Chitose Kun Wa Ramune (NL)

Volumen 5

Capítulo 1: Calendario Diario De Las Vacaciones De Verano

Parte 4

“Si alguien intenta espiar, lo denunciaré al profesor.” “Idiota.”

Asu-nee regresó, había terminado de cambiarse tan rápido que hacer guardia fuera parecía innecesario.

Parecía refrescada, y llevaba una fresca franela verde menta sobre su camiseta blanca de tirantes. El color me resultaba familiar, pero mejor no pensar mucho en ello.

Mientras tanto, Asu-nee se sentó en el banco y se quitó las sandalias.

Probablemente quería secarse el interior de los muslos.

Levantó el pie izquierdo, apuntando hacia mí con los dedos rectos. Las blancas plantas de sus pies eran tan suaves y hermosas como el interior de una concha marina, y la parte ligeramente húmeda parecía brillar con una tenue iridiscencia a la luz del sol.

Cuando la tela de sus suaves calzoncillos estaba a punto de abrirse, me di la vuelta y me quité la camiseta para taparme la vista.

“¡¿Hya?!”

Cuando oí un pequeño grito, volví la vista y vi a Asu-nee tapándose los ojos con ambas manos.

Ahora que lo pienso, incluso Nanase tuvo una reacción parecida al principio. Pero en su caso, se acostumbró enseguida y se quedó mirando mi cuerpo.

Cuando estaba en el club de béisbol, no prestaba suficiente atención a esto porque cambiarse de camiseta interior en el campo era algo cotidiano para los integrantes del club.

“Aparte de la parte de abajo, ¿no es normal ver a los chicos cambiándose antes de las clases de natación o de educación física?”

“Es cierto, pero sólo hasta la escuela media. Además, sus cuerpos no estaban tan tonificados.”

“¿Puedo decirle al profesor que estás espiando?” “¡¿——?!”

Mientras contenía la risa, me limpié el cuerpo con una toalla, escurrí la camiseta y volví a ponérmela a regañadientes. Aunque tenía muchas ganas de secar la ropa en un lugar soleado, no me quedaba más remedio.

“Ya está bien.”

Después de decir eso, Asu-nee me miró con inquietud. “Siento haber montado un escándalo, aunque se supone que soy tu senpai.”

“Está bien, si actuaras como si estuvieras acostumbrada, mi corazón se sentiría herido.”

“… Esa respuesta es injusta.”

La miré a los ojos respingones y húmedos y me reí entre dientes.

Eso tampoco es justo.

“En fin…” Me senté en el banco y estiré los pies. “Tengo tanta hambre que mi estómago y mi espalda pueden pegarse.”

Ahora que lo pienso, aún no había comido nada porque por la mañana me despertó una llamada de Asu-nee y salí de casa a toda prisa.

Después, caminamos bajo el sol abrasador durante dos horas y jugamos en el agua.

Me quedé sin combustible.

No vi ningún supermercado ni tienda de comestibles por el camino, así que si queríamos comer algo, teníamos que volver a una tienda para turistas cerca de la estación.

Mientras reflexionaba sobre esas cosas, Asu-nee sonrió y se puso la mochila gris delante del pecho.

“Sabía que dirías eso.” Rebuscó dentro y sacó un paquete plateado. “¡Toma, he hecho omusubi^[12]!”

“¿Quieres casarte conmigo?”

Asu-nee soltó una risita y me entregó la bola de arroz junto con los pañuelos húmedos.

“¿Qué hay dentro?”

“¡Ciruelas! Y por si te parecen demasiado aburridas, también hay algas saladas y salmón.”

“Te gustan mucho las ciruelas, ¿verdad? También comiste esto en Tokio.”

“Sí, es porque me trae recuerdos.”

Nos sentamos uno al lado del otro en un banco. Volví a abrir la boca.

“Me gusta que las hayas envuelto en papel de aluminio, mejor que en plástico.”

“Porque eso es lo que tu abuela solía hacer.” “La abuela lo llamaba papel de plata.”

“También traje rábano daikon en escabeche, ¿por qué no tomas un poco?”

“Excelente.”

Como llevaba comiendo rábano daikon en vinagre desde niño, no sabía que era un plato local de la prefectura de Fukui.

Como sugería el nombre, el rábano encurtido se cocinaba a fuego lento con salsa de soja, pasta de judías, sake, mirin, guindillas y caldo dashi.

