Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

Mientras Ayaka Shinozaki vagaba por las calles nocturnas de la capital, comenzaba a lamentar su declaración de guerra contra la clase. Eran bastante famosos, así que se las arregló para encontrar a algunos de ellos con sólo preguntar. Pero aunque eso había sido suficiente al principio, después de encontrar y matar a Ushio, el resto del grupo había dejado de salir tanto. La ciudad era absurdamente grande. A este ritmo, no sería capaz de encontrarlos de nuevo.

Ahora somos conscientes de su verdadera fuerza. Sabemos dónde está su base, así que ¿por qué no los atacamos directamente?

Los candidatos a Sabio estaban, como parte de sus pruebas, avanzando hacia el Inframundo debajo de la ciudad. Como tal, se estaban quedando como invitados de honor en el palacio. Se había dado cuenta de eso al escuchar los rumores que circulaban por la ciudad.

“Si lo hiciera, mi plan de hacer que temieran que iba a por ellos sería en vano”.

No, aún no tenemos el cuadro completo. Sería mejor para nosotros actuar con cautela.

Entrar a hurtadillas y matarlos de uno en uno como un misterioso asesino en serie sería mejor, ¿no crees? Ahora que saben que son el objetivo, no van a andar por la ciudad.

Recomiendo que nos abstengamos de tales actividades.

“Probablemente sea una buena idea”.

Esperen, ¡¿van a aceptar mi sugerencia?!

“Debería ir a su base de operaciones. Entonces mataré a uno de ellos y me iré. ¿Qué te parece?”

Eso sólo funcionará una vez, ¿no? Una vez que se den cuenta que su base ha sido comprometida, seguramente huirán a otro lugar.

Tomar venganza está muy bien, pero ¿por qué no te das prisa y los matas? ¿Es realmente algo en lo que necesitas pasar tanto tiempo?

Sería mejor si pudiéramos rastrear fácilmente sus movimientos de alguna manera.

¿No podemos rastrearlos por el olor o algo así?

Podríamos liberar el limitador de nuestro sentido del olfato, pero aún así sólo tenemos un número limitado de receptores de olor. No cambiaría mucho.

¿Qué tal con magia?

Tal vez. Identificarlos y localizarlos basados en mana individual debería ser posible, pero necesitaríamos encontrarnos con cada uno de ellos una vez para aprender sus patrones en primer lugar.

Así que tendríamos que ir a su base, después de todo. Por ahora, sólo necesitamos encontrar a uno de ellos. Entonces podremos atacarlos cuando queramos.

Ayaka estaba empezando a pensar que tal vez se estaba volviendo loca. Cada vez le resultaba más difícil diferenciarse de las demás unidades, hasta el punto de que ya no podía identificar qué unidad hablaba en cada momento. Le hacía preguntarse si las unidades no eran sólo producto de su imaginación.

Mientras esos pensamientos nadaban ociosamente por su cabeza, una repentina sacudida en su cráneo los sacó de su mente.

¿Qué fue eso?

Un impacto en la cabeza. La Escala de Dragón fue capaz de bloquear el golpe, pero no absorbió el impacto completamente.

Detecto una conmoción cerebral menor.

Sus ojos fueron atraídos por algo en el suelo, una piedra del tamaño de su puño. Eso debe haber sido lo que la golpeó.

¡¿A qué estás esperando?! ¡Detengan la simulación humana ya!

“Supongo que no soy humana después de todo”, Ayaka murmuró para sí misma mientras el mareo se disipaba en un instante. No había manera de que todo esto fuera una ilusión salvaje si ella podía cortar todas las sensaciones físicas en un capricho como ese.

¡Un ataque de tijera!

¡¿De dónde viene?!

¡Noreste, treinta grados arriba! ¡Otro ataque que se aproxima!

Ayaka miró hacia donde la unidad estaba indicando. Tres rocas más volaban hacia ella. Esquivó la primera, y golpeó a alguien con la mala suerte de estar de pie detrás de ella, enviando un chorro de sangre. Las otras dos parecían haber sido lanzadas ligeramente fuera del objetivo mientras aplastaban los cráneos de otros dos transeúntes delante de ella.

He determinado el punto de vista del francotirador.

“Ya veo. Entonces vamos. Ala de Dragón”. Usando el lenguaje del dragón, Ayaka manifestó el fenómeno del vuelo, elevándose en el aire como si tuviera sus propias alas. Deslizándose suavemente, llegó a su destino en poco tiempo.

