Senka Maihime (NL)

Volumen 1

Capítulo 1: Las 2 Novias

Parte 3

Su mano izquierda se iluminó con una luz divina. Mirando su forma sublime, uno  podría confundir el cuarto con una iglesia sagrada.

Todo lo que tienen que hacer ahora es hacer sus promesas a Dios.

Pero los labios de Cecilia se curvaron en una sonrisa traviesa.

[Si estos sucios campesinos se atreven a romper su promesa a mi querido Al, que  experimenten ***** y luego ****** su *****, para que nunca puedan *****  nuevamente♪]

No puede terminarlo normalmente, ¿verdad?

[¿Qué?]

[¿S-Señorita Cecilia?]

Sharon y Feena miraron desconcertadas a su futura cuñada. No podían procesar lo que  acababan de escuchar.

[Cecilia, ¿Qué estás diciendo? ¿Con qué clase de dios estás haciendo un juramento?] [Oh, no te preocupes. No habrá ningún problema mientras mantengan su promesa.] Buen punto.

Sharon y Feena asintieron mansamente con la cabeza, corriendo en contra de su habitual  comportamiento lleno de confianza.

[Muy bien, hagámoslo! Lo juro!]

[Entiendo.]

Con eso, sus votos estaban completos.

[Bueno, entonces… Al!]

Cuando el hechizo terminó, Cecilia miró a Al.

]Está bien. Les explicaré todo.]

Sin saber las verdaderas intenciones de su hermana, Al aceptó a regañadientes. [¿La reencarnación del Rey Demonio?]

El corazón de Al dio un latido mientras miraba la expresión de desconcierto de las  chicas. No tenía ni idea de por qué Cecilia le pedía que les contara un secreto tan bien  guardado, que sólo unas pocas personas lo sabían antes.

¿Está planeando ahuyentarlas revelando mi linaje?

[Conoces la historia del Rey Demonio y la Valquiria, ¿Verdad?]

Al les preguntó, en parte por frustración.

[Por supuesto. Hace mucho tiempo, algún rey acogió al Rey Demonio en su cuerpo para  defenderse de una invasión de su vecino. No podía controlar al Rey Demonio dentro de  él y se volvió loco. Siete de sus hermosos sirvientes sacrificaron sus vidas para invocar  a una Valquiria que selló al Rey Demonio.]

Sharon hinchó el pecho con orgullo al terminar su explicación. Sus pechos eran un  espectáculo, pero Al no podía darse el lujo de apreciarlos.

[Para prevenir el avivamiento del Rey Demonio, la Valquiria dividió su conciencia y  fuerza en siete partes y las distribuyó entre siete chicas. Así es como nacimos las Divas.  Dicen que una de las doncellas elegidas era una niña de tres años.]

Feena retomó con indiferencia la historia desde donde la dejó Sharon. [Exactamente. Entonces, ¿Qué piensas de dónde está sellado el Rey Demonio?]

Al se cruzó de brazos y dio la mejor impresión de un maestro mientras daba clases a las  Divas.

[Espera… No lo dices en serio…]

Feena jadeó.

[Exactamente. Justo aquí!]

Al soltó un suspiro exagerado y señaló hacia abajo.

[¿Debajo de este castillo?]

Bueno, no es que yo lo haya visto, pero ellas no tienen que saberlo. [Y he sido elegido como el recipiente del Rey Demonio.]

Les dio un golpe final a las chicas desconcertadas.

[Así es! Mi querido hermanito posee los atributos del Rey Demonio de la leyenda!]

En contraste con la inteligencia artificial deprimida, Cecilia hinchó triunfalmente el  pecho.

[Lo que probablemente significa que también tiene los poderes del Rey Demonio.]

Sharon, profundamente pensativa con la mano en la barbilla, parecía haber aceptado la  explicación.

[Sí. He sido elegido para heredar su poder. No puedo usar mucho de eso, ya que aún  está sellado, pero tampoco puede apoderarse de mi cuerpo.]

[Espera un minuto!]

