Senka Maihime (NL)

Volumen 1

Epilogo: Noticias Condenatorias

Al durmió como un tronco, eventualmente despertando en su propia cama. No sabía cuánto tiempo había estado inconsciente.

[Ouch… Esta vez me pasé de la raya. Me duele todo…]

Al se dio la vuelta en la cama, aún medio dormido. Pero lo que vio después lo despertó. [¿Huh?]

Sharon dormía tranquilamente a su lado. Ya no le importaba cómo había vuelto a su cama o qué había pasado después de desmayarse en el campo.

[He estado durmiendo todo este tiempo. Nada… indecoroso podría haber pasado. Estoy seguro de ello.]

Rápidamente se dio la vuelta, así que no estaba mirando directamente a la cara dormida de Sharon.

[Whoa!]

Excepto que Feena estaba durmiendo en su otro lado. Después de una breve parada de emergencia, su cerebro volvió a la acción mientras intentaba entender la situación. Todo lo que pudo concluir fue que, por alguna razón, había estado dormido entre las dos Divas.

[¿Qué está pasando…?]

Necesitaba un poco de espacio para calmarse, así que fue a sentarse… sólo para encontrar a Cecilia tumbada encima de él, cubierta con una delgada manta.

[Pero que…]

Levantó las manos a la cara, confundido y desesperado, y luego sintió algo agitándose en su regazo.

[Oh Dios. ¿Finalmente te has despertado?] [Cecilia, ¿Qué pasa?]

Había innumerables cosas de las que Al debía preocuparse, pero comprender su situación actual era lo más urgente de todo.

[¿Cuál es el problema? Sólo estoy aquí para cuidarte hasta que recuperes la salud.]

Le dijo con indiferencia. Ella inclinó la cabeza de una manera refinada, a pesar de que no había nada sobre la situación que se estaba refinando. Se dio cuenta de que había algunos aparatos sanitarios junto a la cama, un cubo lleno de agua y toallas en la mesa. Pero eso no explica por qué estaba rodeado de tres chicas.

[Oh querido. Esas chicas me prometieron que no se meterían en tu cama. Tendré que darles una severa regañina más tarde.]

Lo dijo en tono de broma, pero sus ojos estaban muy serios. Sin embargo, las preocupaciones de Al seguían sin respuesta. Incluso si las otras dos chicas se colaron por alguna razón desconocida, eso dejó una pregunta sin respuesta.

[Cecilia, ¿Por qué dormías encima de mí?]

[Bueno, estuviste inconsciente dos días seguidos! Decidimos turnarnos para cuidarte.] Su tan esperada explicación fue interrumpida por un golpe en la puerta.

[Señorita Cecilia, cómo está Al—]

Jamka se quedó inmóvil al ver el estado actual de la habitación. [Ah, Jamka! ¿Estás bien?]

Al trató de cambiar el enfoque de Jamka con una voz seca, pero fue en vano. Los ojos de Jamka estaban pegados a la cama. Recordando su lucha, bajó la mirada al brazo derecho de Jamka. Su manga hueca colgaba a su lado.

[Jamka…]

Al no se atrevía a justificar sus acciones. Bajó la cabeza en silencio.

[Ah, ¿Esto? No te preocupes por eso. Honestamente, es un castigo bastante simple para un traidor.]

Dijo Jamka con indiferencia.

[Sí, debo disculparme… No podía curar su brazo derecho por mucho que lo intentara.] [No hay problema. Me alegro de que pudieras recuperar el izquierdo!]

El felizmente agitó su brazo intacto.

[De cualquier manera, qué está pasando aquí! ¿Estás presumiendo de nuevo!?] Su sonrisa se convirtió en una expresión seria en un segundo.

[No tengo ni idea. Dímelo tú!]

[Nada mal, Al, nada mal. Me gustaría despertar en un festín así algún día, maldita sea…] [Jamka, escúchame!]

Al quería explicarse, pero le resultó difícil sin saber cómo se había metido en este lío. [Olvídalo por un segundo. Al, quiero decirte algo.]

Mientras Al se rompía la cabeza para inventar una excusa, Jamka le cortó el paso con un tono serio. Al se tragó su deseo de explicarse, y asintió.

[Honestamente, no puedo estar completamente detrás de tu sueño. Pero, aunque no pueda respaldarlo, puedo ayudarte a intentarlo y darte cuenta. Y quién sabe, tal vez encuentre mi propio sueño en el camino. Entonces, lo que estoy diciendo es, errm… ¿Te importaría dejarme volver?]

[Oh sí, Al. Jamka ha jurado trabajar día y noche para ayudar con los asuntos post- batalla, e incluso ha prometido dejar a un lado su carne y su sangre. Por favor, perdónalo.]

¿Qué ha hecho ahora?

Suspiró, dudando de la autenticidad de las palabras de Cecilia. Pero eso no viene al caso.

[Por supuesto que te perdonaré! La pérdida de tu brazo derecho es un castigo adecuado por tus crímenes! Quiero decir, no es como si tuviéramos un castigo fijo por traición. De todos modos, ayúdame a averiguar qué está pasando aquí!]

Desafortunadamente, la petición de ayuda de Al no fue escuchada. Jamka, habiendo recibido el perdón, pasó a un asunto mucho más urgente. Se desplomó dramáticamente sobre sus manos y rodillas y se lamentó de cómo el hombre del que su preciosa hermana se enamoró estaba ahora en la cama con su propio harem de encantadoras damas.

[Sé que esto es lo que quiere mi hermana, ¿Pero un maldito playboy como tú…?]

Al empezó a dudar si Jamka se arrepentía honestamente de sus acciones. Luego, para empeorar las cosas, la niña saltó sobre Jamka y se lanzó felizmente hacia Al.

[Rey Al!]

Brusch tropezó con la cama y aterrizó en los brazos de Al, despertando a las Divas dormidas a su lado.

[¿Huh? ¿Ya es hora de desayunar?]

[Baja la voz. Dame sólo seis horas más…] [Rey Al! Rey Al! Yo… Yo…]

Los ojos de Brusch estaban nublados y sus mejillas sonrojadas. [Yo también quiero ser una de tus candidatas a novia!] [¿Huh?]

Al estaba completamente perplejo. [Ara Ara.]

Cecilia mantuvo su sonrisa habitual. Ya se había levantado de la cama en ese momento, así que no estaba atrapada en las payasadas de Brusch.

[Como si me importara!] Sharon apartó la mirada.

[No te dejaré tomar mi lugar como su esposa legal.]

Contestó Feena con una expresión aún más estoica de lo habitual. [Gaaah! ¿Mi hermanita en las manos de este tipo!?]

Jamka empezó a llorar en el suelo. [¿Qué demonios está pasando!?]

Al miró a su alrededor, desesperado por una respuesta. Pero dados los actuales ocupantes de la habitación, estaba claro que no iba a tener una. En ese momento, oyó un pequeño golpe en la puerta.

[Disculpe.]

Lilicia entró en la habitación. [Lilicia, ¿Qué est—?]

Al tenía innumerables preguntas que hacerle, pero este no era el momento ni el lugar para ellas.

[Rey Al. Eshantel ha sido conquistada por el Imperio.]

Lilicia informó urgentemente al joven rey, postrado en cama, de las noticias condenatorias.

—Continuará—

-FIN DEL VOLUMEN 1-