Tensei Shitara Slime Datta Ken (NL)

Volumen 15

Capitulo 4: Las Ocho Puertas Impenetrables

Parte 4

Escuchar esta voz hizo que Shion recordara algo. Parecía recordar a Rimuru haciéndole un montón de preguntas cuando le otorgó su recompensa evolutiva. Shion no prestó mucha atención a sus respuestas, solo le dijo a Rimuru que aceptaría lo que él le diera—pero al final, nada nuevo le sucedió a su cuerpo.

Pero incluso si el resto de sus amigos evolucionaron, a Shion no le importaba mucho. Benimaru había pasado de un oni a un Oni Divino de Llamas, otorgándole poderes equivalentes a los de un verdadero semi

dios, pero Shion seguía siendo una simple oni. No le importó esto porque, en su mente, ya era lo suficientemente fuerte.

Sin embargo, esto por sí solo no le daría la victoria sobre Minaza. Por lo tanto, era natural que Shion buscara más—y en respuesta a eso, se abrió el corredor del alma.

… Oni Divino de Guerra. Es un elemental del caos de alto nivel, pero que cuenta con una fuerza material sin igual. Ahora, examinando tus habilidades…

Eso te lo dejo a ti, pensó Shion, lanzando la pelota completamente en dirección a Ciel. Luego volvió a concentrarse en Minaza. Ella estaba adoptando un poco de actitud en este momento, pero aun así, pensó que la voz sonaba un poco feliz. Podría haber sido solo su imaginación—pero, lo que es más importante, se estaban produciendo cambios reales.

“¡¿Q-Qué estás…?! Esa creciente aura tuya… ¡¿Estabas jugando conmigo hasta ahora?!”

Su espíritu ahora estaba sobrepasando su cuerpo. Como sugería la voz, el despertar de su nueva especie ya estaba en marcha. Ciel manejó las variadas posibilidades evolutivas, seleccionando las más adecuadas como mejor le pareció.

Por lo tanto, Shion evolucionó hasta convertirse en una Oni Divino de Guerra, un elemental del caos poco común pero poderoso—y, dado que estaba equipada con Regeneración infinita, era indestructible mientras la quedaran magículas. Los ataques de este cuerpo no solo causan daño físico, sino también destrucción a nivel espiritual. Y si bien esta era una forma de vida espiritual sin debilidades elementales, tenía una ventaja decisiva sobre todos los demás elementos. En cierto modo, Shion se había convertido en algo que podría llamarse el enemigo natural de las formas de vida espirituales.

La evolución también rehízo su cuerpo, optimizándolo para hacerlo los más especializado para el combate posible. Shion podía darse cuenta de esto principalmente por instinto. Se sintió renovada— vigorizada, como si se estirara bajo un cielo azul claro. Preparó la versión 2 de Gorikimaru.

“Te he hecho esperar, ¿no? Pero mi tiempo contigo ha llegado a su fin”. Le habló a Minaza con la mayor cortesía.

“¡No me vengas con eso! ¡Puede que hayas estado escondiendo tu poder, pero yo tampoco te he revelado mi verdadera forma!”

Tal como dijo, Minaza había cambiado aún más que antes. Significaba reducir el tiempo de su propia vida, pero aun así anhelaba una fuerza aún más ofensiva mientras intentaba luchar contra Shion.

Así comenzó la batalla…

“¡Aquellos que intenten quitarnos nuestro refugio seguro se retorcerán de dolor antes de morir! El regalo definitivo otorgado por Alternativa se libera con toda su fuerza… ¡Ahora, ven a mí! Aliméntate de mí carne y usa tus instintos para matar—”

“¡Destino caótico!”

… y terminó en un instante.

El ataque final malvado y prohibido que Minaza estaba a punto de desencadenar fue destrozado por la espada de Shion antes de que pudiera revelarlo por completo. Ante Shion ahora había un montón de carne desmembrada, rota en innumerables pedazos.

“Ambos son demasiado ruidosos y hablan durante demasiado tiempo”. “¿Qué… qué hiciste…?”

Uno de los trozos de carne tirados por ahí era la cabeza de Minaza—o, para ser exactos, un poco menos de la mitad. Se puso nerviosa, al darse cuenta de que su inevitable muerte llegaría pronto, pero no podía aceptar la realidad.

