Tensei Shitara Slime Datta Ken (NL)

Volumen 15

Prologo: Dragón De Las Llamas Vs Dragón De La Tormenta

Para Veldora, el día no podría haber ido peor.

Era un campo vacío de hierba. La ciudad, bien preparada para la invasión imperial, permanecía aislada en el laberinto, y por eso la belleza que volaba desde el cielo se destacaba tanto contra este telón de fondo.

“Ah, Nee-san…” murmuró Veldora a su pesar. No había fuerza en su voz. Para aquellos que sabían cómo actuaba normalmente Veldora, la escena era impensable.

“¿Es… es posible”, tartamudeó Charys, “que esa sea… Velgrynd-sama, la hermana mayor de la que he oído rumores?”

“D-De hecho… tienes razón. Ella es Velgrynd el Dragón de las Llamas, uno de los todopoderosos Dragones Verdaderos… y una de mis hermanad mayores, sí…”

Todos en el Centro de Control, al escuchar esto, entraron en acción de inmediato. Una alarma de emergencia sonó a través del laberinto, advirtiendo a todos los que estaban al alcance del oído que ejercieran la máxima alerta contra el enemigo en el exterior.

“¡¿Qu-quién, Shishou?! ¡Rimuru ni siquiera está aquí! ¿Qué vamos a hacer?”

Ramiris ya estaba en pánico. Ella no era exactamente alguien en quien confiar en tiempos normales; en este momento, ella podía hacer poco más que gritar y volar en círculos. En un laboratorio científico, era un recurso valioso, pero en batalla, básicamente, no había papel para ella.

Pero Ramiris era lo suficientemente inteligente como para tener algunos amigos poderosos—las hermanas de Treyni administrando el laberinto y las dríades trabajando debajo de ellas, todas esforzándose para asegurarse de que las cosas siguieran funcionando correctamente. Sí bien, había rechazado un puesto en los Diez Señores del Laberinto, seguía siendo el supervisor general del laberinto. Sin embargo, una buena mitad de dichos señores, esas figuras en las que se confiaría más en este momento, estaban en medio de un sueño evolutivo. Beretta, su antiguo líder, tenía el importante trabajo de proteger a Ramiris.

“No parece que vaya a ser demasiado amigable con nosotros. Interceptémosla en el laberinto”.

Beretta mantuvo un ojo en la situación, mientras Treyni y las demás revisaban la situación en todo el laberinto.

De los Diez Señores del Laberinto, solo los cuatro Reyes Dragón estaban actualmente despiertos y disponibles. Gadra también estaba consciente, pero ya había sido enviado con el Coloso Demoníaco para ayudar a la Nación Armada de Dwargon. Por lo tanto, estaban menos que idealmente preparados para Velgrynd, pero si hacían un uso completo de la fortaleza perfecta e impecable que era el laberinto, incluso esta reducida fuerza, debería ser suficiente para ganar algo de tiempo. Beretta así lo creía, al menos. Así que hizo la propuesta, y Veldora asintió con la cabeza.

“No sé por qué está aquí, pero si vino sola, realmente no merece nada más que mi risa. ¡Con todos nosotros juntos, no tenemos nada que temer! ¡¡Kwaaah-ja-ja-ja!!”

Sonrió con seguridad, pero su expresión estaba notablemente tensa. Él estaba asustado.

Hace un par de días, Veldora había estado en un duro combate con Velzard, su hermana mayor—y con ese incidente fresco en su mente, aquí se encontraba Velgrynd, su segunda hermana mayor. No solo eso—estaba organizando una invasión a Rimuru, la capital de la Federación Jura-Tempest, por sí misma. Esto era simplemente escandaloso en la mente de Veldora, y ahora su cabeza estaba acelerada, tratando desesperadamente de encontrar una salida a esta situación.

Por eso estaba tan ansioso por aceptar la propuesta de Beretta. Pero justo entonces:

“Veldora, sé un buen chico y sal, ¿de acuerdo?”

