Toaru Majutsu no Index – Genesis Testament (NL)

Volumen 2

Capítulo 1: Esta es la Batalla Real – Hospital_Hogar_Base.

Parte 3

-Así que. -Kamijou Touma estaba usando pijamas ahora y todavía tenía las mandíbulas de Index pegadas a la parte posterior de su cabeza. -¿Qué está pasando aquí? ¿Todos en el mundo están tratando de matarme ahora?

Estaban en el restaurante a la entrada del hospital.

El enjambre de clones aparentemente estaba satisfecho, por lo que habían regresado al sector de investigación donde no se permitían pacientes normales. Aunque todavía tenía que mantener la guardia alta ya que podían reaparecer en cualquier momento.

-Touma, traje este pastel de manzana, ¡así que comámoslo!

-¿¡Y dónde encontraste el dinero para eso!? Apuesto a que usó los fondos que había escondido para cubrir el período de fin de año en el que no podemos usar los cajeros automáticos. Index, ¿¡encontraste ese sobre que había pegado en la parte de atrás de la lavadora!? ¿¡Todo el sangrado y la electricidad no fueron suficientes!? ¿¡El mundo también tiene la intención de matarme a través de rutas financieras indirectas!?

Kamijou Touma probablemente estaría restringido a la comida del hospital durante su estadía aquí, pero había lagunas. Los visitantes podían traerle comida y él podía visitar este restaurante para hablar con los visitantes.

Por supuesto, el hospital descubriría que había estado robando comida tan pronto como hicieran las pruebas, pero como estaba aquí por cortes y contusiones, no por una enfermedad interna, realmente no tenía que preocuparse tanto por las restricciones dietéticas. Y él era un chico de preparatoria en crecimiento, por lo que quería comer carne, carne, carbohidratos, carne, sal, grasa y carne. No iba a pasar la Navidad con solo una papilla viscosa para comer.

Cogió el menú de la mesa redonda.

-L-los precios serán razonables ya que este es un hospital, ¿verdad?

-¿Qué, estás corto de dinero? Ya que es una emergencia, siempre podría prestarte algo.

-¡¡No me estoy convirtiendo en un estudiante de secundaria que le debe dinero a un estudiante de secundaria!! ¡No está pasando! ¡Estaría cambiando mi dignidad por dinero!

-¿Estás tratando de enfadarnos? -preguntaron ambas chicas de secundaria mientras le pellizcaba las mejillas.

Kamijou Touma tenía la intención de tener una fiesta ya que era Navidad, por lo que ordenó la comida de pollo frito. Mikoto y Shokuhou no pudieron ver la conexión entre sus intenciones y sus acciones al principio, pero finalmente se dieron cuenta a medida que su imaginación se recuperaba lentamente. La velocidad de la imaginación tuvo una forma de desaceleración para las generaciones que podían buscar cualquier cosa en sus teléfonos en cualquier momento.

-La orden de pollo frito… ¿¿¿es tu idea de un festín??? -La chica rubia casi estupefacta finalmente preguntó. -U-umm. No quiero entrometerme, pero seguramente no estarás pensando que eso califica como el elemento estándar de la comida de Navidad, ¿verdad?

-No, no está destinado a ser el pavo. Tienen una venta especial de pollo frito de Navidad en las tiendas de conveniencia, ¿verdad? Y si quiero alguna ave cocinada, ¡esta es mi única opción! ¡¡Todo lo demás sería demasiado caro!!

-Yo, pero, espera, ¿en serio?

La chica profesional de clase alta agitó las manos con nerviosismo y sus pensamientos parecían haberse detenido. Debía haber esperado mucho haber malinterpretado lo que él había dicho, pero su intento de aclarar el malentendido había plantado su pie en la mina terrestre.

Mikoto, una chica de clase alta que, contradictoriamente, tenía una mejor comprensión de la vida de los plebeyos, se unió a la conversación con exasperación en su voz.

-Esto es de estilo japonés, por lo que ni siquiera está en el menú. El pollo frito navideño es normalmente al estilo occidental, ¿sabes?

