Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

Después de viajar por el Cañón de Garula durante unos días, Tomochika y Yogiri finalmente llegaron a las Llanuras de Meld. Habían llegado hasta aquí usando su camión blindado. Ahora, en la brecha entre el cañón y las llanuras, se habían detenido para observar el paisaje.

“Es un poco diferente de lo que esperaba”, murmuró Tomochika desde el asiento del conductor. Había previsto una alfombra verde que se extendía en la distancia – una llanura rica en belleza escénica.

Las Llanuras de Meld eran ciertamente hermosas, pero era un tipo de belleza muy diferente. Todo ante sus ojos era como un cristal. La hierba que brotaba por todas partes, los extraños árboles que sobresalían del suelo, los lagartos que se arrastraban, e incluso lo que parecían los edificios de algún tipo de asentamiento. Todo parecía estar hecho de un material translúcido de bordes afilados. Incluso el cielo tenía una especie de red cristalina que lo cubría, dispersando la luz del sol antes de que llegara al suelo.

Además, la visibilidad en la zona era bastante pobre. Aunque se suponía que era una llanura, no podían ver muy lejos. La luz que se reflejaba en la omnipresente textura cristalina, así como la fina neblina que se cernía sobre ella, obstruían su visión.

“Aparentemente también llaman a este lugar las Llanuras de Cristal”, dijo Yogiri, su falta de sorpresa indicaba que había sabido lo que iban a ver antes de que llegaran.

“¡Deberían haberlo llamado así primero! ¿Cómo lo sabes?”

“Creo que la conserje me lo dijo cuando me dio el mapa”, respondió Yogiri descaradamente, llevando a Tomochika a decidir que no era para tanto.

“Parece que hay un pueblo o algo así por allí. ¿Vive la gente en este extraño lugar?” preguntó, cambiando de tema.

“No esperaría que fueran gente corriente.” Todo aquí era afilado y duro. No parecía el tipo de ambiente que los humanos de carne y hueso podían habitar.

“¡Ah, ya lo tengo! Probablemente hay gente de cristal viviendo allí. Ves, incluso hay un perro de cristal caminando por ahí.” Podían ver una pequeña criatura arrastrándose por el asentamiento. Era un animal de cuatro patas hecho de cristal. A juzgar por su forma y la manera en que se movía, daba la impresión de ser un perro.

“No parece que vaya a atacar. Realmente odio tener que matar perros, así que eso es bueno.” Parecía que la criatura era consciente de ellos mientras estaban sentados dentro del vehículo, pero sólo parecía curioso.

“¿Te gustan los perros?”

“Tengo un perro de mascota. Es bastante vieja, sin embargo, así que estoy un poco preocupado por ella.”

“Nosotros también tenemos un perro. A mi hermana le gustan mucho los animales, así que tenemos todo tipo de mascotas.”

Sí, la familia Dannoura tradicionalmente cuida de los perros de raza Akita. ¡La Escuela de Artes Marciales de Dannoura tiene técnicas que los utilizan, después de todo! Mokomoko comentó, apareciendo de repente entre los dos.

“Así que esa técnica en la que muerde la nuca de alguien y da vueltas no es algo que mi hermana les haya enseñado…” Tomochika lo había descartado como parte de las excentricidades de su hermana, pero aparentemente era algo familiar.

De todas formas, no he venido aquí para hablar de perros. Hay un sentimiento peligroso en este lugar, ¡así que por favor proceda con cautela!

“Si eres tan imprecisa al respecto, no sabremos de qué tener cuidado”.

Supongo que podría llamarse una especie de maldición. Parece que se cierne sobre todo este lugar. Dicho esto, todavía está a un nivel que puedo manejar.

“Takatou, no has vuelto a matar algo al azar, ¿verdad?” Una vez había matado instintivamente a alguien por ser la fuente de un aura maligna que había sentido, y Tomochika estaba preocupada de que el pudiera caer en esa trampa de nuevo.

“He sido más cuidadoso desde entonces. De todas formas, esa maldición o lo que sea no parece tener una fuente clara. Es tan vaga, que no creo que sea un peligro para nosotros en este momento.”

En ese caso, las cosas probablemente estaban bien, decidió Tomochika. “Dejando eso de lado, no hay nada que hacer sino seguir adelante. ¿Crees que el camión puede manejarlo?”

Es un vehículo blindado. Probablemente es bastante resistente a los pinchazos.

“Puedo matar cualquier cosa que se interponga en nuestro camino. Creo que estará bien si mato a esa cosa que parece hierba”. Yogiri no era tan irascible como para matar a todo lo que se interpusiera en su camino. Tenía sus propias reglas para ser considerado. Pero su idea de sentido común a menudo divergía bastante de lo que Tomochika estaba acostumbrada.

“Si eso es realmente ‘hierba’, entonces nunca crecerá de nuevo, ¿verdad?”

“Siempre que las semillas estén bien, todo estará bien. Solo estoy matando la hierba en sí.”

“Bueno, según el mapa, las llanuras no parecen tan grandes. ¿Deberíamos intentar cruzarlas todas a la vez? No es un laberinto como lo era el cañón”.

