Rebuild World (NL)

Volumen 2 Parte 2: Vendetta

Capítulo 56: Medios de Detección

Nelia y Kain no podían ir a ninguna parte hasta que mataran a Akira y eliminaran el vengador que bloqueaba su camión de huida. Había escapado a su primer asalto, pero los potentes sensores integrados en la armadura de Kain lo rastrearon fácilmente hasta el edificio donde se había refugiado.

Parece que está ahí dentro, informó el ladrón de reliquias. Tal vez pensó que lo dejaríamos atrás en campo abierto.

Probablemente, coincidió Nelia. Nos ahorró la molestia de perseguirlo, así que hagámoslo rápido.

Buena idea.

Las palabras apenas habían salido de la boca de Kain cuando le alcanzó la primera bala. Su armadura de campo de fuerza destelló, convirtiendo el impacto en una luz cegadora. Pero aunque se tambaleó, no sufrió ningún daño real — ya había aumentado la potencia del campo para contrarrestar la munición propietaria de CWH de su enemigo.

Pero siguieron más disparos.

Parece que está tan ansioso por resolver esto como nosotros, comentó Nelia, poniéndose a cubierto detrás de Kain.

¡No sabe con quién se está metiendo! espetó Kain. El ordenador de su armadura calculó la dirección de donde procedían los disparos y enfocó su escáner para localizar la posición del tirador. Entonces sus cámaras detectaron a Akira apuntando con su rifle por una ventana.

Los cuatro brazos de Kain giraron hacia el joven cazador. La munición de alto calibre salía disparada de las bocas de armas tan enormes que sólo los mechs y las armaduras más potentes podían empuñarlas. Su fuego sostenido podía atravesar el blindaje más grueso como si fuera papel de seda, y golpeó el lateral del edificio con la fuerza de una descarga de artillería.

En condiciones normales, agacharse tras un muro no habría servido de defensa. Sin embargo, el edificio resistió la embestida sin más que algunos rasguños.

Eso es lo que yo llamo una construcción robusta, dijo Nelia, sorprendida. Puede que el interior no sea tan robusto, claro. Aún así, me pregunto cuándo se construyó.

No todos los edificios del Viejo Mundo eran iguales. Con el paso del tiempo se produjeron grandes cambios en la cultura y la tecnología, y existía una variedad similar entre — e incluso dentro de — las regiones geográficas. Y nadie conocía las fechas exactas de la civilización que había construido la ciudad de Kuzusuhara.

El misterio despertaba el interés de Nelia, pero a Kain no podía importarle menos.

¿A quién le importa? ¡Sólo dime si lo tengo!

No, respondió Nelia. El sistema de control sigue bloqueado.

¡¿Otra vez?! Qué demonios—

Otra bala de CWH alcanzó a Kain. Akira había esquivado su andanada, corrió por los pasillos y reanudó el fuego desde otra ventana.

El mocoso de mierda se cree que es bueno—

Una vez más, un potente impacto cortó en seco las quejas de Kain. Akira había previsto que no devolvería el fuego de inmediato y se apresuró a disparar otra vez.

¡Maldita sea! Kain se estabilizó y pasó a la ofensiva. Nelia se unió al contraataque, todavía utilizándolo como cobertura. Una tormenta de balas que habría aniquilado a la mayoría de los tanques se estrelló contra el lateral del edificio, justo donde Akira acababa de estar. Parte de la andanada se coló por la ventana, haciendo innumerables agujeros en la pared de detrás.

***

Akira se movió rápidamente a la señal de Alpha, evitando el bombardeo. Las paredes interiores del edificio eran más débiles que su superficie exterior, y empezaron a desmoronarse ante la tempestad de disparos.

¡Hablando de potencia de fuego! exclamó Akira, haciendo una mueca. ¡Si me atrapara eso, ni siquiera podrían identificar mi cadáver!

Su munición no es tan potente como la de tus cartuchos patentados, aunque probablemente esté en el mismo rango de precios, dijo Alpha.

Pero sólo puedo disparar una vez, y ellos tienen fuego rápido. Y un golpe de ellos me matará, mientras que un disparo limpio de mí sólo los tambalea. ¡Esto es ridículo!

