Imouto Sae Ireba Ii (NL)

Volumen 9

Capitulo 11: Chihiro en Pánico

Tras separarse de Pablo—Setsuna Ena—Chihiro se dirigió al apartamento de Itsuki, inquieta. Setsuna Ena. Seudónimo: Puriketsu. Ni por un momento pensó en la conexión.

Fue el ilustrador de Hermanitas fundadoras del nuevo mundo, la segunda serie de novelas de Itsuki Hashima, y al parecer él y el hermano de Chihiro hacían buena pareja, porque seguían manteniendo el contacto después de haber terminado la serie. Incluso habían hecho algún que otro viaje juntos.

Sin embargo, normalmente Setsuna sólo visitaba el apartamento de Itsuki una vez al mes, así que nunca antes se habían cruzado. Eso, por supuesto, era cuestión de suerte. Si Chihiro seguía yendo a casa de Itsuki, había muchas posibilidades de que lo viera en el apartamento de su propio hermano. Peor aún, al parecer Setsuna no llevaba un smartphone encima y solía pasarse por allí sin avisar, así que no había forma de predecir cuándo aparecería.

Y si así eran las cosas… entonces en vez de encontrarse los tres, y que Itsuki descubriera que era una chica, probablemente era mejor explicárselo todo a Setsuna y pedirle que la ayudara a mantenerlo en secreto.

Necesitaba reunirse de nuevo con Setsuna. Ahora se arrepentía de no haber intercambiado antes información de contacto, pero él seguía trabajando para GF Bunko y, de todos modos, tenía muchas ganas de volver a verla. Lo más probable era que no tardarían en verse por el vecindario.

Pero, aunque ella le explicara las cosas, ¿estaría dispuesto a cooperar? Chihiro ya podía imaginarse a Setsuna sonriendo con malicia.

“Geh-jeh-jeh … Si no quieres que revele tu secreto, ya sabes lo que tienes que hacer, ¿verdad?”.

“S-Sí… de acuerdo… Deseas abofetearme el trasero una vez, ¿verdad…?”.

Sin duda, Setsuna se reiría maliciosamente ante la temblorosa Chihiro. “¡Ee-jee-jee! No creo que eso vaya a ser suficiente, no… Necesito que te quites los pantalones y me enseñes tu trasero por completo…”.

“Oh noooo…”.

Mostrarse desnuda ante alguien que ni siquiera era su novio le repugnaba. Pero lo haría de todos modos—la carrera de Itsuki estaba en juego. E incluso con toda esa vergüenza, toda esa humillación, se bajaría los pantalones y…

“… ¡¿En qué diablos estoy pensando?!”.

Ruborizándose violentamente, sacudió la cabeza para desterrar de su imaginación aquel pensamiento lascivo.

…La búsqueda de Setsuna podría comenzar mañana. Por ahora, tenía que preparar la cena en casa de Itsuki.

***

Hermanita

“¡Hola!”.

Usando su llave para entrar, Chihiro encontró un par de zapatos de mujer junto a la puerta principal. ¿Quizá sean Kani o Miyako?, pensó mientras se adentraba en el salón. En cambio, Aoba Kasamatsu estaba charlando con Itsuki en el kotatsu.

“Hola Chihiro”, saludó Itsuki.

Aoba le dedicó una sincera sonrisa. “¡Espero que no te importe que esté por aquí, Chihiro!”

“N-Nada de eso… ¿has estado viniendo con más frecuencia, Kasamatsu?”

“Tuve una reunión con la editorial más temprano”, respondió alegremente, sin darse cuenta de la expresión de duda de Chihiro, “así que pasé por aquí antes de irme a casa. La señorita Yamagata dijo que mi escritura y mis personajes parecían mucho más vivos que antes. ¡Esto se lo debo a Onii-chan!”.

Al oír el término Onii-chan, Chihiro se mostró aún más dubitativa.

“¡Ja-ja-ja! Sigue así Aoba”, dijo el alegre Itsuki. “…Ah cierto, terminé de leer tu novela hace un rato, pero… sí, creo que la influencia que Kanikou tuvo en ti es un poco demasiado prominente. Pero tu escritura es agradable y mantienes un buen ritmo con los acontecimientos de la historia. Me gustó de principio a fin”.

A pesar de los elogios, el rostro de Aoba se nubló repentinamente. “Muchas gracias, Onii-chan. Sin embargo, en internet sigue recibiendo críticas. Todas esas críticas de una sola estrella en Amazon…”.