Limpiándome las manos con un pañuelo húmedo, continué. “Hablando de eso, hace mucho tiempo que no escucho la palabra omusubi.”

“Yo también solía llamarlos onigiri. Supongo que otra vez es por la influencia de tu abuela.”

“Ah, creo que la oí mencionarlo.”

Asu-nee giró la cabeza para mirarme. “Porque ese día conecté con Saku-nii. Por eso el omusubi.”

Sonrió inocentemente.

Por alguna razón, no podía mirarla directamente a la cara. Después de desenvolver el paquete, le di un mordisco a la bola de arroz blanco puro.

Sabía suave y dulce, pero poco a poco, un ligero sabor salado y agrio se extendió por mi boca.

“Eh, Saku-nii.”

Cuando habló, su voz sonaba como si estuviera a punto de llorar por alguna razón.

“Las bolas de arroz también son triangulares.”

Después, Asu-nee y yo nos tomamos nuestro tiempo para comer las bolas de arroz, saboreándolas lentamente.

***

Eran las cinco de la tarde, después del entrenamiento, en el segundo día de vacaciones de verano.

Yo, Aomi Haru, llevaba un rato mirando la pantalla de mi teléfono fuera de la sala del club.

Su nombre apareció en la pantalla.

Una y otra vez, extendí mi tembloroso dedo para tocar esa parte antes de retraerlo rápidamente…

Vaya, hasta hace un rato podía enviarle un LINE o hacer una llamada telefónica sin problemas. ¿Por qué me estaba poniendo ansiosa?

No es que mi relación con Chitose hubiera cambiado.

Sólo practicábamos juntos, veíamos los partidos de los demás, luego me dejé llevar un poco y—

Cuando pensé en eso, me agarré la cabeza con ambas manos. No, no, no, ¿de qué estaba hablando?

Nuestra relación había cambiado mucho, ¿verdad? No sólo me le confesé, ¡incluso le besé!

¡Yo! La icónica, burbujeante y deportista Haru-chan.

¿Qué me había poseído aquel día?

Aunque fuera un desastre en el romance, ¿no me salté algún paso importante?

¡¡¡AAAAAAHH—!!!

Últimamente he estado en este estado.

La única salvación que tuve fue el hecho de que sólo expresé mis sentimientos unilateralmente y no le dije “salgamos” o “esperaré tu respuesta”.

En la ceremonia de clausura de anteayer, por fin tuvimos nuestro intercambio normal, pero no sabía cuántas agallas reuní en ese breve momento.

… Usé la palabra agallas en vez de coraje. ¿Qué pasa con eso? Volví a mirar la pantalla del teléfono.

Está bien, podría cortar la conversación por si acaso.

Aun así, no pude pulsar su nombre y me quedé paralizada. En ese momento…

“Eey, ¡demasiado lenta!”

El suave aroma de una chica llegó desde atrás mientras la mano extendida presionaba el nombre de Chitose.

“¡AAAAAAHH!”

Me giré y vi a Yuzuki mirándome con una sonrisa de satisfacción. “¿Quieres que hable con Chitose por ti?”

“¡Pedazo de mierda!”

Mientras tanto, la pantalla cambió a llamando.

Como no pude colgar después de llamarlo, me decidí. “Ah, um, Chitose.”

¿Qué demonios he dicho? ¿Dónde estaba mi plan de iniciar una conversación casual con hey?

“¿Sí?”

Fue todo lo que Chitose pudo responder.

Inconscientemente miré a Yuzuki, y ella me instó en silencio a hablar.

Respiré hondo y exhalé lentamente.

“—¿Hoy puedo ir a tu casa?”

“… ¿Eh? ¿Por qué?”

Eh, ¿por qué?

¿La gente suele hacer ese tipo de preguntas? Sólo quería ir, eso es todo.

No, espera un momento. ¿Cómo podría decir algo así de buenas a primeras? ¿Qué pasa con mi plan de batalla que sacaría ese tema de forma natural entre nuestras pequeñas charlas? No me extraña que preguntara por qué.

… Bien, calmémonos y empecemos de nuevo.

La razón por la que quería ir a casa de Chitose era… “Um… ¿No es hoy el Día del Mar^[13]?”

“¿Y qué?”

Yo también querría hacer la misma pregunta.

Yuzuki se quedó completamente boquiabierta, agachó la cabeza y se llevó la mano a la frente.

“En otras palabras, ¡quiero comer tu comida!”