Sharon miró a Cecilia.

[Cecilia es una Diva normal. Ella no tiene nada que ver con este asunto.] [Así que… ¿Eres el recipiente del Rey Demonio, y tu hermana es una Diva…?] Feena levantó las cejas.

Era la verdad, tan improbable como parecía.

[Oh, eso no es exactamente correcto. Somos de madres diferentes]

Dijo Cecilia, mientras jugaba con sus mechones dorados.

[Cecilia es de la Reina anterior, mientras que yo soy del segundo matrimonio de mi  padre.]

[Exactamente. Lo que también significa que podemos casarnos.]

[No, no podemos.]

Al suspiró con fuerza ante los ojos brillantes de su hermana. Sus cada vez más intensos  ‘avances’ habían comenzado a desgastarse más y más en él.

Espero que sólo tratara de hacer una broma para alegrar el ambiente. De verdad, de  verdad lo espero.

[No te preocupes! Dios dice que no hay nada más fuerte en este mundo que el poder del  amor!]

Aunque lo hiciera, ¿Quién interpretaría esa afirmación de esta manera? De alguna  manera dudo que Dios pretendiera promover el incesto.

En ese momento, la cabeza de Al estaba firmemente sostenida en sus manos. [Entonces, ¿Qué pasa con esa loca técnica tuya?]

Sharon volvió a dirigir la conversación.

[No lo sé.]

Al levantó las manos y se encogió de hombros. Él no había experimentado nada como  esto antes.

De las tres Divas, Al era más cercano a su hermana. Pero Cecilia lo amaba más de lo  que cualquier hermana debería. Si el mundo estuviera condenado y la muerte de Al  fuera la única manera de salvarlo, Cecilia sacrificaría felizmente al mundo. Ella nunca  levantaría una espada contra él como Sharon.

Sin contar que una vez…

Cecilia había sido pegajosa con Al desde que era una niña pequeña, haciéndole  preguntas como si él la amaba y si se casaría con ella cuando crecieran.

A menudo le decía que estaba poniendo cara de miedo cuando hacía esas preguntas.  Me miraba con curiosidad y me dejaba ir. Ahora que lo pienso, fue cuando empezó a  sonreír permanentemente.

[Hey, ¿Estás escuchando!?]

[Ah!]

La Diva carmesí lo sacó de sus pensamientos.

[Tal vez el Rey Demonio dentro de Al está reaccionando al poder de la Valquiria que  reside en tu interior, Sharon. O tal vez…]

Cecilia respondió a su pregunta con una sonrisa desbordante en su rostro. Y luego se  acurrucó contra Al.

[Tal vez las almas de las siete hermosas sirvientas todavía residen dentro de las Divas, y  son incapaces de herir a su amado Rey. Eso sería muy romántico! ¿Cierto, Al!?]

[Normalmente luchamos usando nuestras armas y magia… los artefactos y el poder de la  Valquiria. El Rey Demonio podría estar reaccionando a los restos de la Valquiria que lo  selló.]

Haciendo caso omiso de Cecilia, Feena ofreció con confianza su propia propuesta. [Por eso mi espada no pudo golpearte!]

Sharon también parecía convencida de esta explicación.

[Ahora sé por qué mi hechizo de encanto no funcionó.]

Feena murmuró para sí misma.

[Ah, y por eso cuando me tocas, yo… um…]

Sharon se sonrojó un poco y miró a Al.

[Oh, ¿Podría haber sido un aumento celestial?]

[¿Qué es un aumento celestial?]

Sharon pareció estupefacta ante Cecilia, que estaba sorbiendo el té con calma. Fue  Feena quien respondió a su pregunta.

[Nacido con el poder de controlar el mundo cuando el Demonio y el Santo se juntan.  ¿Está Freiya tan lejos en el abismo que ni siquiera tienes las escrituras?]

[Ah! He oído hablar de eso! No lo he leído, pero está escrito en un libro de hace mil  años.]