-¡¡No seas absurda!! ¡No podría comer ese tipo ahora mismo si lo tuviera! Además, ¡no hay forma de que pueda permitirme algo tan elegante como la carne con huesos!

Cuando fue tan sincero al respecto, incluso Mikoto solo pudo tartamudear sin encontrar las palabras.

Un estudiante de preparatoria era simplemente demasiado para que lo manejaran las estudiantes de secundaria.

Como se mencionó anteriormente, los hospitales prestaron mucha atención a los eventos estacionales. El menú tenía muchos artículos especiales de Navidad disponibles, pero la mente de Kamijou Touma aparentemente los había pasado por alto. Parecía físicamente incapaz de ver ningún artículo en el menú que costara más de 1000 yenes.

Solo Index permanece alegre.

-¡¡Todo lo que importa es que sea comestible!! ¡¡Porque necesitas comida para mantenerte con vida!!

-Exactamente correcto, Index. Alguien te ha enseñado bien.

-¡Así que quiero el combo extra grande de tres carnes a la parrilla que viene con cerdo al jengibre, camarones fritos y una hamburguesa!

-¿Por qué incluso ofrecen algo tan poco saludable en un hospital? Y estás atrapado con ese pastel de manzana que compraste con nuestro precioso dinero. Esa cosa tiene que tener suficiente azúcar para mantenerte con vida si te pierdes en una montaña nevada.

Las otras dos chicas solo podían suspirar mientras veían a Kamijou e Index dividir sus premios en pequeños platos de papel para compartir.

Intercambiaron una mirada y luego se comunicaron en silencio leyendo los labios del otro.

-(Parece que no hay efectos duraderos.)

-(Sin embargo, podría haber jurado que la píldora negra estaba destinada a atacarlo. ¿Qué habilidad de propósito tenía siquiera?)

Justo cuando llegaron a esa conclusión, un poco de sangre roja pegajosa goteó de la nariz de Kamijou Touma.

Aparecieron dos pequeños triángulos.

Fueron creados por la boca de las dos chicas de Nivel 5.

Una voz pareció arrastrarse desde el pozo del infierno.

-Espera. ¿Le está poniendo mayonesa a su pollo, señor Alto en Calorías?

-¿Eh? ¿Qué más le pondrías? ¡Por favor, no digas algo como “sal de matcha”! ¡¡Y vas a actuar como si fueras mejor que yo cuando todo lo que estás haciendo es agregar una pizca de sal elegante a tu comida!!

Kamijou Touma se ofendió, pero esa no era la verdadera razón por la que Mikoto había hablado.

-Realmente no me importa tu elección de aderezo, y prefiero el jugo de limón, para que conste. Ahora, ¿qué estaba pasando por tu cabeza en este momento? ¿Estabas pensando en ese beso? ¿¡Ese beso romántico que tuviste en Nochebuena!?

-¿¡Y por qué no me dijiste que estabas de acuerdo con que una persona al azar se acercara y te besara!? -corte en Shokuhou. -¡Argh, podría haber sido el extraño misterioso y sexy que te arrastró en Nochebuena!

***

Shokuhou Misaki hizo un puchero con los labios.

No estaba en una habitación especial de hospital ni en una sala de examen. De hecho, estaba en un pasillo perfectamente ordinario. La gente que caminaba por el pasillo pasó sin siquiera fijarse en esa chica rubia con uniforme de enfermera.

No le preocupaba en absoluto ser descubierta como una intrusa.

Solo había una cosa en su mente: arrepentimiento. Odiaba que una mujer extraña hubiera aparecido de la nada y le hubiera robado lo que podría haber sido su propio recuerdo especial para esa noche santa, pero ¿qué importaba eso realmente? Esa mujer puede haber robado una pequeña ventaja, pero Shokuhou no era tan pura como para darse por vencida por eso.

(Lo que tengo que hacer ahora no podría ser más obvio: tengo que robármelo. Je, je, je. Ahora, ¿qué disfraz sería el mejor?)

-Hm, hm. Hm, hm, hm, hm.