“Bueno, está bien si quieres venir pero…”

—Beep.

Chitose sonaba como si aún tuviera algo que decir, pero colgué la llamada inmediatamente, pensando que si seguíamos hablando, no sabría qué decirle.

De todos modos, dijo que sí, ¿verdad? “S-Safe^[14].”

“Creo que te equivocas con el juego de los tres strikes.” Yuzuki suspiró deliberadamente.

“¿Tan malo fue?”

“Malo no es suficiente para describirlo.”

Me rasqué la cabeza. Lo que dijo Yuzuki era cierto, la conversación de hace un momento fue realmente horrible.

“De todos modos, me voy a casa de Chitose. Tú también vienes,

¿verdad, Yuzuki?”

“No.” Mi compañera sonrió con cierta suavidad. “Yo no voy. En un principio pensabas ir sola, ¿no?”

“Bueno, eso es verdad.”

O más bien, estaba tan preocupada por ir a su casa que nunca se me ocurrió la idea de invitar a otra persona.

“Por desgracia, no soy tan ambiciosa ni estoy tan desesperada.” Bueno, si Yuzuki lo dice.

“¡Entonces, me voy!”

Justo cuando estaba a punto de salir corriendo… “—¡Hey, espera un momento!”

Tomó mi bolsa del gimnasio.

La correa se hundió en mi hombro y, cuando me di la vuelta, vi a Yuzuki con las manos en las caderas, mirándome como si hubiera visto algo increíble.

“Por favor, no digas que irás directamente así.”

“¿Eh? Por supuesto, es demasiado rodeo ir a casa primero.” Suspiró de nuevo.

“Sabes que vas sola a la casa donde vive el chico que te gusta,

¿verdad?”

“Oh, ¿crees que debería llevar algunas galletas de arroz o algo así como regalo?”

“Ya no me queda energía para enfadarme.”

Después de decir eso, me dio una fuerte bofetada en el trasero. Aunque me dolió muchísimo, lo mejor era no desobedecerla ahora y dejarla continuar.

“¡Acabas de terminar las actividades del club! ¡Tienes el cuerpo sudado! ¿Seguro que no te importa?”

“Está bien, a Chitose no le importa eso.”

“¿Oh?” Los ojos de Yuzuki se iluminaron de forma extraña. “No le importa, ¿eh? Imagínate que están los dos solos en la misma habitación y Chitose, que está de humor, te empuja hacia abajo. Te olisquea en varios sitios y te lame cada rincón…”

“—Lo tengo, ¡¡¡por favor detenteeeeeeee!!!” Grité con todas mis fuerzas y le tapé la boca a Yuzuki.

¿De qué hablaba en un lugar como éste? ¿Era realmente la chica guapa con la que sueñan todos los chicos de la escuela?

Pero… gracias. Gracias a sus palabras, ahora me siento un poco más tranquila.

Me dio una palmadita después de soltar su boca. “Ahora que lo entiendes, vete a casa y date una ducha primero.”

“No.”

“Ya sabes, esto es sólo etiqueta básica, no es que vaya a pasar nada.”

“—No, creo que deberías venir conmigo, Yuzuki.”

Después de decir eso, mi compañera me miró con cara de perplejidad durante un momento y luego sonrió como si en cierto modo lo entendiera.

“Si vas a llevar un regalo, al menos lleva un pastel, Umi.” “¿No lo asustaré si le llevo un pastel?”

“… Entonces, ¿deberíamos pasar por la tienda y comprar algunos bocadillos?”

“Buena idea, Nana.”

No es que no entendiera ese tipo de cosas. Quiero decir, sé que es normal. Después de todo, cuando me emocionaba demasiado durante un partido, me volvía loca y soltaba chistes verdes.

Si me preguntas si tuve miedo, tuve un poco de miedo. Pero si me preguntas si lo odiaba, la respuesta sería no.

En cuanto a si esa persona realmente querría desarrollar una relación posterior conmigo, no era tan engreída como para creerlo.

Cómo decirlo… Si no podía controlar mis emociones, la distancia sólo se agrandaría en un instante. Sabía muy bien que no quería que fuese le caso.

Quería seguir corriendo hacia delante con él.

—Mi compañero, aquel que ha podido hacerme sentir así.

* * *

Cuando Yuzuki terminó de comprar conmigo, nos plantamos juntas delante de la casa de Chitose.

