Youjo Senki (NL)

Volumen 11

Capítulo 6: Impacto

Parte 3

“¡Ya me has oído!”

“¡E-E-Espere, espere! ¡Antes déjame terminar esto!”

Uno de mis soldados lo grita mientras se sirve más pan blanco con un poco de café.

Es difícil incluso imaginar beber café de este calibre de una manera tan burda. Pensar en lo que cuesta el café es casi suficiente para hacerme desmayar. Dicho esto, parece que la mayoría de mis subordinados están más interesados en el pan que en el café.

Parte del pan lleva deliciosa carne intercalada. Aunque en no hay tiempo suficiente para disfrutar del sabor, sigue siendo mucho mejor que las provisiones a las que están acostumbrados.

Debe tener un sabor maravilloso. Comerlo así es un verdadero perjuicio para su calidad, pero es mejor que dejar que se desperdicie. Mis subordinados siguen comiendo y comiendo, pidiendo más comida mientras yo espero.

“¡Dejen de comer la cocina de Ildoa de una vez! ¡Necesito que se reúnan en este instante! ¡Saben lo que pasará si no lo hacen!”

Para ellos está claro que me estoy acercando a mis límites, ya que termino mi demanda con un evidente tono de frustración. Todos llevan ya mucho tiempo en el 203º Batallón de Magos Aéreos, así que saben dónde está la línea que no deben cruzar. Sin embargo, la Teniente Primero Serebryakov intenta resistirse una vez más.

“¡P-Por favor, déjenos tener las calorías que necesitamos para nuestra próxima operación…!”

Le lanzo la más fría de las miradas al tiempo que le digo, en un tono casi amable…

“Teniente Primero Serebryakov. ¿Está afirmando que su necesidad de comer tiene prioridad sobre las órdenes de su comandante?”

Este es el límite. Pueden oír mi rabia a fuego lento sobre el punto de ebullición.

Al darse cuenta de que ha metido la pata, la Teniente Primero Serebryakov se apresura a apagar las llamas que ha avivado sin darse cuenta.

“¡Oh, no! ¡No, no, no, no! ¡Estoy lista para desplegarme en este mismo instante!”

Se levanta de la silla y empieza a tomar cosas de la mesa, provocando otra mirada de incredulidad de Tanya.

“Ey, Visha.”

“¡Sí!”

“Deja las galletas.”

En el colmo de la desesperación, la Teniente Primero Serebryakov replica:

“¡Son raciones de emergencia!”

Su expresión está llena de confianza. Esta afirmación podría haber funcionado en un superior diferente si no fuera por la duración de su relación.

“Llevas contigo un montón de mi chocolate, ¿no?”

“¡El chocolate y estas galletas son cuestiones completamente separadas!”

“¡Bien! Está bien. Sólo asegúrate de disfrutar el sabor de mi café mientras lo bebes.”

“¡S-S-Sí, Comandante!”

La Teniente Primero Serebryakov se acerca arrastrando los pies a donde están comiendo el resto de los magos y enseguida toma café suficiente para ella y Tanya para tomarlo más tarde. Es obvio para qué es esto. Van a disfrutarlo mientras celebran su próxima reunión.

Así, en consonancia con el deseo de la Teniente Coronel Degurechaff de celebrar una reunión con comodidad, la sala de reuniones que utilizan está bien provista de chocolate y café. El

fragante aroma de los granos de café inunda la sala de reuniones donde reciben una apasionada explicación del Dr. Schugel sobre sus nuevos y mejorados V-1.

Los miembros del batallón de magos ignoran la fragancia mientras su oficial al mando comienza su propia explicación de la operación que están a punto de cometer. Una simple explicación sería más que suficiente para las aguerridas tropas de magos, que ya han ejecutado con éxito operaciones utilizando los V-1 y los V-2.

“Nuestro objetivo es un grupo de acorazados enemigos. Eso es todo.”

Con clara comprensión, todas las tropas de magos se acercan para abordar los artilugios del científico loco. Estamos abordando la última versión de los V-1 del Doctor desde una instalación de lanzamiento preparada a toda prisa. Aunque, el único que profesa las mejoras a una característica central de los misiles es el propio Dr. Schugel. Desde el punto de vista de Tanya, un V-1 que ahora puede girar un poco más sobre su eje sigue siendo el mismo V-1 al que están acostumbrados.