En realidad estaba tarareando cuando se detuvo en una pequeña sala de espera en el pasillo. Algunas máquinas expendedoras y un sofá estaban apartados, pero no había ninguna pared u otra partición que lo dividiera del pasillo. Todavía estaba a la vista de todas las enfermeras y pacientes que pasaban. No estaba destinado a ocultar nada, por lo que no fue construido para hacerlo.

Y, sin embargo, la niña rubia de repente se desabrochó el uniforme de enfermera y abrió el frente, revelando su piel suave a plena luz del día. Algo se movió en el proceso.

A ella no le importaban todos los ojos a su alrededor.

O más bien, ninguno de ellos la miraba. Porque ella los había manipulado para que no lo hicieran.

(Los vestuarios tienden a estar físicamente cerrados, por lo que no puedo entrar. Y cada departamento tiene sus propias llaves, por lo que encontrar una enfermera con la llave que necesito puede ser un verdadero fastidio).

-Ahora, ¿con qué debo ir ahora? Espera, ¿por qué estoy siquiera preguntando? ¿Cómo puedo elegir cualquier cosa que no sea Papá Noel hoy?

-Oye. -alguien la llamó.

Shokuhou Misaki era del tipo que se cambiaba la ropa interior para que combinara con su atuendo general, por lo que actualmente estaba 100% desnuda y sostenía su nuevo disfraz con ambas manos. Miró con ligera sorpresa para encontrar al mal educado #3 de Ciudad Academia mirándola.

-¿Qué diablos estás haciendo? ¿Desde cuándo has sido una exhibicionista?

-Simplemente cambiándome de ropa muy rápido☆

La Reina de Tokiwadai recordó tardíamente que el #3 podía desviar su Mental Out cuando esa chica no “lo permitía”.

-Pero entiendo que el concepto probablemente sea nuevo para ti, Misaka-san. Puedes quitarte el uniforme durante las vacaciones de invierno, solo para tu información.

-Callarse la boca. Estaba preguntando qué esperas lograr vistiéndote así.

-Porque quiero aprovechar al máximo mi Navidad. En formas más allá de tus fantasías más salvajes, Misaka-san.

-Sí, eso es lo que pensé que dirías. ¡Ese idiota está en el hospital, así que debes dejarlo descansar! ¡Si te metes con él ahora, sus heridas podrían reabrirse!

-Y eso es lo que pensé que dirías☆ Por cierto, esto es lo que tenía en mente para evitar que interfirieras.

Los tímpanos de Mikoto fueron asaltados por un grito ensordecedor, como si alguien hubiera tropezado con la escena de un crimen.

Una enfermera de verdad en el pasillo miraba en su dirección con el rostro rojo brillante y una mano sobre la boca. Sus ojos estaban tan abiertos como platos y debe haber estado demasiado aterrorizada para encontrar las palabras para expresarse.

La enfermera parecía ser nueva en el trabajo y tenía el aspecto de alguien con un nudo de aire del tamaño de una pelota de béisbol atrapado en la garganta.

-¿Q-q-q-q-?

-¿Ves, Shokuhou? Alguien finalmente notó tu pervertido-

-¿¡Qué haces caminando sin ropa!? No sé qué te llevó a hacer esto, ¡pero ven aquí ahora mismo! ¡Sí tú! ¡La chica de pelo corto!

-¿Qué? -dijo Mikoto con los ojos muy abiertos.

Pero la chica del pijama con un corte bob, la doctora y las otras personas en el pasillo de hecho se detuvieron con sonrojos en sus rostros mientras miraban a Misaka Mikoto, no a Shokuhou Misaki.

La sonriente Reina hizo girar el control remoto de un televisor con toda su piel brillante aún a la vista.

-E-espera, no me digas…

-Yo soy la que usa ropa mientras tú eres la que se desnudó en público, Misaka-san☆

Así era como se veía la escena para todas esas personas.

Un truco como este fue pan comido para el #5.

-Por supuesto, solo están viendo cómo me imagino que se vería, así que no es como si realmente te estuvieran viendo desnudo. Es como tener tu cabeza editada en una foto desnuda, así que, ¿por qué preocuparte por eso?

-¿¿¿¡¡¡~ ~ ~ ~ ~ !!!???

-Incluso te di una pequeña mejora en el departamento de pechos, así que deberías agradecerme de verdad.