El apartamento de cuatro pisos con paredes marrones parecía bastante viejo, pero como estaba situado junto al río, parecía tener unas vistas estupendas.

Yuzuki me había contado la razón por la que decidió vivir solo.

Cuando me enteré, grité: “Esto no es algo que se pueda divulgar así como así, ¿verdad?” Y casi me peleo con ella. Sin embargo, el propio Chitose se mostró despreocupado, como si no le importara.

Bueno, ya sabía que tenía ese tipo de personalidad.

Dicho esto, cuando llegué, incluso llamar al timbre me puso nerviosa.

Si fuera la casa de un amigo, habría dicho “Hola” y habría entrado sin dudarlo. Pero detrás de esa puerta estaba el lugar donde Chitose, que vivía solo, dormía, se despertaba, comía y… se duchaba.

“¿Quieres que llame por ti?” Preguntó Yuzuki como si nada.

Aaaah, aunque sabía que me estaba provocando deliberadamente, seguía molestándome.

Cuando la acosaban, fui yo quien le sugirió que consultara con Chitose.

Esta chica no mostraba su debilidad delante de mí, y si había alguien que podía hacer que abriera su corazón, no podía pensar en nadie más que en él.

Pero no esperaba que su relación se convirtiera en algo en lo que ella pudiera ir a su casa a su antojo para cenar juntos.

“No, lo haré yo.”

Pulsé el botón redondo.

Ding-dong. La puerta se abrió inmediatamente.

Al   ver   a   Chitose   en   camiseta   y   pantalones   cortos,  levanté ligeramente la mano. “¡Hola!”

Bien, era natural.

“Hey. Huh, ¿Nanase también está aquí?”

A mi lado, Yuzuki también levantó la mano. “Hola.” “Con permiso~.”

Temerosa de que, si seguía con la mente en blanco, mi cuerpo volviera a agarrotarse, aparté a Chitose y entré en la casa.

No había pasillo, ya que me encontraba en el salón.

El delicioso aroma salía de la esquina. ¿Podría ser que realmente estaba cocinando para mí?

Miré alrededor de la habitación y mi mirada se dirigió de repente a la cocina de la derecha.

Yuzuki, que iba a entrar por detrás, chocó con mi espalda. “Ay, Haru, ¿por qué no entras?”

Aunque dijera algo así, no era como si pudiese— “B-Buenas noches, Haru-chan, Yuzuki-chan.”

Uchi, que llevaba un delantal, estaba de pie en la cocina con torpeza.

““¿Por qué estás aquí?”” Exclamé sin querer al unísono con Yuzuki.

“Maldita sea, intenté decírtelo pero cortaste la llamada.”

La voz atónita de Chitose se deslizó de mi oído derecho al izquierdo. Todo tipo de pensamientos volaron por mi cabeza mientras mis hombros se desplomaban.

* * *

Dos horas antes de que Haru y Nanase aparecieran en mi casa, fui a un GENKY con Yua.

GENKY era una cadena de farmacias con sede en Fukui que también vendía alimentos frescos y disponía de un amplio espacio. Los precios solían ser más baratos que en el supermercado.

“Siento haberte obligado a menudo a hacer esto.”

Hablé con Yua, que empujaba el carrito de la compra a mi lado.

Hoy llevaba una falda plisada azul aguamarina de inspiración veraniega con mangas blancas. La parte de arriba era sencilla y pulcra, y los tirantes de su bolsa hacían destacar cierta parte. No diría qué parte, pero no sabía dónde mirar.

“Eso no es cierto, estoy haciendo esto voluntariamente. Además, Saku-kun, estás haciendo todo el trabajo pesado, así que estamos en paz.”

Solemos hacer la compra juntos para cubrir nuestras necesidades diarias.

Llevábamos un año con este hábito.

Había razones para hacerlo, pero la principal era que nos resultaba más fácil a los dos.

Debido a la apretada agenda de sus padres, Yua tenía que encargarse de la mayoría de las tareas domésticas, incluida la cocina. Yo, en cambio, no tenía más remedio que hacer la compra porque vivía solo. Para mí era más flexible ir con ella porque nuestras situaciones eran idénticas.

Por ejemplo, si alguien comprara muchos artículos “en oferta” en paquetes grandes, una sola persona no podría usarlos todos. Si estuviera con Yua, ella podría darme la cantidad que necesitara para no tener que comprarlos y utilizar el cambio para comprar el resto.