Los doce pilotos se impulsan a través de los cielos azules de Ildoa montados en un chorro de combustible de hidracina. Dentro de la trampa mortal de acero, Tanya y sus magos veteranos realizan pequeños ajustes en sus trayectorias mientras surcan el aire.

La velocidad del V-1 es más intensa que nunca mientras surcan el cielo rumbo a su objetivo. A este ritmo, sus enemigos no tendrán tiempo de reaccionar antes de que completen su misión. Hay que tener

en cuenta, sin embargo, que el Ejército de Ildoa no es el Ejército de François. En otras palabras, el primero no se encuentra en una posición en la que vaya a esperar de brazos cruzados a que le llegue el ataque.

Ildoa es un contendiente tardío para unirse a esta guerra. Para bien o para mal, tienen un amplio conocimiento de la capacidad del Ejército Imperial para llevar a cabo ataques de decapitación después de observar desde la distancia durante todo este tiempo. Esto puede ser una ventaja para la neutralidad. Aún disponen de los recursos y el presupuesto necesarios para estar al tanto de los puntos fuertes de su enemigo. Los militares ildoanos destinados en el Imperio y la Mancomunidad están incluso en posición de explorar tácticas desde ambas perspectivas a la hora de luchar contra el Imperio.

Aunque ambas perspectivas son incompletas, son más que adecuadas para elaborar un plan en el que puedan basar sus escenarios. Sin embargo, aún está por determinar si sus planes serán eficaces en un combate real. No obstante, lo cierto es que dispondrán de un plan de contingencia.

En consecuencia, está claro lo que deben hacer los soldados de la base naval. Su guarnición no debe dudar. En cuanto la noticia del ataque llegue desde la frontera, la guarnición naval tomará rápidamente posiciones para defender la base.

Tienen el equipo y la gente, y se enfrentan a un enemigo para el que se habían preparado. La Armada de Ildoa se mueve lo más rápidamente posible según los planes de contingencia que había establecido para un

ataque como éste. Evidentemente, esto implica desplegar todo el fuego antiaéreo que puedan reunir: una táctica tan eficaz como sencilla.

Una densa cortina de fuego enemigo que se dirige hacia nosotros se presenta ante Tanya, dejándola en estado de shock.

“¿Cuándo ni siquiera estamos tan cerca?”

Lo que más le choca es la distancia desde la que disparan. No es una distancia desde la que se puedan disparar misiles antiaéreos con eficacia. Normalmente, Tanya se reiría de esto como histeria. Sin embargo, no hay nada en la situación que se desarrolla ante ella de lo que reírse.

“Ya veo… Están tratando de bloquear nuestra visión.”

La densidad del fuego de su cortina antiaérea es lo suficientemente baja como para que Tanya y sus tropas puedan penetrarla. Sin embargo, esto es exactamente lo que espera el enemigo, ya que el humo negro desatado por sus misiles antiaéreos está haciendo exponencialmente más difícil ver más allá de ellos.

Por frustrante que sea, el humo negro hace evidente que los soldados que defienden el puerto nos golpearán con todo lo que tienen.

Los destructores también parecen estar levantando una cortina de humo. No estoy segura de cuánto pretenden presionar las calderas de sus barcos, pero su táctica es terriblemente eficaz.

A este paso, no podremos ver nada.

“¡Esos malditos ildoanos! ¡Son unos bastardos inteligentes!”

Es difícil hacer ligeros ajustes en la trayectoria final del V-1. Cualquier pequeño cambio tiene un enorme impacto en el lugar donde caerá un misil de este tipo. La táctica empleada por la Armada de Ildoa es la forma perfecta de defenderse contra ellos. Esto es exactamente lo que haría el Imperio en las mismas circunstancias.

“Quizá subestimamos a nuestro oponente debido a sus muchos años de paz…”

Una parte de ella no esperaba un gran desafío para esta operación debido a su falta de experiencia. Tal vez la forma en que aniquilaron a su ejército en la carga inicial influyó en su juicio erróneo.