Velgrynd, justo ahí arriba en la pantalla, se dirigió a él en voz alta. Incluso sus ojos, por extraño que pareciera, estaban fijos en la pantalla, clavados directamente en Veldora—y su voz resonaba directamente en su mente.

“¿Veldora-sama…?”

“¡N-no te inmutes ante esto, Charys! Es una trampa. ¡Si salgo sin pensar, seguramente será horrible para mí!”

“Eh, sí…”

Veldora no tuvo reparos en sonar tan patético. Charys no pudo evitar encontrarlo desconcertante.

“¿Eh? Bueno, si su objetivo es Shishou, entonces no tiene nada que ver con nosotr—¡¿Mmph?!” Ramiris, tratando de salvar su propio pellejo, fue inmediatamente silenciada por la mano de Veldora.

Ahora, lo quisiera o no, ella era parte de esto.

Así que el personal del laberinto decidió mantenerse firme, pero…

“Oh, ¿no vas a salir? Siempre fuiste un poco lento, ¿no? Pero está bien. En ese caso, solo te daré una amable advertencia”.

La imagen por sí sola no revelaba lo que decía Velgrynd. Pero todos los presentes entendieron que las cosas estaban cambiando rápidamente con ella. Y Veldora, que todavía tenía su voz canalizada en su cerebro, sabía muy bien que estaba a punto de hacer algo. Pero:

Está… Está bien. El laberinto de Ramiris está hecho de un material increíble que puede cerrar las dimensiones. Incluso yo tendría dificultades para atravesarlo, y mientras permanezcamos adentro, ni siquiera mi hermana podrá tocarnos.

Él estaba en lo correcto. Mientras permanecieran en el laberinto, continuarían a salvo de Velgrynd. Tal vez podría abrirse paso por uno o dos pisos, pero Ramiris podría restaurarlo más rápido de lo que podría destruirlo. Con Veldora alimentando todo, mantener a Velgrynd lejos debería ser factible.

“¡No te asustes! Contigo y yo trabajando juntos, ningún adversario puede—”

Veldora intentó calmar a Ramiris, pero no pudo terminar la oración. En la pantalla, había visto a Velgrynd sacando una lanza carmesí.

“¡S-Shishou! ¡Esas son malas noticias allá arriba! ¡Ni siquiera estoy segura de que Crear Laberinto pueda bloquear eso!”

No necesitas recordármelo, pensó Veldora. “¡Ya lo sé! ¡Todos, prepárense para el impacto!”

Nadie dudó de las palabras de Veldora, cada uno de ellos asumiendo una postura defensiva. Solo unos momentos después, una tremenda onda de choque sacudió el laberinto.

“Oh, no puede ser…”

“Daño confirmado hasta el piso 50… Los niveles superiores están casi destruidos”.

Alpha, Beta y el resto del personal estaban produciendo una ráfaga de informes de daños. En ese momento, el mito de la supuesta seguridad del laberinto quedó prácticamente destruido.

Entonces, justo cuando Veldora estaba entrando en pánico sobre qué hacer a continuación, recibió una comunicación de pensamiento de Rimuru.

「Eh, ¿cómo te va?」

Le molestaba profundamente la alegre voz.

「¡Tonto! ¡Ahora no es el momento para saludos casuales! ¡Las cosas están, um, bastante agitadas aquí! Mi hermana… ¡Mi hermana me está persiguiendo! Ella está fuera del laberinto en este momento, pero a este ritmo, ¡¡va a asaltar en el interior!!」

Veldora esperó una respuesta. Rimuru… Sí, seguramente Rimuru podría hacer algo al respecto. Sin embargo, llegó una respuesta preocupada: 「¿Vas a estar bien?」 Lo que instantáneamente hizo que

Veldora se diera cuenta de la verdad. Rimuru estaba igual de tenso en este momento. Si no fuera así, estaría de vuelta aquí de inmediato—y dado que no había señales de eso, no sería prudente esperar por él.