“¡Pfff! Todos esos críticos de una estrella tienen el cerebro del tamaño de un cangrejo ermitaño, así que deja de prestarles atención. Además, cuando se publica una reseña no se juzga al libro ni a su autor— sino la inteligencia, las opiniones y la sensibilidad del crítico. Y si esos críticos fraudulentos no entienden eso,

¿por qué te molestas en dejar que se apoderen de tu mente? Así que olvida a esos idiotas. Tienes la garantía de ser una auténtica genio—tienes talento. ¡Así que deja de vacilar y sigue adelante!”.

Como siempre, Itsuki se estaba hablando tanto a sí mismo como a ella—pero aun así dejó una profunda impresión en Aoba.

“¡Lo haré! ¡Daré lo mejor de mí, Onii-chan!”.

Procedió a mostrar a Itsuki los resultados de la reunión del día con la editorial—un resumen de la trama y el comienzo de su segunda novela. Decidió crear una nueva obra en lugar de escribir un segundo volumen de Recuerdos del cielo y quería su consejo.

Se trataba de un intercambio honesto y franco entre dos escritores profesionales, no había lugar para que Chihiro se uniera. Ella se enfadó mientras preparaba la cena para los tres.

***

Hermanita

Una vez que todo estuvo listo, el trío se sentó alrededor del kotatsu. Chihiro aprovechó la ocasión para sacar el tema con delicadeza.

“Um… Itsuki, a partir de mañana no voy a poder venir por aquí durante un tiempo…”.

“¡¿Qué?!”, respondió Itsuki evidentemente sorprendido. Chihiro llevaba cuatro años viniendo por aquí. Incluso en época de exámenes hacía al menos una visita a la semana. Por tanto, la noticia era bastante chocante.

“… ¿Pasó algo?”.

“Um… Bueno, mis notas en los exámenes están bajando, así que quiero centrarme en mis estudios un poco…”.

Lo que le estaba contando Chihiro a su preocupado hermano era mentira. De hecho, acababa de decidir que era más prudente evitar el apartamento de Itsuki hasta que pudiera arreglar las cosas con Setsuna.

“Oh… Sí. Estás en tu último año de preparatoria, ¿eh? Trata de mantener la cabeza a flote”.

“C-Claro. Y espero poder arreglar mi agenda para volver pronto con más regularidad rápidamente, pero intenta cuidar el fuerte hasta entonces, ¿sí?”.

“D-De acuerdo”. Itsuki asintió, pero le costaba enfocar la vista. El avanzado robot aspiradora sería capaz de mantener el ritmo de la limpieza lo bastante bien, pero él dependía por completo de Chihiro para comer, así que, francamente, esto era motivo de preocupación.

“…Supongo que dependeré de restaurantes y tiendas de conveniencia por un tiempo”, murmuró.

“¡Um, Onii-chan!”, exclamó Aoba. “Si quieres, ¡¿puedo venir a cocinar?!”.

“¡¿Eh?!”, Chihiro casi gritó. “¿Sabes cocinar?”.

“Ha sido mi trabajo preparar la cena en casa desde que era una niña. No se me da muy bien… pero puedo hacerme cargo fácilmente”.

Dirigió la mirada hacia la bandeja que Chihiro tenía sobre la mesa.

“¡¿En serio?!”, preguntó Itsuki, sonando bastante alegre. Por cierto, la cena de esa noche consistía en espaguetis con habas, repollo, tocino y copos de chili, junto con espárragos nikumaki y patatas fritos ³ , además de una guarnición de ensalada de patata. Nada de esto era técnicamente difícil, pero crear algo así en una estrecha cocina y en poco tiempo requería práctica.

“V-Vaya… Fácilmente, ¿eh…?”.

³ Ambas cosas fritas.

Chihiro esbozó una educada sonrisa. “Bu-Bueno, tampoco me esmeré tanto hoy, con el poco tiempo que tenía y demás… pero suelo hacer cosas mejores que estas, ¡¿verdad?!”.

“Oh ¿De verdad? ¡Vaya, eres muy buen cocinero, Chihiro!”.

“Nngh…”.

Chihiro había querido responderle un poco a Aoba, pero aquel elogio tan sincero la hizo sentirse increíblemente pequeña.

“¡Bueno, puede que no esté a la altura de tus estándares habituales, pero creo que al menos puedo hacerlo mejor que la tienda de conveniencia! ¿Me dejarás cocinar para ti, Onii-chan?”.

“¡Por supuesto! ¡Me encantaría!”.

“¡De acuerdo! ¡Daré lo mejor por ti, Onii-chan!”.

Aoba rebosaba entusiasmo e Itsuki estaba dispuesto a dejarla probar suerte. Chihiro frunció visiblemente el ceño, pero no podía decir “En realidad no importa, nos vemos mañana” a estas alturas. Lo único que podía hacer era permanecer callada y aceptarlo.

Siendo las cosas así, tengo que solucionar este asunto con Setsuna lo antes posible. Incluso si tengo que, um, mostrárselo…