El rifle de Akira debería haber sido excesivo en los túneles. Contra estos enemigos, sin embargo, equivalía a un ligero empujón. Aun así, el arma era su salvavidas. Podía disparar sus rifles de asalto todo el día, pero su munición de sobrepresión rebotaba en sus enemigos como el agua de un paraguas. Para bien o para mal, seguía dependiendo de su CWH. Akira reflexionó brevemente, luego sonrió al ver el arma en sus manos y refunfuñó: ¡Me dijeron que con esta arma y esta munición podría cazar tanques!

Pero nadie te prometió que podría derribar cualquier tanque, ¿verdad? replicó Alpha.

No. Aun así, tengo que preguntarme si mis disparos están haciendo algo — porque no lo parece. ¿Qué tan efectivos son? Quiero decir, estoy haciendo algo de daño, ¿verdad?

Estás luchando contra una gran armadura. Tiene un generador a la altura de su tamaño, y sospecho que el operador está desviando la mayor parte de su potencia al campo de fuerza. Puede que tus disparos no parezcan efectivos, pero te aseguro que cada impacto está afectando a sus reservas de energía. Así que no te preocupes — ¡sigue disparando!

¡Entendido! Akira pasó desapercibido mientras se deslizaba por el pasillo hasta su siguiente punto de francotirador. No podía estar seguro de cuánto daño estaba causando, pero tenía que seguir haciéndolo — no había otra alternativa.

Una duda repentina le asaltó mientras corría sigilosamente por el edificio. Sabes, me han seguido hasta aquí muy rápido, pensó. Hay muchos edificios en ruinas por aquí. ¿Qué les ha hecho saber que estoy en este?

Probablemente te rastrearon con un escáner de alto rendimiento, respondió Alpha.

¿Eh? ¿Pero no estamos en una niebla incolora?

La niebla afecta a los escáneres, pero no tanto como para que no puedan identificar objetivos cercanos. Sólo los objetos distantes quedan completamente ocultos.

¡Pero corrí como un demonio! Eso debería haberme puesto fuera de alcance.

Todo depende de sus métodos de rastreo. Alpha explicó que el ataque con misiles de Kain había dejado vapores y otras sustancias en Akira. Rastros infinitesimales de estas permanecían detrás de él dondequiera que fuera, y un potente escáner podría detectarlos en el aire cercano. Así que no sería terriblemente difícil seguir el rastro hasta su destino.

Akira asintió, convencido. No me extraña que no podamos deshacernos de ellos. La exploración realmente marca la diferencia, ¿eh?

Por supuesto, no pueden usar ese método para rastrear tu ubicación exacta. Así que descansa y dispara.

¡En marcha! Te dejaré la exploración a ti.

Estás en buenas manos.

Aunque Akira se mantenía agachado y fuera de la vista, podía ver claramente a Kain y Nelia a través de la pared mientras se movía. Y gracias al apoyo de Alpha, podía asomarse a una ventana y apuntar a Kain en un abrir y cerrar de ojos. No sería capaz de evadir los contraataques de Kain si se tomaba el tiempo de apuntar. Así que, como de costumbre, utilizó su sobrehumana capacidad de exploración para contrarrestar la evidente ventaja de sus enemigos tanto en equipo como en habilidad. Y como un momento de retraso le costaría la vida, concentró cada nervio de su cuerpo en mantenerse esa crucial fracción de segundo por delante.

El tiempo pareció ralentizarse cuando se asomó a una ventana, disparó rápidamente a Kain y, acto seguido, volvió a ponerse a cubierto y corrió hacia el siguiente punto de observación. Un solo error en cualquier repetición de esta maniobra sería el último.

En este juego mortal de Dónde Está el Topo, Akira era el topo.

***

En el lado que recibía los golpes, Kain esperaba a que Akira volviera a aparecer. Cada uno de sus cuatro brazos apuntaba con un arma pesada a una ventana distinta, multiplicando así sus posibilidades de éxito. Elegía sus objetivos por conjetura — ya que el edificio tenía más ventanas que brazos — pero si una de sus corazonadas daba resultado, Akira moriría. Y podía intentarlo tantas veces como quisiera, ya que su armadura de campo de fuerza le permitía sobrevivir a los disparos de Akira cuando se equivocaba.

Falló su primer intento. Akira apareció por una ventana que no estaba cubriendo, haciendo sonar la armadura de Kain con un disparo de rifle. Inmediatamente devolvió el fuego, pero para cuando alineó la ventana en su punto de mira, Akira ya había desaparecido. Sin embargo, Kain no tenía prisa — las probabilidades le favorecían abrumadoramente.