Y tal vez por eso, Veldora podía sentir la falsa esperanza de antes desvanecerse. Si no podía confiar en Rimuru, no tenía más remedio que salir él mismo.

「Tendré que salir por ella. Eso evitará que arrase el laberinto para alcanzarme」

Veldora pensó que podría lograrlo, aunque esto no estaba respaldado por ninguna evidencia. A veces era fácil olvidarlo, pero Rimuru había sido un entrenador bastante adecuado. Si fue capaz de resistir eso, pensó Veldora, seguramente Velgrynd no lo derrotaría tan fácilmente.

「Está bien. Asumiré toda la responsabilidad por las consecuencias, así que solo haz algo con Velgrynd por mí. ¿Puedes manejarlo? 」

Rimuru sonaba como si tampoco esperara que Veldora perdiera. Y si estaba asumiendo ‘toda la responsabilidad por las consecuencias’, eso significaba que no podía quejarse, sin importar cuánta destrucción se produjera a partir de esto. Tomando eso en consideración, Rimuru casi le pedía que mostrara los frutos de su entrenamiento hasta ahora. Además, era Rimuru pidiéndole un favor. Y si él lo pedía, lo tendría.

「¿Oho? Bueno, en ese caso, ¡permíteme manejar todo por ti! ¡¡Kwah-ja-ja-ja!!」

Dirigiendo su atención hacia Velgrynd. La charla con Rimuru hizo maravillas por su nivel de estrés.

De repente se sintió sumamente tranquilo y sereno.

“Tendré que salir yo mismo”, dijo, sonando completamente relajado. “¿Shishou?”

“¡¿Veldora-sama?!”

Ramiris y Beretta lo miraron estupefactos. Veldora les dio una mirada renovada, como si todos sus problemas hubieran quedado atrás.

“¡Kwah-ja-ja-ja! Yo también tengo poco interés en pelear con mi hermana—pero si usar el laberinto para ganar tiempo no funciona, no tenemos otra opción”.

“Pero…”

“Está bien, Charys. La inmortalidad dentro del laberinto solo funciona porque existe en un espacio aislado. Ahora que sabemos que no funcionará contra mi hermana, la mejor manera de minimizar más daños es que yo vaya”.

Mientras Rimuru estuviera vivo y bien, Veldora era inmortal. Si quería evitar más sacrificios, la única opción de Veldora era hacer su movimiento.

“Entonces déjame unirme a ti”.

“No, quédate aquí. Te has vuelto más fuerte, pero todavía no es nada comparable a mí. Quizás Zegion sería otro asunto, pero cualquier otra persona sería un obstáculo”.

Era duro, pero cierto. Y Veldora ya estaba preparado para lo que estaba por venir. Había un aire galante en él ahora, nada en absoluto como el miedo patético de hace un momento.

“¿Estarás bien, Shishou?”

“¡No, no estaré bien en absoluto! Ni siquiera quiero pensar en el horrible abuso al que me sometieron mis hermanas… pero basta de eso. Yo también me he vuelto más fuerte. Encontrarme con Rimuru me ha ayudado a crecer. Yo también he entrenado y he aprendido lo inmaduro que he sido. No soy como solía ser. ¡¡Kwaaaah-ja-ja-ja!!”

Veldora forzó una risa. Se había animado tanto mentalmente que había vuelto a su tono normal. “¡Así que no se preocupen! ¡Solo siéntense y observen cómo entro heroicamente en la escena!” Y con eso, salió del laberinto por sí mismo.

Veldora recordó su batalla con Velzard. No había visto a la mayor de sus dos hermanas en bastante tiempo, ella parecía mucho más poderosa, y su defensa mucho más impenetrable que en el pasado.

No era algo de lo que el viejo Veldora se hubiera dado cuenta. Encontrarse con Rimuru lo había ayudado a crecer más allá del reconocimiento, y nada lo simbolizaba más que haber adquirido una habilidad definitiva. Estar sellado dentro del estómago de Rimuru le dio a Veldora la oportunidad de observar a Rimuru y aprender muchas cosas. Fue allí donde se dio cuenta de que el poder solo tiene sentido cuando se usa de la manera correcta. Tenía una enorme reserva de energía mágica, la más grande entre todos los Dragones Verdaderos. Superaba a las de sus dos hermanas y le permitía ser una de las presencias más fuertes del mundo sin esforzarse mucho.