Shion la miró fríamente. “¿Quieres que te ayude?”

Como oponente, Shion era el peor oponente posible para Minaza. Antes de evolucionar, estaban igualadas, dadas las habilidades definitivas correctas—pero dada la falta de habilidades definitivas de Shion, el hecho de que todavía lo fueran significaba que Minaza no tenía forma de ganar. Pero después de la evolución, el poder de su voluntad había llegado a su punto máximo. También evolucionó su amada espada, convirtiéndola en un arma de clase divina que podrías llamar Divina Gorikimaru. Tal vez hubiera sido otra historia si el poder de Minaza fuera suyo y no prestado del emperador, pero contra Shion en este momento, no había nada que pudiera hacer.

“Ngh… N-No… Eres… Eres demasiado fuerte. P-Pero mis hijos lo harán…”

Minaza solo dijo esto porque presumiblemente ya no podía ver. Pero sus esperanzas ya se habían desvanecido. El destino caótico de Shion ya había atravesado todos los seres vivos en esta arena.

“Ciertamente lo espero”.

Pero Shion no tenía más que palabras de misericordia para ella.

“… Qué amable de tu parte. Pero si eres de ese tipo… nunca vencerás a nuestro Rey Insecto—”

Y la energía de Minaza se acabó allí. Ahora que su vida era cosa del pasado, Shion obtuvo una victoria completa.

“… ¿Rey Insecto?”

Ese título lanzado por Minaza tenía un significado muy importante. Pero a Shion no parecía importarle demasiado.

“¡Bueno, estoy seguro de que no es asunto mío de todos modos!”

Mostrando una cantidad casi refrescante de desapego del problema en cuestión, ni siquiera trató de recordarlo.

Entonces Minaza, una agresora de otro mundo, encontró el mismo final lamentable que sus hijos. Ella había estado tratando de construir un paraíso para los insectos bajo el patrocinio del emperador Rudra, pero ahora desapareció de la existencia justo antes de lograr su ambición.

De los siete Duques Demonio que existían actualmente, Veyron era el segundo más poderoso. Había alcanzado el rango de duque, después de haber estado invicto durante más de cuatro mil años. Sin embargo, a pesar de esto, ahora estaba en el suelo, humillado por Marco, parado frente a él con la apariencia de un guerrero.

La habilidad única de Marco, Adaptador, le permitía imitar la apariencia de Kondo, y combinó eso con el uso consumado del regalo definitivo Alternativa para otorgarse habilidades de nivel Kondo. Nada se desperdició en su enfoque, y aunque Veyron era un titán, Marco estaba un paso por encima de él.

Solo debido a la gran experiencia de Veyron, simplemente se arrodilló en lugar de matarlo directamente. Todas sus habilidades de combate, perfeccionadas durante muchos años como demonio, parecían no hacer nada. Era una realidad vagamente aterradora a la que enfrentarse, pero Veyron no tenía miedo. En todo caso, estaba disfrutando de esta situación, en el fondo. Por supuesto que lo hacía. Después de todo, había declarado frente a su maestra Ultima y todos los oficiales que podía ganar. Por lo tanto, debía hacerlo.

“Demonio… ¿Tu nombre es Veyron? Bueno, te felicito por tu excelente intento, pero no sirve de nada intentarlo una y otra vez. He visto lo que eres capaz de hacer lo suficientemente bien, y está dentro de mi capacidad manejarlo”.

“Estoy seguro de que lo es. Y tú evaluación es correcta, porque todavía no he mostrado mi verdadero potencial”.

“¿Qué?”

Marco estuvo a punto de recomendarle que se rindiera. La reacción de Veyron le hizo dudar. En su opinión, existía una brecha de habilidades entre él y Veyron que podría describirse como el cielo y la tierra. La fuerza de Kondo estaba resultando abrumadora para el demonio, después de todo—pero para Marco en este momento, eso funcionaba como su propia fuerza.

Por eso las palabras de Veyron lo enojaron tanto. Aquí estaba él, un Duque Demonio, pero su conteo mágico era menos de una cuarta parte de la suya. Las cosas eran un poco más complicadas antes, ya que no era un duelo uno a uno, pero ahora Veyron estaba solo. Nadie se abalanzaba para interferir, lo que le dio a Marco una ventaja abrumadora.

Aun así, Veyron se puso de pie y se rio. “La suplantación de otra persona no me vencerá. Es ese tipo de imitación, después de todo, en lo que soy bueno”.

“¿Eh? ¿Qué quieres decir?”

“Una falsificación nunca puede acercarse a la cosa real. Entiendes que esa es la verdad, ¿no es así?” “¿Qué quieres decir?” Marco preguntó, un poco agitado.

Veyron tuvo una pequeña risa interna por esto, deseando poder simplemente cortar en lugar de tener esta conversación.

“Bueno, déjame decirte. Lo que considero que es la mejor obra de arte posible…” Y mientras gritaba esto, Veyron activó su nueva habilidad.

………

……

…

Veyron era el mayordomo de Ultima. Él la había servido durante mucho tiempo, confiado con todo su cuidado personal, y era su trabajo lidiar con lo que su maestra le pidiera. El campo más especializado de la cocina quedó en manos de Zonda, pero todo lo demás estaba en el dominio de Veyron.

En ese sentido, había desarrollado una habilidad única conocida como Imitador que le permitía convertirse en quien quisiera. Con Imitador, Veyron podía convertirse en cualquiera que viera—muy similar al Adaptador de Marco, pero Imitador era una habilidad más precisa. Sin embargo, la habilidad de Marco ahora se vio reforzada por el poder prestado del emperador Rudra. Teniendo eso en cuenta, Veyron no tuvo oportunidad; ni siquiera necesitaba decirlo.

¿Por qué? Porque lo que Veyron estaba imitando era mucho más fuerte que el Kondo que Marco estaba adaptando. Marco podría reproducir algo por debajo del 80 % de la fuerza real de Kondo. Como alguien con una habilidad similar, Veyron sabía que era imposible recrear a alguien que fuera mucho más fuerte que tú. Pero aun así decidió convertirse en el rey demonio Rimuru, un ser sobrenatural que había encantado con éxito incluso a su maestra—haciendo eso, esperaba, le daría al menos un poco de ese poder para sí mismo.

Pero entonces Veyron escuchó una voz.

No puedo permitir que hagas eso. En cambio, te daré otro poder.

La voz era algo parecido al Idioma Mundial. Al principio desconcertó a Veyron, pero una vez que entendió el significado de su mensaje, casi se conmovió hasta las lágrimas.

Yo… ¡Sí, yo también estoy siendo observado con ese amor!

Veyron ofreció su agradecimiento, como si rezara a un dios. Entonces se dio cuenta de que su habilidad había evolucionado. Incluso si fuera una falsificación, una imitación, aún podría ser arte si realmente conmoviera a la gente—y como para demostrarlo, ciertamente podía sentir algo nuevo dentro de él: el regalo definitivo, Artista. Y con eso, estaba convencido de que podía derrotar a Marco.

………

……

…

Ahora Marco se enfrentaba a un joven guerrero con ojos penetrantes y afilados.

“… ¿Quién eres? No, espera—no me importa. No conozco a ningún espadachín mejor que el teniente Kondo. Eres libre de copiar a quien quieras, pero aun así no tienes ninguna oportunidad”.

El joven guerrero al que imitaba Veyron se parecía bastante a Agera—lo cual tiene sentido, porque era Byakuya Araki en su juventud. Su cumbre, lo último en imitación por parte de Veyron.

Supongo, pensó, que un falsificador realmente talentoso podría copiar pinturas de la cúspide de la carrera de un artista, no de sus años menores.

Había llegado a esta conclusión precisamente porque había tratado de dominar todos los campos del arte en respuesta a las solicitudes de Ultima. Incluso si nunca hubiera conocido a la persona, la habilidad del Artista podría recrear todo el poder de sus días de gloria—increíblemente similar a hacer trampa.

A esto, Veyron ahora agregó su propio poder desatado. Ultima, su maestra, había evolucionado a través de la fuerza que recibió de Rimuru y, gracias a sus bendiciones, Veyron también había expandido su fuerza. Veyron ahora poseía suficientes magículas para emparejarse con un rey demonio despierto, no solo con una semilla.

“¡¿Qué es esto?! Incluso te sientes como una persona diferente a la de antes”.

Marco estaba asombrado. Veyron lo ignoró y, en cambio, materializó una espada en su mano con la habilidad Crear Material específica de los demonios. Era solo una imitación de la Transformación en Espada que Agera tenía, pero tenía el regalo que Artista le aplicó. Ahora no había duda de que se desempeñaba lo más cerca posible de lo real.

Veyron miró a Marco. “En efecto. No hay que subestimar a este hombre, Kondo. Pero tú sabes…” “Pero ¿qué?”

“Ahora que Carrera-sama se dispone a luchar contra él, me temo que su destino puede estar por llegar a su final pronto”.

“¡Jajaja! ¡Ridículo!”

Marco se rio de la idea sin sentido. Nunca podría imaginarse a Kondo siendo derrotado.

Los dos lados se miraron el uno al otro. Estaban en desacuerdos irremediables, por lo que no había más que resolver el asunto por la fuerza. Ambos lados se movieron a la vez.

“¡¡Baika…!! ¡¡Goka-totsu!!”

“Galería falsa—Destello de Flor… Multicapa…”

Aquí y ahora, la falsificación se había convertido en algo real. Los ocho golpes de espada de Veyron derribaron cinco cortes de su oponente, los tres restantes amputaron ambos brazos de Marco antes de que detuviera la punta de la espada justo contra la nuca.

“Ah, ah, ahhh…”

El intenso dolor hizo que Marco cancelara su imitación. Trató de evitar que la sangre saliera a borbotones, pero eso no iba a suceder ahora que sus brazos terminaban en los codos.

“¡Ji ji ji! No te voy a matar.

“Ngh… ¿Tomarme como rehén, entonces?”

“Oh, Dios mío, no”. Veyron volvió a su propia forma mientras sonreía. “Sirvo a Ultima-sama como su mayordomo y estoy dispuesto a hacer cualquier cosa para complacer a mi señora”.

No fue una gran respuesta a la pregunta de Marco. Pero le generó un miedo inescrutable de lo que estaba por venir. “¿Qué me vas a hacer?” no pudo evitar preguntar. Pero esa reacción ya demostró que había caído en la trampa de Veyron.

“Mi señora es bastante cruel”, respondió. “Ella no ama nada más que el dolor expresado por aquellos que se atreven a oponerse a ella—dejando que sus cuerpos se pudran lentamente con el tiempo, por ejemplo, en lugar de matarlos de inmediato. ¡Es mi deber y responsabilidad amonestarla por eso… y sin embargo, y sin embargo…!”

No quiero oír esto, pensó Marco. Pero Veyron no tenía corazón.

“Debo admitir que también me encanta. De hecho, ¡no encuentro nada más placentero que ver a los grandes y poderosos suplicar lastimosamente por alivio!”

Y eso, insinuaba Veyron, es por lo que eres el mejor juguete posible.

“¡D-Detente! Por favor déjame. Me rindo. De hecho, te juro que nunca más volveré a desobedecer tu voluntad. Entonces—”

Marco comenzó a suplicarle a Veyron y nadie podía culparlo por eso. Nunca antes había conocido la derrota en su vida, por lo que ponerse a la defensiva de esta manera lo hizo sentir vulnerable. No se podía negar sus sólidas habilidades, pero su espíritu interior nunca había recibido el entrenamiento equivalente. Su máximo poder solo le había sido prestado; no era algo que él hubiera dominado. Y como un demonio entre demonios, Veyron era un experto en hacer que oponentes como ese experimentaran verdadero miedo.

“Mmm, lo siento, mi amigo! No hay necesidad de llenar tu cabeza con esa posibilidad. Me niego”. “¡¿Por qué?!”

“Si hay una guerra en curso, nunca debemos aceptar la rendición. ¿No es maravilloso? Si realmente fueras así de débil, deberías haberte sometido por completo desde el principio. Intentar negociar después de la derrota es simplemente vergonzoso. La mera idea es imposible para mí considerar”.

“P-Pero…”

“Y no está mal de mi parte, ¿verdad? Después de todo, es exactamente lo que habéis hecho hasta ahora. No quiero escuchar ninguna réplica solo porque es nuestro turno. Entonces…”

Los labios de Veyron se curvaron, su boca se abrió hasta que su sonrisa se estiró de oreja a oreja mientras reía como un maníaco. La exhibición, junto con su comportamiento caballeroso, era como uñas en una pizarra para cualquiera que la viera.

“Es hora de que asumas la responsabilidad… y de complacer a Ultima-sama”.

Ahora reveló su verdadera naturaleza. Como primer sirviente de Ultima, era un demonio cruel, brutal y despiadado.

“A-Ayúdame… ¡Ayúdame, teniente Kondo!”

El grito de ayuda de Marco nunca llegaría a Kondo.

“Hmm… Sí, un tipo de gemido muy agradable allí. Pero podría molestar a los demás, así que cállate por un momento”.

Con eso, Veyron sin contemplaciones sacó la lengua de Marco. “¡¿Grrk?! ¡¡Nn, nnn-nnnnhh!!”

Con eso, la voz silenciosa de Marco resonó en esta dimensión alternativa, aislada del mundo que conocemos. En cuanto a lo que el destino le tenía reservado…

Souei estaba de muy buen humor. Había estado observando la batalla de Rimuru en secreto, una que Rimuru acababa de ganar de manera aplastante. Fue un golpe de suerte para él.

A pesar de enfrentarse a Veldora y Velgrynd al mismo tiempo, Rimuru parecía tener la ventaja en todo momento. Incluso consumió a Veldora y se evolucionó a sí mismo a mitad de la batalla. Eso le permitió dominar a Velgrynd al final, a pesar de ser un ataque contra el que Souei no habría podido hacer nada.

Pero parecía que el alcance de la nueva fuerza de Rimuru no era algo visible a simple vista. Incluso a través del corredor del alma que los conectaba, Souei no podía sentir nada. Estaba seguro de que no era el único que tenía curiosidad por eso.

Independientemente, Diablo no había hecho ningún movimiento hasta el final. Incluso ahora, Souei estaba seguro, estaba al lado de Rimuru. Quería llamarlo bastardo por acaparar el mejor asiento de la casa, pero también entendió que Diablo tenía una justificación válida para sus acciones, por lo que no podía quejarse abiertamente al respecto.

Testarossa también estaba bastante enojada por eso. Ella había declarado rotundamente su intención de quedarse, pero cuando Souei pensó en por qué, le dio muchos sentimientos encontrados. Aun así, no se opuso, porque sabía cuáles eran sus motivaciones. La Velgrynd aquí, quizás al darse cuenta de su desventaja, se había movido para proteger a Rudra incluso mientras luchaba contra Rimuru. No había garantía de que se mantuviera obediente en su Puerta hasta que las otras siete fueran destruidas.

A pesar de lo astuta que es Testarossa, no hay forma de que no haya visto la posibilidad. Pero si ella no lo señaló, eso sugiere que cree que puede manejarla sola. Difícilmente puedo verla derrotando a Velgrynd-sama, pero ciertamente tiene confianza, al menos.

Souei tenía una idea precisa de las intenciones de Testarossa. Probablemente se estaba posicionando para una revancha con Velgrynd. Era alguien a quien Souei sabía que no podía vencer, por lo que pensó que estar un poco celoso de ella era perfectamente válido.

Además, pensó, Benimaru debe haber leído los pensamientos de Testarossa y haberles dado al menos su aprobación tácita. Ni siquiera él era rival para Velgrynd, después de todo—ella era la encarnación misma del fuego, y los movimientos basados en el fuego de Benimaru no harían nada contra ella. Puede que ni siquiera la detenga por mucho tiempo—y así, Testarossa estaba mucho más calificada para el trabajo.

Souei, por cierto, probablemente podría detener a Velgrynd durante unos segundos en el mejor de los casos. Con sus habilidades de control espacial, ninguna de las técnicas de marca registrada de Souei funcionaría en absoluto. Ni siquiera se le permitiría escapar—ninguno que no implicara la inmolación en llamas. Lo entendió completamente, lo que no lo emocionó, pero aun así tuvo que ceder su asiento a Testarossa.

Así que se dedicó a su trabajo con una compleja mezcla de sentimientos. Estaba encantado de ver ganar a Rimuru, pero cada vez más insatisfecho con su propia falta de poder. Sin embargo, tenía órdenes absolutas de Rimuru para matar a su enemigo, y no dudaría en seguirlas. Para Souei, eso era lo más natural que podía hacer.

Terminemos con esto para poder regresar rápidamente al lado de Rimuru-sama.

Con su lealtad a Rimuru más alta que nunca, Souei obedeció los deseos de su acelerado corazón y corrió a través de la Puerta.

El enemigo estaba a la vista. Souei fue directo a por él. Todas las Puertas tenían el mismo campo de batalla adentro, y en el centro de este se encontraba su objetivo.

“Ey. ¿Lucharé contra ti, entonces?”

Este era Gardner, el dígito individual clasificado en cuarto lugar.

“Ya que estás aquí y todo eso, déjame presentarme. Soy Gardner, encargado de la protección del Emperador Rudra. No creo que estemos juntos por mucho tiempo, pero espero que lo disfrutes, ¿eh?”

Gardner miró a Souei, tratando de medir su valor. Estaba hormigueando con un deseo cruel y oculto, preguntándose cómo podría atormentar mejor a este objetivo.

Souei lo recibió en silencio. Pero no del todo. Dejó escapar un suspiro después de una breve pausa. “¿Así que estoy perdiendo un tiempo precioso para deshacerme de ti?”

Escupió las palabras con disgusto. Gardner no estaba dispuesto a dejarlo sin abordar. “… ¿Qué?”

“Mi nombre es Souei. Si dices que te rendirás, lo aceptaré… pero no lo harás, ¿verdad?” “¡Por supuesto que no!”

Este hundimiento en el hombro de Souei enfureció a Gardner. Esto solo lo encerró en la trampa de Souei incluso antes de que comenzara la pelea, pero él no estaba al tanto de eso.

“Souei, ¿verdad? He oído hablar de ti. Kondo te estaba investigando antes, pero estás tratando de dirigir tu propia pequeña oficina de inteligencia en la tierra de los monstruos, ¿no es así? ¡Lo que significa que no eres apto para el combate directo!”

Por supuesto, la investigación de Kondo no era tan vaga como todo eso. Gardner sabía que Souei tenía cierto nivel de habilidad—pero, incluso sabiendo eso, se estaba burlando de él en este momento. No creía que lo necesitara para ganar, pero si eso hacía que Souei perdiera la calma, entonces mucho mejor. Era, por supuesto, una táctica superficial y que no tenía sentido si la intentaba contra alguien como Souei.

“Imbécil. Basta de esta tontería. Sigamos con eso”.

En este corto período de tiempo, Souei ya había identificado todas las habilidades de Gardner. Gardner, sin darse cuenta de esto, lo atacó imprudentemente. Su arma preferida era una hoja de dragón azul que sostenía con ambas manos, más gruesa y más grande que un cuchillo—difícil de manejar, pero poderosa en las manos adecuadas. La hizo fluir en un magnífico movimiento de baile mientras desataba una ráfaga de golpes, una mezcla de fuerza, agudeza y las habilidades pulidas de Gardner. Pero no funcionó en Souei.

Sin previo aviso, se zambulló en las sombras, dejando la espada de Gardner cortando el aire. Su impulso lo hizo perder el equilibrio y Souei estaba listo. La bala que salió volando de la sombra en la espalda de Gardner se alojó en el pecho de su presa.

“¡Gahhh!”

Se derrumbó, tosiendo sangre.

Apareciendo de las sombras para acabar con él, Souei reveló la pequeña pistola Walther P99. Recientemente había obtenida de uno de los prototipos que Rimuru hizo que Kaijin construyera para él, practicando cómo dispararlo desde el espacio de las sombras, y ahora los resultados eran tan claros como la bala que atravesó el corazón de Gardner.

“Hmph. Demasiado fácil”.

No importa cuán fuerte sea un luchador, si lo tomas con la guardia baja, puedes acabar con él con un solo golpe. Esa era la teoría favorita de Souei, pero entendió que esto simplemente no era posible para algunos oponentes. Gardner, sin embargo, no era uno de ellos, y su plan acababa de funcionar de manera brillante.

La bala que acaba de disparar, después de todo, estaba infundida con todas las habilidades propias de Souei—Super velocidad y Muerte Instantánea de su habilidad única Atacante de Sombras, pero también efectos de veneno, parálisis y corrosión. Super Velocidad hacía que la bala comenzara su viaje a docenas de veces la velocidad del sonido, y con Muerte Instantánea agregada a sus efectos ya letales, podría incluso destruir el cuerpo de una forma de vida espiritual. Entre eso y las diversas dolencias de estado, la muerte de Gardner era absolutamente segura. Todos, no solo Souei, lo habrían pensado así.

Sin embargo:

“¡Bajaste la guardia, tonto!”

Una voz salió disparada detrás de Souei cuando comenzó a caminar de regreso hacia la Puerta. Antes de que pudiera reaccionar, le cortaron la cabeza y la espada azul del dragón emergió de su pecho.

“Ah, estos trucos son tan dolorosos… Están bien para matar bastardos inteligentes como él, pero no es divertido si todo se decide en un instante, ¿sabes?”

Estas palabras fueron pronunciadas, huelga decirlo, por el supuestamente muerto Gardner. El cadáver todavía estaba tirado en el suelo, pero él todavía estaba parado aquí, perfectamente bien. Eso podría atribuirse a la habilidad especial que adquirió—porque Rudra había usado Alternativa para otorgarle la habilidad Existencia Paralela.

A diferencia de Velgrynd, que contaba con una gran cantidad de magículas, la de Gardner era promedio para una persona de nivel Santo. Eso lo ponía a la altura de un rey demonio despierto, pero no podía crear múltiples réplicas de sí mismo a la vez. Solo una a la vez era su límite, pero eso era suficiente.

Gracias a eso, sin importar cuán astuto fuera su oponente, nunca sería capaz de diferenciar lo ‘falso’ de lo real—ambos eran ‘reales’ por definición. Entonces, la típica estrategia ganadora de Gardner era atraer a su enemigo a una trampa y luego usar una réplica como señuelo mientras atacaba con su cuerpo principal. Era una táctica comprobada, pero no le gustaba usarla mucho. Estaba más interesado en atormentar a las personas mientras suplicaban por sus vidas—este enfoque los mataba antes de que las cosas llegaran a ese nivel.

“Oye, ¿estás vivo? … Psh, como si fuera posible, ¿verdad?”

A pesar de sus quejas, Gardner no se olvidó de su trabajo. Tenía que asegurarse de matar a cualquiera que pasara por esta Puerta, por lo que necesitaba controlar a Souei.

Pero cuando estaba a punto de hacerlo, una voz fría le dijo “lo sabía” al oído. El cuerpo de Souei, aún decapitado y atravesado en el corazón, se disipó en una niebla negra.

“¡Maldita sea!”

Cuando Gardner se dio cuenta y gritó, ya era demasiado tarde. Si no hubiera perdido la compostura durante su primer cruce con Souei, podría haberse dado cuenta de que estaba lidiando con una réplica todo el tiempo—pero no tiene sentido debatir qué pasaría si… Lo que importaba era que Gardner fracasó; eso, y las consecuencias que vería de ello.

“Una réplica simple es lo suficientemente buena como para usarla como señuelo. Parece que estás desperdiciando un gran poder allí”.

La voz de Souei resonó con frialdad. Era una crítica válida, una que apuñaló a Gardner en el corazón.

De hecho, Gardner había conocido a Velgrynd antes. No mucho después de convertirse en santo, se enteró de que el Mariscal era una mujer hermosa, un poco de información que lo convenció de que podía ganar en una pelea. En cambio, probó la derrota abyecta de una de sus Existencias Paralelas mientras ella se sentaba elegantemente en el trono, sirviendo como poco más que una diversión fugaz para ella. Pero fue esta habilidad suya lo que sorprendió a Gardner. La anhelaba mucho, y ahora tenía una forma de ello. Incluso la hoja de dragón azul que amaba, fue un regalo de ella.

Pero Souei sabía todo eso. Gardner había estado bailando en su palma desde el principio. “¡¡Dios te maldiga!!”

Gardner le gritó. Esta situación extrema lo estaba sacudiendo hasta la médula. Si comenzara a dudar de sus habilidades, empezaría a afectarlo—y cuanto más ‘definitiva’ sea esa habilidad, peor se volverá. Era un hecho que Souei apuntaría a eso.

“¡Si lo entiendes ahora, entonces muere!”

Con eso, Souei trató de invocar su habilidad única Atacante de Sombras. Entonces Gardner sacó uno de sus movimientos ocultos.

“¡¡Hrrrrr-rahh!! ¿Qué tal eso? Cada uno es mi cuerpo real. ¡Yo también moriré, pero ahora puedo llevarte conmigo!”

Múltiples Existencias Paralelas comenzaron su ataque a la vez. Todos eran reales, por lo que derrotar a cualquier individuo no tendría sentido. Era el ataque definitivo, uno en el que Gardner quemaba su propia vida para ejecutar. También sucedió en un abrir y cerrar de ojos, lo que dificultó que Souei evadiera mientras intentaba terminar la batalla con Atacante de Sombras.

La mayor debilidad de las réplicas de Souei era que solo su propio cuerpo principal podía activar habilidades únicas. Souei podía controlar varias réplicas a la vez, pero no había forma de compensar esa debilidad. Tal era la diferencia entre una Replicación y una Existencia Paralela, por lo que era de esperar. Souei podría hacer que pareciera que podría lograrlo si estuviera lo suficientemente cerca de una réplica, pero incluso eso ocurriría en un lapso de tiempo que podría ser letal contra un oponente más fuerte. Con alguien así, solo el cuerpo principal de Souei podría dar el golpe final.

“¡¡Ngh!!”

Souei pensó que lo habían tomado por sorpresa. El momento más peligroso de una pelea, como todos sabían, era justo cuando estabas a punto de terminar el trabajo. Nunca podías bajar la guardia en ese momento, y el hecho de que no lo hiciera a pesar de que lo sabía, fue un error vergonzoso.

¡Perdóneme, Rimuru-sama! Le prometo que sobreviviré a esto y recibiré mi castigo más tarde…

Souei se preparó para la embestida final de Gardner. No se le permitía morir—tenía que sobrevivir a esto.

Pero entonces:

No serás perdonado, Souei. Por lo tanto, también te otorgaré poder.

Souei pensó que escuchó una voz extraña.

Espera, esa voz… ¡No! ¡No!

Instantáneamente entendió—esta voz nunca debe ser pensada o perseguida de ninguna manera. Quizás era algo imprudente por parte del líder de un departamento de inteligencia, pero Souei tomó la decisión sin dudarlo más.

Eso está bien. El nombre de la habilidad que ganarás es…

De inmediato, Souei entendió este poder como si hubiera nacido con él. Al mismo tiempo, dentro de este campo de conciencia que parecía extenderse un millón de veces, se dio cuenta de que sus réplicas ahora eran cuerpos separados. Solo significaba una cosa—Souei también había adquirido Existencia Paralela.

“¡Hyah-ja-ja-ja-ja! ¡Me voy a morir, pero también es el final para ti! Prueba mi—” “¿Esas son tus últimas palabras?”

“¿Qué? ¡N-No! Este tiene que ser tu cuerpo principal…” “Lo es. Y éste también. Si entiendes eso, entonces muere”. “¡¡Dios te maldiga!!”

Esta vez, Gardner realmente no tenía nada más. “Muerte de Mil Sombras”.

La sombra de Souei se extendió, convirtiéndose en mil brazos que rápidamente agarraron a Gardner.

Este fue el efecto del Ojo de la Luna en juego, una de las habilidades ofrecidas por el regalo definitivo Tsukuyomi, Señor de la Sombra Lunar. Le otorgaba a Souei la capacidad de manipular las sombras a voluntad, y nada podría haberlo igualado mejor. Podía usar las sombras para investigar cualquier parte del mundo que quisiera, y dondequiera que existieran las sombras, podía ‘moverlas’ fácilmente al instante. Combina esto con Existencia Paralela, y podría crear múltiples pares de brazos para atacar a las personas libremente desde las sombras—una táctica de batalla efectiva.

“Adelante”, gritó Gardner mientras lo sujetaban. “¡Celebra tu victoria! Nunca podrás vencer a Velgrynd-sama o a Granit—”

Pero su vida llegó a su fin antes de que pudiera terminar el pensamiento, eliminado por muerte Instantánea de Souei.

“Rimuru-sama ya se encargó de Velgrynd-sama. Este ‘Granit’ que mencionaste está siendo atendido por Benimaru, alguien mucho más fuerte que yo. Supongo que muy parecido a mí… Ah, pero eso no es asunto tuyo”.

Sin más comentarios, Souei se desvaneció, permitiendo que Gardner fuera tragado por la oscuridad.