Fallé, refunfuñó. Le daré la próxima vez.

Los brazos de su voluminosa armadura eran muy pesados, al igual que las enormes armas que portaban. Y desviar la mayor parte de la potencia de su potente generador a su campo de fuerza ralentizaba su puntería.

¿Falló otra vez? La próxima vez, seguro.

Kain siguió atravesando los ataques de Akira y respondiendo con los suyos. Siempre podría acertar al cazador la próxima vez — o eso pensaba. Pero a medida que fallaba un disparo tras otro, una nota de frustración aparecía en su voz.

¡La próxima vez! ¡La próxima vez! ¡La próxima vez! ¡Maldita sea! ¡La próxima vez!

Sólo tenía que adivinar desde qué ventana dispararía Akira. Una respuesta correcta significaría la victoria. Sin embargo, siempre elegía mal, aunque por simple probabilidad ya debería haber matado al chico al menos tres veces.

Kain culpaba a la suerte. En realidad, sin embargo, no había azar de por medio — Alpha calculaba con precisión los objetivos del hombre desde su posición de disparo y luego dirigía a Akira hacia las ventanas más seguras. Kaín no se dio cuenta de que era un libro abierto, porque Akira nunca esquivaba sus ataques por más de un pelo. Habría sospechado si el cazador le hubiera esquivado con demasiada facilidad, pero la visión de las frenéticas escapadas de Akira no le inspiraba dudas. En lugar de eso, se encontró pensando: Casi lo atrapo — ¡No tardará mucho! La inexperiencia de Akira actuaba como cortina de humo.

¡Maldita sea! gritó Kain. ¡Maldita sea! ¡Maldita sea!

Cállate, Kain, dijo Nelia. Si tienes que lamentarte, apaga primero tus comunicaciones.

¡Esfuérzate, Nelia! ¡Intenta darle a algo por una vez!

Ya lo estoy haciendo, y él también evita mis disparos. Aún así, me sorprende que haya aguantado tanto, respondió Nelia sin aparente preocupación. No me extraña que fuera demasiado para Yajima. Quizá sea realmente un agente municipal. Y si es así, ¿podría estar prediciendo nuestros disparos de algún modo? Eso también explicaría cómo sobrevivió a nuestros misiles.

¿A qué te refieres? preguntó Kain, con sus sospechas por fin despertadas. ¿Cómo iba a ayudar a ese mocoso a evadirse el hecho de estar en la nómina de la ciudad? Claro, un agente puede tener un escáner de alta gama, pero sigue siendo imposible que pueda seguir nuestros movimientos con tanta precisión. No podía tragarse su explicación. La niebla incolora no era espesa en esta zona, pero seguían bajo su influencia. Un escáner que pudiera predecir todos sus ataques en estas condiciones tendría que ser lo suficientemente bueno para la Primera Línea.

No, no me refiero a eso, respondió Nelia. Aunque supongo que no vas muy desencaminado, después de todo.

Entonces, ¿qué quieres decir? Dilo de una vez. Exigió Kain, molesto por su tono condescendiente.

No debería tener que recordarte que algunas partes de las ruinas de Kuzusuhara aún están operativas — basta con echar un vistazo a los rascacielos del interior, perfectamente conservados, para darse cuenta de ello. He oído que eran instalaciones clave en el Viejo Mundo — aunque ahora ni siquiera podemos acercarnos a ellas, gracias a sus poderosos sistemas de defensa. También he oído que el control de esos edificios es el objetivo final de Kugamayama.

¡Incluso yo lo sé! ¿Qué tiene que ver con matar a este chico?

Al parecer, una de las reliquias que recuperaron las fuerzas de Kugamayama muestra un mapa detallado de toda la ruina en tiempo real. ¿O tal vez sólo encontraron tecnología para acceder al mapa? No lo recuerdo bien.

Como dije, ¿y qué? ¡Deja de hacerte la evasiva!

Eres taaan lento. Acabo de darte la respuesta: un mapa detallado en tiempo real de toda la ruina. Y ya sabes lo ridícula que puede ser la tecnología del Viejo Mundo. No me sorprendería que pudiera mostrar todas las balas que acabamos de disparar — y a nosotros también, por supuesto.