Al siguió la provocación de Feena antes de que Sharon pudiera responder. Espera, ¿Por qué parece enfadada?

[… No te preocupes, Al. Te lo contaré todo más tarde, cuando estemos solos.] Respondió Feena, en un tono educado.

[Hey, ¿No estás un poco inclinada hacia Al?]

Sharon miró con ira a la inquieta Feena.

Al se encogió de hombros distraídamente.

Las cosas se están poniendo incómodas otra vez…

[Entonces, ¿Qué es exactamente este aumento celestial?]

Trató desesperadamente de volver a encaminar la discusión antes de que pudieran  destrozar la sala de nuevo.

[Básicamente, es cuando las energías santas y malignas se mezclan, lo que da lugar a un  poder capaz de ir mano a mano con los mismos Dioses. Apuesto a que tu poder fluyó  hacia Sharon, lo que resultó en su reacción extrema.]

Cecilia recitaba los detalles de memoria, con el dedo en los labios.

Al se resistió a los ataques de Sharon. Dado que Sharon recibió la protección divina de  las Valkirias, sus ataques no pudieron alcanzar al Rey Demonio, refrenado por el mismo  sello de las Valkirias. Pero lo mismo no podía decirse a la inversa. Las Divas no tenían  resistencia a los poderes del Rey Demonio.

[Espera. ¿Me estás diciendo que no puedo hacerle daño!?]

Fue exactamente como ella pensaba. Intentar atacar a Al era para ella como intentar  derrotar a un gran maestro del ajedrez con sólo un rey en el tablero.

Cecilia miró a Sharon como si acabara de darse cuenta de algo.

[También escuché que cuando sus poderes se mezclan dentro de una diva, el poder de la  Valquiria los protege del daño. Pero un subproducto de esto es que experimentan algo  parecido a la excitación sexual.]

[¿Qué!? Cómo es que… Ah, quiero decir…!]

Sharon estaba obviamente nerviosa.

[Oh, ¿Te excitó su Aumento Celestial?]

[La traviesa Sharon… La Diva de la Obscenidad.]

Sharon se levantó del sofá ante la provocación de Feena.

[¿Qué acabas de decir!? Una palabra más, y te cortaré la lengua y se la daré de comer a  los caballos!]

Sharon temblaba con una cara roja brillante. Era difícil saber si era por enojo o  vergüenza.

[Los caballos son herbívoros. ¿Ni siquiera sabes eso? Qué idiota.]

[Eso es, estás acabada!]

¿Acabo de oír algo romperse?

Sharon, que ya estaba harta de los insultos de Feena, se llevó la mano al pecho. Espera, ¿Está escondiendo algo más ahí!? ¿Qué clase de hechizo es este? Al lado de Al, Feena también se preparaba para la batalla.

[Es hora de sacrificarte.]

Un extraño silencio se instaló en la habitación mientras las dos se miraban fijamente. Se  sentía como la calma antes de la tormenta. Una tormenta que se había hecho fuerte en la  última hora gracias a un sinnúmero de discusiones. La hora de su llegada era inminente.

[Oh, ya sé! Démosles una demostración en vivo!]

Con eso, se redujo de la fuerza del huracán a una mera tormenta pasajera.

Tendré que aguantar la tormenta por ahora. Aunque preferiría que nos lleváramos bien  en el futuro.

Justo cuando la situación estaba a punto de estallar, Cecilia saltó grácilmente entre ellas  y agarró las manos de Al.

[Al, por favor.]

[Cecilia, qué estás…]

[Hehe…]

Suavemente puso sus manos contra su pecho.

[Espera, Cecilia!]

Cecilia no dejaría pasar esta oportunidad, aunque su vida dependiera de ello. Ignoró la  protesta de su hermano y apretó aún más sus manos contra su pecho.

[Hyahh! Ahhhh!]

Sus inmodestos gritos resonaron por toda la habitación.

[¿Q-Qué estás haciendo?]

[Oh, no te preocupes. Sólo estoy demostrando un aumento celestial.] Cecilia logró calmar su pesada respiración lo suficiente como para dar una respuesta. [¿Sólo funciona si te toco las tetas!?]