En el techo de un edificio alto, encontró a una chica con un uniforme blanco de artes marciales. Riona Shirayama: una de sus compañeras de clase, y uno de los objetivos de su venganza.

Riona fue sorprendida completamente desprevenida por lo rápido que Ayaka había llegado a ella. Evidentemente había planeado pasar más tiempo atacando, como lo demuestra el gran número de rocas de tamaño similar esparcidas alrededor de sus pies.

“Tal vez no debería ser yo quien diga esto”, dijo Ayaka, “pero, ¿estás segura de que quieres involucrar a extraños en esto?”

“Si te dejamos sola, ninguno de nosotros podrá dormir por la noche. Si matarte significa matar a unos cuantos lugareños también, vale la pena.”

“Bueno… Parece que te has vuelto bastante egocéntrica. No es de extrañar que hayas podido dejar a tus propios compañeros como cebo sin pensarlo dos veces.” Ayaka nunca había estado realmente dispuesta a perdonarlos, pero en este punto, no había lugar para la simpatía.

“Acabar con alguien a la distancia no se ajusta mucho a mi estilo”, respondió Riona, adoptando una postura de lucha. “¡Esta es realmente la mejor manera de manejar las cosas!”

Ayaka recordó que su oponente solía practicar Karate, así que su uniforme blanco y su cinturón negro deben estar relacionados con eso.

Ella parece ser del tipo que usa el karate para el combate real. Aunque en realidad es más como imitar el kick-boxing en ese punto… reflexionó una de las voces en su cabeza.

“Eso es terriblemente prejuicioso para ti, Unidad de Batalla”.

Con un grito, Riona saltó y atacó, pero Ayaka no hizo ningún esfuerzo por esquivar. Le llovieron puñetazos, patadas y codos en rápida sucesión desde todos los ángulos, pero Ayaka recibió todos los golpes sin ni siquiera pestañear. Ya la habían tomado por sorpresa antes, pero ahora que estaba lista para ello, los ataques no eran nada para ella.

“¡Maldición!” Riona maldijo, retrocediendo cuando se dio cuenta de que no estaba haciendo ningún progreso.

“¿Qué tan fuerte eres comparada con el resto de la clase?”

“¡Cuando se trata de pelear mano a mano, soy la más fuerte!” Mientras gritaba su respuesta, una luz ardiente comenzó a envolver su cuerpo.

“¿Qué es eso?”

Parece una habilidad que le fue concedida por el Don. ¿Quizás algún tipo de poder?

“Esa no es una información muy útil, ¿verdad? Garra de Dragón”.

Sin molestarse en esperar a que su oponente terminara, Ayaka movió su mano como si aplastara una mosca. Un golpe invisible lanzado por sus dedos, cortando el aire como una garra de dragón desgarrando la carne. Riona parpadeó tontamente cuando sintió que el ataque se precipitaba sobre ella, seguido un momento después por el techo que estaba a su lado que se derrumbaba.

Al caer un trozo del edificio, su brazo derecho también cayó al suelo. Riona gritó de dolor mientras se desplomaba.

“Por supuesto, podría haberte golpeado de frente”, dijo Ayaka, acercándose, “pero no quiero matarte de inmediato”. Necesito que primero estés bien aterrorizada”.

Pateó a su compañera de clase en el estómago. Aunque sus pies estaban reforzados por las Escamas de Dragón, no puso tanta fuerza en ello.

“¡Maldita sea!” Todavía acurrucada en el suelo, Riona golpeó con la mano que le quedaba. Tal vez su poder estaba completo, ya que un aura ardiente ahora envolvía su puño, pero no tuvo ningún efecto en Ayaka. No había forma de que el fuego pudiera penetrar en las Escamas de Dragón.

“Si eres el luchador mano a mano más fuerte, el resto de la clase debe ser bastante débil, ¿no?” Ayaka dijo mientras pisaba el brazo izquierdo de Riona, sosteniendo el brazo derecho desmembrado frente a ella. “Ahora bien. ¿Por qué no intentas suplicar por tu vida? Quién sabe, incluso podría cambiar de opinión sobre matarte.”

Por supuesto, no tenía intención de perdonarla. Sólo quería ver lo fea que se vería Riona mientras luchaba desesperadamente por sobrevivir.

“Si no hubiera reducción de habilidades… si pudiera usar mis habilidades en el cuarto rango, ¡nunca perdería ante ti!”