Las vías del tren que atravesaron el cañón también cortaron una línea recta a través de las llanuras. Si sólo encontraran y siguieran esas vías, deberían poder llegar a la capital sin problemas. Si querían evitar las llanuras, tendrían que hacer un desvío bastante amplio.

Sospecho que no podremos pasar por un lugar tan ominoso como este sin incidentes.

“Supongo que si esto fuera un juego, eso lo convierte en la siguiente fase después del cañón”.

“Si vamos a la derecha, deberíamos encontrar las vías del tren, ¿no?” preguntó Yogiri, mirando el mapa en manos de Tomochika. “Parece que también hay una estación allí.”

Mientras que las llanuras eran bastante amplias desde una perspectiva de este a oeste, eran bastante estrechas si uno se dirigía al norte o al sur. Parecía que podían despejar la llanura actual en una hora si conducían en línea recta.

“Vamos a echar un vistazo, entonces”, decidió Tomochika, arrancando el motor. Se había acostumbrado bastante a operar el vehículo en este punto.

Tal vez gracias a la ayuda de Yogiri, pudieron conducir sobre la hierba cristalina sin problemas, haciendo innecesaria su preocupación por los neumáticos desinflados. Siguiendo el mapa, pronto encontraron las vías que buscaban. Como era de esperar, el área que rodeaba las vías no había sido cristalizada. Aunque parecía que las estructuras que componían la estación casi se habían convertido en material alienígena, por el momento seguían manteniendo sus formas originales.

“¿Deberíamos echar un vistazo dentro de la estación? Este lugar parece bastante extraño, así que quiero ver qué información podemos obtener, pero… básicamente somos ‘buscados’ ahora, ¿no?”

Ellos estaban claramente siendo el objetivo de los Sabios, aunque Ryouta no había hecho ningún esfuerzo para capturarlos a pesar de ser uno de los asistentes del Sabio. Era difícil medir su posición con el público en general.

“No podemos escabullirnos para siempre. ¿Planeas esconderte cuando lleguemos a la capital?”

Yogiri no parecía preocupado por si estaban siendo buscados. Tomochika usó su confianza para endurecerse, parándose al lado de la estación, el cual era en sí mismo un edificio bastante compacto. Considerando la ubicación, no era tan extraño. Era difícil de creer que alguien quisiera subir o bajar del tren aquí.

Cuando los dos salieron del camión, fueron inmediatamente golpeados por una repentina caída de temperatura.

“¡Vaya, hace frío! ¡¿Por qué cambió tan rápido?!” Tomochika gritó. Hasta este momento el clima había sido bastante cálido, así que debe haber tenido algo que ver con el peculiar entorno de las llanuras. Estuviera o no relacionado con el clima general, el paisaje cristalino parecía visiblemente frío.

“Sin embargo, no parece realmente hielo, ¿verdad? De todos modos, vayamos dentro”.

Yogiri abrió la puerta de la estación. Dentro había una sala de espera llena de bancos de madera dispuestos alrededor de un calentador central. Al otro lado de la entrada había otra puerta que probablemente llevaba a la puerta de entrada y al andén.

“¿No hay nadie aquí?” susurró Tomochika.

“No está abandonado, ¿verdad? Quiero decir, hay un calentador y todo.”

“Bien, entonces entremos más adentro.”

Mientras Tomochika hacía esa sugerencia, la puerta de la habitación de al lado se abrió. Un joven de uniforme salió, pero algo estaba claramente mal. Su cara estaba pálida mientras apretaba sus manos contra su estómago, intentando – y evidentemente fallando – detener el flujo de sangre que venía de él.

Entrando en la habitación de manera inestable, sus ojos se movieron salvajemente. Estaba muy mal herido.

“Hey, ¿estás bien?” Tomochika se apresuró a su lado, pero Yogiri la agarró y la retuvo.

Un momento después, el seco sonido de un disparo llenó el aire, un sonido que Tomochika pudo reconocer instantáneamente por la frecuencia con la que lo había escuchado en casa. El joven se desplomó en el suelo, la sangre se acumuló a su alrededor. Le habían disparado al corazón por detrás, muriendo instantáneamente.

“¿Pensaste que se había escapado? ¡Qué lástima!”

“¡Maldita sea! Parece que he perdido. Vamos, si vas a morir, ¡apúrate y sigue adelante! ¡No me hagas perder el tiempo así!”

“¿Verdad? Disparar a alguien en el estómago no es suficiente para matarlo de inmediato.”

“Sin embargo, estás realmente enfermo. ¿No lo estabas llevando a sus amigos para salvarlo?”

“Si no cree que hay una salida para él, no lo intentará con tanto empeño. No vale la pena apostar si no lo intenta.”

Cinco hombres con uniformes militares entraron en la sala de espera. Todos ellos tenían pistolas. Aparentemente, las armas habían sido desarrolladas localmente, ya que eran estilos desconocidos para Tomochika.

“¿Oh? Pensé que dijeron que sólo había un tipo aquí. ¿Tenemos suerte o qué?”

