Chitose Kun Wa Ramune (NL)

Volumen 5

Capítulo 1: Calendario Diario De Las Vacaciones De Verano

Parte 5

De este modo, podíamos comprar más artículos adicionales aprovechando las ofertas especiales limitadas a un artículo por familia y, al mismo tiempo, yo podía ayudarla a trasportar artículos que habrían sido demasiado pesados para llevarlos a casa ella sola.

Sin embargo, a mí me pareció una excusa.

Además de la falta de familiaridad de vivir solo, estaba en un periodo de depresión tras dejar el béisbol y no tenía ganas de cocinar para mí cuenta, así que sólo comía fideos instantáneos, comida congelada y comida rápida.

En cuanto Yua se enteró, empezó a venir a mi casa siempre que tenía tiempo para cocinar o enseñarme a hacer comidas sencillas. En días como hoy, cuando íbamos de compras, se pasaba por mi casa y preparaba una variedad de guarniciones que se podían conservar durante mucho tiempo en la nevera.

Me sentía tan apenado y culpable por mi propia impotencia, pero como la propia Yua siempre tenía la misma actitud, me sentía dependiente de ella.

“Saku-kun, ¿te queda pasta de dientes?” “Oh, creo que está a punto de acabarse.”

“Entonces la pondré. También estamos casi sin aceite de sésamo,

¿está bien si compro más?” “Por supuesto.”

Yua, que compró mucho, echó rápidamente los artículos en la cesta superior, mientras yo ponía los míos en la cesta inferior.

“Prepararé las comidas habituales en casa, pero ¿tienes algún plato en particular que quieras comer esta noche?”

“Cualquier cosa está bien.”

“Esa es la respuesta más confusa…”

Mis dos padres eran de los que trabajaban los fines de semana y las vacaciones, así que no tenía recuerdos de hacer la compra los fines de semana con alguien de este modo.

Quizá por eso…

“Yua, ¿quieres tomar una taza de café antes de ir a casa?”

“Hmm, me encantaría. Pero aquí tenemos carne y esas cosas.”

“Entonces,   pidamos   comida   para   llevar   o    compremos  café enlatado.”

“¡Claro!”

Cuando estábamos los dos solos, el tiempo que habría sido una molestia si hubiera estado solo se convirtió en algo que no podía esperar.

* * * * *

“—Eso es todo.”

Les expliqué a Haru y Nanase lo que había pasado. ““¿Qué demonios es eso? ¡¿Es tu esposa?!”” Debieron pensar lo mismo, ya replicaron a la vez.

Pero, para ser sincero, yo habría dicho lo mismo si estuviera en su lugar.

Yua se rascó la mejilla torpemente. “Um… Me disculpo si interrumpo algo.”

Nanase suspiró. “¿No es al revés?”

“Debería haber comprado una tarta…” Dijo Haru.

Probablemente se refería al regalo que acababa de hacerme. Estaba lleno de tentempiés de supermercado, lo cual me pareció típico de ella, pero desde la perspectiva de una chica, quizá se sintiera un poco complicada en ese momento.

“Hey Haru, ¿cómo crees que se sentirá un chico al que una chica linda de su clase va a su casa a cocinar respecto a una chica que va a su casa comer?”

“Si yo fuera un chico, pensaría: Me alegro de no haber elegido a la segunda.”

“¿Quieres ayudar a Uchi en la cocina? Parece ser una cocinera experta.”

“¿Estás espolvoreando sal y pimienta en las heridas abiertas a propósito?”

“Bien, no perderás si no luchas. Nunca has estado aquí antes, así que estás bien. Muy bien, Umi.”

“Vamos, Nana.”

“H-Hey…” Yua interrumpió la conversación. “Aunque Saku-kun no cocinó la comida él mismo, ¿les gustaría quedarse a cenar?”

Después de oírla decir eso…

““¡En ese caso, estaremos encantadas de acompañarlos!””

Las dos chicas del club de baloncesto que habían terminado de practicar levantaron inmediatamente sus banderas blancas.

Toc, toc, toc, toc. Gobble, gobble, gobble.

Swish, swish, swish.

Yua siguió cocinando mientras Nanase permanecía cerca, con cuidado de no molestarla y haciendo preguntas de vez en cuando.