Ayaka hizo una pausa. Aunque probablemente sólo estaba poniendo excusas, parecía que Riona realmente lo creía.

Las habilidades otorgadas por el Don tienen rangos que se les atribuyen, pero dentro de esta región esos rangos han sido reducidos a la fuerza. Por supuesto, ya que nuestras habilidades dependen del Lenguaje del Dragón, no tiene ningún efecto sobre nosotros.

“¿Cuál es tu habilidad, de todos modos?” Preguntó Ayaka. “¿Qué cambia cuando tu rango sube?”

Riona le devolvió la mirada en un desafiante silencio.

“Colmillo de Dragón”, dijo Ayaka, activándolo desde su pie. Una mandíbula invisible se agarró al brazo de la otra chica. Lentamente, Ayaka añadió más y más fuerza, pero no la suficiente para arrancarle el brazo por completo, después de todo, sólo era una amenaza. “Si estás tan orgullosa de tu rango cuatro o lo que sea, seguro que puedes contarme todo sobre ello.”

“Aumenta todas mis estadísticas… en el rango uno, las multiplica por diez. En el rango dos, cien veces… el rango cuatro es diez mil veces… pero ahora mismo estoy atascado en el rango dos…”

“Ya veo. Cien o diez mil veces su poder actual sería ciertamente otra historia. ¿Hay alguna manera de quitar ese bloqueo?”

De acuerdo con la información obtenida del pueblo del dragón, las habilidades reducidas son el resultado del poder de la familia real. Matar al poseedor de esa habilidad debería ser suficiente.

Ayaka dejó caer el brazo que sostenía, alejándose de Riona.

“Parece que tus excusas ayudaron. Una vez que haya liberado el bloqueo de tus habilidades, pelearemos de nuevo.”

“¿De qué estás hablando…?” Riona preguntó, sin entender que se estaba salvando por el momento.

¿Está segura?

“Sí. Ahora que la hemos visto, podemos rastrearla a través de su maná, ¿verdad?”

Podría matarla en cualquier momento. Usando su Ala de Dragón, Ayaka se elevó de nuevo en el aire. Mirando alrededor, no le tomó mucho tiempo encontrar el palacio, el edificio más grande en el centro de la ciudad.

Comenzó a volar hacia él.

◇ ◇ ◇

Hanakawa y Lute encontraron una taberna para comprar los boletos, e inmediatamente se dirigieron a la entrada más cercana al Inframundo. Cada taberna vendía tickets para la entrada más cercana, así que no fue particularmente difícil encontrarla.

El acceso en sí mismo era un pequeño edificio de piedra. A pesar de su tamaño, estaba decorada lo suficientemente bien como para parecer de clase alta.

Entregando sus boletos en la recepción, y entraron. Dentro había una escalera de caracol que iba más abajo en la tierra.

“¿Es cierto que el Inframundo se extiende a lo largo de ciento cuarenta kilómetros?” Preguntó Hanakawa mientras bajaban. “Eso la haría mucho más grande que la propia ciudad, pero tenía la impresión de que la ciudad fue construida específicamente para protegerse de ella.”

La capital era una enorme metrópolis por derecho propio, pero no podía tener mucho más de diez kilómetros de ancho. No había forma de que se ajustara al tamaño del Inframundo.

“Sólo porque vayamos bajo tierra para llegar allí no significa que el Inframundo en sí mismo sea sólo ‘subterráneo’. Se llama el Inframundo, después de todo. Si sólo estuviera sentado ahí debajo de la ciudad, se llamaría un laberinto subterráneo o algo así.”

“De hecho, supongo que eso es cierto.”

En resumen, el Inframundo era un mundo completamente diferente cuyas entradas sólo existían dentro de la capital.

Después de bajar las escaleras por un rato, llegaron a una cueva. A pesar de la profundidad, era notablemente brillante gracias a las luces que cubrían el techo.

“Así que este es el primer nivel”, dijo Lute. “Esta es la primera vez que he estado aquí. La hermana de mi amo debería estar en el nivel más bajo, supongo.”

“Hmm, si el primer nivel tiene diez kilómetros de ancho, eso significaría que el centro está a setenta kilómetros de distancia, ¿no? Y cada nivel es un kilómetro vertical. Incluso si anulamos el primer nivel como un error de medición, eso significa que el séptimo nivel estaría seis kilómetros más abajo… ¡no estoy seguro de cómo se supone que vamos a llegar allí!”

El interior del Inframundo era en efecto un laberinto. No era tan fácil como caminar en línea recta para llegar a donde ibas.