-¡¡Vete al infierno!!

Mikoto no estaba bajo ataque físico, pero había llegado a su límite cuando era niña. No podía soportar que esas personas la miraran por más tiempo.

Con la cara roja como una remolacha, abrió la ventana, se subió al alféizar y le gritó a Shokuhou.

-¡¡No creas que has ganado todavía, idiota!! ¡¡Has alterado lo que pueden ver, pero todas las cámaras de seguridad mecánicas tienen imágenes tuyas desnudas ahora!!

-Oh vaya. Probablemente debería ocuparme de eso más tarde.

Shokuhou hizo girar su control remoto y no parecía preocupada en absoluto.

Borrar ese metraje sería pan comido para el #5.

***

Kamijou disfrutó de una compañía animada tanto como cualquiera, pero sus visitantes de hoy lo estaban llevando un poco lejos.

-Definitivamente no esperaba que usaran los cubiertos en mi contra. -se quejó mientras caminaba con dificultad por el pasillo, con el cabello mojado y solo.

Todavía era antes del mediodía, pero estaba de regreso a su habitación del hospital. Las chicas no estaban con él porque necesitaba que sus visitantes estuvieran afuera para darle una excusa para salir de su habitación nuevamente. Podría ser fácil de olvidar, pero había sido hospitalizado y se suponía que debía permanecer en su cama tanto como fuera posible excepto por las rutinas de rehabilitación y ejercicio preparadas por los médicos. Sin embargo, eso lo dejó terriblemente aburrido. ¡Especialmente para un adolescente rebosante de energía adolescente!

Sin embargo, había tenido que agarrar algo en su habitación.

-Zapatos, zapatos, ¿dónde están mis zapatos? No puedo salir en mis pantuflas.

Esto sucedió mucho durante una estadía en el hospital.

Le dolían las articulaciones después de estar tanto tiempo en la cama, así que quería dar un paseo por el patio. Y si hubiera una pelota de fútbol por ahí, probablemente podría perseguirla todo el día.

Asomó la cabeza dentro de la habitación y descubrió que Aogami Pierce se había deslizado de su cama.

-¿Qué pasa, Aogami? Has estado actuando raro hoy.

-Eh, je, je. No sé adónde te fuiste, Kami-yan, pero deberías contar tus bendiciones. Esta pareja acaramelada ha estado coqueteando una y otra vez aquí. La barrera que rodeaba su mundo de felicidad casi me aplastó hasta la muerte.

Kamijou no podría haber estado más feliz de haber estado en el restaurante por eso.

-¿Por qué a la gente le importa tanto apretar los labios? -dijo Aogami Pierce con una sombra sobre su rostro. -¿Quién quiere ver la boca asquerosa de alguien en el momento en que se despierta? ¡Nosotros los que no besamos somos los inteligentes! ¿¡Cierto, Kami-yan!?

-…

-Espera, ¿qué pasa con el silencio espeluznante? ¿Por qué tienes que despertar mi curiosidad de esta manera?

Sin embargo, el silencio de Kamijou Touma no se debe a que haya recordado su beso con esa mujer sexy en la víspera de Navidad.

Tampoco estaba luchando contra la dura verdad de que su primer beso había sabido a St. Germain.

Una minifalda rubia de Papá Noel estaba acurrucada contra su pecho.

-(Hola, Kamijou-san. Te estabas tomando un tiempo, así que decidí ir a ver cómo estabas.)

-Espera, eh, ¿¡qué!?

-(Bueno, estoy seguro de que ya has olvidado lo que sucedió hace solo 10 minutos, pero ahora que Misaka-san, esa monja y todas las demás molestias están fuera del camino, esperaba intentarlo de nuevo visitándote☆)

Y ella estaba acurrucada contra su pecho de tal manera que su gran pecho, que se sentía muy diferente al de él, estaba presionado contra él. Estaba completamente estupefacto. ¿¡Ese beso había destruido las inhibiciones del mundo o algo así!?

Kamijou estaba tratando de descubrir cómo reaccionar ante este repentino intruso, pero Aogami Pierce solo lo miró desconcertado.