Pero aun así…

Aparte de las dos que venían aquí con frecuencia, la presencia de Haru en esta casa se sentía incómoda. Sobre todo desde que ocurrió aquello, que sin duda fue una de las razones.

La razón principal era que ella y yo siempre hacíamos actividades al aire libre juntos, como montar en bicicleta, jugar a la pelota o al baloncesto…

En esos momentos, podía hablar con ella libremente sin pensar mucho, pero sentado hombro con hombro en el sofá de mi propia habitación, no tenía ni idea de cómo iniciar una conversación.

Haru pareció compartir mis sentimientos, ya que empezó a hablar en un tono diferente.

“C-Chitose, lees muchos libros, ¿no?”

“Mi familia los compró casi todos, pero sí, leo mucho.”

“Ya veo. No me extraña que de vez en cuando digas algo inexplicable.”

“¿Eso es un cumplido?”

“¿No tienes una televisión o un computador aquí?”

“No me interesa la televisión, pero puede que uno de estos días quiera un computador.”

“¿Quieres hackear el pentágono o algo así?”

“Tampoco así, pero ver películas en mi teléfono es difícil. Además, tengo mucho tiempo libre, así que he pensado en probar a escribir.”

“¿Así que eres de los que llevan un diario serio o algo así?” “Bien, es suficiente.”

De repente me di cuenta de que había una sombra delante de nosotros. Cuando levanté la vista, vi a Nanase con las manos en las caderas y una dulce sonrisa en la cara.

“Sus conversaciones desordenadas distraen mucho, ¿saben?”

No me explicó la razón de ello, pero de alguna manera la imaginé. Nanase levantó el pulgar y señaló la puerta principal.

“La comida tardará unos treinta minutos en prepararse. Así que…

¿por qué no se van a otro sitio a correr, jugar a la pelota, columpiarse o hacer lo que quieran?”

““… Sí.””

¿No es esta petición demasiado excesiva para el propietario de esta casa?

* * *

Así que, después de tomar el guante, el bate de madera y la pelota, salimos fuera.

Asu-nee diría que era divertido mirar desde la distancia, pero con Haru no podía relajarme a menos que ella también se moviera.

Le entregué a Haru el guante y la pelota en la orilla del río frente a mi apartamento, donde siempre practicaba el swing con el bate, y luego me alejé unos diez metros de Haru. En un campo de béisbol, eso era más o menos la mitad de la distancia entre el montículo del lanzador y el home.

Eran más de las seis de la tarde, pero el cielo veraniego aún brillaba y la temperatura no mostraba signos de descender.

“Haru, ¿puedes imaginarte como un lanzador y lanzar la bola aquí?” Le indiqué la zona de strike con el bate y continué. “Entonces te devolveré la pelota y tú la atraparás como siempre. Después, sólo es cuestión de repetir el proceso.”

Me hubiera gustado jugar a la pelota, pero por desgracia sólo tenía un guante.

“¿Está bien jugar en un sitio así? ¿No romperá los cristales del primer piso?”

Respondí a su pregunta enderezando la hierba bajo mis pies.

“Si ni siquiera puedo acertar tus lanzamientos, debería retirarme.”

Haru se quedó inmóvil un momento antes de sonreír. “¿El juego del otro día no fue tu jubilación?”

“Ese fue mi juego de retiro de la Secundaria Fuji.” Hablé mientras sostenía mi bate.

Haru se puso el guante de béisbol. “¿Por qué no vuelves al equipo?”

La pelota fue lanzada directamente donde le dije. Me sorprendió lo rápido que era la pelota, pero igual la golpeé. La pelota rebotó dos veces en el suelo. Haru la atrapó hábilmente con su guante.

“No es que nunca me lo planteara. Para ser sincero, estaba bastante preocupado. Pero ya he huido de allí una vez, ahora mismo no puedo hacerme a la idea de llamarme miembro de su equipo.”

Por cierto, el equipo de béisbol de la Secundaria Fuji perdió en la segunda ronda después de ese partido. Fui a ver el partido y me pareció fantástico, con todos trabajando duro para ganar hasta el final. Confiaba en que el año que viene serían un equipo mucho más competitivo.

“Todo el mundo te aceptará.”

“Lo sé. Es sólo que si voy a volverme a tomar el béisbol en serio, necesito empezar de nuevo.”

“¿Empezar de nuevo…?”

“Pensar que lanzar y golpear la pelota es divertido. Me gustaría empezar de nuevo con esta mentalidad.”

