Chitose Kun Wa Ramune (NL)

Volumen 4

Epilogo: El Cielo Azul Que Encontramos

Corrí, corrí y seguí corriendo. Salté, salté y seguí saltando.

Por fin te alcancé, te alcancé.

Seguía siendo un roce, pero sin duda estaba en la punta de mis dedos.

Eh, Chitose, ¿te has dado cuenta?

¿Te diste cuenta de la cantidad de sentimientos que había en esas palabras que dije el otro día?

Bajo la Vía Láctea, actué con arrogancia y te regañé por huir. Cuando en realidad, probablemente era yo quien más ganas tenía de llorar por el desasosiego que me embargaba.

El chico que me dio una patada cuando mi espalda estaba a punto de rendirse el verano pasado, el chico que parecía la gran luna que yo había estado buscando, había desaparecido en la noche negra como el carbón.

Agachas la cabeza como si no pudieras iluminar el corazón de nadie.

Por eso quiero despertarte con toda la pasión de mi corazón.

Por favor, acepta todo mi corazón y brilla con belleza una vez más, para demostrar que está desesperada forma de vida no fue en absoluto un error.

Pero, Chitose.

En realidad, no era necesario que lo hiciera. Tu llama seguía ardiendo en tu corazón.

¿Fue por Haru-chan? ¿Eso crees?

Tuve la tentación de creerlo, pero no era cierto.

Fue por el bien de tus compañeros, por mi bien y, lo que es más importante, por tu propio bien.

Tú, que eras enloquecedoramente apasionado e ingenuo, llegarías sin duda a la misma respuesta.

El chico que amaba no era una hermosa luna blanca. Si no tenía cuidado, perdería mi propio nombre.

Por eso, para no perderte, para no dejarte atrás y que pudiéramos correr siempre uno al lado del otro…

… encendería este corazón en llamas y nunca lo dejaría ir.

—Cuando estaba llegando al sol rojo brillante.