Tanya tiene que aceptar que ha cometido un error. Pensándolo bien, la nación de Ildoa es, después de todo, una nación marítima. Al igual que la marina de la Mancomunidad es una gran amenaza a pesar de su pésimo ejército, los oficiales navales que viven de su marinería son de lo más astutos.

Siempre siento envidia de lo que no puedo tener. “Mierda, esto es por lo que desprecio a la marina.”

La armada del Imperio es tan poco fiable en comparación con todos sus enemigos. Es un desequilibrio desagradable con el que trabajar. Es totalmente injusto.

Ojalá la marina de mi país reflexionara más sobre sus propias prácticas. Todos menos nuestros submarinos son un derroche de combustible. Casi me dan ganas de arrancar a las focas de sus barcos y enviarlas al este como soldados rasos. Tal vez así se pondrían un poco en forma.

Tanya se traga su agitación y empieza a pensar en el asunto que tiene entre manos.

“Debería preocuparme más por mí que por los demás…”

Esta cortina de humo es inesperada. Sólo hay doce V-1 en nuestro lado. Nuestro número es demasiado bajo para dispersarnos y esperar alcanzar nuestros objetivos a través de su cortina de fuego. Si mis unidades no pueden disparar, no hay mucho que ganar con esta operación.

Espera. ¿Por qué tenemos que hacer que todos lo logren? Para empezar, es una expectativa absurda. No somos tan tontos como para creer en una realidad en la que un ataque tan conveniente pudiera tener éxito.

Somos una compañía de veteranos; no hay forma de esperar que todos nuestros disparos sean perfectos… Dudo que seamos capaces de hundir sus cinco barcos. Incluso si nuestros misiles aciertan, existe la posibilidad de que sean demasiado resistentes para ser hundidos.

En ese sentido, una nueva idea cruza la mente de Tanya: La 203º bien podría apuntar a uno o dos por ahora.

La cortina de humo no les permitirá esperar mucho más. Con el muro antiaéreo y la cortina de humo, es evidente que deberíamos haber considerado algunas opciones más antes de desplegarnos.

Dicho esto, nuestro plan actual ya está en marcha. “¿Serían malos los cambios de última hora en el plan?”

Hay momentos en la vida en los que hay que optar por el segundo mejor plan si es más fiable, dada cualquier confusión que pueda impedir la ejecución óptima del plan original.

Al mismo tiempo, las órdenes no son algo que deba cambiarse por capricho. Si metemos la pata lanzándonos a una cortina de confusión absoluta, los daños que sufriremos serán demasiado grandes.

¿Qué pasará si metemos la pata? ¿Habrá una próxima vez? No es que quiera volver a utilizar estos V-1, pero es algo que hay que tener en cuenta desde el punto de vista laboral.

Lo que tengo claro ahora es lo limitada que es esta oportunidad. Si los barcos enemigos consiguen salir al mar, los V-1 no tendrán ningún efecto. Tal vez podríamos intentarlo de nuevo con los V-2, pero dudo que nada funcione si saben que vamos a por ellos.

“La respuesta a todo esto es simple, supongo.”

Es suficiente para que Tanya esboce una sonrisa irónica. Tenemos que eliminar a nuestros enemigos mientras tengamos la oportunidad. Eso es lo único que importa. Así que no pueden dejar pasar esta oportunidad.

En lugar de intentar cambiar nuestro rumbo, nos aseguraremos de hundir al menos uno o dos acorazados.

“Sólo hay un problema.”

Y es un gran problema. Estos V-1 son creaciones de ese científico loco. ¿Está bien que Tanya y sus soldados arriesguen sus vidas en estas trampas mortales?

Sin embargo, para bien o para mal, la respuesta a sus preocupaciones ya le ha sido impuesta.

“No hay vuelta atrás ahora que hemos llegado tan lejos.”

Tanya nunca quiso utilizar estos artilugios, por supuesto. Pero su superior tomó la decisión de arriesgar su vida por ella. Con órdenes tan claras, no hay más remedio que confiar en ese maldito científico loco.

Desde el principio nunca fue decisión de Tanya. Las órdenes son órdenes.

“Vaya mierda.”