“¿Así que te llenas de emoción e ímpetu y, cuando todo estuvo dicho y hecho, te pones en modo santo?”

“Hey, deja de hacer chistes verdes abruptos.”

Haru se rio. “Bueno, no es que no entienda tu estado de ánimo. Pero no vas a dejar el béisbol, ¿verdad?”

“De momento, seguiré bateando en la secundaria, ya que he encontrado a algunos entusiastas del béisbol que parecen tener mucho tiempo libre y energía.”

“No diré nada si esa es tu decisión. Seguiré observándote en silencio.”

Observándome en silencio, ¿eh?

Ya veo, Haru tenía intención de permanecer a mi lado también en el futuro.

Swoosh, thud. Swoosh, thud.

Sonó un ritmo regular. La chica, que al principio ni siquiera sabía sujetar la pelota, la lanzó excepcionalmente bien.

Sin duda se convertiría en una gran jugadora de baloncesto en el futuro. Si no tengo cuidado, no podré alcanzarla. Tengo que volver a empezar para poder estar orgulloso a su lado.

Quería seguir corriendo hacia delante con ella.

—Mi compañera, la que ha podido hacerme sentir así.

* * *

Iba a ser honesta. Yo, Nanase Yuzuki, me estaba poniendo ansiosa. Haru era una oponente fuerte, lo sabía desde el principio.

También   era vagamente    consciente de    que Nishino-senpai y Chitose tenían algo profundo entre ellos.

No hacía falta decir que Yuuko era especial. Aun así, pensé.

Por supuesto, no fue culpa de nadie, pero permítanme al menos decir esto en mi corazón.

¡¡¡Nadie me dijo nada de esto!!!

Uchi estaba terminando un plato tras otro delante de mí. Aunque Chitose había cocinado con frecuencia para mí, tenía cierta experiencia en este campo.

Si seguías las instrucciones al cocinar, era raro cometer un error, a menos que fueras increíblemente torpe. En otras palabras, creía que el sabor, o el número de recetas que podías preparar para satisfacer las preferencias de los demás, era lo que más importaba.

Sin embargo, la cocina de Uchi estaba a un nivel completamente diferente.

Probó y ajustó la cantidad de condimento sin ni siquiera mirar la receta ni utilizar cucharas o tazas medidoras.

Hizo varias guarniciones al mismo tiempo y se apresuró a limpiar los utensilios de cocina que no necesitaba. También lavaba y reutilizaba los cuencos con las verduras picadas, seguramente para ahorrar tiempo, y manipulaba los ingredientes con cuidado para no manchar la tabla de cortar. Era fascinante ver tanta maestría.

Aunque quería ayudar, parecía que iba a estorbar.

“¿Cocinas mucho, Uchi?” Le hablé a la espalda del delantal vaquero.

“No puedo decir que lo haga, pero cocino casi todos los días porque me encargo de la comida y la cena.”

Lo suponía. Sus movimientos parecían haber sido pulidos por la vida diaria.

Aaah, eso es asombrosamente… astuto.

Me tragué mis enojosas quejas y seguí haciendo más preguntas. “¿Ciruelas crujientes? ¿Para qué las usas?”

“El edamame (soja) es barato, así que lo cociné en agua salada con shirasu (sardinas jóvenes secas) para hacer takikomi gohan. Añadí ciruelas crujientes picadas al arroz para darle una textura y un sabor diferentes.”

“Ah, ¿y lo que hay en la parrilla?”

“Es tofu Takeda frito y recubierto con una fina capa de pasta de miso. Como el plato principal de hoy es una ensalada de shabu de cerdo con los mismos sabores y condimentos, creo que servirlo con daikon rallado y salsa de soja o ajipon sería desentonar demasiado.”

La fabada frita de Takeda, que era tan grande que podía confundirse con una gruesa fabada frita, era un famoso producto de un restaurante llamado “Taniguchiya” y una de las especialidades de Fukui. Al fin y al cabo, el “Aburaage gozen (plato de cuajada de judías frita)” era el plato estrella del restaurante. Su confianza era evidente en el hecho de que servía tofu frito como guarnición principal, a diferencia de las hamburguesas y chuletas de cerdo de otros restaurantes.

Mi madre los compraba a menudo, pero yo nunca los comía así. “¿Puedo preguntar qué más hay en el menú?”