Kain lo meditó. ¿Y qué?

Entonces, la ciudad podría usar ese mapa como un escáner imbatible en Kuzusuhara. Y analizar sus datos podría decirle a su agente exactamente hacia dónde estamos apuntando.

¡¿En serio?! exclamó Kain, desconcertado.

Sólo estoy especulando. Ah, y eso me recuerda otro rumor que corrió más o menos al mismo tiempo: una historia de fantasmas sobre el “Espectro Seductor” de Kuzusuhara. Supuestamente, persigue y mata a todos los que acceden al mapa. (Ésta no era más que una de las sorprendentemente numerosas historias relacionadas con el Espectro.)

Nelia continuó: Quizá la ciudad difundió esas historias para encubrir un método de acceso filtrado y acaparar toda la riqueza de las ruinas. Y en ese caso, sus agentes podrían tener acceso secreto a—

De repente, se dio cuenta de que su cómplice había dejado de responder a su engreído recital. ¿Kain? preguntó, desconcertada. Eh, ¿Kain?

¡Se metió con el tipo equivocado! rugió Kain con súbita furia. Se dio cuenta de que su presa le había tomado el pelo. El topo siempre había sabido a qué agujeros iba a golpear. ¡Aniquilaré a ese maldito mocoso!

Desplegando todo el arsenal de su armadura, Kain canalizó su rabia en una descarga masiva. Esta vez, no dejaría ningún agujero a salvo.

***

Akira se dirigía a su siguiente posición de francotirador cuando Alpha de rostro adusto gritó: ¡Rápido! ¡Adéntrate en el edificio!

Al mismo tiempo, tomó el control de su traje, guiando sus pasos hacia el interior de la estructura. Akira no opuso resistencia y se lanzó de cabeza a través de las abarrotadas salas interiores mientras luchaba por poner la mayor distancia posible entre él y el pasillo.

Instantes después, incontables explosiones rugieron a sus espaldas, desatando furiosas ráfagas de viento y fuego. Trozos de escombros en el aire salieron disparados junto a Akira. Luego desapareció entre los humos.

***

De las dos cápsulas montadas en la armadura de Kain salieron misiles a raudales, todos ellos dirigidos directamente al edificio. Entraron a raudales por las ventanas del piso en el que se refugiaba Akira, golpeando sus paredes interiores en una cascada de explosiones. Los estrechos confines comprimieron la explosión, de modo que los humos salieron a borbotones por las ventanas.

¿Qué crees que estás haciendo? preguntó Nelia con cierta aspereza. Te dije que el vendetta de Yajima podría no reconocer el asesinato si lo volabas en pedazos, ¿recuerdas?

Cállate. Replicó Kain. ¡Si es un agente de la ciudad, su equipo guardará lo suficiente de él como para identificarlo!

Bueno, ahí me has atrapado.

De todos modos, el programa debe haber detectado que su objetivo estaba ahí dentro. Si no cuenta la muerte después de eso, debe tener un error. Entonces, ¿qué dice? ¿Hizo eso el truco?

Espera, voy a ver. Nelia hizo una pausa. No ha habido suerte. Sigue cerrado.

Kain resopló. ¿Quieres decir que ese maldito software cree que sigue vivito y coleando? ¿Estás seguro de que Yajima no lo ha retocado para que nunca esté satisfecho?

Sus rutinas de reconocimiento no mostraban signos de manipulación que yo pudiera ver. Al darse cuenta de que Kain estaba en su punto de ebullición, Nelia suspiró y dijo: Oh, bueno. Iré a echar un vistazo yo misma. Un primer plano de su cadáver — o incluso un trozo — debería bastar. Y en el improbable caso de que siga vivo, acabaré con él mientras estoy allí. Espérame aquí.

¿Vas a entrar sola?

No quiero que lo atomices con otra descarga salvaje como esa. Mis espadas harán el trabajo.

La parte trasera de la armadura de Nelia se abrió y apareció una mujer. La juventud parecía perdurar en sus bellos rasgos, y sólo un escaso traje translúcido cubría su figura artísticamente esculpida. Unos finos cables salían de unos puertos de conexión situados en su piel desnuda, lo que revelaba a primera vista que no era de carne y hueso. Al igual que Yajima, Nelia era un cíborg.