Es terrible tener que trabajar para otra persona. Ahora que ha decidido cambiar de trabajo, definitivamente no puede hacer nada que la ponga frente a un pelotón de fusilamiento.

“Y yo que estaba segura de que nunca más me pondrían de nuevo en uno de estos, aunque…”

Sacude la cabeza para librarse de cualquier pensamiento que la distraiga. En este momento, necesita concentrarse en estrellar este

montón de metal volador contra uno de los montones de metal flotantes del enemigo. Dejando a un lado lo peligrosos que son los V-1, una cosa es segura: sin duda son potentes.

Con nuestra visión obstaculizada, la 203º tendrá que centrarse en conducirlos manualmente.

“01 a todas las unidades. Vamos a movernos según el plan.”

Por eso Tanya habla a sus subordinados cuando se acercan a su objetivo en la mira.

“Lo ideal es atacarlos directamente, pero intenten acercarse todo lo que puedan. Si es posible, apunten a sus hélices.”

Un acorazado sigue siendo muy peligroso aunque no pueda moverse. Dicho esto, ciertamente no es tan peligroso como un acorazado que puede moverse. El Imperio necesita que la Armada de Ildoa pierda sus activos hoy.

“Camaradas, confío mucho en todos ustedes. ¡Obtengan resultados como siempre lo hacen! ¡Eso es todo!”

El discurso de un superior siempre debe ser rápido y directo. Tras enviar un breve mensaje a sus soldados, Tanya pone la radio en el canal de su ayudante.

“¡Ayudante! Seguimos la formación inicial. ¡Tú y yo nos encargaremos del acorazado más alejado de la retaguardia!”

“¡Entendido!”

Debería comprobar los impulsores de hidracina. Parece que funcionan perfectamente. Manteniendo nuestra asombrosa velocidad, surcamos el aire hacia nuestro objetivo. Nos precipitamos como bolas voladoras de destrucción que pronto harán una pequeña visita a los acorazados estacionados en el puerto.

Nuestro enemigo, por otra parte, está haciendo todo lo posible para poner fin rápidamente a nuestra visita. Las fuerzas enemigas en tierra lanzan literalmente todo lo que tienen contra nuestros V-1 que se acercan rápidamente. Comienzan a añadir disparos dirigidos a la cortina inicial de fuego antiaéreo que impide el paso del 203º.

“La Armada de Ildoa es buena… Aunque está claro que les falta experiencia, son capaces de moverse como un equipo.”

Tanya asiente ante el comentario de su ayudante. “Me da envidia.”

Su armada está concienzudamente entrenada y formada. Las fuerzas que están por debajo de ellos son probablemente las mejor equipadas de todas las potencias beligerantes en este momento. Si las tropas de abajo están tan bien entrenadas como armadas, son algo que desearían todas las ramas del ejército imperial.

El Imperio no quiere enfrentarse a una potencia que no funcione como él, como una fábrica de explotación. Es terrible cómo las empresas que funcionan correctamente pueden extender su eficiencia incluso al personal de los niveles más bajos. Tanya debe reconocer la ventaja de su enemigo. Dicho esto, también se asegurará de que su experiencia se imponga por encima de todo en esta batalla. Esta ventaja suya es algo que tendrán que aprovechar al máximo.

“No es necesario que demos a estos soldados la experiencia que les falta.”

“Estoy de acuerdo.”

Tanya empieza a hacer los últimos ajustes en su trayectoria de vuelo mientras escucha la respuesta de su ayudante. El humo que bloquea su visión es muy molesto, pero es una táctica a la que está acostumbrada.

“Sus acorazados son nuestros.”

Nuestro objetivo: toda la flota naval de Ildoa.

Tras los últimos ajustes, mis soldados y yo salimos de las cabinas de nuestros V-1. Mientras los misiles se precipitan hacia el profundo mar azul de Ildoa, Tanya y sus magos consiguen distanciarse de la explosión alzando el vuelo. Vuelven su atención a los cielos sobre el puerto naval, que siguen tan llenos de proyectiles como momentos antes. La Armada de Ildoa sigue lanzando todo lo que tiene contra la 203º en forma de fuego AA.

Para empeorar las cosas, parece que algunos de sus enemigos han hecho una confirmación visual de ellos.

“¡Qué fastidio!”