“Luego está la tortilla normal. Saku-kun las prefiere dulces, pero con daikon rallado, salsa de soja y shichimi (especias de siete sabores) para que todos los platos sepan igual. Pero de todas formas hay mucho rábano blanco, así que me puedo apañar.”

“¿Y la sopa de miso?”

“Como hoy hacía tanto calor, pensé que estaría bien tener algo fresco en el menú, así que hice una sopa de miso de cerdo con tomates, jengibre, col y puerros. Siento que sea el mismo cerdo que el plato principal, pero pensé que no se sentiría lleno sólo con la ensalada shabu-shabu de cerdo.”

“¿Tomates en sopa de miso?”

“Sí, yo tampoco creía que pudiera comer ese tipo de comida, pero después de probarla, descubrí que iba bien con todo y entonces me hice adicta.”

“Ya que Uchi lo dijo, lo creo. ¿Puedes darme en secreto una porción más grande entonces?”

“Por supuesto.”

Mientras    hablábamos    en    dialecto   de    Fukui,   me  vino un pensamiento a la cabeza.

Tres platos y una sopa, ¿era realmente el tipo de comida que se le podía ocurrir a una chica de secundaria?

Cómo decirlo, nuestras ideas estaban muy alejadas.

Casi todos los platos que hice estaban decididos de antemano, y no pensé qué hacer con los ingredientes sobrantes, lo que probablemente fue un error común de novato. O, como tenía miedo de no seguir la receta al pie de la letra, acabé comprando condimentos que no eran muy versátiles.

Uchi, por su parte, parecía crear un menú sobre la marcha, teniendo en cuenta las verduras de temporada, la carne barata, los ingredientes que quería aprovechar, el estado de ánimo del momento y las preferencias de quienes lo comerían.

Ese Chitose, ¿siempre comía este tipo de comida?

Afortunadamente, no le dije que le cocinaría carbonara sólo para mostrarle uno de mis encantos de mujer. Porque, verás, la gente que no supiera cocinar pensaría que este plato era difícil, ¿verdad?

Sin embargo, Chitose preferiría sin duda la salsa de carne, la napolitana o el peperoncino a la carbonara, y Uchi probablemente sería capaz de idear un improvisado plato de pasta japonesa sin muchos problemas.

Cuando pensé que los huevos benedictinos podrían ser la elección equivocada, de repente me sentí triste.

Intenté mantenerme a flote en la medida de lo posible, pero cuando me vino a la mente la palabra tristeza, vino la tristeza de verdad.

¿Era posible que las deliciosas comidas que me preparaba…? Recordé la vez que vi a Chitose con Nishino-senpai.

—Mi especialidad puede no ser especial para la otra persona.

En aquel momento, aún no había puesto nombre a ese sentimiento. Pero ahora…

La amable sonrisa de Uchi, el cálido sonido de la cena preparándose y el apetitoso aroma de la comida hacían que me doliera el corazón.

Al fin y al cabo, Chitose había estado observando, escuchando, anticipando y entregándose a esos momentos mucho antes de que yo me enamorara de él.

Debe sentirse feliz incluso ahora.

Como pensaba, echar a Haru fue una buena idea.

En cuanto al orgullo de Nanase Yuzuki, no quería que me viera aprendiendo a cocinar de forma seria con Uchi.

Ese tipo probablemente era consciente de ello. Estaba inusualmente atento.

Otra razón era que necesitaba ayudar a la incoherente Haru. Y por último…

En cuanto la vi en delantal por la puerta, supe que me sentiría así.

Era consciente de que Yuuko o Uchi también visitarían la casa de Chitose, pero seguía preocupándome bastante.

Sólo habían pasado poco más de dos meses desde mayo, pero aquí habían ocurrido muchas cosas.

Por eso, aunque no éramos pareja, me creía diferente entre sus amigas. Cuando abrí la puerta de su habitación, fue como entrar en el mundo interior del otro. Era más que una habitación en la que vivía el chico del que estaba enamorada; en ella guardaba con delicadeza mis preciados recuerdos, y pensé que era algo especial.

Sin embargo, en el fondo ya lo entendía.

Había algo especial entre Uchi y Chitose, y se había ido acumulando en esta habitación y en sus recuerdos durante mucho más tiempo que yo.

… No podría soportarlo.