Pero eso era ingenuo, y Veldora lo sabía. Sabía que algunos lucharían por ganar hasta el final, sin importar cuán débiles fueran. Rimuru era uno de ellos, y sabía que muchos de los que se oponían a él eran iguales—Hinata, Granbell y la reina demonio Luminous. Confiaban en algo más que su poder, utilizando todos los trucos posibles en el libro para conseguir la victoria, y él sabía que nunca debía bajar la guardia contra ellos.

Ahora que entendía eso, Veldora era una criatura diferente. Y pudo demostrarlo. Incluso durante el combate con Velzard, podía defenderse e ir al contraataque en lugar de ser apaleado como de costumbre. Para él, Velzard era una especie de enemigo natural, un oponente extremadamente desfavorable dado lo incompatible que era su fuerza con la de ella. Ella había nacido primero, los límites superiores de sus poderes eran casi un misterio para él. Es posible que tuviera una reserva mágica más grande, pero estaban tan cerca uno del otro en casi todos los demás aspectos, que no era una gran ventaja.

En una batalla adecuada, no podía tener muchas esperanzas de victoria. Él la había desafiado varias veces desde que nació, pero fue apaleado terriblemente cada vez. La habilidad del Mundo Eterno de Velzard era tanto una defensa férrea para ella como un arma que obstaculizaba el movimiento de Veldora. Vendavales, destrucción, corrosión, ruina—todos los efectos potenciales eran anulados ante este muro absoluto.

Este era el tipo de hermana aterradora con la que se enfrentaba, pero para su sorpresa, Veldora descubrió que en realidad podía defenderse. Vaya, pensó, ¡lo estoy haciendo muy bien! Velzard, después de todo, había aprendido a controlar por completo la fuerza mágica que ella liberaba—algo que Veldora solo notaba porque también podía controlar la suya. La diferencia, sin embargo, era demasiado grande para comparar. Eso era en gran parte gracias a la naturaleza de los poderes de Velzard, que le permitían detener la energía cinética con tanta facilidad, pero la enorme brecha entre ellos seguía siendo obvia incluso sin eso.

Pero a pesar de tener ese tipo de habilidad, Velzard fue inesperadamente honesta al elogiar el crecimiento de Veldora.

“Mmm, sí, es toda una sorpresa. Solías actuar como un niño mimado, pero ahora también estás usando tu cerebro para pelear, ¿no es así? A este ritmo, tal vez no necesitemos destruirte después de todo”.

Había una o dos palabras inquietantes allí, pero el resto era inequívocamente un elogio para Veldora. Teniendo en cuenta que no sentía nada más que miedo por ella antes de eso, lo hizo muy feliz. Aún no podía vencerla, pero tú me entiendes…

Entonces, ¿qué pasa con Velgrynd?

Bueno, Velzard y Velgrynd estaban a la par en habilidad. Para Veldora, ambas eran hermanas mayores con las que tenía problemas para lidiar, y si era honesto consigo mismo, realmente no quería pelear con ninguna de ellas. Pero esa no era una opción en este momento, por lo que no tuvo más remedio que dar un paso al frente.

“Velgrynd es tan formidable como siempre. Ni siquiera yo podría desatar un ataque que llegara a través de múltiples pisos del laberinto como ese…”

Tal vez podría usar la fuerza bruta para torcer las capas dimensionales lo suficiente como para destruir uno o dos pisos. Pero incluso si agotara todas sus magículas, ni siquiera él podría atravesar varios pisos con un solo golpe.

“La habilidad definitiva debe ser la clave. Si quiero defenderme de ella, tendré que ejercitar a Fausto, Señor de la Investigación, al máximo”.