Algunos de los de su especie no se avergonzaban de mostrar la piel y consideraban las prótesis poco más que ropa. Aprovechándose de su condición, hacían alarde de un aspecto hermoso o encantador, como la mayoría de la gente haría alarde de su gusto por la moda. Algunas incluso se esforzaban por llevar lo menos posible, para demostrarse a sí mismas y a los demás que su carne sintética no se diferenciaba mucho de la real, o para atraer miradas lascivas y asegurarse de que seguían siendo humanas. El aspecto de Nelia conseguía ambas cosas.

Desconectó los cables y se estiró, aparentemente para tonificarse. Luego miró a Kain y le dijo: “Me pondré en contacto contigo si surge algo. Asegura el perímetro del edificio, por si acaso.”

“De acuerdo”, respondió Kaín por los altavoces externos. “¿Estás segura de que no quieres llevar un arma por una vez? Podría prestarte una, aunque quizá sea un poco grande para ti.” Para ilustrarlo, levantó una de sus enormes armas.

Nelia se rió. “No, gracias. Sólo me estorbaría.” Luego sacó su equipo de la armadura y se lo puso. En el cinturón llevaba un cuchillo de aspecto insulso y varias empuñaduras que parecían pertenecer a armas blancas. “No toques mi armadura mientras no esté. Ah, pero ahuyenta a los monstruos que vengan a husmear — no quiero que sufra daños.”

Nelia echó a correr y su fuerza ciborg la impulsó por el suelo lleno de escombros más rápido que la mayoría de los vehículos.

***

La descarga de micromisiles de Kain había envuelto a Akira en humo y lo había estampado contra el suelo. Permaneció un momento tumbado boca abajo. Entonces su brazo se movió.

“¿Otra vez?”, gimió, dolorido pero consciente, mientras se levantaba. No le hacía ninguna gracia haberse empapado de gases de explosión dos veces en un día. “Al menos esta vez no me desmayé.” Entonces cruzó los ojos con Alpha, que se había agachado para mirarle.

Akira, dijo, si estás despierto, date prisa y vuelve a ponerte en pie.

Claro que sí, respondió Akira. Por la expresión de su cara, dedujo que, aunque el peligro mortal había pasado por el momento, aún no estaba fuera de peligro.

Una vez en pie, medícate. No necesitas moverte — sólo quédate quieto y descansa.

Okay. Pero creía que ya me había tomado todas las cápsulas.

Todavía tienes algo de lo barato, ¿recuerdas? Es mejor que nada.

Akira sacó obedientemente las cápsulas de recuperación de su mochila y tragó algunas. Luego, por ociosa curiosidad, leyó la etiqueta de advertencia del envase: “Evite tomar grandes dosis en un corto periodo de tiempo.”

Esto tiene que ser malo para mí, se dijo, con una sonrisa de pesar. Seguro que vuelvo a desmayarme, como aquella vez que Elena y Sara me ayudaron.

Alpha se rió entre dientes. Si realmente es lo mismo, no te desmayarás hasta que estés a salvo y todos tus enemigos estén muertos. Esperemos que la historia se repita.

Buena observación. Akira arrugó el paquete vacío y lo tiró a un lado. Ahora también se le habían acabado las medicinas baratas. La única curación que podía esperar era la de la dosis que ya tenía en su organismo, y no duraría más allá de sus heridas actuales. La próxima herida grave que sufriera sería letal.

Mientras permanecía quieto, intentando aprovechar al máximo los beneficios de las cápsulas, se le ocurrió una pregunta . Oye, Alpha, ¿por qué me atacan estos tipos? ¿Tienes alguna idea?

Lo siento, estoy tan a oscuras como tú, respondió. Pero si tuviera que adivinar, diría que están aliados con el hombre que mataste bajo tierra. Dijo que sus cómplices lo vengarían, así que tal vez les envió algún tipo de mensaje antes de morir.

Debe haberles gustado mucho, entonces. ¿ Alguna posibilidad de que asuman que me dieron con ese último ataque y se vayan? Quiero decir, eso habría matado a la mayoría de la gente.

Ya te han visto sobrevivir — e incluso luchar — tras ataques que habrían matado a la mayoría. Así que podrían seguir viniendo hasta que tengan una prueba inquebrantable de que estás muerto.

