpai, la persona que había visto antes.

“Ah, gracias por tu duro trabajo.” Dije.

“¿En serio?” Sonrió amargamente. “¿Puedo sentarme aquí?” “No me importa, pero ¿no hay otros asientos disponibles?” “Bueno, puedes charlar conmigo mientras descansas.”

No creía que hubiera nada de qué hablar, ya que sólo habíamos hablado una vez durante la orientación profesional, pero supuse que este senpai era consciente de ello.

Cuando asentí, se sentó frente a mí, con la mesita entre los dos.

Era alto y en forma, con el cabello corto y bien peinado y rasgos equilibrados. Al volver a mirarlo, me di cuenta de que no era difícil entender por qué era popular.

Okuno-senpai tomó un sorbo de agua de la botella de plástico antes de hablar.

“¿Qué tal tu primer campamento de estudios?”

“No está mal. Ya veo por qué hay tantos alumnos de tercero participando.”

“Para ser sinceros, la mitad de la razón por la que estamos aquí es para crear recuerdos en las vacaciones de verano.”

“¿Cómo vas con tu preparación para los exámenes, senpai?”

“Bueno, no creo que sea una pérdida total si tenemos en cuenta que voy a solicitar plaza en varias universidades.”

“Es impresionante que pueda decir esas palabras con confianza a estas alturas.”

“Ya estoy en el verano de mi tercer año, y los exámenes de ingreso están a la vuelta de la esquina.”

A la vuelta de la esquina, ¿eh? Eso era cierto.

Mientras yo guardaba silencio, Okuno-senpai continuó. “Asuka ha decidido ir a Tokio.”

Como esperaba, su nombre surgió de alguna manera. Durante todo el tiempo ese había sido su objetivo.

“Eso parece.” Respondí brevemente.

“En ese caso, al menos tengo un periodo de gracia de cuatro años. No hay mucha gente que vaya a Tokio desde Fukui, sobre todo compañeros de la misma escuela. Puede que allí congeniemos, o incluso que vayamos a beber juntos.”

“…………”

No ocultaba en absoluto su afecto por Asu-nee.

Reflexioné sobre lo que había dicho y sentí una oleada de fastidio que me hizo apretar los dientes.

Después de comprender toda la situación, le había dado mi apoyo, pero aun así no podía evitar que mis emociones fluctuaran.

La única razón por la que no estaba enfadado con la persona que tenía delante era porque había algo de tristeza en su voz.

“Sólo bromeaba.” Okuno-senpai se rio para sus adentros. “El otro día le confesé mis sentimientos a Asuka y me encontré con un severo rechazo. En ese momento, me dejó claro que aunque siguiera sintiendo algo por ella, no habría esperanza para el resto de mi vida. Fue devastador.”

La forma en que lo dijo fue tan graciosa que me eché a reír. “… Lo siento, se me escapó.”

“Está bien.” El tono de Okuno-senpai se volvió un poco más relajado. “Yo fui quien trajo este tema, así que siéntete libre de reírte.”

“¿Por qué me hablaste de esto?”

“Te vi charlando con Asuka hace un rato, así que no pude evitarlo.” Sigo sin entender qué pretende. Ya que me dijo que fue rechazado,

no debe ser con el propósito de mantenerme a raya.

“Chitose-kun, empezaste a hablar con Asuka el pasado septiembre,

¿verdad?”

“Sí, así es.” Respondí, sin necesidad de explicar lo de la infancia.

“He estado en la misma clase que Asuka desde primer año y siempre me ha gustado. En otras palabras, durante un año y medio estuve con una Asuka que no te había conocido.”

Cuando me quedé en silencio, sin saber cómo reaccionar, Okuno- senpai estiró las piernas y se reclinó en su silla.

“Ah, debería habérselo confesado antes. Si lo hubiera hecho, habría tenido más posibilidades.”

Inconscientemente, apreté los puños.

“Chitose-kun, no seas como yo.” Okuno-senpai sonrió.

Me sentí desconcertado. “Déjame preguntártelo… ¿por qué me dijiste esto?”

Al oír mi pregunta, mostró un poco de vacilación, antes de negar con la cabeza y encogerse de hombros como respuesta.

“Tal vez pienso que en lugar de ver a Asuka ser secuestrada por un extraño en Tokio, puedo aceptarte a ti que puedes hacer sonreír a Asuka.”

Siento haberte molestado. Con eso, Okuno-senpai se levantó y se fue.

Miré fijamente su figura que se alejaba, y finalmente solté mi agarre, dejando una huella blanca de mis dedos en mi mano.

Sería más fácil si pudiera tomármelo a risa como un problema ajeno.

Me visualicé en el futuro e imprimí estas palabras en mis pensamientos.

A la vuelta de la esquina…

Sus palabras resonaban en mi cabeza una y otra vez.

* * *

Así que, tras un largo día de estudio, nos deleitamos con el delicioso bufé de la cena, repleto de ingredientes locales de Fukui, antes de darnos un placentero y cálido baño en las aguas termales.

Nos esforzábamos mucho durante el día, pero por la noche queríamos tomárnoslo con calma, ya que no teníamos tanto tiempo como los estudiantes que se preparaban para los exámenes de ingreso.

Cuando salimos de la sala con una pizca de satisfacción, Asu-nee y Okuno-senpai seguían absortos en sus libros de texto, sus rostros desprendían niveles de concentración muy diferentes. El contraste entre nosotros y ellos me inquietaba.

Al mismo tiempo, no estaba seguro de poder tomar la decisión de renunciar a pasar un tiempo precioso con mis amigos para centrarme en estudiar como estudiante de segundo de secundaria.

Dentro de otro año, creo que entendería mejor a la Asu-nee de este verano.

Dejé de pensar en ello y apoyé la cabeza en el borde de la bañera.

Sobre el baño al aire libre, sin edificios alrededor, el cielo nocturno era increíblemente hermoso. Estiré las piernas y mojé los hombros en el agua tibia, sintiéndome flotar entre las estrellas.

El momento en que uno se da cuenta de que está de viaje varía de una persona a otra, puede ser al contemplar un paisaje muy distinto al de su lugar de residencia, al comer manjares locales o cuando una entonación desconocida salta a sus oídos…

En mi caso, por alguna razón, siempre era cuando me daba un baño al aire libre.