Él estaba en lo correcto. Veldora superaba a Velgrynd en conteo mágico, y esperaba que eso lo pusiera en una posición ligeramente mejor con ella que con Velzard. Esa esperanza le ayudaba a superar el trauma de tener este encuentro en primer lugar.

La clave de la victoria aquí radicaba en qué tan bien usaba sus poderes. Nunca habían peleado seriamente entre sí, pero no había duda de que Velgrynd era la más fuerte entre los dos. Pero esa era una historia del pasado. Velzard era difícil de vencer porque sus habilidades funcionaban particularmente bien contra Veldora, pero ese no sería el caso con Velgrynd. Además, gracias a Rimuru, había adquirido la habilidad definitiva Fausto, Señor de la Investigación. Ese poder también funcionaba contra Velzard, y tenerlo a la mano le hizo pensar que incluso Velgrynd no sería nada que temer.

Ahora Veldora se sentía listo para asumir esta misión.

¡Kwah-ja-ja-ja-ja! Nadie me ha condenado a la derrota todavía, ¿verdad? Necesitaba probar el alcance de este poder de todos modos, ¿por qué no hacerlo contra mi propia hermana?

Con una nueva determinación, Veldora apareció frente a Velgrynd.

Los hermanos se miraron en el aire, ambos en forma humana. Estaban perfectamente quietos en el cielo, lo cual era natural para ellos como Dragones Verdaderos.

“Me alegro de que fueras lo suficientemente inteligente como para entender el significado de mi advertencia. ¿Así que has decidido cooperar conmigo ahora?”

Velgrynd parecía muy feliz de ver a Veldora. Ella no estaría ahí por mucho tiempo.

“Me niego, Nee-san. No soy una herramienta para que la uses como mejor te parezca, y te agradecería mucho que dejaras de involucrarme en tus peleas”.

“¿Involucrarte? Una palabra desagradable de usar. Lo que estoy diciendo es que, si cooperas voluntariamente conmigo, te daría la bienvenida como un amigo. Entonces podría enseñarte cómo usar tus poderes, permitiéndote correr salvajemente tanto como quieras… aunque te pediría que me dejes elegir los tiempos y lugares por ti”.

“¡Kwah-ja-ja-ja! Mi respuesta sigue siendo no, Nee-san. Ya perfeccioné por completo el uso de mis poderes… y además, ya no disfruto de la violencia vacía. He crecido, ves. ¡Soy un dragón adulto!”

“… No sería tan descarado si fuera tú. ¿Quizás te hemos mimado demasiado? Pero muy bien. ¡Déjame ver, entonces, cuánto has crecido!”

Con esa luz de ida y vuelta terminada, Velgrynd estaba lista para la pelea. Veldora no perdió el tiempo, apuntalando su posición. Desde el principio, su hermana no esperaba reclutarlo estrictamente a través de negociaciones verbales. Ella mostraría su fuerza, y eso haría que él obedeciera. Y si eso no funcionaba, lo golpearía lo suficiente como para que Rudra pudiera controlarlo. El hecho de que tomara la ruta de la persuasión era solo la forma en que Velgrynd mostraba un poco de amabilidad.

Entonces, sintiéndose levemente molesta por esta ruptura en las negociaciones, Velgrynd dio su primer empujón sin vacilar a Veldora. Quería hacer esto rápido, incapacitándolo lo suficiente como para tener tiempo de esperar antes de que apareciera Rudra. Pero su golpe con la mano derecha fue ligeramente desviado, y recompensado con una patada de Veldora. Velgrynd, cada vez más frustrada, la atrapó con la mano izquierda, pero:

… ¡¿Qué?! ¡Esta fuerza! ¡Él no se siente debilitado en absoluto!”

Velgrynd pensó que Veldora aún no se había recuperado por completo de sus 300 años de estar sellado. El Veldora que conocía siempre arrojaría el 100 % de su poder, por lo que asumió que su frente actual y más débil era solo un efecto secundario del sello. Ese tira y afloja de hace un momento le hizo darse cuenta del error de su razonamiento.