“Me preguntaba cómo sería cuando llegáramos aquí. Pero como sea, supongo que no hay nada más que empezar.”

“Um, ¡perdón! ¡¿No planeas entrar en línea recta, verdad?!”

“¿De qué otra forma vamos a llegar?” preguntó Lute cuando empezó a hacer eso. “Si no te gusta, te dejaré atrás.”

“Tenía la impresión de que me obligaban a acompañarte…” Si era posible que escapara ahora, Hanakawa dudaba que Lute estuviera dispuesto a perseguirle hasta la superficie. Pero aún así, dudaba en intentarlo. ¿Quién sabía en qué clase de problemas se metería? Al final, decidió seguir a Lute, después de todo.

“Hay monstruos aquí, ¿verdad? ¿Y si nos atacan?”

“El billete era barato, así que probablemente no haya tantos”.

La distribución de los monstruos en el Inframundo no era uniforme. Las áreas con mayores concentraciones de ellos eran considerablemente más populares, por lo que los precios de entrada se incrementaban o disminuían para fomentar el uso uniforme de todas las entradas de la ciudad.

“Estos monstruos son los engendros del Dios Oscuro que está sellado en el interior, ¿verdad? ¿No le importa que se utilicen como un recurso en los niveles superiores?”

“Lo dudo. Incluso las crías que son lo suficientemente fuertes para matar a los humanos son como mechones de pelo que cayeron por sí mismos. ¿A quién le importa lo que les pase?”

“Siento que ese pelo es muy valioso…”

“¡¿De qué estás hablando?!”

“¡¿Bueno, este Dios Oscuro es una mujer, verdad?!”

“¿De verdad eres tan asqueroso?”

“¡Jeheheh! Los fetiches por las excreciones físicas son bastante comunes. ¿Ni siquiera sabes tanto?”

“Eres realmente asqueroso.” Lute estaba tan asombrado como siempre.

“Por cierto, ¿sabes a dónde vamos?”

“En realidad, sólo estoy eligiendo caminos al azar.”

“¿Qué? ¡Pero nunca llegaremos al centro de esa manera! ¡Y no estoy para nada preparado para esto!”

Al ritmo que iban, incluso si nunca fueron atacados por monstruos, todavía les tomaría días para llegar al centro. Como sólo esperaba que echaran un vistazo rápido al interior, Hanakawa no había hecho ningún tipo de preparativos para un viaje o un encuentro con el enemigo.

“Bueno, la gente gorda puede sobrevivir más tiempo, ¿verdad?”

“¡¿Espera, estás asumiendo que tampoco vamos a tener comida?!”

Mientras hablaban, notaron una figura que se acercaba a ellos desde la oscuridad. Parecía humana, o al menos, no como un monstruo.

“¿Es un explorador?”

“Parece humano, así que probablemente…” La respuesta de Lute se cortó cuando de repente se puso tieso.

“¿Eh? ¿Qué pasa?”

La figura se acercó. Era una mujer. No tenía alas, ni cuernos, ni nada extraño. Se veía perfectamente normal. Lo único que se notaba era su pelo largo y negro, que le llegaba hasta los pies. Aunque su voluptuosa figura, envuelta en una fina tela, parecía de alguna manera sensual, verla hacía pensar que una palabra como “divina” era más apropiada.

“Lady Mana… ¿qué está haciendo aquí?” Lute se las arregló para exprimir.

“Olí a mi hermano desde arriba, pero no podía soportar la espera, así que decidí subir yo misma!”

“¡ella luce más como el tipo de chica genial, pero se ve muy amigable!” Hanakawa comentó.

“¡¿Qué eres, estúpido?! ¡Cuidado con lo que dices!” Lute finalmente entró en razón lo suficiente como para reprenderle.

“Lute, ¿verdad? Bueno, me imaginé que era algo así.” La mujer a la que había llamado Mana miró a su alrededor.

“Maestro Lute, umm, ¿está usted quizás insinuando que esta mujer es…”

“Así es. La que vinimos a buscar.”

“¿Qué? No, se supone que está sellada en el fondo, ¿no?”

“Yo pensé lo mismo, pero…” Su compañera estaba completamente desconcertada.

” ‘Sellada’ o no, puedo ir a cualquier lugar que quiera dentro de este lugar. Incluso puedo irme cuando quiera”, respondió el Dios oscuro Mana, dando la vuelta a todo lo que creían sobre sus cabezas.