Todas sus miradas se dirigieron inmediatamente a Tomochika. Eran miradas vulgares y malvadas que ella había experimentado numerosas veces desde que llegó a este mundo.

“Mueran.”

En el momento en que Yogiri habló, los cinco hombres se cayeron al suelo. Con sus sonrisas desagradables aún en sus rostros, habían muerto sin siquiera saberlo.

“¿Qué se supone que debemos hacer con esta situación?” Tomochika murmuró, luchando por mantenerse al día con los rápidos acontecimientos.

“El tipo al que dispararon ya está muerto, así que no hay nada que podamos hacer por él. Y no parece que tenga nada que ver con nosotros.”

Yogiri sonaba algo despectivo, pero Tomochika encontró difícil culparlo. Ella se sentía de la misma manera. Puede parecer un poco frío, pero ver a alguien morir en el momento en que lo conoció no le provocó mucha emoción.

“Pero ahora no tenemos ni idea de lo que está pasando. ¿No deberíamos al menos haber confirmado lo que estaban haciendo aquí?”

“Excepto que todos planeaban dispararme de inmediato, así que no tuve oportunidad de hablar con ellos.”

Yogiri fue capaz de percibir tanto el peligro como la intención de matar. Si bien había algo que decir de la mera amenaza a la gente, no había lugar para medidas menos extremas esta vez.

“¿No podrías haberlos matado uno por uno como antes y amenazar al último tipo… espera, estoy empezando a sonar un poco sadista de repente! ¡Olvida lo que acabo de decir!”

Verte impasible ante una escena como esta me da una gran confianza en tenerte como la próxima sucesora de la línea Dannoura, dijo Mokomoko, cruzando los brazos y asintiendo con la cabeza.

“Tal vez debería empezar a actuar un poco más histérica…” Tomochika respondió, sintiéndose de alguna manera descorazonada por la excelente evaluación de Mokomoko sobre ella.

Habiendo estado ocupado registrando los cuerpos de los muertos, Yogiri no había oído su pequeño intercambio. “Tomemos las armas. Tú sabes de estas cosas, ¿verdad, Mokomoko?”

Así es. Su construcción parece bastante similar a las que conozco, así que imagino que funcionan de la misma manera.

“No parece que llevaran muchas cosas, así que podrían tener una base cerca. No puedo imaginar que vivan por aquí.”

“¿No podrían ser soldados de la capital?” Si había soldados en un lugar como este, el primer pensamiento de Tomochika fue que debían ser de la ciudad.

“No sé mucho sobre la capital o el país en general, así que es difícil de decir. De cualquier manera, probablemente deberíamos seguir adelante más pronto que tarde.”

Yogiri se rindió rápidamente en la estación y salió. Tomochika no pudo evitar preocuparse de que matar a esos soldados les causara problemas en algún lugar más adelante.

◇ ◇ ◇

Después de salir del paisaje de cristal, una enorme pared se hizo visible. La alta estructura se extendía hasta donde podían ver a ambos lados. Si esa era la capital, debe haber sido bastante grande.

“Parece una ciudad fortaleza. Con un muro tan grande, estaría oscuro todo el día si se viviera cerca del borde. Parece inconveniente”. Mientras Yogiri hablaba ociosamente desde el asiento del pasajero, Tomochika seguía luchando por distraerse de lo que había detrás de ellos.

“Lo siento, creí que me había acostumbrado a esto, pero realmente no se siente así…” Aunque había decidido fingir que no había visto nada, no pudo evitar revisar regularmente su espejo retrovisor. Detrás de ellos había un rastro de cadáveres.

¿Quién fue el que dijo, “Si matas a una persona, eres un asesino; si matas a mil, eres un héroe?” El chico está en camino de convertirse en un héroe, ¿no crees? Mokomoko comentó.

Más de mil soldados yacían muertos en las llanuras detrás de ellos. Después de dejar la estación, Tomochika había seguido las vías que conducían a la capital. Mientras viajaban, los soldados que llevaban los mismos uniformes que los de la estación les habían atacado. Naturalmente, Yogiri los detuvo, pero no importaba cuántos matara, ellos seguían viniendo.

Viendo que no estaban a punto de rendirse, Tomochika había tratado de seguir adelante a través de ellos, pero al final parecía que Yogiri había acabado con la organización. No tenía sentido que continuaran atacando hasta el punto de la aniquilación, así que la pareja no tenía ni idea de por qué los soldados lo habían hecho.

“Es su culpa por atacarnos. De todos modos, este no es el momento para holgazanear. El resto de la clase podría haber llegado ya a la capital”, dijo Yogiri.

El tiempo en la zona de la torre que había sellado al Dios Oscuro estaba distorsionado, y les había llevado una cantidad considerable de tiempo llegar tan lejos encima de eso. Los trenes estaban claramente funcionando de nuevo, ya que habían visto pasar a varios mientras conducían. Si sus compañeros de clase hubieran estado en uno de esos trenes, ya habrían llegado a la ciudad.

“Estoy un poco cansado, así que voy a tomar una siesta”, comentó Yogiri, desmayándose en un instante.