Ah, sí. Tras un breve silencio, Akira refunfuñó: Hablando de mala suerte—habría sido mejor quedarme bajo tierra. ¿De verdad ignorar a un rehén me ha dado tan mala suerte? ¿Es eso? ¡Dame un respiro! ¡Al final salió bien! Suspiró profundamente, casi convencido de su propia queja ociosa.

Alpha lo observó con una sonrisa irónica.

***

Nelia se detuvo en mitad de un pasillo. Aunque su cuerpo cíborg incluía un escáner, el aparato no era rival para el que llevaba incorporado en la armadura y no podía explorar el interior del edificio.

Entre eso y la niebla incolora, no estoy obteniendo una imagen muy clara, pensó. Será mejor que lo apague.

Desactivar su escáner de a bordo dejaría a Nelia dependiendo de los sensores básicos que servían a su cuerpo ciborg como órganos sensoriales. Sin embargo, a pesar de su capacidad drásticamente reducida para detectar amenazas, mostraba una sonrisa alegre. La fuente de su confianza era una reliquia que se había embolsado subrepticiamente del camión de huida: un terminal de acceso al mapa que le había mencionado a Kain.

Nunca esperé usar esto tan pronto. Veamos cómo funciona.

Puso en marcha el dispositivo y se dispuso a convertir el formato de datos para su propia visión de realidad aumentada. Pronto pudo ver todo el edificio con todo lujo de detalles.

La sonrisa de Nelia se ensanchó. Funciona a las mil maravillas. Restringir los datos a un solo edificio y filtrarlos me deja algo que puedo procesar — aunque sigue siendo una carga pesada. No puedo utilizar el escáner y manejar tantos datos al mismo tiempo. Pero, ¿qué más da? Es hora de encontrar a ese chico. ¿Dónde podría estar?

Dentro de este único edificio, ahora podía ver a través de las paredes con la misma facilidad que el apoyo de Alpha le dio a Akira. Pocas personas podrían haber hecho tanto, incluso con el terminal de acceso — sólo los conocimientos técnicos de Nelia permitían que el dispositivo funcionara bien con su propio cuerpo protésico. Así que, naturalmente, no tardó en localizar a Akira.

Con cierta sorpresa, registró al chico y a su acompañante. Luego llamó a su cómplice. ¿Kain, algo que informar?

Nada, respondió. ¿Y tú? ¿Has encontrado el cadáver?

Kain, el vengador tiene razón — aún está vivo.

¡¿Qué?!

Creo que la ciudad realmente debe haberlo enviado aquí, probablemente usando un cuerpo ciborg de alta gama hecho para parecer un niño. Eso explicaría cómo bloqueó o esquivó tu ataque.

¿Por qué un agente de la ciudad se molestaría en hacerse pasar por un niño? Un cuerpo adulto sería más poderoso — o al menos más rentable.

Probablemente se mezclaba con cazadores jóvenes para enmascarar su identidad. He oído que los túneles están plagados de novatos de la Druncam.

Eso lo explicaría, admitió Kain. Así que la ciudad tenía al menos suficiente información para justificar el envío de un agente encubierto como medida de precaución. ¿Cómo demonios se filtraron nuestros planes?

Tu suposición es tan buena como la mía. Pero creo que sé lo que estaba haciendo solo en la superficie: alertar a la base temporal de nuestro ataque. Con la niebla interrumpiendo las comunicaciones, necesitaría entregar cualquier mensaje personalmente.

Entonces tenemos suerte de haber atacado antes de que él llegara — ganamos mucho más tiempo antes de que la unidad de la fuerza de defensa en la base aparezca. ¿Y ahora qué? Si la ciudad lo envió, debe ser un verdadero golpeador.

¿Tienes que preguntar? Lo mataré, por supuesto. ¿O te preocupa que pueda perder? Sólo sigue vigilando el perímetro, Kain, y haré esto rápido.

Entendido. No pierdas tiempo.

Nelia cortó la comunicación y echó otro vistazo a su presa. Su sonrisa confiada revelaba sorpresa y expectación. “Aún así, son dos”, murmuró. “No me lo esperaba. Supongo que eso significa que no eligió este edificio al azar — vino a reunirse con refuerzos.” A través de numerosas paredes, vio a Akira — y, junto a él, a Alpha. No se lo había dicho a Kain porque podría haberle informado de la reliquia que se había guardado. “No es que importe cuántos son.”

Alegre, Nelia sacó un cuchillo. Su hoja redondeada no parecía tener filo.