Kajiya De Hajimeru (NL)

Volumen 3

Epilogo: El Demonio De La Ley

 

 

Frederica Schurter había sido enviada al servicio del reino; había sido enviada a acompañar a la fuerza de subyugación como personal responsable de la supervisión de los gastos. Aunque ciertamente se vio abrumada por el trabajo durante la expedición, la real batalla comenzó cuando regresó a la capital.

Estaba exenta de su responsabilidad sobre los impuestos durante todo un mes, que era el tiempo que necesitaría para ordenar las finanzas de la campaña.

Había que sumar los gastos de comida, agua y combustibles. Además, había que pagar a los soldados (parte de los cuales estaba a cargo del conde Eimoor) y a los civiles.

Había un sinfín de elementos que había que tener en cuenta.

Para su referencia, había conseguido los archivos de las anteriores expediciones militares. Y al igual que en el pasado, el gasto en comida representaba la mayor parte del coste. Pero… las cifras globales no cuadraban, no importaba cuántas veces las calculara. Había algo extraño que no podía identificar.

La logística de esta campaña no había sido diferente a la de las anteriores, y los gastos de las misiones solían ser más o menos los mismos, independientemente de si la campaña terminaba en victoria o en derrota. Sin embargo, el coste de esta expedición en particular había resultado ser más bajo de lo normal.

Uno podría decir: “¿No es eso algo bueno?”. Pero el coste más bajo sí que le preocupaba—sólo podía significar que el dinero que se debía no se había pagado en su totalidad. En otras palabras, era muy posible que el reino estuviera en deuda con el conde.

Era imprescindible que Frederica investigara la discrepancia de inmediato.

Al final, resultó que no había nada malo. Todos los registros mostraban que los cálculos de Federica eran inmaculados. Todavía no estaba segura de qué había gastado menos en la campaña, pero era un hecho indiscutible—los gastos estaban por debajo de la media.

Frederica hojeó con furia las cuentas anteriores, sumergiéndose en el problema.

—Tenía el presentimiento de que sería así —murmuró. Sus ojos se fijaron en una línea específica: los honorarios que se debían al herrero por la reparación de armas y armaduras.

—Eizo resultó ser el problema después de todo.

La tarifa total de reparación era notablemente más barata en comparación con lo que había cobrado en las misiones anteriores. Entonces, Frederica miró con detalle las reparaciones anteriores. Según los registros (si eran fiables era otra historia), normalmente había que reparar más piezas de armadura y armamento, lo que suponía una tarifa mayor.

Luego examinó los números de la reciente expedición. Eizo seguía ocupado con las reparaciones, pero había necesitado arreglar muchas menos piezas en total. Por supuesto, esto podía explicarse en parte por las habilidades de los soldados privados de Eimoor. Su periodo de entrenamiento se había condensado, pero los resultados eran difíciles de discutir.

Aun así, debería haberse dañado un mayor número de objetos durante las batallas. Excepto… Había oído que las espadas utilizadas durante la campaña habían sido forjadas por Eizo.

Ahí debía estar la solución al misterio .

Frederica suspiró fuertemente.

—¿Qué debo hacer?

Ella no podía falsificar los registros. Era un delito hacerlo, incluso si estaba empleada directamente por el reino. Pero, si dejaba que el registro se mantuviera como estaba, ese amable herrero iba a ser arrastrado a todas las batallas y campañas militares. No había forma de que él quisiera eso.

Su mano se movió para acariciar el cojín de su silla sin que se diera cuenta. Desde que Eizo se lo había regalado, el cojín se había convertido en una de sus pertenencias más preciadas.

Frederica se preocupó por el problema durante un rato antes de decidir qué hacer: borraría el nombre de Eizo del registro. Él también había participado directamente en la batalla, por lo que Frederica utilizó ese hecho como un resquicio legal; su nombre sería redactado como secreto militar.

—Eizo aún no lo sabe, pero me debe una por esto —murmuró.

Nuestra heroína, Frederica Schurter, que había trabajado con tanta diligencia en beneficio del reino y de cierta persona (aunque nunca lo admitiría ante la propia persona), conocía de memoria todas las leyes y reglamentos. Era famosa por transformar la discordia en razón y por rechazar cualquier desmontaje de la razón en discordia. Su meticulosidad le había valido incluso el apodo de “el Demonio de la Ley”.

Nuestra heroína no tenía forma de saber que su trabajo no había hecho más que empezar.

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

0 Comentarios
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios