Tensei Shitara Slime Datta Ken (NL)

Volumen 15

Capitulo 4: Las Ocho Puertas Impenetrables

Parte 3

“Voy a transformar mi voluntad en una espada con la que derribarlo. Esa es la única manera”.

Agera tenía la sensación de que nada de lo que pudiera hacer contra García lo afectaría. Incluso si apuntaba a un hueco en su armadura, el poder marcial que envolvía todo su cuerpo lo mantendría a salvo. Cuando tu defensa alcanzaba la clase Divina, las apariencias dejaron de importar mucho—a simple vista o no, aún estabas completamente protegido. Solo en términos de agilidad, Agera superaba fácilmente a García, pero aun así no pudo darle un golpe decisivo—y esa era la razón.

La única solución era que Agera alcanzara el mismo nivel. Si pudiera dominar el arte de escuchar la voz de su espada, volverse uno con ella… Concentrando toda su fuerza, Agera prestó atención a la espada con la que nació. Entonces, llegó a una conclusión.

“Mmm. ¿Entonces nuestra voluntad no puede traspasar su armadura?”

“Confía en mí, Esprit. Puede que no estés a la altura de tu maestra Carrera-sama, pero aún estás a niveles de talento que te convierten en una verdadera maestra. Sé que las espadas no son lo tuyo, pero aún tienes talento para ellas. Por lo tanto, creo que eres digna de mi confianza”.

“¿Eh? ¿De qué hablas—?”

“Pon tu mano en mi espalda. Yo me ocuparé del resto”.

Esprit estaba perpleja. Poco de lo que decía Agera tenía sentido. Pero al final, ella decidió creer en él. El espadachín estaba de pie cuando Esprit tocó su espalda como le dijeron. García estaba en la escena,

ya ridiculizándolos.

“Oh, finalmente te rendiste, ¿verdad? Bueno, te lo haré fácil ahora mismo, ¿de acuerdo? Estoy seguro de que tu maestro, el rey demonio Rimuru, ya ha sido devorado por Velgrynd-sama. ¡Un final lamentable para un pequeño monstruo lamentable, pero al menos ahora pueden seguirlo al más allá!”

“¡¡¡¿Qué?!!!”

Aquí había una declaración que era absolutamente imperdonable. “¿Incluso crees que Rimuru-sama, nuestro dios, es un monstruo humilde?” “Y como si eso no fuera suficiente, ¿crees que ya está muerto?”

Los oficiales fuera de la Puerta, al escuchar esto a través de Esprit, se veían visiblemente diferentes ahora. Pero incluso antes de eso, Agera—y Esprit también—se habían quedado sin paciencia.

「Muy bien. Agradezco que hayan mantenido la calma cuando me insultaron antes, pero si van a mantener la calma después de eso, ¡no son demonios en absoluto! ¡¡Por la presente les doy la orden para matarlo ahora!! 」

Carrera no necesitaba dar la orden. Los dos tenían la intención de hacer precisamente eso. “¡Usa bien mis poderes, Esprit!”

“No sé de qué se trata todo esto, pero está bien. ¡Voy a matar a ese bastardo!”

La pareja dejó que su furia los moviera. Arrojando toda su conciencia a su espada, Agera le habló directamente—y eso despertó un nuevo poder en él.

Déjame responder a tu deseo. Agudiza tu mente y conviértete en una espada.

Pensó que podía escuchar una hermosa voz diciendo eso, pero no estaba completamente seguro de eso. Independientemente, el poder estaba claramente en manos de Agera ahora.

“¡Mi cuerpo es una espada—una espada inmortal, una que destruye a mis enemigos!”

Y cuando Agera presentó el grito, una espada dorada estaba en la mano de Esprit. Este era el regalo definitivo Transformación en Espada, el poder que Agera acababa de adquirir. Lo convirtió en una espada, y su nivel se sumaba al del portador. Si el portador de esta espada era lo suficientemente hábil, los efectos resultantes eran casi inconmensurables.

Esprit desenvainó la espada con un movimiento natural y fluido. Liberado de su vaina dorada, brillaba con un brillo platino radiante. Un pequeño ramo de ocho pétalos de flores revoloteaba detrás de la hoja mientras volaba en el aire. Este era el arte más íntimo del iaido, tal como lo enseñaba el estilo Oboro Shinmei-ryu. Su nombre: Destello de Flor Multicapa.

“¡Estás muerto, pedazo de basura!” “¿Eh? … ¿Qué?”

García no vio nada. Tampoco pudo comprender nada. ¿Qué acaba de suceder? Su presa, enfocada completamente en la defensa hasta ahora, pareció desaparecer en un destello de luz cegador. Entendió que Agera se había convertido en una espada, pero ya no había tiempo para preguntarse por qué—lo matarían si reflexionaba sobre la pregunta.

Confiaba en sus propias defensas. Frente a su máximo poder, ningún ataque podría tener éxito. Necesitarían otro poder supremo como el suyo para romperlo, y no podía sentir nada así de los demonios en este momento. Entonces, sintiéndose un poco aliviado, se tomó su tiempo y los arrinconó.

Entonces la situación cambió en un abrir y cerrar de ojos. La armadura de García se desgarró como papel fino y su cuerpo fue cortado en trozos diminutos. En un solo instante, había sido cortado no menos de ocho veces, y sin más tiempo para pensar, su vida había terminado.

O tal vez tuvo tiempo para pensar. En la mano de Esprit ahora había una pequeña bola carmesí—la encarnación de su alma.

“Mmm. Este es rojo, ¿eh? Ciertamente le queda bien”, murmuró Esprit.

“¿Eso crees? Porque creo que simplemente era un advenedizo que no conocía su lugar”, respondió Agera mientras volvía a su forma habitual. Mirando con tristeza a la bola roja. “¡Ningún guerrero permanecerá en silencio cuando insultan a su maestro, tonto! Pero… Ah, debería haber estado advirtiendo a mi señora sobre esto, pero en cambio me dejé enfurecer por las palabras de un hombre pequeño…”

Esprit le ofreció algunas raras palabras de consuelo.

“Ya, ya, ¿qué podrías hacer? Estaba insultando a Rimuru-sama. Incluso Carrera-sama nos dio la orden.

¿Por qué ser tan duro contigo mismo?”

“Sí… Bueno, dejémoslo así, ¿de acuerdo?”

Agera resolvió dentro de sí mismo tomar esto como una lección y crecer a partir de ella. Miró hacia Esprit, un poco envidioso de ella.

Ahora, claramente, Agera había adquirido una nueva habilidad. Y recordó quién era antes de nacer— viviendo como alguien que entrenó para dominar la espada. No todos sus recuerdos regresaron a él, pero el dominio que había ganado entonces, ahora estaba nuevamente dentro de su cuerpo. Recuperado… o quizás ‘recreado’ era el término más correcto.

Era el arte de Oboro, la forma de disipar demonios. Cuando aún era humano, Agera creía que su alma residía en su espada. ¿Fue por eso que transformarse en una le trajo esos recuerdos? Y solo entonces se dio cuenta de por qué ahora tomaba la forma de un samurái. Fue uno, hace mucho tiempo, antes de reencarnarse como un demonio en este mundo.

¿Entonces mi nombre era Byakuya Araki? Mmm. Supongo que, si anduviera usando el nombre de un muerto, no haría más que confundir a todos…

El rostro de Hakurou pasó por su mente. Todos sus discípulos se convirtieron en grandes espadachines, adoptando el estilo recién inventado conocido como Oboro-ryu o Cortador de Olas. El propio Agera había cambiado el nombre porque sentía que el estilo ‘Shinmei-ryu’ o ‘vida del corazón’ tenía un tono demasiado conciliador para una escuela anti-monstruos. Fue un recuerdo divertido para recordar en este momento.

Je, je, je… Pero supongo que me he dado cuenta del Shinmei desde que Rimuru-sama me nombró,

¿no? No es necesario que intervenga, entonces.

Se había unido con una joven ogro en este mundo, y les nació un niño—una niña que, a su vez, les dio un nieto. Ese era Hakurou, y ahora este mundo estaba lleno de personas que Hakurou había criado y entrenado. Rimuru, el maestro de Agera, era el más noble de todos, y Hakurou podía atribuirse todo el mérito por haberlo entrenado.

Todas las habilidades perfeccionadas y pulidas de Agera se estaban transmitiendo de manera segura, algo que estaba realmente eufórico de ver, y sería grosero que Byakuya Araki apareciera de repente ahora. Así que cambió su enfoque. Ya no tenía ningún interés en la basura que acababa de matar. Así que giró sobre sus talones y se dirigió de regreso a Carrera, su actual maestra.

Los tres demonios emergieron de la Puerta, recibidos con vítores de los otros oficiales. “¡Bien hecho! Estoy muy orgullosa de ustedes”.

Carrera le dio varias palmadas en la espalda a Agera. Casi matándolo. “Tengo algunos refrigerios listos para todos ustedes”.

Un juego de té y sándwiches recién hechos estaba impecablemente colocado sobre una mesa. Este fue el trabajo de Zonda, y también fue bien recibido.

Dejando otros temas a un lado para más adelante, Esprit le entregó la esfera roja a Carrera.

“Aquí está el alma de ese malhablado. ¡El núcleo de su corazón está encerrado dentro, por lo que su ego todavía está allí!”

“¡Bien, Esprit! Ahora podemos castigar a este tonto por insultar a Rimuru-sama”. “Seguro que podemos. Por cierto, Carrera, ¿puedes dejarme ese trabajo a mí?”

Carrera le tiró la esfera a Ultima que interrumpía. “Si está bien con Benimaru, no me importa”. “Haz lo que quieras”.

Ella no necesitaba preguntar. Benimaru no tenía ningún interés en torturar a los muertos, y de todos modos no es como si pudiera hacer algo con las almas de las personas, por lo que tenía pocos recursos más que dejar este asunto en manos de las demonios. Normalmente encontraría en contra de sus principios hacerle algo más a un oponente después de que el duelo hubiera terminado. Pero los comentarios de García fueron realmente inaceptables esta vez. Benimaru no iba a intervenir por él, por lo que el alma fue a manos de Ultima.

“Maravilloso. Ahora, ¡comencemos! ¡¡Expiación de Vendetta enloquecida!!”

Este era un veneno mortal, inventado y refinado por Ultima. No era uno físico, sino uno que destruía el cuerpo espiritual y también se comía el astral. No había forma de que esta esfera roja, la encarnación de un alma, lo resistiera. García gritó en agonía.

「¡Detente! ¡Detente! 」

Pero Ultima solo se reía y se reía. “¡Sí, sí! ¡Mira qué efectivo es esto!”

“¿Qué tipo de efecto es, exactamente?” preguntó Testarossa. Ella lo sabía, por supuesto, pero quería que se lo explicara a García.

“Bueno, aplica un dolor continuo e interminable hasta que el poder alojado dentro del alma desaparece. Este tenía mucha energía, así que creo que podrá disfrutarlo durante muuuucho tiempo. Y una vez que esté hecho—¿tal vez en unos mil años?—¡renacerá como un alma limpia y sin mancha!”

Ultima estaba demasiado ansiosa por explicar. García, por su parte, solo podía llorar en silencio. Se preguntó dónde se había equivocado, aunque ya era demasiado tarde para eso.

“Ah, sí, bien por él. Estoy segura de que te está agradeciendo en este momento por dejarlo expiar sus pecados”.

Testarossa sonrió cálidamente. Benimaru sinceramente dudaba de eso, pero esta vez, no ofrecería cuartel a sus víctimas. Además, tenían el pequeño y agradable descanso junto al té de Zonda para disfrutar.

“Sabes”, dijo Esprit, preguntándose internamente si tenían tiempo para este descanso, “cuando Agera comenzó a hablar de no poder ganar, no estaba segura de lo que iba a hacer”.

Ahora que las cosas volvían a estar en paz, se sentía segura presentando esta queja. Sabía que Agera tendría algún tipo de plan, pero aún estaba amargada por haber sido aprovechada tan espectacularmente.

“No dije que no podíamos ganar”, replicó Agera—pero, a decir verdad, no estaba del todo convencido de que su estrategia funcionara. Todo estaba bien ahora, por supuesto, pero si Transformación en Espada fallaba, realmente no quedaba un plan B.

“¡Cierto, pero al menos deberías haberlo discutido conmigo de antemano! ¡Está bien ahora que ganamos, pero si no lo hiciéramos, estarías demasiado muerto para expiar eso!”

Para alguien como Esprit, que casi nunca abandonaba su zona segura durante la batalla, no había estado en una situación tan desesperada como esa en mucho tiempo. Eso la irritaba aún más con Agera.

“Bueno”, dijo Ultima con una sonrisa, “ciertamente, nunca se te habría permitido perder allí. Definitivamente no lo permitiría. Además, es posible que Rimuru-sama no se enfade si perdemos, pero lo estaría si morimos”.

“Sí, estoy de acuerdo. Y es por eso que los estaba cuidando a través de Esprit”.

Carrera parecía que estaba adoptando un enfoque de no intervención, pero si el equipo de Agera parecía estar contra las cuerdas, ella habría sido la primera en apresurarse. En ese sentido, la verdadera batalla de los altos oficiales de Rimuru estaba a punto de comenzar. Y tal vez fue un poco impertinente de su parte, pero Esprit quería estar preparada para lo que vendría después.

“Um”, comenzó, un poco inquieta, “¿Shion-sama está bien? Hemos terminado nuestra batalla, pero no la veo aquí…”

Supuso que Shion estaría bien. Ahora estaba repentinamente preocupada.

“No hay problemas allí”, respondió Benimaru con indiferencia. “Tengo la sensación de que se está olvidando de su misión aquí, pero no parece que esté luchando en absoluto”.

Souei asintió en acuerdo. “Ella es demasiado entusiasta como siempre, de hecho. Debería saber que repetir los mismos viejos ataques no funcionará. Ella necesita considerar otros enfoques”.

Esprit se preguntó acerca de esto. Era casi como si la estuvieran viendo pelear. “… Entonces, ¿están al tanto de lo que está pasando allí?”

Fue Testarossa quien preguntó por ella.

“Bueno, por supuesto. Me quedaré aquí en caso de que algo les suceda a nuestros altos funcionarios,

¿sabes?”

Carrera y Ultima escupieron su té simultáneamente. “… ¡¿Ehhh?!”

“E-Espera, Testarossa. ¿Estás diciendo que sabes lo que sucede más allá de las puertas sin los informes de Esprit?”

“Absolutamente”.

La sonrisa de Testarossa se hizo más profunda mientras las miraba a ambas. Entonces, de repente, Carrera cayó en la cuenta.

“Y… ¡¿Y también estás viendo a Rimuru-sama en batalla?!” “¡Ah!”

Ultima se puso de pie de un salto cuando se le ocurrió la posibilidad. “¡Eso es muy injusto, Testarossa!”

“¡En serio, eso es horrible! Y Diablo es igual—¡¿Por qué siempre actúas como si todo lo que importa es lo que quieres?! ¿No crees que podrías habernos invitado, tal vez?”

Carrera y Ultima estaban bastante molestas por esto. Pero Testarossa mantuvo su rostro frío. También lo hicieron Benimaru y Souei. La recopilación de inteligencia era uno de sus deberes asignados, y este era un enfrentamiento que nunca podían perderse.

Por cierto, Shion desconocía por completo esto—una razón por la que estaba tan ansiosa por saltar a una puerta primero. Si estuviera viendo la pelea de Rimuru, nunca se habría movido del lugar hasta que terminara. Benimaru, consciente de esto, lo mantuvo en secreto para Shion.

De todos modos, Carrera y Ultima estaban claramente molestas por eso. Benimaru no tuvo más remedio que explicarse.

“… Entonces, como puede ver, las habilidades de monitoreo de Moss son muy convenientes. Hicimos que se infiltrara en las ocho puertas para que pudiéramos configurar un monitor para cada una”.

Al parecer, estaba funcionando sin problemas, lo que significaba que Moss todavía estaba en ello. Benimaru le dio órdenes estrictas de permanecer alerta, asegurándose de que el enemigo no lo detectara.

“Ya veo. También probé las otras puertas, pero ni siquiera puedo tocar ninguna de ellas. Parece que esta dimensión está tratando a Agera como el vencedor”.

“Sí, y yo tampoco puedo entrar”.

Por supuesto que Zonda no pudo. Todo lo que hizo fue preparar té allí. Pero Esprit también estaba excluida del próximo desafío, al parecer. Los estándares de evaluación de Velgrynd aún no estaban claros, pero ahora parecía que una vez que ingresabas a una puerta, no podías ingresar a ninguna otra a menos que derrotaras directamente al enemigo que estaba dentro.

“Más o menos lo que esperábamos, ¿no?” “Sí. Fue inteligente que entraran primero”.

Benimaru, Souei y Testarossa asintieron el uno al otro.

“Bien, entonces, si uno de nosotros está pasando por un momento difícil, ¿Testarossa vendrá a apoyarnos?”

“Eso es correcto. Dudo que sea necesario, y tengo otras cosas en mente de todos modos—pero si se llega a eso, estaré allí”.

“Me gustaría pensar que no hay necesidad, pero tenemos que considerar las órdenes de Rimuru-sama.

Necesitamos victorias seguras aquí, así que no sean demasiado entusiastas”.

Carrera sonrió audazmente mientras hablaba. Benimaru y los demás asintieron, todos sintiéndose de la misma manera. Entonces Benimaru frunció el ceño un poco.

“Carrera, yo no bajaría la guardia con tu oponente si fuera tú”. “Bueno, ciertamente no, pero ¿por qué?”

“Su nombre era Kondo, ¿verdad? Bueno, él es el único hasta ahora que vio a Moss. Una sola bala acabó con su réplica”.

“Hooh~ Qué interesante”.

Carrera siguió sonriendo, más fascinada que temerosa por la fuerza de su oponente.

“Conociéndote”, dijo Testarossa, “estoy segura de que no tengo nada de qué preocuparme, pero si algo sale terriblemente mal, pide ayuda a través de Esprit”.

Carrera levantó una mano, su actitud dejaba claro que ella no veía eso como necesario. Testarossa le devolvió la sonrisa. Este era el comportamiento típico de Carrera.

Así que se reanudó el ataque a las Puertas. Una todavía estaba siendo abordada por Shion, por lo que quedaban seis—y con la excepción de la protegida por Velgrynd, ahora cinco puertas estaban siendo asaltadas a la vez.

Shion, ahora sola, estaba en medio de la lucha. Ella era todo sonrisas y emoción fuera de la Puerta, pero ahora había una mirada de terrible asesinato en su rostro.

Su oponente aquí era Minaza, una dígito individual clasificada sexta en el Imperio. Ella también era una de los cuatro caballeros que custodiaban a Rudra, y Shion ahora respiraba con dificultad mientras la miraba.

“¡Debo elogiarte por hacer esto tan difícil para mí!” gritó, con su voz llena de espíritu furioso. Minaza tampoco estaba ilesa. Su uniforme estaba rasgado, exponiendo la piel desnuda aquí y allá—

pero no había ningún atractivo de damisela en apuros en esa mirada. Hacía tiempo que había dejado de

usar la mímica para ocultar su verdadera forma—tenía que hacerlo, si quería darlo todo aquí.

“¡Cierra la boca! ¡Tú eres quien merece ser elogiada—elogiada por tus esfuerzos inútiles! Te felicito por derrotar a mis hijos, pero me has hecho enojar… ¡y yo gobernaré el día!”

A los pies de Minaza había un siniestro gran número de cadáveres insectoides. Todos ellos habían sido asesinados por Shion. Y como Insector, un plano superior de existencia sobre los insectoides, no estaba bromeando sobre la parte de los ‘niños’.

“¡Hah! Esos pequeños gusanos no son nada para mí. He visto campos de entrenamiento llenos de insectoides mucho más poderosos, así que estoy bastante acostumbrada”.

“¿Qué dijiste?”

“¡Ji ji ji! Lástima por ti, pero tengo mucha más experiencia de lo que aparento. Si crees que eres el primer insecto con el que he luchado, ¡estás equivocada!”

Shion estaba cansada, pero aún le quedaba mucha energía. Miró a Minaza, sonriendo con aire de suficiencia.

“Ahora que lo pienso… Razul era más un Insector que un insectoide, ¿no? Lo llamó su forma completa, si no recuerdo mal, así que debe haber sido eso”.

La expresión de Minaza cambió. “¿Razul? ¿Fuiste tú quien derrotó al guardián del Oeste?” Shion olió esto. “No lo enfrenté sola, pero sí, di el golpe final. Era un oponente formidable”.

“Ya veo,” murmuró Minaza. Luego giró la cara hacia abajo y comenzó a reírse por lo bajo. “¡Así que te deshiciste de él por mí! Él nos traicionó, sabes. Somos conocidos como agresores, un grupo de invasores de otro mundo, pero cuando el emperador Rudra nos aceptó, finalmente encontramos un refugio seguro para nosotros. Pero se negó a jurarnos su lealtad y, en cambio, continuó con su comportamiento egoísta. Verdaderamente el más imperdonable de los tontos”.

Todo esto pasó directamente por encima de la cabeza de Shion. Ella recompensó el discurso de Minaza con una mirada de: ‘¿de qué diablos estás hablando?’ Pero una cosa la molestó, así que decidió aprovechar esta oportunidad para preguntar.

“¿Quieres decir que no es solo Razul? ¿Tienes a tu gente en otras partes del mundo?”

Shion tenía curiosidad por sus amigos Zegion y Apito. Si Minaza los conocía, tal vez no era tan buena idea matarla después de todo. Quería estar segura antes de hacer el intento.

“Hay muchas especies inteligentes en nuestro mundo natal. Los agresores como nosotros usamos una Puerta del inframundo para llegar a este mundo. Hay insectos como nosotros, junto con los críptidos, con los que compartimos muchos rasgos. Eso, y también están los místicos. A diferencia de los demonios, somos formas de vida semi-espirituales, por lo que podemos manifestarnos libremente en este mundo, siempre que tengamos suficiente tiempo.

A Shion realmente no le importaba si obtenía una respuesta, pero Minaza fue lo suficientemente amable como para dar una de todos modos. Esta Puerta del Inframundo le recordaba las Puertas del Infierno, algo cercano y querido por Diablo y los otros demonios—pero parecía que el mundo de Minaza presentaba tres razas principales compitiendo por la supremacía. Existía en paralelo con el infierno que los demonios llamaban hogar y, como lo describió Minaza, enfrentaba una pobreza severa y escasez de alimentos. Por lo tanto, los agresores como ella buscaron todas las oportunidades para invadir este mundo.

Durante muchos años, aparentemente habían estado enviando a sus compatriotas aquí para expandir su territorio. Los insectoides como las avispas armadas aparentemente fueron parte de ese esfuerzo.

“Por supuesto, la historia completa es un poco más compleja que eso. Hay algunas razas que no están tan dispuestas a doblegarse a nuestros deseos”.

El líder de esta banda derivada fue Razul, a quien el grupo de Shion derrotó.

Probó que los agresores estaban lejos de ser un monolito, pero luego Shion recordó algo más. ¿No recogió Rimuru a Apito y Zegion mientras huían de otra persona?

¡Creo que esta Minaza es mi enemigo después de todo!

Ella no tenía una base sólida real para esto, pero Shion hizo esa llamada de todos modos. Confiaba en su intuición y estaba orgullosa del hecho de que nunca le había fallado en casos como estos. Y ella también tenía razón. Tampoco era una coincidencia. Habiendo muerto y revivido una vez, Shion ahora estaba profundamente conectada con Rimuru—y ahora con Ciel, su nueva habilidad. Sus habilidades computacionales ahora estaban interactuando con la información fragmentaria que Shion había obtenido hasta el momento, dándole una visión profunda de la verdad.

“¿Así que eres mi enemigo, básicamente?”

“¡Jajaja! Un poco tarde para eso, ¿no? ¡Y gracias a todo el tiempo que has desperdiciado hablando conmigo, ahora puedo devolver la vida a mis adorables hijos!”

En el momento en que lo gritó, la parte inferior del cuerpo de Minaza se hinchó. Surgieron varias bocas, generalmente ocultas por la falda de su uniforme militar—y cada una de esas bocas ahora estaba produciendo huevos de aspecto siniestro al mismo tiempo.

“¡Ja, ja, ja, ja, ja! Puedes actuar tan fuerte como quieras, pero luchar contra todos mis hijos te ha dejado completamente exhausta. ¡¿Si crees que puedes ganar contra estos números—?!”

Minaza se detuvo en medio de su jactancia. Era obvio por qué. Un solo destello de la versión 2 de Gorikimaru de Shion acabó con la vida de tantos insectos tan pronto como nacieron.

“¡N-No! Mis hijos… se suponía que habían renacido como guerreros con un poder abrumador… con la ayuda de Su Majestad…”

El poder de Minaza era similar al de la Reina Madre de Apito en muchos aspectos. Denominada Resurrección Voraz, le permitía regenerar a sus hijos consumiendo sus cadáveres, una y otra vez. Combinado con el regalo definitivo de Rudra, se potenció aún más, el ciclo de muerte y renacimiento ahora lleva mucho menos tiempo.

Los innumerables insectoides que estaba dando a luz eran tan formidables para Shion como pensaba Minaza. Cada uno tenía habilidades equivalentes a las de un demonio de alto nivel, y algunos de ellos incluso podían pasar por reyes demonio pre-despertados.

Pero, aunque era una pelea dura, Shion los había despachado a todos. Y ahora que lo hizo, Minaza nunca recibiría otro golpe. Acción Óptima, parte de su habilidad única de Cocina, no tuvo problemas para derrotar a los insectos renacidos en un instante.

Minaza se sorprendió. Este proceso de parto de alta velocidad generalmente era suficiente para agotar a los oponentes por sí solo—ella no tenía que mover un dedo. Era una estrategia probada para ella, por lo que enfrentarse a un comodín como Shion la confundió. Pero ella no era una ‘reina’ sin razón. Se puso de pie, indignada, y estaba claro que no volvería a cometer el mismo error.

“Pagarás por eso. ¡Hijos míos, prestad vuestra fuerza a vuestra reina madre!” “¡Perfecto! ¡Veamos qué tienes!”

Tomando el poder de sus hijos como propio, Minaza cambió a forma de batalla. Shion, con Gorikimaru versión 2 lista, la enfrentó alegremente… y así comenzó la larga batalla.

La lucha oscilaba de un lado a otro. El ataque de Minaza podría herir a Shion, pero Regeneración Ultra-Rápida la curaba instantáneamente. De la misma manera, ninguno de los ataques de Shion pudo rasguñar el exoesqueleto de Minaza. Estaba protegida con un encantamiento definitivo que incorporaba una armadura de clase Leyenda, e incluso el equipo de clase Divina tendría problemas contra él.

La velocidad de Minaza superaba a la de Shion, pero Shion tenía más músculo. Minaza tenía ventaja en defensa, aunque Shion era mucho más experta en curar.

“¡Ihhh! ¡Esto de nuevo! Ustedes, los insectos, sois una molestia. ¡Muy duros!”

Shion estaba haciendo todo lo posible para atravesar el exoesqueleto de Minaza, sin importar cuán pequeña fuera la fisura. Una vez que lo hiciera, Cocina se encargaría del resto y Minaza quería evitar eso a toda costa. No había subestimado a Shion, pero estaba demostrando ser mucho más obstinada de lo que se pensaba—para ser honesta, se sentía amenazada.

No puedo creerlo. Incluso en esta forma, ella está peleando parejamente conmigo…

Minaza podía ver la gigantesca magia de Shion lo suficientemente bien, pero si eso era todo lo que alardeaba, no explicaba por qué estaba pasando por un momento tan difícil. Shion era difícil porque a pesar de su estilo aparentemente descuidado, era bastante hábil con la espada—no tan buena como Benimaru, pero su instructor Hakurou ratificaba plenamente sus habilidades. Eso la convertía en una maestra de la espada, y entre eso y su fuerza bruta, esto se estaba convirtiendo en un maratón de pesadilla para Minaza.

Pero Shion no estaba disfrutando tanto. Quería acabar con Minaza de una vez y seguir adelante, pero estaba demostrando ser más fuerte de lo que parecía.

Ella realmente es una guerrera entre los escalones superiores del Imperio, sin duda. Tal como dijo Rimuru-sama, no puedo bajar la guardia a su alrededor.

Tal vez podría haberlo considerado antes de zambullirse. Pero Shion nunca fue de las que pensaban demasiado en las cosas. Solo ahora comenzó a preguntarse cómo iba a derrotar a este adversario. Ya era demasiado tarde para eso, pero al menos ahora se dio cuenta de que necesitaba usar un poco la cabeza. Pero eso por sí solo no iba a despertar de repente una idea brillante en su mente. No lo haría, pero Shion tenía a Ciel de su lado.

Posees un gran poder. Me tomó un tiempo elegir la mejor entre todas las posibilidades, pero he tomado mi decisión. Lo que mejor se adapta a ti es…