“Has mejorado un poco, ¿no? Ahora veo que toda tu jactancia es más que solo palabras”.

“¡Mi postura de la muerte al estilo Veldora es invencible! E incluso tú, Nee-san, te darás cuenta de lo impotente que eres ante mi—¡¿qu-qué, espera, espera?!”

Velgrynd no había venido aquí para escuchar a Veldora explicar por qué era tan fuerte. En cambio, aún más molesta que antes, le lanzó a un ataque más cruel. Las llamas carmesíes se juntaron alrededor de sus dos puños, así como las flexibles piernas que se extendían desde su vestido. Luego, una ráfaga de ataques llegó como una danza salvaje, lo suficientemente abrasadora como para quemar hasta la muerte cualquier cosa que la tocara. Pero Veldora pudo soportarlo.

“¡Ay! ¡Caliente, caliente, caliente!”

Parecía un niño y huía a toda velocidad de ella, pero no le causó daños graves.

“Te he dado mucha disciplina a lo largo de los años, pero parece que tu cabeza es tan inmadura como siempre. ¡Todo eso de ser invencible es nada menos que ridículo!”

Velgrynd estaba tan furiosa como un infierno furioso, pero aun así mantuvo la calma. Ahora vio que Veldora no solo se había recuperado de su prisión, sino que era mucho más fuerte de lo que esperaba.

Esto podría ser complicado. No puedo ejercer toda mi fuerza en esta forma, y tampoco puedo hacer mucho daño. Rudra nunca podrá dominarlo cuando aparezca…

La razón por la que vino aquí no fue para maltratar un poco a Veldora y darle una lección. Era para dominarlo. Una vez que Rudra saliera victorioso contra Guy, planeaba devolverle su libertad—pero en este momento, él podría ser un peón muy importante para ellos, y querían conseguirlo. Desde el punto de vista de Velgrynd, no tenía sentido mantener este juego—y Veldora parecía estar de acuerdo.

“¡¿Gwaah?! M-Mi ropa… ¡El precioso atuendo que me otorgó Rimuru! ¡Ahora está todo quemado por tu culpa, Nee-san!”

El atuendo que tenía puesto era un regalo de Rimuru, una muestra de su gratitud. De hecho, era precioso para él, y ahora el ataque de Velgrynd lo había arruinado. Con suficiente tiempo, habría sido influenciado lo suficiente por el aura de Veldora para convertirse literalmente en una parte de su cuerpo… pero esperar una gran transformación en tan solo unos días sería pedir demasiado.

El mismo Veldora resultó prácticamente ileso, pero esto fue un duro golpe para su corazón. Fue completamente su culpa por presentarse ante su hermana con este equipo inflamable, pero, aun así, se sintió justificado al descargar su frustración con su hermana. Y eso fue una suerte para Veldora, en realidad. La ira, después de todo, tiene una forma de reemplazar el miedo en tu mente, y no importa qué tan motivado estuviera para esto, aún tenía el miedo a sus hermanas arraigado en él durante muchos, muchos años. Las dos eran un símbolo de miedo en su mente, y la idea de enfrentarse a cualquiera de ellas con todas sus fuerzas normalmente parecería descabellada. Ahora, sin embargo, esas cadenas se habían levantado.

“Hermana o no, no te ofreceré más misericordia. ¡Prepárate para enfrentar mi ira!”

Con ese grito, Veldora liberó sus poderes. En su lugar, se reveló un poderoso y majestuoso dragón, de color negro azabache. Velgrynd se rio disimuladamente al verlo. Era demasiado conveniente para ella.

“¿Eh? Todas esas tonterías… Realmente eres demasiado torpe para tu propio bien. Parece que has olvidado algunos hechos muy importantes. No puedes derrotarme, y supongo que es hora de enseñarte eso una vez más”.

Velgrynd también se transformó en su hermosa y ágil forma de dragón carmesí—y así, comenzó la batalla kaiju¹.