Sí, estaba mirando a Kamijou, no al Santa más joven (aunque muy curvilíneo) que claramente no pertenecía.

-¿Por qué te estás volviendo loco por tu cuenta allí? ¿¡Jadear!? K-Kami-yan, ¿¡ahora tienes una novia imaginaria!? ¡Estás ingresando al mundo de Advanced Moe ahora!

-¡Que no! ¿¡No puedes ver…!?

Kamijou se apagó.

¿Cómo lo beneficiaría de alguna manera hacerle saber a su amigo que había una chica increíblemente sexy aquí?

La chica rubia de miel se rió.

-(Sí, sí. No hay necesidad de que nadie más sepa sobre esto. Ahora, Kamijou-saaan, no querrás que tu Navidad sea aburrida, ¿verdad? Hagamos de este el día verdaderamente inolvidable que merece ser.)

-(¿Usaste algún tipo de poder esper?)

-(Se llama Mental Out. ¿Puedes recordar mi nombre de esper? No es que sea un gran consuelo.)

Un toque de soledad entró en su voz allí.

Realmente parecía que Aogami Pierce no podía verla. Pero si la luz estuviera siendo doblada físicamente para hacerla invisible, Kamijou tampoco la vería. Eso significaba que ella debe haber estado afectando la mente del otro chico de alguna manera.

También…

-(¿¿¿Por qué estás vestida así???)

-(Porque es Navidad ☆ Pero como no preguntaste por qué me había cambiado a esto, supongo que tus recuerdos realmente se desvanecen en el instante en que dejo tu vista.)

-¿?

-(Eso no tiene nada que ver con Mental Out, para ser claros… Pero está bien si no sabes quién soy. Ya sea que lo recuerdes o no, el hecho es que tuviste una Navidad muy agradable. Así que compartir un poco de amor íntimo, ¿de acuerdo? ☆)

Aparentemente eso era lo que ella había planeado.

Estaba muy contento de que su presión arterial y su frecuencia cardíaca no estuvieran siendo monitoreadas. Incluso él podía decir que habían llegado a un punto en el que las enfermeras entrarían corriendo. ¿¡Qué pasaba con esta estudiante de secundaria excesivamente madura y con curvas!?

Mientras tanto, Aogami Pierce murmuraba algo más para sí mismo que nada.

-La Navidad es un día más. No hay nada especial al respecto. ¡Un idiota rojo en un trineo volador no tiene la capacidad de sigilo para pasar por alto el radar del aeropuerto! ¡Je… je je je! ¡Las minifaldas Santas son solo una fantasía! ¡¡No estoy llorando!!

-¿Hm?

-¿Cuánto tiempo vas a vivir en un mundo de fantasía, Kami-yan? ¡Es hora de enfrentar los hechos! ¡Las Santas rubias tetonas con minifalda (que de alguna manera son más jóvenes que tú) no son reales! ¡¡Son tan falsos como Bigfoot!!

-…

Aogami Pierce aparentemente no tenía idea de quién estaba actualmente acurrucado contra Kamijou, pasando su dedo índice enguantado a lo largo de su pecho y riéndose de una manera hechizante. Luego sacó una caja envuelta más pequeña que un teléfono de un lugar que él habría dudado en describir.

-(Aquí, esto puede marcar el comienzo de nuestro día de diversión.)

-¿Eh? ¿eh?

-(Honestamente, me irrita muchísimo que me olvides cada vez, así que quiero dejarte con algo más concreto. Así que aquí.)

-¿Un presente?

La caja se sentía ligeramente caliente.

Tal vez Santa solo visitó a los niños de corazón puro.

Preguntándose qué había dentro, retiró el fino papel de regalo. Aogami Pierce miró como si Kamijou acabara de realizar algún tipo de truco de magia. Pero sus dedos aún no habían vuelto al 100% de destreza, por lo que terminó rompiendo el papel de regalo más de lo que pretendía.

Ahora.

¿Había notado la manera profundamente amable en que la chica rubia miraba su comportamiento infantil?

Miró el contenido de la caja confundido.

¿Una flauta?

-(Es un silbato. No es que espere que entiendas su significado.)