El agarre de Cecilia sobre la mano de Al se mantuvo firme, sin importar cuánto luchó  contra ella.

Los senos de Cecilia eran suaves al tacto y elásticos.

¿Qué haces delante de mis futuras novias!?

La sonrisa de Cecilia se volvió retorcida al ver la mirada desesperada en los ojos de Al. [Suficiente! Suelta ya mis manos!]

[Aún no he terminado. Necesito confirmar si funciona!]

[Suéltame!]

[No! No voy a dejar que te alejes de mí!]

[Cecilia!]

[Hehe!]

[La señorita Cecilia es aterradora…]

Feena murmuró eso en voz baja, pero Cecilia aún lo oía.

[¿Aterradora…?]

Cecilia hizo una mueca de dolor ante la declaración de Feena y soltó las manos de Al.  Temblaba como una hoja.

¿Qué demonios ha pasado?

Sus mejillas sonrojadas perdieron inmediatamente todo su color.

[¿Huh!? ¿Qué está pasando!?]

Al entró en pánico al ver la reacción de su hermana. Sin que él lo supiera, todas las  veces que le había dicho que parecía aterradora la sacudió hasta la médula. Fue un  trauma de la infancia que nunca la abandonó.

[¿Soy aterradora…?]

[¿Cecilia?]

[Al, no doy miedo, ¿Verdad?]

[Cecilia, ¿Qué pasa?]

[No te hagas el tonto!]

Al notó una aguda mirada en su espalda. Sharon, que había estado alborotada unos  momentos antes, lo miraba fijamente en un silencio absoluto.

Al no tenía que verla para saber qué clase de cara estaba poniendo. Asustado por su  vida, decidió darse la vuelta y explicarse, pero Sharon le cortó el paso.

[¿Qué tan bajo puedes llegar para acariciar así a tu propia hermana?] [Incluso como tu esposa, no estoy segura si puedo soportar esto…]

Las dos Divas peleadoras se unieron por una repugnancia mutua ante el acto que  acababan de presenciar.

¿Qué fue todo eso?

Tal vez el método utilizado era incorrecto, o tal vez Cecilia simplemente se refería a  todo el asunto como una broma. De cualquier manera, no ocurrió ningún aumento  celestial, y los hermanos no aprendieron nada nuevo de la experiencia.

[Oh, lo siento. Estaba emocionada por probarlo!]

Cecilia finalmente se había calmado. Las otras chicas, sin embargo, seguían mirando  fríamente a Al.

¿Por qué siempre es mi culpa? ¿No conocen el significado de la palabra ‘accidente’?  ¿O es el destino de los hombres cargar siempre con la culpa cada vez que ocurre un  percance indecente?

[No sueñes con volver a ponerme las manos encima nunca más!]

Esa era la manera en que Sharon se alejaba de la situación.

Sé cómo te sientes, créeme. Pero oír eso de una chica muy linda aún duele, ¿Sabes?

[No te preocupes. No lo haría, aunque me lo pidieras.]

[Grr… Bien! Eso es todo lo que quiero.]

Cecilia tomó un sorbo de té. Parecía tranquila por fuera, pero por dentro no quería nada  más que huir a su habitación y acurrucarse como una pelota.

Sharon, por otro lado, era un libro abierto. Su falsa sonrisa no pudo ocultar su ira. [Oh, Lilicia! ¿Podrías preparar una habitación para la señorita Sharon también?] Lilicia abrió en silencio la puerta del salón y contestó a Cecilia.

[Ciertamente. La habitación ya ha sido preparada.]

¿Desde cuándo está ahí parada?

[Gracias. Sharon, Lesfina, permítanme guiarlas a sus habitaciones. Les mostraré el  castillo en el camino.]

Cecilia dejó el salón con Lilicia siguiéndola de cerca.

[Gracias por dejarme quedarme aquí y todo eso, Su Majestad.]

Muy superficial!